La Aventura de Emi

Capítulo 1: En el parque

Estaban los cinco en el parque de atracciones, es decir, Ran, Shinichi, Kaito, Aoko, y la prima de ésta, Emi, de 5 años.

-¡Vamos a las tazas! -exclamó la niña, señalando la atracción.

-¡Sí, vamos! -exclamó Ran, echando a correr tras la niña.

-¡No vale! -exclamó Kaito-. ¡Yo quiero montarme en los caballitos!

-¡Ni hablar! -gritó la Emi, mirándolo-. ¡Yo quiero subirme a las tazas!

-Piedra, papel o tijera, ¿vale? -dijo Kaito.

-Vale -asintió Emi. Los dos jugaron tres veces a piedra, papel, tijera. La primera vez ganó Kaito, pero se confió y las dos otras veces ganó Emi.

-¡Jooooo! Vale, pero después nos subimos a los caballitos.

-Sí, como quieras.

Emi hechó a correr hacia las tazas, seguida de los otros cuatro.

-Tu prima es encantadora, Aoko -le dijo Ran a su amiga.

-Si llevar la contraria a todo el mundo es ser encantadora, lo es -dijo Kaito, en tono sarcástico.

-¡Oye, tú no te pases! -exclamó Aoko-. ¡Que es una niña pequeña, y tú eres peor que ella!

-¡Jeje! Vale, vale, no te pongas así, he cogido la indirecta. ¬¬

Estaban montados en las tazas (unas tazas gigantes que te metes dentro y va dando vueltas lentamente). Emi estaba sentada entre Aoko y Kaito, y al lado de Aoko estaban Ran y Shinichi. Kaito no dejaba de molestar a Emi, gastándole bromas pesadas. En una de sus bromas, Kaito señaló la cabeza de la niña, y exclamó:

-¡Emi, tienes una enorme araña en la cabeza!

-¿¡Qué!? Aarrrgg!!! ¡Quítamela, quítamela, Kaito!

El chico sacó un hilo de su manga en el que había una araña de plástico enganchada al final de éste, e hizo como si le quitara la araña de la cabeza. Luego la puso ante los ojos de la niña.

-¡Aparta eso de mí!

-Tranquila, es de plástico -dijo el chico, manteniendo la araña delante de los ojos de la pequeña.

-¡Para ya, Kaito! -gritaba la niña, cansada de sus bromas-. ¡Aoko, dile que pare!

Aoko en aquel momento estaba hablando con Ran y Shinichi y no se había dado cuenta de nada. Se giró y al ver aquella enorme araña que Kaito sujetaba se asustó. Pero luego se dio cuenta de que era de juguete, y se enfadó con Kaito.

-¡Estás loco o qué! -exclamó la chica-. ¡Cómo se te ocurre hacerle esto a una niña pequeña!

-Aoko, ni grites tanto, que te oyen todos.

La joven miró a su alrededor y vio que todos la miraban, sorprendidos.

-Jiji.... Lo siento, yo.... - U Aoko se sentó, más roja que un tomate.

-Kaito, no te pases, ¿vale? -dijo Shinichi, mirándolo.

-De acuerdo, ya veo que no queréis que me lo pase bien -murmuró Kaito, mirando hacia el otro lado, fingiendo estar dolido.

-Oye, no te pongas así, que una cosa es pasárselo bien, y otra es gastar bromas pesadas -dijo Ran, justificando las palabras de Shinichi. En aquel momento, la taza dejó de moverse-. Vaya, ya se ha parado.

-Ahora nos vamos a los caballitos -dijo Emi, entusiasmada.

-Pues no, yo ahora quiero montarme a la noria -dijo Kaito.

-¿Qué? -Emi lo miró extrañada-. Pero si hace un momento querías subirte a los caballitos.

-No le hagas caso, Emi -dijo Aoko-. ¿No ves que lo hace para llevarte la contraria?

-Vaya, mira quien habla -murmuró Kaito ¬¬.

-¡¿Qué!? ¿Qué has querido decir con eso? -exlcamó Aoko, furiosa.

-Son peores que Heiji y Kazuha -murmuró Shinichi a Ran.

-Tienes razón -dijo la chica, intentando no reir.

-Vamos a por unos helados, Ran -Shinichi la cogió de la mano y la alejó de aquellos dos, que parecían unos locos, gritando.

Ran al principio no dijo nada pero luego pensó....

"¿Helados? Pero si estamos en noviembre, ¿por qué ha dicho "helados"?

-Oye, Shinichi, ¿Qué quieres? -dijo la chica-. No creo que quieras tomarte un helado con este frío.

-¿Helado? ¿He dicho helado? -dijo el detective, intentando disimular-. ¡Quería decir algodón de azúcar!

-Shinichi.....

"Vaya, con Ran es imposible disimular. ¿Tanto se me nota?"

-Dime qué quieres de una vez.....

-Verás, yo... yo.... Esto...

-¡Shinichi! ¡Ran! -exclamó la voz de Aoko, a lo lejos. Ella, Kaito y Emi corrieron hacia donde estaban Ran y Shinichi-. ¿Dónde os habíais metido?

-Hemos ido a buscar algodón de azúcar -dijo Ran, mirando a Shinichi de reojo.

-Sí, eso... Algodón de azúcar -repitió Shinichi, algo nervioso.

"¿Se puede saber por qué han tenido que aparecer justamente ahora?" -pensó el chico-. "Ahora que me había decidido a decirselo....".

Kaito miró a su amigo de reojo y vio que había metido la pata interrumpiendolos. Shinichi estaba cabizbajo, y miraba a Ran por momentos.

-¿Y donce está el algodón de azúcar? -preguntó Emi.

-Ahora íbamos a buscarlo -le respondió Ran, sonriendo.

Los cinco se pusieron a andar hacia el tenderete que tenían más cerca y compraron cinco grandes cucuruchos de algodón de azúcar.

-¡Bien! ¡Ahora vamos a los caballitos! -exclamó la niña, entusiasmada.

-Espera, Emi, no podemos subirnos con el algodón de azúcar -dijo Kaito.

-Joooo ¿Por qué no?

-¿Es que quieres caerte?

-Kaito tiene razón, Emi -dijo Aoko-. Terminémonos primero el algodón de azúcar.

-¿Y si nos subimos a la noria? -dijo la niña-. Allí no nos caeremos.

-Vale, entonces, vamos a la noria -asintió Ran, sonriendo.

Kaito se las arregló como pudo para que Ran y Shinichi se subieran solos en una misma cabina.

"vaya, intentando arreglar lo que ha estropeado" -pensó Shinichi.

Ya solos dentro de la noria, Shinichi se dispuso una vez más a hablar con Ran.

-Ran....

-¿Qué?

-¿Tu....?

Pero Ran lo interrumpió.

-¡Mira! ¿Esos no son Heiji y Kazuha?

"¡Joo! ¡No más interrupciones, por favor!" -pensó el detective ¬¬U

-Sí, lo són, pero... ¿Qué hacen aquí?

De pronto, la noria se paró.

-Vaya, ya empieza a bajar la gente -murmuró Ran-. Qué rápido que ha sido...

Los dos chicos bajaron de la noria detrás de Kaito, Emi y Aoko. Por la cara de Shinichi, Kaito dedujo que tampoco se lo había podido decir. De pronto, un grito espantoso interrumpió la tranquilidad del parque....

¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAARRRRRRRRRRGGGGGG!!!!!!!!!!!!!!

-¡Qué ha sido eso! -exclamó Emi, asustada.

-¿Ese grito no era de....? -preguntó Ran, mirando aterrorizada a Shinichi.


Ya sé, soy mala ¿eh? Pero... ¿Qué es lo que le quiere decir Shinichi a Ran? ¿Qué hacen Heiji y Kazuha allí? Y lo más importante... ¿De quien era aquel grito? Todo esto y más en el próximo capítulo de La Aventura de Emi. ¡Dejad Review!