¡Hola! ¿Os acordáis del Oneshot para el cumpleaños de Sasuke? Pues, salió más largo de lo previsto XD Y como no soy de esas personas que publican capítulos únicos (mirad con Ni Más, Ni Menos), o capítulos larguísimos (a menos que os lo deba XD), pues vengo con esto ya. Ah, pero que quede claro, el capítulo final será colgado el propio veintitrés de Julio ^^
Bueeeeno, no digo mucho al principio, así que nos vemos al final ¡Disfrutad! ^^
Disclaimer: Naruto no me pertenece, pero sí esta locura. Yo sólo he usado a los personajes para hacerlos pasar tonterías (?).
Advertencias: Tal vez haya OoC, después de todo, aún no se sabe casi nada de los chicos de la nueva generación.
Portada del Fic: La he hecho yo a toda prisa, pero, ¿os gusta? ^^U.
Pairings: ¿Qué importan las parejas aquí? XD
Y ya... Creo (?).
«Un regalo para papá»
—Parte I—
Saltando de techo en techo, Uchiha Sarada se dirigía hacia la Torre Hokage, sin poder quitar la enorme sonrisa de su rostro. Había escuchado el rumor de que su padre volvería pronto a la aldea ¡Volvería!
Aún podía recordar la última vez que se habían visto, cuando él dijo que debía irse nuevamente—a pesar de que apenas había puesto un pie dentro del pequeño lugar que habían arrendado mientras la casa que fue destruida por su madre estaba en reconstrucción—y le abrazó con fuerza, dándole luego un cariñoso toque en la frente, prometiendo que la vería luego.
Se sonrojó levemente. Supo por boca de su madre que su papá no era muy expresivo, que le costaba un poco todavía demostrar sus sentimientos; pero que, sin embargo, con ella hizo más de lo que se podría esperar. Sonrió abiertamente al sentirse tan especial.
Dio un último salto y se quedó mirando hacia adelante, estaba a unos pasos de llegar a la Torre y eso la ponía tan ansiosa como nerviosa. De pronto, sintió ganas de regresar a casa y esperar a que su padre llegara a ésta.
Pero, ¿y si sólo estaba de paso? ¿y si no iba a verlas a ella y a su madre?
Negó frenéticamente con la cabeza. Las cosas ya no eran así. Su padre se había vuelto más sociable y procuró pasar un buen tiempo con ellas cuando regresaron de aquél viaje en el que se aclararon tantas interrogantes que la atormentaron varios años. Él llegaría a casa, de eso no habría duda alguna.
Retrocedió un poco para coger impulso y saltó hasta otro techo, luego a otro y a otro, así hasta llegar al de la Torre. Cuando estuvo encima de éste, se agachó y respiró profundamente, tratando de calmar a su desbocado corazón que latía con fuerza.
¡Vería a su padre!
Con cautela, se acercó al borde y haciendo uso de su fino oído, escuchó al Nanadaime Hokage teclear en su computadora. Sonrió levemente; Sarada en serio admiraba al Hokage, y mucho más por haberla ayudado en aquella incómoda situación en la que había dudado de la maternidad de Sakura y la relación entre ella y Sasuke. Rió, con cuidado de no ser escuchada, y afinó más su sentido, notando cómo él dejaba de escribir para luego soltar un pesado suspiro. Estaba a punto de entrar a su oficina y preguntar directamente por su progenitor, mas la puerta de la oficina siendo abierta abruptamente la hizo desechar ésa idea.
—¡Eh, viejo!—y esa voz, mucho menos la dejaría.
—¡Boruto! Ya te he dicho que no entres así—reclamó Naruto al ver a su primogénito pasear por la sala, de brazos cruzados y mirándole con cierta curiosidad—. ¿Qué sucede?
El rubio menor se acercó al escritorio y posó su mano, cambiando su semblante curioso a uno más serio—. Quiero preguntarte algo, viejo.
Naruto relajó también su ceño—que se había fruncido al oír el azote de la puerta—y miró con seriedad, también, a su hijo. No todos los días éste le miraba así. Algo muy importante querría saber—. ¿De qué se trata 'ttebayo?
Boruto respiró profundamente antes de dejar salir el aire retenido con lentitud y dijo—. Sasuke-sensei volverá a Konoha pronto, ¿no es así?—el Hokage asintió y el otro prosiguió—. Dime, ¿cuándo es su cumpleaños?
Eso descolocó por unos instantes a Naruto y puso en alerta a Sarada—que se había quedado a escuchar sin querer, pues aún deseaba hablar con el Uzumaki—, haciéndola acercarse un poco más al borde.
—¿El cumpleaños del teme?—murmuró, y luego frunció el ceño mientra hacia una mueca, alzando el puño derecho—. ¡Diablos, Boruto!—suspiró y se echó sobre los papeles junto al ordenador.
—¿Y ahora qué te pasa?—Boruto alzó una ceja, mirando a su padre, creyendo que se había vuelto loco—. Anda, contéstame, que necesito preparar un buen regalo para él.
Naruto hizo un puchero—"Estúpido Sasuke, hasta por tu cumpleaños me pregunta mi hijo. Maldito teme"—pensó, viendo cómo su pequeña copia se comenzaba a desesperar, esperando por su respuesta. Suspiró y se enderezó, rascándose la mejilla, mirando hacia arriba mientras intentaba recordar—. Sasuke cumple años el veintitrés de julio.
—¿En una semana?—le miró sin creérselo por completo, pues conocía cómo era la relación de su padre con su sensei. En el tiempo que habían pasado entrenando, Boruto pudo darse cuenta de que su sensei era una persona muy seria, pero que con su padre era más social e incluso bromeaban entre sí de vez en cuando. Sin embargo, cuando se trataba de Naruto, éste siempre involucraba a terceras personas y usaba información que podría parecer real pero que obviamente no era, por lo que ése era el por que de su incredulidad—. ¡Espero y no estés mintiendo 'ttebasa!
—No es así—Naruto dio una rápida mirada de reojo hacia la ventana detrás de él—. No estoy mintiendo 'ttebayo.
Boruto se le quedó mirando unos cuantos segundos antes de suspirar y sonreír abiertamente—. ¡Bien! ¡Iré comenzando entonces 'ttebasa!—alzó el puño al cielo, decidido y abandonó la estancia.
—Ese niño—Uzumaki suspiró y luego sonrió levemente; una vez que sintió la presencia de su hijo estar lo suficientemente lejos, gritó—. ¡Puedes pasar, Sarada!
La pelinegra, quien había estado bien inmersa escuchando la conversación entre padre e hijo, pegó un pequeño bote al saberse descubierta. Suspiró y se enderezó, dando un salto y cayendo en el marco de la ventana—. Séptimo.
—Anda, ¡entra 'ttebayo!—Naruto se levantó de su asiento y se quedó mirando a la joven que, con algo de timidez, accedía a la habitación—. Seguro has escuchado todo.
Sarada se sonrojó levemente—. Eh... B-bueno, yo...—balbuceó. El Séptimo sonrió abiertamente y colocó un brazo sobre los hombros de la pequeña.
—Tranquila 'ttebayo—fue hacia su escritorio y cogió unos papeles, moviéndolos de un lado a otro—. Seguro ya te habrás enterado de que Sasuke vuelve a Konoha, ¿cierto?—ella asintió más animada—. Estoy seguro de que intentará volver para cuando su cumpleaños ya haya pasado. Él no es de los que les guste celebrar esas cosas—Naruto guiñó su ojo derecho—, pero ¡no te preocupes 'ttebayo! Yo le haré volver a tiempo para que lo podáis celebrar juntos.
Sarada sonrió como si le hubieran dado la mejor noticia de todas, ¿y cómo no? ¡Celebrarían el cumpleaños de su padre!
—¡Muchísimas gracias, Séptimo!—hizo una muy marcada reverencia. El otro rascó su nuca mientras reía.
—¡No hay nada que agradecer 'ttebayo!
Habían pasado ya dos días desde que Sarada se enteró que su padre volvería. El Séptimo le dijo que Sasuke andaba cerca de la aldea—según el halcón que le había llegado—pero que había hecho una pequeña parada de imprevisto en Ciudad Shukuba. Nada de qué preocuparse; calculaba que estaría llegando, a más tardar, en otros dos días.
Sarada estaba que no cabía de la emoción.
Cuando le contó a su madre sobre lo acontecido, ella sonrió como nunca la había visto sonreír. Estaba tan feliz como lo estaba ella misma. Y eso la hizo sonreír aún más. Sabía que su madre amaba demasiado a su padre, y que él la pasara junto a ellas en un día tan especial como lo era su cumpleaños sería la cereza al pastel.
Tiró otro kunai y, nuevamente, éste dio en el blanco, justo en el centro de la diana que había pintado en un árbol a diez metros de ella. A lo mejor le enseñaba a Sasuke cuánto había avanzado en sus habilidades.
—¡Sarada! ¡Oye, Sarada!
La aludida giró su cuerpo levemente, mirando hacia atrás sin interés—. ¿Qué pasa, Boruto?
—Hasta que te... encuen... tro—el rubio se apoyó sobre sus rodillas, intentando coger aire. Seguramente había corrido mucho buscándola.
—Ya me encontraste, ¿qué quieres?—volvió a enfocar su mirada sobre el blanco y sacó otro kunai, preparándose para arrojarlo.
—¡Tu...—respiró hondamente y, cuando vio que ya no jadeaba como perro, habló—. ¡Sasuke-sensei vuelve mañana 'ttebasa!
El kunai se incrustó en otro árbol, casi en las raíces que sobresalían de éste. Sarada le miró, sorprendida.
—¿C-cómo...?—frunció el ceño de pronto—. No estarás mintiendo, ¿o sí?—esta vez fue el turno del Uzumaki de fruncir el ceño.
—¡Claro que no 'ttebasa!—se cruzó de brazos y cerró los ojos, sin quitar su ceño arrugado—. Es mi sensei después de todo, no mentiría sobre algo tan genial.
La joven relajó sus facciones y sonrió levemente—. Es cierto.
Boruto la miró sin expresión alguna durante unos segundos. Al parecer, a Sarada todavía le dolía que él fuera a quien Sasuke entrenara y no a ella que era su propia hija. Carraspeó, tratando de aminorar la incomodidad que había caído—. Sí, eh... Dime—ella le miró curiosa—, ¿sabías que en cinco días cumple años?—la pelinegra asintió—. ¿Ya sabes qué le vas a regalar?
Negó—. ¿Y tú?—él también negó—. Te diría que le diéramos algo entre los dos—Boruto la miró, alzando una ceja, pero ella vio un brillo en su mirada que parecía expresar "¿y a ésta qué le pasa?", por lo que sonrió con malicia y dijo—. Pero tú siendo un genio pensarás que esa es una idea estúpida, además—hizo una pequeña pausa mientras se dirigía al lugar donde su kunai había caído—, mi regalo será muy especial y no quiero que tengas nada que ver.
Aquél brillo desapareció y él frunció el ceño, sonriendo, conteniendo su furia—. ¿A-ah, sí? Bueno, pues... ¡Yo iba a decirte lo mismo!—la señaló con el dedo—. ¡Y mi regalo será muchísimo mejor que el tuyo 'ttebasa!—siguió gritando hasta que salió corriendo de ahí, yendo a quién sabe dónde.
Sarada sonrió de medio lado en cuanto el joven se fue—. Boruto idiota.
—¿Eso te dijo?
La Uchiha menor asintió y Sakura juntó sus manos, sonriendo. Nada más Boruto se hubiera ido, Sarada se dirigió a casa, muy contenta, a contarle la estupenda noticia a su madre. Fue una suerte encontrarla sentada en el sofá de la sala; se saludaron y luego...
La noticia cayó como bomba. ¡Sasuke volvería más pronto de lo planeado!—. Deberíamos de darle un buen obsequio, ¿no crees, mamá?
La pelirosa flaqueó un poco su sonrisa—. Sí, bueno—titubeó—, a tu padre no creo que le agrade celebrar su cumpleaños, así que si vas a regalarle algo—secó sus manos, que estaban mojadas por estar lavando los platos, en su delantal—, deberías darle algo sencillo—posó una mano sobre la cabeza de su hija—. Pero pon todos tus sentimientos en él.
—¿Algo sencillo?—la ojiverde asintió y la pelinegra ladeó la cabeza–. ¿Qué podría darle entonces?
—Dale algo que venga de aquí—señaló el pecho de su pequeña, justo donde estaba su corazón—. No importa qué sea, sino que se lo des con mucho cariño.
—¿Me ayudarás con ello, mamá?—Sarada miró esperanzada a la otra, quien suspiró con pesadez y le vio con una mueca de preocupación.
—Lo siento, cariño, pero—mordió su labio inferior y vio la hora en el reloj que estaba pegado en la pared de la cocina—, debo ir a trabajar.
—¿Trabajar?—alzó una ceja y Sakura rascó su nuca riendo nerviosa.
—Sí, no te había dicho nada antes porque no estaba segura de querer hacerlo, pero—se quitó el delantal y lo colgó en un clavo cerca de la puerta—, me han llamado del hospital para que los ayude de nuevo y la pasaré muy ocupada ésta semana.
—P-pero—la menor la miró asustada—, ¿qué pasará con el cumpleaños de papá? ¿Y su regalo?
—Para cuando ese día llegue, yo estaré libre, no te preocupes—le dio un rápido abrazo y se dirigió hacia la puerta principal—. Con respecto a su regalo, puedes pedirle a alguno de tus amigos que te ayude, tal vez a Boruto—cogió las llaves de la casa que estaban en un pequeño recipiente y abrió la puerta—. O a ChōChō o a quien tú quieras.
—¡P-pero, mamá...!
—Nos vemos en la noche, cariño—se despidió rápidamente con la mano, cerrando la puerta segundos después.
"Genial"—pensó la pequeña Uchiha—. "¿A quién le puedo pedir ayuda para el regalo de papá?"
Y ya, primer capítulo ¡Listo!
El fanfic no será muy largo, le calculo unos tres o cuatro capítulos más, a lo mucho, incluyendo el final; pero, bueno, quién sabe... Conociéndome... XD Eso sí, del veintitrés en adelante ya no sigue XD
¿Errores? ¿Faltas ortográficas? ¿Le sigo? XD
Espero que os haya gustado, y quisiera saber sus opiniones a través de un comentario, ¿eh? ^^
P.D: La encuesta sigue en pie hasta el veinticuatro de Julio, pues el veintisiete publicaré el capítulo del fanfic por el que hayáis votado más. Por favor, hacedlo directamente desde mi perfil, pues ahí se me hará más fácil contar los votos.
No se preocupen los que voten en comentarios, también los tomaré en cuenta. Pero, como dije, se me hará más fácil desde allá. Sólo tenéis que entrar a mi biografía y listo^^
Ahora sí, sin más que decir ¡Hasta la próxima!
