Hola a todos, esta es otra de mis ocurrencias, tenía meses con esta historia pero no lo había concluido, de hecho la había olvidado ¬¬U. No se que tal quedo, pero lo dejo a sus criterio personal jujuju, esperare sus lindos comentarios…
Está bastante largo, de una vez lo digo…
"Un Ryuuzaki apasionado y sensual, tomándola con arrebato de su cintura y clavándole un apasionado beso con la misma fuerza que devoraba aquella fresa…"
Advertencias: Lemon, que conste que les advierto, después no se quejen de que los estoy corrompiendo o que les estoy dañando sus castas y puras mentes xD. Y está algo OOC…
Disclaimer: Es un cliché repetir lo mismo, no digo más, solo que L es mío bwuajajaja!!!
Aclaraciones:
// Pensamientos//
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Fresas
Irresistible Tentación
By Tsuki Lawliet
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Parte I
L se hallaba sentado en esa posición tan típica de él, con el pulgar en su boca y con su mano unida a una larga esposa en cuyo extremo opuesto se encontraba la mano de Light, quien ahora se hallaba profundamente dormido. Miraba la pantalla de su ordenador buscando una pista entre la información e ideando estrategias para enfrentarse a Kira, el cual estaba casi seguro que era el propio Light.
El reloj marcaba la 12:30 am y el se encontraba tan fresco como lechuga…comiendo sus muy queridos pasteles de fresa, cuando oyó unos pasos provenientes del piso superior, venían bajando las escaleras y se acercaban a la sala donde se hallaban. La vio, con un traje de dormir negro bastante sugestivo y con algunas mantas entre sus brazos, y se dirigió hacia Light…
-Que lindo se ve dormido- dijo en un susurro mientras sus ojos ambarinos brillaban, y lo cobijó con una de ellas…
Cuando volteo hacia su lado derecho encontró a un L, mirándola curioso…ella se sintió nerviosa por alguna extraña razón…
-¿Estas despierto, Ryuuzaki? -le preguntó la joven rubia de coletas al detective, como para romper esa mirada que le dirigía
El detective examinaba a Misa y a aquella manta restante, se aventuró a preguntar:
-¿Vienes a dormir aquí?-le dijo con el pulgar en la comisura de sus labios
Ella le miro extrañada y le dijo:
-No Ryuuzaki vine a traerte esta a ti, pero estás despierto-dijo ella un poco cohibida
El seguía mirándola de una forma tan profunda, que pareciese que estuviese analizándola, y asi pasaron unos largos segundos, Misa aun estaba con sus nervios recorriéndola, estremeciéndola…de forma rara…
Excitante…
Hasta que se atrevió a preguntarle al curioso detective:
- ¿Q-que me ves? - le dice con un ligero sonrojo
-¿Dónde compraste eso?-le pregunto con su pulgar en su boca, mirando descaradamente el traje de dormir de la rubia, que consistía en una sexy bata de color negro que le llegaba mas arriba de los muslos cubriéndola, debajo un corsé negro con encajes, un escote muy atrevido, sin mencionar el diminuto bikini que la cubría, con el cabello suelto y un rubor rosa en su rostro…
Misa quedo en shock luego de esa pregunta, pensando en lo bipolar y bicho raro que era…
-¡¡¡PERVERTIDO!!!-le dijo en furioso susurro que solo el pelinegro escucharía
-Ah-dijo él- ¿pervertido?-dijo con sus ojos muy abiertos-
-Si, Ryuuzaki no conoce la palabra decencia- le dice ruborizada y molesta a la vez, cruzando los brazos
- Es posible que Misa-san no tenga un significado concreto de esa palabra – le dice mordiendo su pulgar derecho, aun sentado en un sillón cercano al ordenador, echándole mas leña a la furia de la rubia
- Tsk, Ryuuzaki cree saberlo todo, pero se equivoca, mi lindo Light sabe muchísimo más que tú- le dijo mirándole de reojo, mientras el pelinegro se llevaba a la boca la fresa de su trozo de pastel.
Ella le miro y sintió algo raro en su cuerpo, un ¿estremecimiento?… no se sabe como fue que su mente la traiciono y la puso a imaginar…
Saboreaba sus finos labios, los lamia, jugaba con ellos y los mordía con latente desesperación…
Tenía sed. Sed y tantas ganas de degustar aquella boca…por un momento deseo ser ella quien estuviera en el lugar de esa apetecible fresa…
La chica volvió en si y se fijo que el bicho raro la miraba, luego bajo la mirada al piso…
- // Misa no puede estar pensando semejante cosa, debe ser la falta de sueño, o tal vez sueña con Light pero lo imagina con la cara de Ryuuzaki, si tiene que ser eso, Misa en realidad duerme porque Misa amaa su Light- y negó con la cabeza esperando que esos malos pensamientos desapareciesen – El es un bicho raro, no parece un chico normal, además no es guapo, ni poquito. Aunque no es tan feo, se puede decir que tiene algo, pero arg ¡no se que!… ¡no, no, No! , Mi Light es más guapo y…y más listo, si más listo…y, y, y… m…más sexy…y// - y nuevamente lo miro, ahí estaba él, devorando otra de esas fresas, con tanto frenesí y pasión…
Pasión
// Ryuuzaki //- y en cuestión de segundos, su mente que trabajaba a millón, ahora se imaginaba a un Ryuuzaki apasionado y sensual, tomándola con arrebato de su cintura y clavándole un apasionado beso con la misma fuerza que devoraba aquella fresa…
La chica estaba roja de la vergüenza, y no era para menos ¡estaba imaginándose haciendo cosas con el pervertido de Ryuuzaki! Por Dios ¡¡¡Ryuuzaki!!! , ¡El pobre, que apenas entendía lo que era una mujer!...
- //Misa, calma, respira profundo encuentra tu lugar feliz, piensa en Light, piensa en TU Light…//- la pequeña rubia se repetía mentalmente como un mantra- Misa ama a Light con toda su alma, Misa adora a su Light…Misa es feliz con Light- por alguna razón esto ultimo no le convenció en lo absoluto porque sabia que era mentira, pero asi ella lo aceptaba y lo amaba sin importar que…
Ahora el dilema era otro. ¡¡¡Ryuuzaki en su mente, haciendo quien sabe que cosas… arg!!!
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Ryuuzaki observaba a la chica que ahora estaba con sus mejillas sonrojadas, con su mirada en el suelo y con el ceño levemente fruncido, negando su cabeza de forma exagerada.
–Adorable- pensó.
El pelinegro solo miraba a la chica. A esa linda "pijama".
Estaba pensando en otras cosas, pero por algún motivo no podía concentrarse, no podía sacarse de la cabeza el porque Misa-san le dijo pervertido, el no era ningún pervertido; solo que le llamo la atención esa pijama, eso era todo…
O a lo mejor si lo era…
No era tan ingenuo. Después de todo sabia que ella tenia razón, había que admitirlo, él no la miro como lo hubiera hecho antes, sino de una forma que el catalogaría como lasciva, cosa que jamás aceptaría delante de ella. Tampoco era tan descarado. Pero sabía que no estaba haciendo lo correcto, ella era la "novia" de Light-kun y pues el era…como decia ella, el "pervertido"…
Pero sentía que no podía controlarse. Era algo similar a que dejara de comer sus dulces por una semana, luego lo encadenaran y le pusieran en frente un trozo de un delicioso pastel ¡¡Era una tortura!!...
Sentía que su cuerpo estaba más caliente de lo normal, no estaba enfermo, ni nada parecido. Y también imaginaba cosas poco decentes con la rubia… ¿Qué le pasaba?
Siempre fue un ser racional al cien por ciento, no había nada ni nadie que le pudiera arrancar del rostro una expresión diferente a la seriedad, y cuando lo hacia era casi un milagro. Pero desde que apareció esa mujer, su mente era un caos y un conjunto casi infinito de "malos" pensamientos…
Dios…tenía que admitirlo, esa chica…tenia su mundo de cabeza , le mataba una a una sus neuronas, era como una especie de veneno que le exprimía toda su materia gris y su genialidad, dejando como resultado un tsunami de hormonas que tomaban el control, haciendo ruinas en su cuerpo…dejándolo con las capacidades intelectuales de un neandertal…
¿Pero que demonios le estaba haciendo esa chica?, ¿qué hacia para que sus instintos más recónditos hicieran que su piel se quemara con desesperada locura?... ¿Qué?
Ella le atraía, no había ninguna duda de eso. Ya había leído sobre el proceso de atracción entre un hombre y una mujer, y que cuando se gustaban mucho se vinculaban de forma más profunda, de forma que cuando eso pasaba hacían el amor…El siempre leía de todo, puesto que era muy curioso, asi que no era ningún mojigato…o eso pensaba él…porque
De la teoría a la práctica hay un gran paso…
Tampoco no estaba seguro de que algo como eso pasara…tener a Misa entre sus brazos, haciéndole quien sabe que cosas…
L trataba de matar a sus nacientes malos pensamientos…Misa era la novia de Light y tenia que respetarla, por mucho que ella le atrajera…no podía ser suya
Prohibida…
Y dudaba mucho de que ella le correspondiera, si estaba más que ilusionada con "su Light-kun", y este… ni le prestaba atención .No la quería, como él a ella –suspiró- …que esperanzas…
Tomo el plato con el pastel que estaba en la mesita, agarro la fresa del mismo y se la comió, apagando sus frustraciones con cada mordida…
El la volvió a mirar. Se veía preciosa cuando se sonrojaba…
Control…
Nuevamente el necesario autocontrol desapareció junto con todas sus anteriores cavilaciones…Todas esas cosas a la basura…a quien le importaban…
No aguantaba más. Sus instintos y sus deseos lo impulsaban a lanzarse contra a esa mujer…
No lo pensó dos veces. Se levanto de su cómoda silla con el objetivo de acortar los dos metros que lo separaban de la joven y hacerle sentir lo mucho que él la quería...
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-¿Misa-san?- le llamó con apacible suavidad. Ella levanto el rostro para verle pero se arrepintió en el momento, ese hombrecillo estaba a unos cuantos centímetros de ella. Cerca muy cerca…
- ¿Misa-san, ocurre algo?- le pregunto a microscópica distancia de ella, a unos míseros centímetros de sus labios. Misa ya no era Misa, su cuerpo estaba inmóvil, y a lo único que su mente reaccionaba era al embriagante olor de las fresas, al olor que provenía de los cercanos labios del pelinegro…
Los latidos de su corazón eran cada vez más rápidos, y él se acercaba más y más…
¿Pero que sentía? ¿Por qué quería que él acabara con esa martirizante distancia y la besara de una vez? ¿Acaso sentía algo por él?... ¿Pasión, deseo…amor?
No sabía que sentir, sus emociones estaban como redes enmarañadas. No podía pensar con claridad, su mente solo obedecía a sus feroces instintos, queriéndose dejar llevar por él…