"Lazos de Hermandad"
Prologo.- by Arwen.
Por todos los dioses esa clase no se podía poner más aburrida de lo que ya estaba pero era de esperarse de una clase de matemática. Después de todo había algo en ver tantos números apilados en un solo lugar para lograr un caso algebraico que era ridículamente largo para terminar en una respuesta, que en la mayoría de casos era un digito, era simplemente una pesadilla. No era raro que los estudiantes, la mayoría, odiaran esa materia y a los autores de los libros de ejercicios aunque de vez en cuando aparecía un rarito que era fan de las matemáticas.
La verdad no era como si ella odiara el colegio porque no era así, ella se podría decir que era una persona que estaba entre fan y anti-fan del colegio, estaba en un novel intermedio, era una persona inteligente pero le gustaba ir al colegio porque era un ambiente seguro y social, al menos en su colegio aunque de vez en cuando se presentaban los típicos conflictos de celos y envidia, pero era algo normal aunque suponía que en otras secundarias era peor pero eso no lo sabría nunca.
Con un suspiro ella miro a través de la ventana, para su suerte ella estaba sentada en la fila de escritorios que quedaban enfrente de las amplias ventanas, y observo la copa de los árboles que llegaban a la altura de la planta del edificio en la que el salón se encontraba, observando como las verdes hojas se movían al compás de un leve viento, al aburrirse empezó a examinar su reflejo en el cristal.
La verdad ella no era fuera de lo común era una joven normal con obvios rasgos de una persona extranjera, de piel blanca, largo cabello castaño oscuro sostenido por un listón azul cerca de la parte baja de su espalda, eran rasgos muy comunes y nada interesantes, talvez su único rasgo llamativo eran sus ojos ambarinos que algunas veces se miraban dorados cuando la luz era la adecuada y eso si llamaba la atención.
"¡Oye Haydee, estas ahí!"
La llamada la trajo de vuelta a la realidad y volvió su mirada a la persona que la había llamado, enfrente de ella estaba una joven japonesa muy bonita, aun así de rasgos comunes, de blanca casi pálida complexión que caía en perfecto contraste con el abundante y largo cabello negro como la noche que en algunas ocasiones parecía dar destellos azulados y lo que al fin completaba el físico eran los maravillosos ojos violeta azulados que parecían hipnotizar con una simple mirada, eso sin contar que era la chica mas inteligente de todo el colegio.
"¿Qué paso?" Pregunto Haydee confundida.
"Hasta que al fin reaccionas ya me había preocupado" La chica contesto.
Haydee frunció el ceño "¿A que te refieres Suien?"
"La clase de matemática ya termino y ni te diste cuenta de ello, por lo que me imagine que estarías sumida a tus pensamientos como lo has estado haciendo últimamente" Suien le respondió mientras se ponía de pie y sonreía "Ven vamos o llegaremos tarde a la clase de gimnasia y tu sabes como es la maestra en esos casos"
"No me lo recuerdes, a veces pienso que se pasa de la raya con esos castigos que da cuando alguien llega tarde a su dichosa clase" Haydee se quejo con el ceño levemente fruncido mientras se ponía de pie "¿Quién se cree de todas formas? ¿Una general o que?"
"De hecho, creo que ella fue a la escuela militar Annapolis en Estados Unidos antes de hacerse maestra en este colegio" Suien quería reír cuando vio la expresión en el rostro de su amiga "Dios, que no te de un infarto, vamos respira y cálmate"
"Es que eso explica porque nos trata como si fuéramos clones de Terminator o Rambo" Haydee dijo suavemente.
Suien al fin rió ante el comentario y Haydee se le unió a los pocos segundos, cuando terminaron ambas chicas se apresuraron por los pasillos para llegar a los vestidores y cambiarse para la clase de gimnasia antes de que la maestra Tendo las "colgara" por llegar tarde a la clase. Ambas jóvenes sintieron un peso quitarse de su alma cuando vieron a las otras chicas de su clase aun ahí lo cual era muy buena señal, las dos se apresuraron a sus respectivos casilleros para vestirse para la clase.
Ha decir verdad ni a Suien o Haydee apreciaban mucho la ropa de gimnasia era un poco, bueno muy denigrante para la mujer, la parte de abajo era prácticamente la parte posterior de un traje de baño de color azul oscuro y un camiseta blanca sin mangas, contando los tenis, era un uniforme horrible pero común en las escuelas de Japón, aunque lo odiaran salieron a la clase.
Al fin había acabado otro horrible día de clases, para algunos, había terminado y al fin se respiraba un aire de libertad porque gracias a Dios era viernes y el fin de semana estaba cerca para al fin poder descansar, eso si realizabas tus deberes a tiempo y no los dejabas a ultima hora como algunas haraganes solían hacer como ya era costumbre o simplemente no las hacían, que para ellos era mejor excepto por sus calificaciones al final, pero la verdad ellas ni se preocupaban por eso porque siempre realizaban sus actividades justo a tiempo.
Entre la marea de alumnos que salían a esa hora de la tarde (según he visto en Japón salen tarde de clases) con sus típicos uniformes de camisa blanca, en chicas con detalles como cuello, mangas y listones en café o verde y con la parte posterior del mismo color, pero ellas sobresalían como dos pollos en una venta de pavos por causa de sus uniformes que llamaban la atención de los estudiantes de la secundarias publicas y los demás transeúntes.
No era que su uniforme fuera tan llamativo, en verdad era muy sobrio y serio, solo consistía en una falda corta de dos plegados anchos por delante y atrás de color negro, una camisa de botones de vestir manga larga de color blanco completada por una corbata delgada de color negro, sobre esta camisa iba un saco de manga larga de un profundo color azul oscuro, este saco tenia una pequeña abertura en "V" para dejar ver la camisa y corbata, los botones eran dorados y quedaba perfectamente ceñido a la cintura.
En la parte izquierda del chaleco, por la altura del pecho estaba bordadas dos circunferencias de color amarillo pálido, dentro de la circunferencia mas pequeña se había bordado una perfecta flor de kikyou (la flor de campana), entre los espacios de las dos circunferencias estaban bordadas en blanco las palabras Yuutsu (excelencia), Sekimu (deber) y Ichuban (honor), para complementar el uniforme usaban calcetas largas –hasta la rodilla- de color negro y zapatos formales del mismo color.
Era un uniforme simple pero simplemente con estos gritaban que pertenecían a la renombrada academia Kazoku Higashi, un colegio exclusivo para señoritas y que solo tomaban alumnas que eran lo suficientemente capaces de mantener un constante equilibrio con los programas de estudio. Esa academia funcionaba como los institutos educacionales de Occidente, una vez empezaban ahí terminas ahí hasta que estuvieras lista para la universidad, claro siempre y cuando se pagara la cuota mensual que se le daba a cada estudiante dependiendo de la situación económica de cada uno.
Ignorando las miradas Suien y Haydee se decidieron a entrar a un restaurante de hamburguesas, mas específicamente un McDonald's que se habían estado esparciendo como una enfermedad en todos lados, no se sorprendieron mucho al notar que el lugar estaba lleno de estudiantes porque parecía que de una manera muy rara se había pasado la moción de que los McDonald's eran los nuevos lugares de moda para los estudiantes después de la escuela y ahora ellas habían decidido entrar y ver que era lo interesante de ese lugar, por le momento lo único era una gran línea para llegar a la caja y poder ordenar algo.
Después de ordenar y pagar su comida, que había sido muy módica, empezaron la difícil tarea de buscar un lugar en donde poder sentarse en medio de toda esa gente, les costo un poco pero al fin encontraron una mesa, colocando las bandejas en la mesa se sentaron y se quitaron sus mochilas poniéndolas a su lado para que no se las robaran. Aunque la hamburguesa no era mala ambas amigas prefirieron las papas fritas, Suien estaba tomándose el batido que había ordenado observando detenidamente a Haydee, que de nuevo parecía no notar lo que sucedía alrededor, algo que la griego-japonesa parecía hacer mas a menudo de lo normal y eso le pareció extraño.
"Te ha pasado algo, Haydee" La japonesa al fin se animo a preguntar y suspiro un poco cuando noto la confusión en el rostro de su amiga "Es que últimamente has estado algo…hmm…distraída, como si nada importara"
"No lose, ha decir verdad tiene que ver con mi padre" Haydee al fin contesto y se recostó en contra del respaldo de la silla "Últimamente ha estado algo raro"
"¿Raro?" Suien coloco su batido en la mesa y observo a su amiga lentamente asentir "¿Qué quieres decir exactamente con raro?"
Haydee medito un poco en esa pregunta recordando los cambios en su padre "Son cambios mas que todo en su personalidad se ve mas libre, feliz, relajado, tanto que va con mucha energía al trabajo y cuando juega con mi hermanos, a veces también parece perderse en sus pensamientos""Umm… ¿Cuándo hace eso tiene una sonrisa de felicidad en su rostro?" Suien pregunto y sonrió cuando su amiga de nuevo asintió lentamente "Entiendo perfectamente"
"Tu sabes lo que pasa" Haydee vio con algo de desden a su amiga cuando esta solo volvió a ocuparse en su batido "¡SUIEN!"
"Esta bien, no te enojes, Dios" Suien suspiro y se recostó en contra de su silla también, no sin antes poner su batido en la mesa "Mira hace dos años mi hermano estaba igual"
"¿Tu hermano?" Haydee encaro una ceja cuando ella asintió firmemente "¿Y que tiene que ver tu hermano con mi papá?"
Suien suspiro y se preparo para lo que venia "Mi hermano estaba así porque estaba enamorado de Yuki Kamiya, la que ahora es su novia"
"¡Estas acaso implicando que mi padre esta enamorado!" Haydee exclamo suavemente para no ser oída y vio a Suien como si le hubiera crecido otra cabeza "Debes de estar equivocada"
"Yo solo te digo lo que se" Suien respondió encogiéndose de hombros "Pero si lo estuviera no tiene nada de malo"
"Es que no puede…" Haydee empezó suavemente.
"Sabes tu padre siempre amará a tu madre y nunca la olvidara, ella siempre tendrá un lugar en su corazón, pero él merece amar de nuevo y se que tu madre hubiera querido lo mismo, tu tienes que apoyarlo si lo esta y demostrarle que estas feliz aunque sea difícil" Suien dijo con la mayor delicadeza posible "Vamos, si llego tarde sabes lo que me hacen"
Haydee asintió lentamente antes de que ambas procedieran a ponerse de pie y salir del local. Cuando ambas se separaron para ir a sus respectivos hogares, Haydee no pudo evitar el considerar la mínima posibilidad de que su padre podría estar enamorado, pero acaso eso era posible después del inmenso amor, amor por el cual había renunciado a su familia y pasado, que había sentido por su madre, amor que era obvio aun sentía ¿Podría ser posible?
Al fin llego a su casa, a la que ellos se habían mudado cuando habían venido de Grecia para establecerse en Japón, la misma casa en la que su madre había crecido y que ahora compartía con sus abuelos maternos. Con un suspiro de cansancio abrió la puerta y procedió a entrar, encaro una ceja cuando al cerrar la puerta nadie apareció y había un silencio sepulcral, se quito sus zapatos y coloco su mochila en una mesa cerca de la puerta.
"Tadaima" Ella al fin dijo a lo que parecía ser una casa vacía.
"Haydee puedes venir a la sala" La voz de su padre gentilmente ordeno.
Le parecía raro pero aun así obedeció la orden, sin molestarse en ponerse la pantuflas, se dirigió a la sala, le sorprendió ver a todos reunidos ahí, a sus abuelos Takato y Yui, sus hermanos gemelos menores Adonis y Alejandro y a su padre Héctor aparentemente esperándola, sus abuelos y hermanos estaban sentados pero su padre estaba de pie , la verdad eso solo pasaba cuando él quería decir algo importante.
"¿Papá?" Ella dijo suavemente.
Héctor la vio "Haydee, por favor siéntate"
"De acuerdo" Ella camino al sillón donde estaban sus hermanos y se sentó en medio de ellos "Papá que…"
"Necesito informarles algo que me ha hecho muy feliz pero que se los sorprenderá y será un gran cambio en nuestras vidas, pero será un cambio positivo" Héctor los miro y ellos lo miraron de vuelta esperando a que continuara "Voy a casarme"
Por unos momentos un profundo silencio se hizo presente, pero Haydee se quedo totalmente entumecida en su lugar, tanto que no sintió cuando sus hermanos se pusieron de pie y se acercaron a su padre para preguntar mas de la mujer con la que iba a casarse ni a sus abuelos felicitándolo, ella solo se quedo ahí viendo a un aparente vació sin saber que decir en ese momento.
Ella se puso de pie y salio de ahí, sin oír que su padre la llamaba o las lagrimas que recorrían sus mejillas, simplemente se dirigió a su habitación y se tiro en la cama sin entender que debería sentir en esos momentos, las palabras de Suien regresaban a su mente una y otra vez, pero le era un poco difícil el aceptar que su padre amara a alguien mas que a su madre, además ¿Qué clase de cambios traería a su vida? Ni siquiera conocía a la mujer con la que se padre se casaría pero lo averiguaría muy pronto.
