-¡Truco o trato!- gritaron Sasha y Connie al unísono

Iban liderando la marcha, asaltando a todo ser viviente de alrededor y acosándolo cual titán hambriento hasta que soltara hasta el último caramelo. El resto los seguían de cerca, a una prudente distancia claro.

Coincidía con que esa noche se había celebrado una fiesta en tiempos remotos llamada Halloween, y los reclutas no querían perder la oportunidad de celebrar tal evento, sobretodo porque recibirían dulces, y gratis. También fue bien acogida por el resto de soldados que vieron en ella una excusa para relajarse y cambiar de aires, y para que negarlo, les hacía ilusión lo de disfrazarse y celebrar una fiesta en el castillo decorado cual mansión encantada.

Todos improvisaron sus disfraces: Eren de hombre lobo, Mikasa de bruja, Jean de caballo zombie…Y Connie y Sasha se coordinaron para ir vestidos de momia, un disfraz fácil y económico; solo tuvieron que entrar al baño y "tomar prestado" algunos rollos de papel higiénico. Supusieron que nadie se vería perjudicado. Nadie salvo el pobre Mike cuando se vio solo en el baño sin un trozo de papel… Y puesta su espontánea vestimenta, se lanzaron al ataque.

Pasadas unas horas ya habían desplumado a todos los soldados, pero tenían la sensación de que se olvidaban de alguien. Ah sí, quedaba ese alguien.

-Seguro que Hange lo disfrazó de enanito de jardín- soltó Jean mordaz.

-Yo voto por un cosplay del Grumpy Cat. Tío, que tiene cara de gato estreñido- dijo Connie uniéndose.

-Chicos no deberían hablar así de él- comentó Eren.

-¿Qué pasa? ¿Lo defiendes?- Jean decidió aprovechar el momento- ¿Oye ya que es tu heichô, no deberías ir a pedirle "caramelitos"?

-N-no, yo no…

Y en ese momento apareció el susodicho, elegantemente vestido de Jack el Destripador y con cara de ríete-y-te-mato. Entonces Eren fue traicionado vilmente por sus (hasta entonces) amigos y acabó frente a su sargento.

-Eh, esto yo… -se dio la vuelta y la sonrisa del cara caballo lo armó de valor- ¡Truco o trato!

Levi lo miró de arriba abajo y clavó sus ojos en él, para acercarse y susurrar:

-Truco

-Chuuuuuus –sonaba como de fondo mientras Eren quedaba estático.

Y ante el desconcierto de los jóvenes, lo agarró por la camisa y se lo llevó a su cuarto. Para cobrarse su truco.

-Ngh, h-heichô… ¡aah!

-Aquí tienes tu trato.

"Mmm dulce" pensó mientras besaba su cuello.