Era un día que ella no quería que llegara, en realidad se había pasado todas las vacaciones de verano deseando poder convencer a su padre de que ese colegio no era para ella, pero ahí estaba, una tarde de agosto a punto de entrar a su nueva escuela, no es que ella fuera mala, simplemente su padre habían decidido mandarla ahí para que estuviera lista al independizarse, tenía miedo que al salir de casa no supiera que hacer sola, así que un internado les pareció adecuado para que se acostumbrara.
Ya no era una niña y debía comportarse, si aunque una opción habría sido llorar y sujetarse del carro hasta que le arrancaran los brazos, lo pensó bien y decidió que si su padre se empeñaba en dejarla ahí le mostraría que ella no debía estar ahí, aunque parecía más civilizado, tal vez era una actitud inmadura de su parte, pero hey nadie espera algo diferente de ti se decía a si misma
Cuando entró notó que era más grande de lo que se veía por fuera, tenía grandes paredes de piedra y pudo ver a lo alto unos picos que sobresalían al final de estas, tal vez muchos ya intentaron escaparse de este lugar pensó al verlas, siguió su recorrido, viendo los edificios de tres pisos que había, cuando llegó a la dirección acompañada de sus padres oyó la voz de una señorita
-por aquí por favor, la directora los está esperando
Pasó después de sus papás y la señorita que los había atentido que era la secretaria, cerró la puerta
-hola querida, soy la directora de este colegio, ¿Cómo te llamas?
-Bri... Brittany Pierce-dijo con algo de timidez pues realmente no quería estar ahí, y la señora enfrente de ella se veía seria y atemorizante según Brittany
-Bueno Brittany ten por seguro que aquí te sentirás bien, sé que es difícil entrar por primera vez a un internado, pero ya te acostumbrarás
Brittany sólo trataba de sonreír y asentía dándole a entender que la escuchaba, pero en realidad solo pensaba en que no quería estar ahí
Sus padres hablaron unos minutos más con la directora viendo los por menores de su cambio como algunos papeles, mientras Brittany veía por la ventana como iban saliendo algunas personas sus "futuros compañeros" de clase, dirigidos a sus respectivos cuartos en el último edificio.
-Ahí están las habitaciones de los alumnos de último grado, ahí está tu cuarto-dijo su ahora directora acercándose para ver qué es lo que a Brittany le llamaba tanto la atención-bien la secretaria te dará tu número de habitación y tus padres podrán acompañarte para que vean el cuarto, aunque normalmente no permitimos eso aquí.
-Les dije que no quería un trato diferente papá- susurró Brittany después que salieron de la oficina
-Lo sé, pero tu madre insistió, quiere ver tu habitación y arreglar un poco las cosas.
La familia de Brittany era de una clase bastante alta, y aunque su mamá no había aceptado muy bien ese cambio, su papá insistió, no quería que fuera la niña mimada toda su vida, quería que estudiara, y la rubia pensaba hacerlo pero no en un internado, en el que todo le parecía aburrido
-¿En serio tuvo que ser esta escuela? ¿Por qué no otra? Sabes que el internado WestB tenía un club maravilloso en el cuál podría baila y cantar, además está más cerca de la ciudad
-Hija no hablemos de eso ahorita, mejor ve la cosas buenas de esta escuela, mira tiene una gran cafetería donde puedes comer al aire libre, ¿no te gusta eso?
-Sí, pero si es lo único bueno que veo, creo que sólo engordaré papá-dijo riendo un poco Brittany
-Vamos hija, que ya quiero ver tu habitación y arreglarla- dijo su madre pasando a lado de los dos, caminando un poco más rápido
Ya cuando llegaron al último edificio, volvieron a revisar el número de la habitación y vieron a una alumna, algo bajita, que estaba a punto de subir
-Disculpa señorita, nos preguntábamos ¿en dónde queda la habitación 5-4C?-preguntó la señora
-Ah ella debe ser la nueva compañera-dijo mirando a Brittany que estaba distraída mirando alrededor del edificio-bien pues yo seré su compañera, también es mi habitación, será un gusto acompañarlos-dijo haciendo señas para que la siguieran
-Gracias que amable, al menos sabemos que su compañera no será una cualquiera, se ve de buena familia-volvió a hablar la madre de Brittany pero lo último lo dijo casi como susurrando a su esposo
-Vamos querida, ese es el propósito de que esté aquí, de que aprenda a socializar y hacer las cosas ella sola-dijo el señor, un poco cansado de que su esposa hiciera todo por su hija
-Hola mi nombre es Rachel- dijo su compañera caminando al lado de la rubia, mientras que esta ultima solo oía susurros de sus padres detrás de ellas
-Hola, mi nombre es Brittany- se notaba un poco de timidez y desinterés en su voz, no tenía pensado hacer amigos, planeaba convencer a su padre antes de que tuvieran vacaciones de navidad y así ella poder terminar el año en su antigua escuela
Subían las escaleras, era algo cansado ya que su cuarto se encontraba en el 3° piso y la madre de la rubia había empacado bastantes cosas
-Casi llegamos, aquí arriba solo hay seis cuartos, y dos están vacíos, así que no te preocupes si se ve algo solo y oscuro-habló Rachel al subir el último escalón
En cuanto Brittany vio el paisaje pensó que era bonito, claro si solo veías más allá del barandal de los pasillos por el cual se veía toda la escuela, sus jardines, la cafetería y un poco más lejos el pequeño bosque al lado de la escuela, en los pasillos había una oscuridad que parecía de película de terror. A su derecha había 3 habitaciones, una de ellas tenía una estrella enorme en medio de la puerta que decía "Rachel Berry" que ciertamente con el color blanco le deba más luz a esa parte del pasillo, también la pequeña morena había cambiado los focos que estaban a los lados de la puerta por unos que brillaran más.
