Disclaimer: Fairy Tail es propiedad intelectual de Hiro Mashima.
Gaming.
por Onmyuji.
—Wendy.
—¿Sí, Romeo?
—Me gustaría hablar contigo.
Así comenzaba.
—¡Claro! —Ella cerraba el libro que la entretenía para dedicarle senda atención al joven mago de fuego, que de pronto cambiaba su postura, en clara señal de vergüenza—. Dime, ¿pasa algo? ¿está todo bien?
Lo ve temblar, dudar, considerando sus opciones. El primer amor es tan inocente. Y lo sabe. Así como también sabe que no está bien meterse con las emociones de las personas.
—Wendy, me gustas. Estoy enamorado de ti.
Y entonces la dragon slayer se exalta y tiembla al escuchar aquella declaración. La puede ver desde su lugar: su rostro expresa confusión y miedo. Le toma un poco de tiempo reponerse, hasta que finalmente ella se tranquiliza y lentamente articula.
—Lo siento, Romeo. No puedo aceptar tus sentimientos. Yo... estoy enamorada de alguien más. Perdóname. —Y se levanta sin decir más nada, se marcha a toda velocidad, se aleja de Romeo.
El joven mago luce afectado por el rechazo, pero no deja que aquello lo tumbe. Con total sinceridad y aprecio, sabe que lo mejor es dejarla ir, para que sea feliz.
Jamás nota que mientras la dragon slayer se aleja, una lágrima traviesa escapa de los ojos de Wendy, en señal de sufrimiento, de un sufrimiento que ella ya no entiende más.
—Doranbolt.
Se exalta al saberse llamado. Observa a la muchachita derretirse ante su vista y él se sabe descubierto, invitándola a su escondite. Ella se acerca, risueña, saltando directo a sus brazos. Ya no es la niña de 12 años que alguna vez conoció, ya casi es una mujer. Aunque físicamente ostenta la edad de 17 años, ya no es una niña.
Ya no lo es.
Doranbolt la acepta en sus brazos y la mima. Wendy sigue soltando risitas bobas y sus manos despeinan su cabello masculino. Él adora que ella haga eso, mientras se ahoga en el perfume que toda ella emana.
Luego la besa.
Sabe que no está bien jugar con las emociones de Wendy. De la forma en que lo ha estado haciendo desde que le dijo que la ama y ella lo rechazó, por amar a Romeo. De la forma en que lo hizo, cambiando sus recuerdos y alterando su memoria. Ya no es la Wendy que naturalmente ama a Romeo. Es la Wendy que lo ama a él.
Lentamente mete una mano debajo de la ropa de la joven muchacha, que ríe con travesura mientras se amolda despacio a él, en su juego perverso.
Doranbolt sabe que, en alguna parte de Wendy, aun quedan resquicios de amor por el nakama que acaba de rechazar. Pero también sabe que esa parte de ella nunca va a volver.
Porque mientras su magia pueda alterarle los recuerdos, esto seguirá siendo un juego para él. Uno donde él la ama y venera con locura mientras ella cede a sus deseos.
Porque ahora Wendy sólo lo ama a él.
Fin.
PS. Tengo qué confesar que la forma en que este fanfic sucedió fue extraña. De pronto pensaba que Wendy y Romeo hacían linda pareja, pero terminó siendo Doranbolt y Wendy quienes ganaron en cuanto a una de mis parejas preferidas. Espero que haya por aquí fans de Doranbolt y Wendy, que aún tengo más fanfics de estos dos X3
Nos estamos leyendo :)
Onmi.
