"Me necesita"
Sesshomaru lo sabe y es un sentimiento extraño el ser necesitado. Mucho más por un humano, que confía en que lo va a proteger de todo.
Lo supo.
Desde la primera vez que sus pies los escucho detrás suyo. Siguiéndolo.
"No quería estar sola"
Después de todo, la habían maltratado los de su propia especie. No había hogar al cual regresar, no tenía nadie en quien confiar.
Rin necesitó a Sesshomaru desde el primer momento en que le mostró amabilidad porque ella quería y necesitaba a alguien - fuera quien sea- que fuera bueno con ella.
Y él lo fue.
Esa acción, desencadeno, que lo siguiera como un cachorro, uno, que fue maltratado anteriormente y por ende iba a seguir al primero que le diera una caricia y no una golpiza.
Aun recordaba como despertaba las primeras noches que estuvo en su compañía. Esas pesadillas que tenía al recordar los maltratos a su persona. Gritando y llamando por su nombre. En busca de protección.
A veces despertaba y lo abrazaba, aferrándose, mientras lagrimas recorrían sus mejillas, al recordar los sucesos del pasado.
También rememoraba los momentos en que Rin quiso dormir al lado suyo. Como si ese lugar fuera cómodo y realmente reconfortante, siendo así para ella, quien tenía una leve sonrisa cada vez que cerraba los ojos.
...
No obstante todo debía terminar. No podía siempre depender de él.
Ella era una humana y él era un demonio. Tenía que ir con los de su especie y ahora después de mucho tiempo, tenía humanos en los que ella confiaba y quería.
Así que la dejo. La dejo para que se amolde a ese estilo de vida, para deje de necesitarlo como si su vida dependiera de ello. Luego ella podría decidir por su propia cuenta. Si decidía quedarse o irse con él.
...
El tiempo de espera termino, Rin había crecido. La elección estaba a punto de llegar.
"¿Te quedas o te vas conmigo?"
No.
"¿Me necesitas o ya no?"
El atardecer estaba llegando a su fin. Rin no aparecía y no apareció cuando el sol se ocultó completamente. Tragó saliva y se dio la vuelta. Su cuerpo no expresaba ningún deje de tristeza o decepción, siguió caminando sintiendo el silbido del viento, su corazón latiendo despacio y sus pulmones levemente contraídos.
"Ya no me necesita"
Su mente lo sabía. Él lo sabía.
Siguió caminando, alejándose mucho más de una aldea que jamás iba a pisar de nuevo y en medio de eso. Escuchó un grito y la mención de su nombre.
Hecho por ella. Por Rin
— ¡Espera! Señor Sesshomaru —Corriendo y tropezando sucesivamente intentándole darle alcance— ¡Espera!
Se dio la vuelta, haciendo que sus cabellos platinados se muevan por el viento. Ahí estaba parada enfrente de él. Rin ya crecida, hecha una mujer.
— ¡Quiero irme contigo! —Exclamó sus ojos color marrón mirándolo fijamente. Manteniendo la mirada sin vacilación. Sin una palabra Sesshomaru, se dio la vuelta caminando despacio, al segundo, escuchó pasos detrás de él, producidos de la misma forma cuando ella lo siguió la primera vez.
Sin poder evitarlo, la comisura de sus labios se levantó, producida por la relajación de sus huesos, de volver a respirar y oír sus latidos fuertes de su pecho.
Entretanto seguía avanzando. Se dio cuenta de la verdad, todo este tiempo, él la necesitaba.
