Título: Será amor…

Categoría: Romance.

Recomendado: +13 años

Serie basada: Naruto

Personajes principales: Naruto Uzumaki y Hinata Hyuuga, Sasuke Uchiha y Sakura Haruno, Ino Yamanaka y Neji Hyuuga, Itachi Uchiha…

No. de capítulos: hasta el momento 9

Aclaración: La personalidad de cada uno de los personajes no es la misma que se muestra en el manga o anime originales creados por Kishimoto, la personalidad se ha visto modificada para que encaje con la historia que iré narrando poco a poco. Creo que eso es todo si tienen alguna sugerencia pueden dejarla en los comentarios.

Este fic lo escribí hace ya algún tiempo, pero no lo termine así que quise retomarlo al igual que algunos otros, que iré posteando más tarde.

La narración de este es sencilla, igual que la que te encontrarías en cualquier libro o novela corta.

Espero que les guste este triple amor donde ocurrían un sin número de aventuras, donde el amor, los celos, la amistad son el pan de cada día

Estado: en proceso.

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CAPITULO I

Un viaje inesperado

—Ahh… unos días más y será primer día de clases, otra vez la misma rutina de todos los años, el mismo uniforme, los mismos profesores y… ni siquiera veré a mis dos mejores amigas… ¿por qué tuvieron que viajar e irse tan lejos? —Mientras decía esto, un hombre entro a su dormitorio.
—Buenas noches padre —dijo una joven de largos cabellos negros y ojos plateados.

—Hija, mañana nos mudamos a Francia-Paris, tu tío esta delicado de salud y Neji está en Bélgica por el momento, ya que tuvo que realizar unos estudios en ese país, bueno da igual, iremos para allá, pues Neji entrará a clases muy pronto al igual que tú y no tendrá tiempo para cuidar de su padre así que mañana mismo nos mudamos, necesito que empaques tus cosas, nos quedaremos allá por dos años, no lleves muchas maletas por favor —diciendo esto salió de la habitación dejando a su hija quien no logro articular ni una sola palabra desde el inicio de la conversación.

—A Paris —dijo la pelinegra dándose un pellizco para ver si no estaba soñando, efectivamente todo era real, dio un brinco de la cama y se propuso empacar inmediatamente le encantaba la idea, además vería a sus amigas, quienes habían viajado a ese mismo país por coincidencia y Hinata estaba de lo más emocionada…

—Será genial y podré ver a mi primo Neji tanto tiempo sin vernos más de cinco años sino cálculo más —pensaba Hinata mientras salía corriendo de su cuarto.

—Hanabi —grité —¿ya tienes todo listo? —Le pregunté a mi hermana, mientras entra en su habitación.

—No aún no, estoy haciendo otra cosa… —dijo Hanabi mientras estaba frente a su lap-top viendo unos videos.

—Vamos Hanabi —apresuró la pelinegra mientras observaba a su hermana embelesada en su laptop

—¿O qué? —Dijo Hanabi desafiante

—Si lo haces te regalare esos zapatos que tanto te gustan —ofreció Hinata sabiendo que su hermana aceptaría la oferta de inmediato, y no se equivoco, pues pronto oyó decir a su hermana menor…

—Vamos, en marcha —dijo con una sonrisa en su rostro cerrando su laptop, empezó a empacar sus cosas.

—Gracias hermanita —dijo Hinata, mientras se disponía a salir del cuarto de su hermana.

—Espera Hinata —dijo Hanabi con un brillo en sus ojos —¿Por qué quieres tanto ir a Francia? y no me digas que es por Neji, eso no te creo haber cuéntame…

—Bueno, es que Ino y Sakura están allá y me hará muy feliz verlas —expresó Hinata con una enorme sonrisa en el rostro. —Este… bien nos vemos luego Hanabi.

Al otro día en el avión…

Todo cambia, espero que esto sea divertido creo que de seguro lo será –decía Hinata, mientras encendía su i-pod y colocaba su canción favorita, se acomodó en su asiento y cerro los ojos. Hanabi y su padre se sentaron unos asientos atrás, ya que no pudieron conseguir los boletos para que todos fueran juntos por la prisa del viaje.

Pov. Naruto

Me disponía sentarme, ponerme cómodo y alzar la mochila en los compartimentos superiores del avión, cuando en ese momento ví algo que me deslumbró, mejor dicho alguien… era una hermosa chica de cabellos negros y largos, de luminosa tez blanca que llevaba un ipod en la mano.

—¡Qué suerte, un ángel se sentará a mi lado! —pensé, mientras veía que estaba con los ojos cerrados, me senté despacio y olvide guardar mi mochila en el compartimiento, me quede estático divagando unos instantes, sólo volví a la realidad cuando la azafata de la aerolínea toco mi brazo y pregunto si deseaba algo para ponerme cómodo o de comer, le pedí unos audífonos y un agua bien helada.

Terminaba de ponerme los audífonos cuando sentí que algo rozaba en mi hombro era ella se había quedado dormida y su cabeza estaba apoyada en mi hombro, me acomodé de forma que ella se sintiera bien y no se moviera de su sitio, quería tenerla a mi lado todo el tiempo posible así que cerré los ojos y permanecí quieto hasta que…