Leyendo las historias publicadas de DMC no encontré muchas que trataran sobre Vergil y Dante de niños así que decidí poner mi primer grano de arena en aumentar el número de fics de DMC usando éste tema. Espero que lo lean y les guste. Sean amables y dejen comentarios, es mi primer fic así que estoy un "poquito nerviosa" al publicarlo. En fin menos charla y más historia así que los dejo con el fic.

Por más que sueñe con ello DMC, sus personajes, anime y música no me pertenecen T T. Escribo ésto como método de relajación, intentando de paso hacer una historia que les guste a los lectores =3.

El primer día

Era de mañana, Dante y Vergil se encontraban en el asiento de atrás del carro mientras Eva conducía dirigiéndose a la nueva escuela de los niños.

-¿Por qué debemos ir a la escuela mamá?- preguntó Vergil indignado ante la idea de tener que ir a ese lugar con todos esos humanos molestos.

- Porque aunque ustedes sean demonios han nacido en este mundo así que mientras más se comporten como humanos más tranquila me sentiré.- Contestó Eva harta de tener que dar la misma respuesta una y otra vez ante los cuestionamientos de Vergil.

Estaba cansada. Quería que sus hijos tuvieran una vida lo más "normal" posible pero esto era difícil al tener que mudarse constantemente por los ataques de demonios que, buscando vengarse de Sparda, atacaban a sus hijos. No quería que sus hijos corrieran el mismo destino de su padre, arriesgando cada día su vida luchando contra demonios, pero en el fondo de su alma sabía que ese era su destino… tan siquiera por ahora que eran tan solo unos niños estaba en sus manos protegerlos, al menos por el mayor tiempo posible. En ese momento fue interrumpida de sus divagaciones por la contestación de Vergil.

-Pues entonces no quiero ser más un humano, quiero ser como mi padre y convertirme en un demonio y ser fuerte- dijo mientras sus ojos tomaban un brillo extraño, especialmente considerando el hecho de que en general ya eran fríos y calculadores para alguien de su edad.

-Yo también quiero ser como mi pa. Quiero ser un reconocido cazademonios y salir con muchas chicas- comentó Dante mientras sus ojos reflejaban una mirada de esperanza y anhelo.

"Sin duda alguna son sus hijos" pensó Eva mientras una ligera sensación de preocupación se expandía en su estomago al darse cuenta de que, en verdad, eran en todos aspectos idénticos a su padre.

Finalmente llegaron a la escuela primaria. Eva estacionó el carro una calle antes y acompañó a sus hijos hasta la puerta de la escuela.

-Escúchenme bien, no quiero que usen ningún tipo de poderes demoniacos, quiero que se comporten, pongan atención en las clases y se diviertan ¿ok?- Ambos asintieron con la cabeza -Los quiero mucho niños, ahora vayan y hagan muchos amigos

-Como si Vergil pudiera tener amigos, con el carácter que tiene me sorprendería verlo entablar una conversación de más de cinco minutos con alguien- contestó Dante riéndose ante el comentario de su madre. Vergil respondió dándole un golpe en la cabeza.

-Ya basta ustedes dos. No se peleen entre ustedes, son hermanos y deberían aprender a convivir y a protegerse entre ustedes. Ahora vayan a la escuela que se les va a hacer tarde.- Les dio un beso en la frente a cada uno y esperó a ver que entraran por las puertas del colegio.

Cuando Dante se aseguró que estuvieran lo suficientemente lejos para que su madre no pudiera oírlos Dante continuo con la discusión.

-Golpéame todo lo que quieras pero sabes que tengo razón. En serio V, no entiendo tu antipatía con los humanos. Pueden llegar a ser muy divertidos.

-Digas lo que digas Dante ellos nunca serán como nosotros. ¿Cuál sería la reacción de todos tus "amigos" si se enteraran de lo que realmente eres???

Dante caminó un momento pensativo con la mano en la barbilla. –Bueno lo más seguro es que unos digan que es genial y que otros me tiren de a loco, aparte V, ¿¿cuántos humanos conoces que de verdad hayan tenido un encuentro con algo paranormal??

-Bueno como sea no pienso juntarme con ninguno de ellos, ¡como si quisiera tener amigos humanos!- Dijo Vergil al quedar sin argumentos con que defender su primera afirmación.

-En fin como sea V solo tú te crees eso. Aunque de lo que te lo pierdes…

Después de una pequeña búsqueda llegaron a su salón de clase. El primer salón del primer piso, justo enfrente de las escaleras. Era un lugar relativamente amplio con quince mesitas con dos sillas detrás de cada mesa. Los hermanos eligieron sentarse una banca que estaba al fondo al lado de la ventana. Vergil eligió la silla al lado de la ventana mientras que Dante ocupó la que estaba al lado del pasillo.

Poco a poco fueron llegando más alumnos, y con esa misma prontitud su fue creando un grupito de niñas del lado contrario del salón que reían por lo bajo mientras veían a los Sparda sentados del otra lado del salón. Dante al darse cuenta de ésto dirigió una sonrisa encantadora en dirección a las niñas, provocando otra oleada de risitas. Vergil se limitó a voltear a la ventana pensando en lo tontas que eran las actitudes de su hermano menor. Finalmente llegó el profesor al salón. Todos ocuparon sus lugares en las bancas.

-Buenos días. Bueno niños hoy tenemos nuevos compañeros como podrán darse cuenta. Vergil y Dante por favor pasen al frente para que los conozcan todos.

Dante y Vergil se levantaron de sus lugares para ir al frente del salón. Vergil sentía esto como una humillación innecesaria mientras que Dante estaba encantado ante la oportunidad de ser el centro de la atención nuevamente.

-¡Qué curioso! Aparte de ser hermanos son gemelos, eso es algo que no se ve todos los días. Por favor digan su nombre, edad y algún comentario que quieran decirle a sus compañeros.

Sin ni siquiera pensárselo un momento Dante dio un paso frente a su hermano y comenzó a hablar -Hola, soy Dante Sparda. Tengo 12 años y pese a ser gemelos no me parezco al amargado que está detrás. Espero poder llevarme bien con todos ustedes- esa última parte coincidió con un guiño de ojo en dirección a donde se había sentado la mayoría de las niñas del grupito de la mañana, haciendo que más de una se sonrojara y suspirara.

-De seguro este es otro chulo creído, creo que luego tendré que ponerlo en su lugar.- Se dijo a sí mismo un niño que estaba sentado en la banca más cercana a la puerta mientras pensaba en que acciones podía tomar contra ese tipo.

-Gracias Dante, bueno ahora es tu turno Vergil- Dijo el profesor un poco sorprendido de la extrovertida presentación. Vergil con un empujón quitó a su hermano de enfrente y comenzó su presentación:

-Soy Vergil, al ser gemelo de Dante es lógico que tenga la misma edad, coincido con el deficiente mental en que él y yo no somos nada parecidos gracias a Dios. En cuanto si hay algo que quiera decirle al grupo simplemente recomiendo que me dejen en paz con mis asuntos y cada quien en lo suyo.- Contrario a Dante todas sus palabras fueron acompañadas por esa mirada fría ya tan característica de él.

"Bueno a quedado demasiado en claro que ellos son totalmente distintos"pensó el profesor -… ejem, bueno gracias por esas presentaciones tan ejemplares niños ahora por favor regresen a sus lugares.- Vergil se adelantó a Dante para poder ocupar su lugar al lado de la ventana.

-Bien, después de haber oído a sus nuevos compañeros saquen los libros de matemáticas, vamos a empezar la clase niños.

-Noooo, matemáticas a la primera hora noo.- Chilló Dante mientras escondía la cara entre sus manos. Vergil se limitó a sacar su libro y un cuaderno listo para tomar apuntes.

Éste fue el primer capítulo, espero les haya gustado (si les gustó por favor dejen comentarios, si no críticas constructivas). Ya tengo escrito el segúndo capítulo, solo le falta la última revisión para ser publicado (les prometo que es más divertido que el primero, o al menos me divertí más escribiendolo XD). Bueno cuidense y nos leemos luego =).