Una nueva historia y es mi primer crossover, siendo franca me siento orgullosa de mi primer capitulo, sin embargo deberé esforzarme más para el siguiente y también que las personalidades de los personajes no sean tan Oc. Solo un poco en ciertos aspectos, pero eso sera más adelante.

De todas formas, no los distraeré más.


Prologo

Dolor.

Eso era lo único que sentía en ese momento junto con el frio y duro suelo en el que descansaba. Le dolía demasiado la cabeza y no podía recordar muy bien que fue lo que paso antes de que su conciencia cayera en la oscuridad.

– ¿Mamá?

¿Eh?

– ¡Mamá despierta!

Escucho una voz perteneciente a una niña suplicar mientras sentía unas gotas caer en su rostro. Supo que se trataban de sus lágrimas.

– Silencio Yuki o nos descubrirán

Oyó otra voz. Perteneciente a un niño, que se oía más seria y relajada, aunque noto un deje de intranquilidad.

– P-pero…

– Necesitamos algo de comida para que recupere fuerzas

– Pero… ¿Cómo conseguiremos comida? No tenemos dinero y no sabemos dónde estamos

–… Tendremos que robarla

– Pero… mamá dijo que nunca robáramos

– Si no lo hacemos esos hombres nos encontraran y nos mataran

–…

– ¿Y bien?

–… ¿Cómo la robamos?

– Uno de nosotros tiene que sorprender a alguien con comida en la mano y tomarla

– ¿Uno de nosotros? – tartamudeo un poco.

– Alguien debe quedarse a cuidar a mamá

– Entonces iré yo – Yuki dijo con determinación.

– No, Yuki…

– Takashi no, sabes que yo soy la más rápida de los dos y tú el más fuerte – le interrumpió – debes proteger a mamá si los hombres malos vienen

–…

–…

–… Está bien, pero no dejes que te atrapen

– No lo haré

Lo último que escucho antes de volver a desmayarse fue unos pasos alejarse de ella.

.

– Seis Fairy cakes como pidió Joven Amo

Un hombre alto de cabellos negros y ojos rojos, vestido de sirviente mostro una caja blanca a un niño de cabello gris-azulado y ojos azules como zafiros. Y este solo le dio la espalda y salió de la tienda, mientras que el sirviente suspiro ante el acto descortés de su Amo.

Una vez fuera vio a su Amo esperando frente a un carruaje.

– Debemos regresar rápido antes de que ellos destruyan lo que debe quedar de mi mansión

– Si, Joven Amo

– Por cierto… – frunció el ceño a Sebastián – ¿Qué estas cargando?

El mayordomo enarco una ceja en confusión.

– Estoy cargando sus… ¿Eh?

Miro sus manos que estaban cargando una caja con los postres de Ciel, y en vez de ver una caja vio sus manos sosteniendo aire. Sus ojos se volvieron puntos blancos. No pudo encontrar las palabras para describir lo desconcertado que estaba.

– G-gomen

Ambos voltearon la mirada hacia la voz. Vieron a una niña de 5 años, de piel clara, ojos dorados con pupilas hendidas, cabellos largos y blancos hasta la cintura y con un flequillo que cubría su frente, dos rayas magentas en sus dos mejillas y otras en sus brazos, y una estola blanca que parece muy abrigadora alrededor de su brazo derecho y se extendía detrás de ella hasta sus pies. Pero lo que llamo su atención fue su ropa rara y poco moral.

Tenía una falda azul marino con dibujos blancos de un gato sobre la luna creciente y una blusa blanca de cuello rojo con un moño rosa y sin mangas. Y por su aspecto parecía que estuvo en una pelea.

Esa ropa no deja nada a la imaginación.

Pensaron ambos al mismo tiempo. Si ambos tuvieran que adivinar, dirían que es de ascendencia asiática.

– Gomen, pero mi Okaa-san los necesita más

Antes de que dijeran nada la niña se fue corriendo muy rápido para alguien de su edad y desapareció dando vuelta a la esquina.

– ¿Okaa-san? – Ciel enarco una ceja por la extraña palabra.

– Mi conocimiento del japonés es muy limitado, pero si no me equivoco, Okaa-san significa madre

Ciel suspiro.

Justo cuando quería volver y evitar que su servidumbre queme lo que debió sobrevivir de su casa.

– Sebastián – revelo su ojo bajo el parche – atrápala

Sebastián se inclinó mientras sus ojos brillaron de forma maliciosa.

– Yes, My Lord

.

Yuki corrió lo más que podía de esos dos tipos mientras sostenía la caja en sus manos.

Había algo en el olor de esos dos tipos que la pusieron de nervios. No solo el olor, también el aura que los rodeaba. El del niño era de un purpura oscuro, pero del hombre a su lado… era completamente negra. Tan negra que sentía que iba a tragársela si se acercaba a él. Pero su madre era mucho más importante y decidió arriesgarse.

Esquivo a la gente que la miraba extrañamente y otros la insultaban. Por donde quiera que miraba había gente que vestía ropa muy antigua. Tendría que hablarlo con su hermano más tarde cuando estén a salvo.

Al dar la vuelta a otro callejón se encontró con un niño que es idéntico a ella, solo que tenía una raya magenta en cada parpado, un flequillo que se dividía en dos dejando ver su luna creciente color purpura en medio de su frente y con un semblante sereno e inexpresivo y llevaba puesto un short y blusa blanca con detalles azules.

– Nii-chan

– Te he dicho 150 veces que no me llames así – dijo entre dientes.

– Y te he dicho 150 veces que no me importa – le saco la lengua mientras abría la caja dejando al descubierto unos postres.

Takashi miro con ligero interés los postres hasta que algo capto su atención y frunció un poco el ceño.

– ¿A quién se los robaste?

Se percató que Yuki se puso un poco nerviosa.

– A unos dos extraños saliendo de una tienda

Ella sabía que debió notar su miedo. Su hermano siempre es el que se percata de todo cuando ella hace una travesura a su tío o su tátara-abuelo. Pero en ese momento los ojos de su hermano se volvieron rojos, sus iris azules y sus dientes empezaron a transformarse en colmillos y sus uñas en garras. No tenía que dar vuelta para saber que hizo que su hermano se pusiera en defensa.

Porque podía sentirlo.

Sin saberlo, empezó a imitar a su hermano y miro al intruso.

– Esto es una sorpresa.

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Sebastián siguió a la niña que era demasiado rápida para estándares humanos. Mientras la perseguía, descubrió con el viento que ella tenía sus orejas puntiagudas en lugar de redondas como todos los humanos. Estrecho la mirada.

Ella no era una niña común, su esencia la delataba.

Al verla ir a un callejón oscuro se detuvo a una distancia que no lo detectara y vio a un niño que parecía ser su reflejo, pero parecía ser más serio que ella y llevaba la misma ropa extraña, pero en masculino. Parecían estar discutiendo sobre algo. Al mirar más al fondo parpadeo dos veces. Tendida inconsciente en el suelo estaba una mujer de unos 18 o 19 años, cabellos negros que estaban un poco ondulados, piel pálida y con ropa aún más inmoral que la niña.

Al igual que el resto, su ropa estaba sucia y algo rota.

En cuanto se acercó más, para su asombro, observo al hermano gruñir le mientras sus ojos se tornaron rojos y sus iris azules, y sus dientes se volvieron colmillos, y uñas en garras. Poco después fue seguido por su hermana amenazándolo con la mirada.

– Esto es una sorpresa

Sonrió divertido.

Sin embargo, su mirada se enfocó en la mujer en el suelo. Ella era humana, no había duda alguna, pero su instinto le decía… no, le gritaba que se mantuviera alejado de ella o que la matara en su estado de debilidad. Los mocosos debieron darse cuenta de su intención, porque se pusieron frente a la mujer y de su piel empezó a crecer pelo.

Él podría matar a la niña y la mujer sin problemas. Pero el que más le daría complicaciones seria el niño. A su parecer es más fuerte que su hermana.

Suspiro internamente al no tener opción.

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Ciel gruño inaudible mente.

Ese estúpido demonio estaba poniendo a prueba su paciencia. Ya pasaron 30 minutos desde que le ordeno ir tras esa mocosa que le robo sus Fairy cakes. Bien ahora podía despedirse de su hogar que lo más seguro tendrá los jardines incendiados y la estructura de su casa completamente deteriorada por las explosiones de Brad, los huecos hechos por Finni y la vajilla fina rota por Mey-Rin.

– Siento la espera Joven Amo

Escucho la voz de Sebastián detrás de él.

– ¿Por qué tardaste…? – Parpadeo dos veces – Sebastián… ¡Que es esto!

Decir que estaba sorprendido era un completo eufemismo.

Sebastián tenía en sus manos a una mujer de cabellos negros ligeramente ondulados con ropas muy reveladoras. Tenía una falda gris plisada que estaba muy por encima de la mitad de sus muslos, blusa blanca con mangas y botas café de tacón bajo que se detenían debajo de sus rodillas.

Al lado de su sirviente estaba la niña que le robo sus dulces que jugaba nerviosamente con su cabello y evitaba la mirada, y en el otro estaba un niño con su misma apariencia y estola en el mismo lugar, solo que, con ligeras diferencias en el rostro, y se mostraba estoico y carente de emoción.

– Te ordene que la trajeras a ella – señalo a la niña que empezó a temblar – no a ellos – señalo a la mujer y al niño.

– La niña dijo que cooperaría si llevo a su hermano menor y su madre – respondió con su típica sonrisa.

– ¡Que no me llamo niña! Me llamo Yuki Higurashi y mi hermano es Takashi – agito sus brazos en molestia, pero su gemelo la ignoro.

– Eso no responde mi pregunta – hablo entre dientes.

– Cumplí su orden Joven Amo – miro a Ciel – traje la Señorita Yuki conmigo, y sería muy descortés que el mayordomo de la familia Phantomhive usara la fuerza contra una Dama, así que le dije que atendería a su madre a cambio de que me siguiera

– ¿Y él? – Estaba molesto que su demonio haya usado un intercambio sin consultárselo primero.

– No dejare a mi hermana y a mi madre con un asqueroso humano y su demonio mascota – sus palabras fueron directas y contundentes, y el semblante que le daba a Ciel era gélido.

– N-Nii-chan, no tan alto – Yuki se puso enfrente de su hermano tratando de calmarlo.

– Hn

El ojo de Ciel se ensancho. Lo mismo que con Sebastián. No había forma en que ellos supieran la verdadera naturaleza de Sebastián. Pero ahora entiende porque trajo a ellos dos. Ciertamente no eran humanos normales. Estrecho el ojo. La única forma en que ellos supieran lo que era Sebastián, seria…

–… Vámonos

Solo eso basto para que todos entraran en el carruaje y Yuki y Takashi miraban atentamente los movimientos del noble y su siervo.

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– ¿Aun no despierta?

– No – Takashi miro a su madre que ahora solo dormía en una cama con vendajes en su cabeza – Ese demonio dijo que ahora solo duerme por el agotamiento, recuerda que ella nos estuvo cargando por días sin detenerse

–… – Yuki miro el suelo con culpa.

– Fue su elección Yuki, ella no iba a arriesgarse a que esos tipos nos atraparan de nuevo

– Lo sé, pero…

– Era esto o que nos encontraran y nos asesinaran por escapar

–…

Yuki miro a su mamá con angustia.

.

Ciel miro shockeado a Sebastián.

No podía creer lo que escucho de su demonio mayordomo. Más bien no quería creerlo. Lo que le comento debería ser una de las cosas más tontas e imposibles que debió haber oído en su corta vida. Algo como los peces pueden estar fuera del agua o los cerdos podían volar. Lo que le explico su siervo debía ser una broma de muy mal gusto.

Pero sabía que él no podía mentirle, aunque quisiera.

– ¿Estás seguro? – Frunció el ceño.

– Muy seguro Joven Amo – Sebastián permaneció impasible.

Puso su mano en su frente.

– Justo cuando creí que mi vida no podía ser más extraña

–…

–… En ese caso no podemos dejarlos irse libremente por toda Inglaterra – apretó los puños – ellos podrían traernos repercusiones

– Y ser niños es aún más peligroso Joven Amo – le sirvió una taza de té – pueden causar mucha destrucción al no poder controlar bien su fuerza sobrehumana y sus poderes, y al ver la reacción de la Señorita Yuki y el Joven Takashi en cuanto a su madre me hace preguntarme… ¿Cómo se pondrán si algo le pasara a ella?

Ciel apretó los dientes al encontrar verdad en las palabras de su mayordomo. Debía encontrar la manera de resolver esto… y tal vez… poner a ellos tres a su favor.


Corto, lo se, pero no quiero agregarle demasiada sal a la comida o se echara a perder. A estas alturas ya deben saber quienes son los padres de Yuki y Takashi, pero no diré como fueron concebidos y que fue de Inuyasha y los demás, eso sera un secreto por ahora. Un secreto que durara un buen rato ya que esto se sitúa antes del incidente de "Jack el Destripador" e ira de acuerdo al manga, bueno, excepto por Kagome, Yuki y Takashi.

"Yes, Mi Lord" No me sentía cómoda poniendo "Si, Mi Señor" me gusta más su versión en ingles, es decir, ¿A quien no? xD

Con esto, me despido, sayonara.