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Cantidad de palabras: 539.

Chances

por Onmyuji

I.

—Gracias por todo, Robin. Realmente no sé qué sería de mí sin ti a cargo del trabajo táctico.

Esas palabras, de nuevo. Habían sacudido su mundo un día de repente, y lo volvían hacer en ese momento. Se limpiaba una herida en el brazo sentada en una roca cuando lo escuchó llamarla, y entonces tuvo que detenerse, porque se le había ido el aire.

Hicieron falta unos segundos de comprensión para que Robin pudiese recuperarse de la impresión y se atreviera a hablar, dejando de lado su trabajo curativo y arrugando algunos mechones de su cabello entre una de sus manos, sin dirigirse una sola vez al llamado príncipe de Ylisse.

—Es mi trabajo. Estoy encantada de ayudar a tu causa. —Respondió ella, mientras el ruido del campamento comenzaba a levantarse y los abordaba en esos momentos. Ella no se atrevió a alzar la vista y trató de concentrarse en su trabajo, cuando Lissa se acercó a ella y le ayudó con angustia por sus heridas.

—Espero que no te importe que discutamos nuestra siguiente maniobra táctica después de-... —Chrom hablaba con tranquilidad y mucha motivación sobre su siguiente movimiento bélico cuando una tercera persona se añadió a la conversación, interrumpiendo las cavilaciones del príncipe.

—¡Chrom! ¡Te he horneado una tarta! —Sumia, la caballero de pegaso, corrió hasta donde ambos príncipes y la estratega se reunían, con una tarta en la mano. Se acercaba rápidamente cuando, fiel a su costumbre, la joven trastabilló y Chrom, siendo veloz como era, corrió a su alcance, atajándola por la cintura.

Dos pares de femeninos y curiosos ojos le dedicaron una mirada profunda, mientras Sumia enrojecía entre los brazos de Chrom, sin soltar la tarta por un solo momento.

—Eso estuvo cerca. —Sonrió el príncipe mientras ayudaba a la joven de cabellos castaños a incorporarse, completamente sonrojada y sonriente.

—Gracias Chrom. Siempre estás cerca para salvarme. —Sumia lució auténticamente agradecida y de pronto la conversación giró en torno a la tarta recién salvada entre la joven y el heredero al trono de Ylisse, que se sintió endeudado con la dedicación que la joven le obsequiaba una tarta y conversó con ella amablemente.

Desde sus respectivos lugares, Robin y Lissa observaron a la pareja conversando alegremente, aparentemente pasando de ellas. Entonces Chrom se giró a su hermana y estratega, con la esperanza de que hubiese algo que lo retuviese con ellas y pudiese dejar la conservación con Sumia para después.

No funcionó.

—¿Nos vemos en la cena?

—Nos vemos en la cena.

Y entonces se marchó.

Para cuando la pareja se alejó conversando, Robin bajó la cabeza, luchando por no prestar atención a nada más. Sus manos se apretaron en un puño hasta que los nudillos blanquearon y la sensación de desesperación subió por su cuerpo, llegando a sus ojos, invitándola a llorar. La escena se repetía en su cabeza y sacudía todo a su paso. De pronto, su pecho dolía.

Dolía tanto que ni siquiera se sintió sorprendida de ser descubierta.

—¿Qué, por todos los dioses, fue eso? —Lissa claramente se refería a ella y no a lo ocurrido unos momentos atrás entre Sumia y su hermano mayor.

Pero ni ella misma lo entendía, y con un gimoteo, habló—. ¡No lo sé!

Fin del capítulo I.

PS. ¡Hola a todos y todas! :D les escribo desde mi primer longfic de FE:A :D que espero les guste ;D Fiel a mi costumbre, este fanfic es Chrom/Fem!MU. Espero que les guste :3 y les advierto, este fic ya está terminado, así que sólo es de tener el tiempo para poder actualizar :)

Espero que me acompañen en esta pequeña aventura :)

Onmi.