Naruto se encontraba parado frente al escritorio del Hokage, Hiruzen se encontraba tras este con la silla volteada mirando hacia la ventana. Se sentía realmente curioso de porque el anciano estaba tan callado, pero no se atrevía a preguntar, sabía que la había cagado y en grande.
Había fallado en el examen de graduación, se había dejado engañar por uno de los maestros de la academia, Mizuki, para robar el pergamino del Nidaime Hokage; para completar el día su maestro Iruka había terminado hospitalizado por defenderlo. Sí sabía que estaba enterrado en problemas hasta el cuello.
Cuando aquella ANBU apareció en el bosque, luego de que le diera una paliza a Mizuki y aprendiera el Kage Bushin. En el momento que se paró frente a él sabía que estaba en problemas. Pero cuando llego a la oficina esperaba encontrarse con miles de gritos y regaños, pero jamás con un Hiruzen tan callado, llevaba alrededor de media hora en silencio y comenzaba a asustarle.
- Naruto – el aludido al escuchar su nombre dio un salto hacia atrás, el tono de voz cansado del Hokage no auguraba nada bueno para él. Ya no podía escapar, y menos con aquella misma ANBU custodiando la puerta – Me has dejado entre la espada y la pared – Naruto trago saliva cuando el anciano se giró a mirarlo, pero no hayo rastro de enojo o decepción en su mirada, solo podía notar el cansancio en cada facción de su rostro – Robar el pergamino ha sido la gota que derramo el vaso, ya no podre protegerte del concejo Shinobi y aún menos del Concejo Civil –
- ¿Qué sucede? – pregunto Naruto en un muy débil susurro, estaba aterrado y le había costado mucho de su valor formular esa pregunta. Habría preferido miles de veces que el anciano le gritara y le amenazara con la cárcel, o incluso la muerte. Pero verlo tan débil, cansado y angustiado le partía el alma.
- Eres el Jinchuriki del Kyubi – Naruto asintió sin comprender, ya lo sabía, el anciano se lo había dicho cuando cumplió ocho años, había sido un golpe duro pero había logrado superarlo – Has fallado el examen de graduación – Naruto volvió a asentir, no le gustaba que se lo recordara, pero era su realidad – Y ahora has cometido un crimen contra la aldea – esta vez no asintió, solo agacho la cabeza avergonzado – No sé si podre protegerte esta vez –
- No entiendo ¿Qué sucede Jiji? – pregunto el rubio al borde de la desesperación, ya casi no soportaba ver al Hokage hablarle de esa forma tan misteriosa, cansada e indiferente.
- Desde que cumpliste seis años los del Concejo me han estado presionando para que tome una decisión – Hiruzen se levantó de su silla y se acercó hacia el ventanal para poder observar la noche – Esta aldea no te ve cómo debería. Tu eres el Jinchuriki del Kyubi, eres quien lo mantiene a raya y aun así, la aldea te ve como el mismísimo Kyubi – Naruto asintió en silencio, ya sabía todo eso, le dolía cada mirada que recibía, aunque intentara disimularlo y casi siempre lo lograba, cada mirada era como un puñal clavado en su espalda – Dentro del Concejo no es muy diferente, podría contar con los dedos de mis manos a quienes realmente te ven cómo eres. El resto solo ven al zorro – Hiruzen soltó un largo suspiro antes de tomar su pipa y encenderla – Cuando te inscribí en la academia mi escritorio se llenó de papeles y protestas debido a eso. Desde entonces el Concejo Civil ha exigido tu baja como ninja, por suerte el Concejo Shinobi en su mayoría decidió darte el beneficio de la duda. Llegamos a un acuerdo, si aprobabas la academia y demostrabas ser un digno Shinobi podrías pertenecer a las filas, pero si fallabas serias destituido a un simple civil – Hiruzen observo por encima de su hombro como el rubio bajaba sus hombros y cabeza derrotado. No podía ni imaginar cómo se sentiría el chico, pero seguramente se sentiría abatido por ver su sueño derrumbado desde el inicio.
- Lo entiendo – susurro Naruto con un apenas audible tono de voz, un tono de voz que demostraba tristeza y dolor. Hiruzen estuvo a punto de correr a abrazarlo, pero como Hokage tuvo que contenerse, esto apenas iniciaba.
- Pero ahora, con el robo del pergamino, las cosas han cambiado – el Hokage volvió a girarse para observarlo, Naruto tuvo que hacer uso de todo su valor para alzar la mirada – Haz cometido un acto de traición Naruto – el aludido volvió a hundirse en sí mismo – En el mejor de los casos me pedirán que selle tu Chakra o que te envié a la cárcel – Hiruzen soltó una larga bocanada de humo – En el peor te obligaran a entrar en la división ANBU de Danzo y créeme que es lo último que quiero –
- Lo siento Jiji – Naruto agacho la cabeza, había decepcionado a la única persona que creía en él. Antes de darse cuenta las lágrimas comenzaron a golpear el suelo – No quería decepcionarte –
- No lo has hecho – respondió el Hokage sorprendiendo a Naruto, el chico alzo la vista inmediatamente – Son mis decisiones y las acciones de toda una aldea los que te llevo a esto – Hiruzen volvió a acercarse hacia su escritorio y se dejó caer sobre su silla – Sabes estoy muy cansado –
- ¿Jiji? ¿De qué hablas? – pregunto Naruto acercándose hacia el escritorio.
- De las mentiras y de ocultarte la verdad – el rubio ladeo la cabeza sin comprender a que se refería – Tal vez si hubieras sabido la verdad desde el inicio, esto no habría sucedido. No puedo volver el tiempo atrás pero puedo intentar remediar mis errores – Naruto observo como el anciano ni siquiera lo miraba al hablar, parecía más como si hablara consigo mismo o pensara en voz alta, nunca había hecho eso en su presencia. Además que jamás lo había visto tan serio en toda su vida.
- Jiji comienzas a asustarme – Hiruzen se giró a mirarlo y en un acto de familiaridad le revolvió los cabellos, pero contrario a otras veces su sonrisa era apenas visible.
- Naruto ¿Sabes porque el Yondaime sello al Kyubi en ti? –
- Para proteger la aldea – respondió inmediatamente, ni siquiera necesitaba pensarlo.
- ¿Por qué crees que te eligió a ti? - el anciano sonrió levemente al verlo parpadear confuso, pero se mantuvo en silencio esperando que respondiera, noto como el chico parecía pensarlo al cerrar sus ojos. Estuvo un par de minutos en silencio antes de finalmente negar – Yo tampoco sé cuáles fueron sus pensamientos o que sucedió realmente esa noche. Sólo sabemos que algo salió mal – Hiruzen negó lentamente recordando todas las vidas que se perdieron esa noche – Pero estoy seguro de porque te eligió a ti. Es lo mismo que haría cualquier padre, lo mismo que haría yo, confiar en su hijo – Naruto abrió los ojos mientras retrocedía un par de pasos, apretó los puños mientras las lágrimas caían de manera incontrolable – Namikaze Minato Yondaime Hokage era tu padre –
- ¿Entonces porque encerró al Kyubi en su propio hijo? ¿Acaso me odiaba? – el Hokage sonrió con tristeza cuando el chico cayó de rodillas. Rápidamente rodeó el escritorio y se arrodilló a su lado rodeándolo con sus brazos, el rubio correspondió el gesto aferrándose con fuerza a su pecho.
- Todo lo contrario Naruto. Minato y Kushina estaban extremadamente felices cuando se enteraron de que estaban esperando un hijo – Naruto alzó la vista observándolo con curiosidad –Ellos te amaban con todo el corazón. Estoy seguro que Minato te eligió porque eres su hijo, él sabía que podrías soportar esa carga. Creo que pensaba que podrías usar el poder del Kyubi correctamente y que pudieras proteger la aldea que tus padres amaban –
Hiruzen Sarutobi permitió que el niño llorara durante largos e incontables minutos, lo dejo desahogarse, insultar y maldecir contra sus padres a diestra y siniestra. Conocía lo suficiente a Naruto para saber que luego se arrepentiría de decir esas cosas contra sus padres, pero también sabía que necesitaba desahogarse y por eso le permitió que lo hiciera.
- Me habría gustado cumplir su deseo – susurro Naruto captando totalmente la atención del anciano logrando hacerlo sonreír. Naruto siempre podía sorprender a cualquiera con sus acciones. Sus padres le habían dejado una carga que le había arruinado la vida, que lo había marginado, hacerlo sufrir la soledad y aun así él quería enorgullecerlos al cumplir con sus deseos. Para Hiruzen el chico era simplemente increíble.
- Aún puedes – respondió acariciando su cabello. Si él sabía que había una opción de salvarlo y que a la vez pudiera convertirse en un Shinobi. Pero antes quería contarle la verdad y que decidiera por sí mismo si valía la pena luchar por una aldea que le dio la espalda y un Hokage que le mintió – Hay una forma de que aún puedas ser un ninja, pero no será fácil. Sera un camino duro, doloroso, sangriento y solitario –
- ¿Qué estás diciendo Jiji? – pregunto Naruto separándose de sus brazos y retrocediendo un par de pasos.
- Naruto cometiste un acto de traición – le recordó el Hokage haciendo que el rubio bajara la cabeza – Sé que fuiste engañado, pero el concejo no lo vera así. Como Hokage mi deber es darte el castigo que te corresponde – Naruto se hundió sobre sí mismo, sabía que el anciano tenía razón, pero saberlo no lo hacía más placentero – Pero como una persona que te aprecia mi deber es darte mi apoyo – Hiruzen le sonrió mientras acariciaba sus cabellos con cariño, el chico era realmente importante para él – Por eso la única forma que tengo de protegerte y a la vez permitirte ser un Shinobi para cumplir el deseo de tus padres es aceptar el pedido del concejo –
- Hokage-sama no estará pensando en dejar que el niño sea parte de la Raiz de Danzo ¿O sí? – Naruto se giró sorprendido a ver a la ANBU, se había olvidado de su presencia en la sala – Sabe que convertirá a Naruto en un arma sin sentimientos – el rubio volvió a dirigir su vista hacia el anciano y conocía lo suficiente al Hokage para saber que estaba molesto por el comentario de su ANBU.
- Jamás dejaría que Naruto pasara por eso – el rubio suspiro aliviado – Pero ciertamente convertirlo en un arma es la única forma que el Concejo permita que sea un Shinobi – Naruto parpadeo confuso, ya no sabía si el Hokage quería o no que sea un arma – Pero no de Danzo, será mi arma –
- ¿Tu arma? – pregunto Naruto débilmente, ya comenzaba a asustarle la actitud del Hokage.
- Naruto posees un corazón tan puro a pesar de todo lo que has sufrido que desafía toda lógica. Tienes una voluntad tan fuerte que me da un poco de miedo – admitió el Hokage poniéndose de pie y caminando hasta sentarse nuevamente en su silla – Como Hokage debo pensar en el bien de la aldea, si redujera al Jinchuriki del Kyubi a un simple civil o lo enviara a la cárcel, la aldea perdería un gran poder militar y lo sabes ¿Verdad? –
- Lo sé, me lo explicaste hace tiempo. Los Jinchurikis son la muestra de poder de su aldea – respondió Naruto recordando la larga charla que tuvieron hace años cuando el anciano decidió contarle la verdad de su condición.
- Pero como Sarutobi Hiruzen lo último que deseo es que pierdas las cualidades que te definen como un joven inigualable. Tu determinación y gran corazón son indispensables para que te conviertas en un gran Shinobi – Hiruzen se paró de su silla y observo a Naruto con seriedad, él retrocedió un paso conmocionado por la fuerza de su mirada – Teniendo en cuenta mi posición como Hokage y mis sentimientos como persona la única opción que puedo darte es que te conviertas en mi arma, mi espada y escudo, un Shinobi que responde solo ante mí y nadie mas – Naruto cerró los ojos pensando en su propuesta pero al escuchar el carraspeo del Hokage volvió a centrar su mirada en el anciano – Por supuesto yo no soy Danzo, yo no te obligare a hacer acciones que vayan contra tu corazón, no te lavare el cerebro ni torturare. Solo te proporcionare el mejor entrenamiento que puedo. Te convertiré en el Shinobi más fuerte y con el corazón más grande que esta aldea haya visto –
- Suena bien – respondió Naruto asintiendo con una sonrisa, contagiando con su alegría al anciano – El Shinobi personal del viejo Hokage, si suena bien –
- Ahora crees eso, pero ten en cuenta que deberás hacer actos los cuales son muy mal vistos. Espionaje, tortura, asesinato entre muchas otras. Pero nunca a gente inocente, serás la espada que corte las amenazas y el escudo que protege a Konoha – Naruto se limitó a asentir, no era estúpido sabía que el Hokage estaba dándole una oportunidad que nadie más le brindaría, cualquier otra persona ya lo habría mandado a una cárcel o peor, enviado con ese tal Danzo – Pero si aún deseas proteger a una aldea que te desprecia y te dio la espalda, tienes mi palabra como Hokage que te convertiré en el mejor Shinobi posible –
- Te equivocas Jiji – respondió Naruto negando lentamente con la cabeza – No hare esto por la aldea. Lo hare por mí, por ti y para honrar el deseo del Yondaime Hokage – Hiruzen observo el destello de determinación en los ojos del rubio, era imposible no sonreír al verlo.
- Suena bien – aseguro el Hokage asintiendo un par de veces – Bien Naruto ahora mismo te presentare a tu primer Sensei –
- ¿Quién es? – pregunto con una enorme curiosidad reflejada en su rostro.
- Date la vuelta – respondió el anciano con una sonrisa. Tanto Naruto como la ANBU en la puerta lo miraron con sorpresa al comprender sus palabras y luego se miraron entre ellos por unos segundos – Naruto te presento a Neko, ella será tu Sensei a partir de este momento –
- ¿Pero no debería tener un Jounin como Sensei? – pregunto el rubio ladeando la cabeza mientras observaba como la joven ANBU se cruzaba de brazos.
- ¿Dudas de mi capacidad de enseñanza? – Naruto pudo distinguir el indudable tono de molestia en su voz, rápidamente comenzó a negar.
- No es eso. Pero todos los graduados forman equipo de tres personas y su Sensei es un Jounin – explico el rubio recordando lo que le enseñaron en la academia.
- Pero tu graduación es especial Naruto, por lo tanto tendrás entrenamientos especiales. Recuerda que serás mi Shinobi personal – explico el Hokage logrando que el rubio asintiera – Ahora ve a casa, date un baño, come algo y espera a tu Sensei –
- Esta bien. Nos vemos luego Neko-sensei – se despidió el rubio comenzando a correr hacia la salida mientras alzaba el brazo. La ANBU se le quedo observando hasta perderlo de vista cuando cerró la puerta tras de sí.
- ¿Te molesta mi decisión? – pregunto el Hokage cuando vio por la ventana que Naruto se alejaba de la torre.
- No – respondió negando lentamente – Solo me preguntaba ¿Por qué yo? –
- Porque eres una gran ninja, confió en que lo entrenaras correctamente y más importante aún porque tu vez a Naruto y no al Kyubi – Sarutobi se dirigió a los archiveros, conociéndolos de memoria saco una carpeta que le extendió a su subordinada – Todo lo que necesitas saber sobre Naruto –
- Gracias Hokage-sama – la ANBU hizo una reverencia mientras sostenía la carpeta – También por permitirme tener mi propio alumno –
- Naruto supondrá un gran reto para ti. Sus ansias de conocimientos son enormes y también tiene un talento latente enorme para el aprendizaje, es una lástima que nadie alimentara esas cualidades como era debido – el Hokage negó lentamente mientras soltaba un largo suspiro.
- Lo note, aprender el Kage Bunshin en unos minutos fue impresionante –
- Jiraiya regresara en un mes de su misión, estoy seguro que deseara entrenar a Naruto – la mujer asintió, entonces Jiraiya sería el segundo Sensei del chico. Si era entrenado por el Sannin tendría un gran futuro por delante – Probablemente le enseñara su Taijutsu y el Rasengan, espero que no intervenga con tu entrenamiento –
- No se preocupe Hokage-sama – respondió ella mientras ojeaba las hojas del archivo del chico – Por dios, no le han enseñado nada. Su control de Chakra es nulo, su Taijutsu es pésimo, Ninjutsu bajo, Genjutsu inexistente, dios santo un solo acierto de veinte lanzamientos. Aunque su fuerza y velocidad están muy por encima del resto de sus compañeros… Interesante – susurro mientras cerraba la carpeta y la guardaba dentro de su capa.
- Ya se te ocurrió algo ¿Verdad? – pregunto el Hokage con una sonrisa.
- Tiene fuerza y velocidad si sumamos el sigilo que demostró al robar el Pergamino del Nidaime puedo centrarme en eso. Hare que entrene control de Chakra con ayuda del Kage Bunshin mientras que lo pondré a hacer ejercicios de lanzamiento, fuerza, velocidad, sigilo y supervivencia –
- Suena a que lo tendrá difícil – Hiruzen tuvo que esforzarse en sonreír, pobre Naruto pasaría un duro entrenamiento y conocía lo suficiente a su ANBU para saber que era muy estricta.
- Con su permiso me retiro Hokage-sama, iré a buscar a mi alumno – la ANBU dio una leve reverencia antes de girarse.
- ¿Comenzaras ahora? – pregunto recibiendo un leve asentimiento. Hiruzen soltó un suspiro cuando se encontró solo en su oficina – Suerte Naruto, la vas a necesitar –
Bueno no tengo mucho que decir realmente. Llevaba un par de años sin aparecer por Fanfiction y descubri un par de cosas nada agradables.
La primera mis tres historias fueron borradas. La segunda una de ellas fue totalmente copiada y publicada por otro autor como suya, literalmente copiada, no se molesto en modificar un poco la historia; al menos hasta la mitad es exactamente igual que es hasta donde yo habia publicado.
Teniendo en cuenta que no recuperare dicha historia porque podrian tacharme de robarla, pues prefiero escribir una nueva. Asi que si les gusta dejen su review para hacermelo saber y con gusto publicare el proximo episodio tan pronto como pueda.
Hasta el proximo capitulo
