Autora: monkan

Notas del traductor: ¡Hola a todos! Aquí les traigo la traducción de este maravilloso fanfic que le PERTENECE a monkan, yo SÓLO lo traduzco gracias al permiso que ella me dio. Quizás a algunas les resulte familiar, ya que antes fue traducido por otra persona. Pero por razones que desconozco paró de traducir la historia a pocos capítulos de empezarlo. Bueno, espero lo disfruten tanto como yo lo disfruté.

Pareja:
Thor/Loki
Copyrights:
Los personajes no le pertenecen a nadie, son de Marvel y la mitología. La trama de Melting Heart le pertenecen a monkan.
Advertencias:
Slash
Temas:
Adventura, acción, angustia, AU, drama, familia, fantasia, relación, humor, dolor/alivio, misterio, romance, Slash, suspenso, thriller.


Prólogo

Loki miró hacia las heladas planicies de Jotunheim. Su piel de un tono azul cristalino contrastaba con el oscuro interior de su habitación. Sus ojos rojos como la sangre miraban la nada, su mente demasiado preocupada con su situación actual.

No hacía mucho había tenido una conversación con Laufey. Su rey y padre. Él había estado consciente de cuál iba a ser el tema de ese encuentro; no era como si pudiera ocultar la realidad.

Él era el mayor de tres, pero siempre iba a ser el enano de la familia. Realmente no podía comprender porqué era tan diferente.

Su altura era baja en comparación con los otros Jotuns. Su piel no era áspera como la de todos los demás, sus marcas resaltaban con demasiada claridad por sobre su suave piel. Su cabello, el cual debió haberse caído cuando empezó a madurar, continuaba creciendo sobre su cabeza. Su destreza no residía en las armas o sentía el gusto por el combate característico en su raza; su talento se encontraba en la magia.

Él era el heredero al trono de Jotunheim y era uno de los hijos de Laufey. Lo que supuestamente debía convertirlo en alguien muy deseable ante los ojos de los demás. Los Jotuns no gestaban a sus hijos, sino que los creaban a partir de una piedra especial. Aquello no era tan sorprendente, ya que todos pertenecían al mismo género. Pero Loki era definitivamente el menos deseado de todos.

Loki jamás había podido comprender cómo una raza podía sobrevivir al estar divida en dos géneros. Todo lo que podía vislumbrar era discriminación y problemas innecesarios. Lo único que les planteaba limitaciones a los Jotuns era su celo anual. Si un Jotun no entraba en el celo, entonces éste no podía crear niños. Y además tampoco eran vistos como adultos. Los adultos podían mantener relaciones íntimas entre ellos, lo que era el resultado natural del celo. Los Jotuns podían ser diferentes en algunos aspectos, pero todavía se asimilaban a otras razas en este aspecto. Ellos escogían a una pareja y se quedaban con ella durante un año, hasta el siguiente período de celo. Si la pareja funcionaba entonces permanecían juntos por muchos años. Por el otro lado, si no congeniaban entonces buscaban a alguien nuevo.

Loki suspiró mientras se apartaba de la ventana. Sus manos rozando las paredes de cristal al acercarse a su cama. Se puso de pie junto a la lujosa estructura y colocó una de sus manos sobre su pecho.

En el caso de Loki, el celo era el problema. Puesto que debió de haber alcanzado esa etapa hacía unos 50 años. Cincuenta años de soledad en los que se vio obligado a observar al resto de su generación –y a aquellos debajo de la suya–, entrar en el celo y convertirse en adultos.

Nadie sabía porqué Loki era tan diferente. Muchos habían supuesto que tenía que ver con su apariencia física, pero nadie sabía realmente la razón.

Hacía ya tres años, durante una reunión en la corte, cuando Loki comenzó a toser violentamente. Él todavía podía recordar cómo su mano azul había estado pintada con el rojo de su propia sangre.

Ésta era su realidad. Su cuerpo había comenzado a reaccionar ante la carencia de las temporadas de celo e, incluso, había comenzado a rechazar sus propios órganos. Como su cuerpo no podía encontrar qué era lo que estaba causando complicaciones, comenzó a rechazar absolutamente todo lo que se encontraba en su interior.

Éste iba a ser el último año de Loki. No era posible para su cuerpo resistir otra temporada de celo. Él estaba muriendo, y Laufey ya había iniciado la preparación de su segundo hijo para el trono. La ceremonia iba a ser celebrada pronto para que Loki pudiera renunciar a su responsabilidad honorablemente.

Loki no tenía ni la más mínima idea de qué era peor; si ser incapaz de dejar hijos antes de su partida, o morir siendo un inútil.

El reino no necesitaba un heredero inútil, y su raza no necesitaba a alguien que era incapaz de tener descendencia. Había intentado, de todas las formas posibles, suprimir el sentimiento de traición que sentía en su interior. Él todavía no había muerto, pero de todas formas la corte actuaba como si su hermano ya estuviera en el trono. Su hermano había recibido más apoyo en un día de lo que él había recibido en toda su vida. Eso era lo que se obtenía al ser un anormal.

En realidad, no se necesitaba mucho en estos días para hacer que Loki sintiera que toda su existencia era un desperdicio de espacio.

Así que suponía que debía agradecer que su miseria fuera a terminar pronto.

El aullar del viento recorría su habitación al mismo tiempo en el que él se recostaba en la cama. Se acomodó de costado y cerró sus ojos.

Después de todo, no iba a haber gran diferencia entre hoy y el día siguiente.


Nota del traductor: ¡Se aprecian los comentarios! :)
Subiré un capítulo. Mañana 16/06/2015, capítulo 1.