Pacto peligroso.
Entro a mi casa vieja lo más rápido posible, la policía me persigue y me parece que pronto estaré en la cárcel... si no es que muerto, bien muerto.
No saben a qué me refiero, ¿verdad?
Bueno, les contaré todo desde el principio.
Estaba en la noche tranquilamente caminando sin rumbo fijo, hasta que de pronto oí una voz extraña.
¿Carlos? ¡Carlos!
¿Qué? ¿Quién me habla? -pregunté sobresaltado.
¡Carlos!
Miré a todas partes pero alrededor no había nadie, supuse que estaba alucinando, después de todo tenía mucho sueño.
Seguí caminando con paso demasiado lento pero de nuevo oí esa voz, me detuve en seco hasta que apareció frente a mí.
No era grande pero de todas formas inspiraba miedo y desconfianza.
Intenté irme pero su tenebrosa voz me paralizó.
-No puedes irte, Carlos, tengo algo que proponerte. Algo que tal vez te agrade -creo que sonrió pero a mí me pareció más una espantosa mueca que otra cosa.
¿Quieres escucharme? -preguntó con gesto de ¡ni se te ocurra decir que no!
Iba a negar rotundamente pero mi boca se movió sola.
-Si. ¿Qué... tenías que contarme?
-Bueno, se trata más bien de un pacto.
Te ofrezco toda la felicidad posible y todo lo que quieras a cambio de 3 personas asesinadas por ti, el...
-¡Nunca!
Esa risa... me dio mucho miedo, solo de recordarla me dan escalofríos. Estoy seguro de que si la vuelvo a escuchar en mi vida me muero.
-Carlos es fácil matar a la gente, lo único que tienes que hacer es...
-¡Primero infeliz toda mi vida, que tener que matar a alguien! -grité muy alterado, eso nunca lo podría hacer, lo sé.
Luego vi como ese ser se desvanecía entre las sombras de la noche de luna llena.
Después me fui corriendo a casa y cuando llegué corrí a los brazos de mi mamá.
-Carlos hijo ¿Qué te pasa? -preguntó preocupada.
-Es que vi un... un un monstruo.
-Cariño, los monstruos no existen.
-¡Sí existen! ¡Yo lo vi!
Entonces, como por instinto, voltee a ver la televisión que estaba prendida y lo vi de nuevo, un miedo indescriptiblemente fuerte se apoderó de mí pero intenté disimularlo.
-¡Ahí está el monstruo! -grité alterado.
Mi mamá miró la figura que le señalaba y su gesto se endureció.
-Carlos, no debes llamar feas a las chicas, ninguna chica es fea ¿Entiendes? -dijo en un volumen alto.
-¡Pero no es una chica, es un monstruo! -grité intentando quitar la vista de la pantalla pero no pude. Estaba rígido.
-¡Basta! Cuando tengas novia, ¿le faltarás el respeto de esa manera?
-No. pero no es una ella, es un mons...
-Carlos, a las chicas las debes respetar mucho, porque ellas...
Salí corriendo, esa figura me señalaba con un dedo esquelético desde la pantalla de la televisión.
-¡Carlos! ¡Carlos! ¡No me dejes hablando sola!
Entré a mi habitación y me escondí en mi cama, la verdad no se me ocurrió algo mejor. Además yo siempre relacionaba mi cama como un objeto de paz y seguridad, donde puedes descansar tranquilo. Pero a partir de ese día dejaría de hacerlo.
Sentía mucho miedo, me imaginaba a esa figura horrible entrando en mi habitación y sacándome de entre las cobijas.
Seguí temblando de miedo hasta que el sueño me venció.
Entonces tuve un sueño igual de horrible.
Estaba de nuevo en esa calle obscura, no había nadie y el viento era helado.
Miraba a mi alrededor, como buscando a alguien, pero lo cierto es que no sé a quién o qué buscaba.
La figura apareció repentinamente, otra vez.
Se me formó un nudo en la garganta y comencé a temblar cuando escuché de nuevo esa voz.
-Carlos, no te podrás escapar. Tú eres el elegido, tú eres el único que merece cumplir el pacto, y no te dejaré en paz hasta que aceptes. Una vez aceptado, deberás cumplir y hacer todo lo que te diga, si es que no quieres ver morir a uno de tus seres queridos -amenazó haciendo una mueca de burla.
-Pero yo no...
Agitó sus esqueléticas manos con garras frente a mi cara, intimidándome. -¡Aaa no perderé el tiempo contigo muchacho tonto! acepta... o prepárate para las consecuencias.
-¡No aceptaré, no mataré a nadie!
-Acepta Carlos, las personas que matarás merecen morir.
¡Que no!
Ya despierta Carlos, y deja de ser ese chico inocente ¡tú sabes que en realidad no eres así! -cuando dijo esto abrí los ojos lo más grande que pude. En realidad era así, ya estaba arto de ser ese chico inocente que todos creen.
¡Carlos despierta! -escuché otra voz conocida a lo lejos, la imagen se desvaneció otra vez frente a mis ojos dejando una mancha gris en donde estaba.
¡Carlos!
¡Carlos despierta!
Abrí los ojos lentamente solo para encontrarme con mi padre quien se veía algo furioso.
-¿Qué pasa? -pregunté adormilado.
-Ven a la sala, debemos hablar de lo que pasó hace un rato con tu mamá -ordenó con un gesto de reproche y no pude desobedecer. Me levanté y le seguí.
.
¡Oh yea!
Bien, esta es mi primer historia.
Acepto cualquier sugerencia o crítica constructiva, la verdad es que apenas me animé a publicar algo y me siento algo nerviosa.
Esta historia será narrada generalmente por Carlos y el monstruo que lo asusta, espero sea de su agrado y me dejen un review.
¡Hasta la próxima!
TheCandiRusher
