Hola! Este es mi primer ff después de muchos años sin escribir nada, desde ya cualquier crítica constructiva será más que bienvenida. Espero que les guste.
Los personajes perteneces a Clamp.
[Historia participante de la Ronda de Retos: ¡Cardcaptor Family! Del foro: ¡Liberate! De SCC]
Palabras: 1997
La luna que cubrió sol
-¿Ya le pusiste tu nombre a la carta?- Preguntó la amatista. Sakura ya había logrado capturar la última carta, Tierra.
-Aún no- respondió Sakura, pues entre tanto revuelo se le había olvidado completamente.
-Déjame capturar este momento para siempre!- le pidió Tomoyo mientras la filmaba.
-Sakura- Escucho una voz grave llamándola -Cuando termines de escribir tu nombre en esa carta, abras terminado de sellarlas- dijo mirándola seriamente -Confío en que sabrás manejar la situación- dijo en susurro para él mismo. La bestia felina que se encontraba cerca le hablaba con mucha seriedad. Todo podía salir muy bien o muy mal.
Todos estaban expectantes mientras Sakura escribía su nombre en la carta. Al completarlo un viento frio comenzó a soplar de la nada.
-Este será el juicio final- habló la profesora Kaho, también esperando a que llegara el famoso guardián.
En ese instante, Yukito comenzó a emitir un brillo, y elevándose del asiento donde se hallaba tendido flotó para quedar sobre el sello del mago Clow que apareció en el suelo. Unas alas gigantes salieron de su espalda y cubriéndolo totalmente.
-¿Qué le pasa a Yukito?- preguntó Sakura preocupada por lo que le pudiera pasar a su ser querido.
Las alas se abrieron nuevamente dejando a un ser alto, de fina figura con cabello entre blanco y plateado largo hasta sus pies. Con su rostro completamente serio resaltando aún más sus rasgos firmes.
-¿Quién es?- pregunto Sakura expectante.
-Esta persona es Yue- dijo Kerberos mirándolo.
Luego de la confusión que se formó en la mente de Sakura, tratando de entender porque su persona especial se había convertido en uno de los guardianes, Yue tomó la decisión de comenzar con el juicio final.
-Primero él- Dijo el ser plateado para tomar a Shaoran llevandolo a un lugar un poco más lejano para comenzar con la batalla.
-Yo soy el juez Yue y llevaré a cabo el Juicio Final, quiero que utilices todas las cartas que tienes, e intentes derrotarme- Mientras extendía su mano y sobre ella aparecían unos cristales, que luego fueros lanzados hacia donde se encontraba Shaoran.
El joven aunque sorprendido por todo lo que estaba pasando, recordó que en algún lado de su mente ya sabía lo que iba a pasar. De esa forma dio un salto esquivando los cristales y lanzo su ataque mientras estaba en el aire. -¡Dios del rayo ven!- gritó con más animo del que esperaba, mientras los rayos que salían de su espada iban directos al guardián.
Pero cuando llegaron a él un escudo blanco apareció, desviando por completo los rayos.
-No podrás derrotarme con esos poderes tan insignificantes- Yue se percató del nivel de magia que llevaba el joven, quien aunque fuera uno de los descendientes de Clow, eran muy débiles para intentar siquiera pelear con él.
-Eso ya lo veremos- respondió Shaoran mientras caía nuevamente sobre el techo en el que se encontraban. Debía buscar un lugar donde fuera un poco mas cómodo pelear con él, su concentración solo tenía que estar en la batalla y los poderes que lanzara. Entonces decidió lanzar los hechizos de agua y fuego mientras Yue se estaba acercando a él. Como lo había planeado el fuego y el agua explotaron en su cara dejando una pequeña niebla para distraerlo por un segundo, mientras el castaño saltaba al suelo quedando en una especie de jardín de cemento, con el bosque delante de él y una casa de estilo antiguo detrás. Tomo posición de ataque, sabía que no podía usar cualquier poder o cualquier carta que tuviera en sus manos, pues algunas de ellas como Tiempo estaban regidas por la luna, lo que posiblemente implicaría que el guardián podía usarlas en su contra, a pesar de llevar su nombre.
Aunque todo ese razonamiento fue en cuestión de segundos, su cuerpo reaccionó ante el peligro y se tiró al suelo girando sobre sí mismo para esquivar mas cristales que venían de Yue.
-Escapando no ganaras nada- dijo el guardián comenzando a irritarse porque el joven había escapado del techo. Entonces comenzó a lanzarle ms cristales, ya no en una sola dirección, sino cubriendo todo posible lugar donde el chico pudiera esquivarlo. Dándole de lleno unos cuantos de ellos, golpeándolo en el torso, el hombro izquierdo y las piernas.
Grito al sentir el choque inevitable de estos para caer al suelo. No podía perder tan fácil, no debía perder tan fácil, era Shaoran Li descendiente del mago Clow. En algún lugar dentro de él tenía que encontrar esa magia que sabía aún no terminaba de explotar. Entonces la escucho, Sakura estaba gritando preocupada por él.
-LI! ¿QUÉ ESTA PASANDO? ¿ESTAS BIEN?- ella no lo veía, la barrera que había formado Yue a su alrededor evitaba que cualquier otra alma se acercara. Shaoran sintió su pecho cálido, desde hace un tiempo estar cerca de ella lo ponía nervioso, no sabía la razón. Pero escucharla gritar con tanto esmero porque él estuviera bien lo hacía más fuerte ante cualquier adversidad. Incluyendo al guardián.
Sonrió aún tirado en el suelo y sintió como su cuerpo se llenaba de una energía que no sabía reconocer, ella debía ser causante de todo esto, y aunque sabía que Kerberos la habiía elegido a ella como posible futura dueña, él no se podía permitir perder, por su orgullo, por su apellido, por su ascendencia, por ella. Porque el que ella ganara este juicio le traería millones de peligros que aún no tenían nombre, y no quería, por supuesto que no quería. Quería protegerla de lo que sea que viniera luego de convertirse en dueños de las Cartas Clow.
Todo estaba más claro ahora. Se levanto lentamente con algo de dolor, pero con una sonrisa socarrona en su rostro.
-Así que todavía no te rindes- Yue le hablaba casi despectivamente, pero poco le importó. Tenía que ganarle, para protegerla. De su pecho comenzó a salir un aura verde rodeándolo. La miró con cierta duda, pero luego tomó su espada y uno de sus sellos.
Comenzó a correr hacia el guardián que se había sorprendido un poco ante su cambio de actitud, esto no sería fácil.
-Dios del fuego, ven!- dijo suavemente mientras de su espada salió un enorme dragón de fuego, ya no eran solo llamas. Este lo rodeo mientras corría y en cuanto estuvo cerca del guardián, creyendo que su escudo lo protegería, pudo ver con asombro como era traspasado sin esfuerzo por el dragón para chocar directamente sobre él. Y luego de eso sintió el filo de la espada rozándole el brazo. Dio un salto hacia atrás. El joven chino también se había asombrado por el incremento de su magia, pero estaba feliz. -¡Nube!- grito mientras de la Carta Clow salía la pequeña niña divirtiéndose mientras todo se llenaba de una densa niebla. Yue apenas y podía ver sus manos. Pero no lo amainó, podía sentir la presencia del joven. Volvió a fortalecer su escudo y tocando el suelo hizo que varios cristales gigantes salieran de este para dirigirse al chico.
Shaoran anticipando el movimiento dio un salto y con una leve ráfaga del Dios del Viento se impulso hacia Yue nuevamente. -¡Hielo! - habiendo convocado a la carta, el ser comenzó a congelar todo a su alrededor. Hasta que Nube disipó la densa niebla dejando a la vista una esfera completamente congelada.
El joven chino se acercó a esta para ver dentro al guardián que golpeaba con sus manos la esfera, el escudo de protección había jugado en su contra. Se estaba desesperando, intento con los cristales, formó un arco de energía y lanzo un par de flechas, pero nada pasaba. Parecía inquebrantable.
Shaoran lo miró con un deje de tristeza al verlo tan desesperado, y tocando la esfera esta se descongeló, dejando a Yue en el suelo.
-No te preocupes, todo estará bien- le dijo extendiéndole la mano, era la frase que había aprendido de ella. ¿Qué más daba? Todo había terminado.
-No puedo creer que ganaras- el guardián le hablo aun arrodillado en el suelo. -Tú no eras el destinado a tener las Cartas Clow, tu nivel de magia no era tanto como para traspasar mi escudo, ni siquiera de rozarme con la espada- miro el pequeño corte que tenía en su brazo.
-Lo sé, pero no podía permitirme perder, eso solo le ocasionaría más problemas a Sak... Kinomoto. Y lo que menos deseo es verla en peligro. Ella era la destinada a ser la dueña, pero no quería que sufriera, ser dueña de las Cartas Clow implica que más adelante existirán nuevos peligros a su alrededor. Y no creo que es algo que ella merezca. Su nivel de magia fue incrementando poco a poco a medida que capturaba las cartas. Pero no quiero que ella cargue con algo que pueda traerle tristeza, aunque sea por un segundo. -Nunca había hablado tanto, tampoco había hablado de sus sentimientos, o esa pequeña cólera que lo llenaba cada vez que ella estaba cerca. Aún no terminaba de comprender que era lo que pensaba o sentía mejor dicho hacia Sakura, pero de algo estaba seguro. Ella era muy especial para él.
Yue se levantó como si nada pasara. -Muy bien, Li Xiao Lang, es hora de anunciarlo- Fue todo lo que dijo, al castaño le dio un leve escalofrió escuchar su nombre en chino.
La barrera que protegía el lugar donde estaban se disipó, Sakura fue la primera en salir corriendo hacia donde estaban su amigo y el guardián. Tomoyo la siguió de cerca. Mientras Kerberos y la profesora se miraban extrañados, se supone que nadie podia interrumpir una vez que el Juicio Final comenzaba. Decidieron seguir a las niñas. Cuando llegaron a donde se encontraban todos reunidos Shaoran estaba con una gran sonrisa en su rostro. -Por favor dime que no es cierto- habló el felino con su voz grave. Yue se limito a mirarlo sin decir nada. Estaba de brazos cruzados parado al lado del joven chino.
-¿Estás bien? ¿Qué fue lo que pasó?- preguntaba Sakura, mirando preocupada a Shaoran, este solo la miraba con una sonrisa. -Es hora, cierra los ojos- Dijo el peli plateado mirando a Shaoran, sacando y abriendo sus alas. Todos lo miraban expectantes.
-¡No puede ser! Yue detente- Alcanzó a decir Kerberos, no iba a decirlo, no podía ser él.
El castaño se puso de frente y solo asintió, cerrando sus ojos.
-Se termina el juicio. Yo el juez Yue declaro a Li Xiao Lang como nuestro nuevo dueño- dijo el guardián.
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Dos años pasaron luego del Juicio Final, Shaoran era el nuevo dueño de las cartas, y los guardianes.
Aunque hubieron hechos que lo mantuvieron alterado el último tiempo, había descubierto que el nuevo compañero de escuela era la reencarnación del Mago Clow. Quien había viajado a Japón para ayudar a convertir las Cartas Clow en Cartas Li. Aunque no había aceptado el báculo dejado por el Mago Clow, pues se le hacía más cómodo usar su espada. Por recomendación de su madre, se lo había dejado a Sakura.
La castaña se había sentido extraña por no ser ella quien se convirtiera en la nueva dueña, estuvo ensimismada por un tiempo hasta que los extraños sucesos aparecieron y comenzó a acompañar a Shaoran en sus peleas. Como él había hecho con ella.
Por pedido de la madre de Shaoran habían viajado un par de veces a Hong Kong para tener unas charlas importantes sobre el destino de Sakura ahora que no tenía las cartas. Le explicó con todo el cariño del mundo que aunque no tuviera las cartas, ella tenía magia y podía aprender a usarla. De ese modo, junto con Li, decidieron que fuera Kerberos quien le enseñara a utilizar su magia.
No pregunto la razón del porque debía seguir aprendiendo, simplemente acepto la idea, gustosa de pasar tiempo con su antiguo compañero de cuarto.
Mientras, la madre de Shaoran se encontraba mirando la ventana con una sonrisa de cómplice y alegría al ver que todo iba según lo planeaba.
