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Shut up and dance

por Onmyuji


Lo único que necesitaba en esos momentos, era reunirse urgentemente con Robin para tratar un asunto táctico muy importante. Se concentró en el mapa en su escritorio y se llevó las manos al cabello, buscando alguna forma de encontrar la concentración necesaria para proveer alguna clase de sugerencia para los planes que seguramente Robin ya tenía preparados.

Pero había un pequeño problema al respecto y era que de pronto, sus compañeros en batalla y amigos de siempre, parecía que habían elegido ese día en particular para hacer más ruido del habitual, al punto en que Chrom estaba casi seguro de que le daría un buen dolor de cabeza, de no hacer algo al respecto.

Y aún necesitaba hablar con Robin.

Pensar en su estratega era extrañamente incómodo, a veces. Su relación con ella era extraña y del tipo vergonzosa. Sobre todo vergonzosa. Parecía que lo único que podía hablar el uno con el otro era de estrategias y planes de batalla. Lo cierto era que la estratega era un prodigio para esta clase de cosas y Chrom realmente estaba agradecido de tenerla en su bando.

Y además no podía olvidar su «primer intento de acercamiento con ella», donde al parecer la había insultado más allá de lo imaginado. ¿Cómo se suponía que el supiera que a Robin le gustan las cosas de mujeres?

También estaba el «accidente del baño», como lo había bautizado. ¿No podía tener alguna forma más normal de relacionarse con ella? Es que no era por nada, pero desde aquella ocasión, Chrom solía tener pensamientos incómodamente recurrentes sobre la estratega.

Cada vez hacía más ruido afuera y el príncipe de Ylisse ya se estaba resignando a que no podría concentrarse lo suficiente para darle ideas a su estrega; pero la molestia del ruido fuera de su tienda seguía presente, así que se levantó de su lugar y caminó hasta la cortina, donde la abrió y salió con la mejor intención de reprender al autor de tal ruido.

—¿Por todos los Dioses, qué hace tanto ruid-...? —Las inquietudes de Chrom murieron en su boca cuando notó que a su alrededor todo era un espíritu festivo generalizado. ¿Por qué? ¡Vaya Naga a saber! Pero cuando se internó entre sus compañeros para descubrir el motivo de la celebración, lo único que encontró fue gente comiendo y bebiendo ruidosamente y música. Mucha música.

—Frederick! ¿Has visto a Robin? —El príncipe atrapó infraganti a su caballero que caminaba en dirección a donde la mayoría de sus amigos se encontraban, buscando a la joven estratega con la que tenía un asunto muy importante qué discutir.

—Me temo que no, Milord.

—¿Y todo este ruido por qué es?

—Lady Lissa pensó que sería una buena idea para animar a todos, Milord. —Bueno, ¿Lissa se creía que podía mandar sola para tomar esa clase de decisiones? Indignado por el ruido lo dejó pasar, tomando nota mentalmente de la conversación que tendría con su hermana al respecto.

Pero el ruido no cesaba. Y la música de pronto a inundó el campamento, haciendo que Chrom sintiera una especie de presión por encontrar a su estratega.

—¿Robin? —Pero Chrom no la encontraba entre todos sus compañeros, congregados alrededor de una improvisada pista de baile, donde ya podía ver a Lissa llevando a cuestas Frederick para bailar, a Nowi colgada del brazo de Gaius, incluso a Olivia también.

«Esto es ridículo». Lo era, al menos para su real persona. Todos parecían más ocupados en festejar cualquier cosa de la que su hermana les hubiese convencido, y él sólo quería discutir los planes de viaje con Robin para su próximo destino.

Estaba comenzando a perder la paciencia y tomando energía para marcharse en dirección a su tienda cuando sintió un empujón por la espalda y luego una mano femenina y pequeña sobre la suya. Entonces no supo lo que ocurrió, y en un instante ya estaba sobre la improvisada pista de baile, con Robin frente a él.

Un puñado de mariposas revoloteó en su estómago, haciéndolo sentir muy incómodo—. ¡Rob-... Robin!

—No mires a los demás, sólo veme a mí. —Sonrió ella mientras divertida unía su mano derecha a la de él y su otra mano la colocaba sobre el hombro descubierto del príncipe.

Chrom enrojeció. No era como si nunca hubiera hecho algún baile entre cortesanos en Ylisstol, pero nunca se había considerado muy diestro para bailar. Y que además, hubiese sido ella quien lo sacaba a bailar, cuando debía ser al revés...

Aquella sensación de mariposas fue sustituida por un mareo incómodo que se extendió por todo su cuerpo cuando ella comenzó a moverse, muy despacio, entre la gente. Los pies del príncipe se volvieron torpes entonces, haciéndolo sentir vergüenza.

«¿Qué, por todos los Dioses, está pasando conmigo?».

—¿Así es como baila el Gran Príncipe Chrom de Ylisse? —Se rió ella mientras se aferraba a sus pasos junto a él y el ritmo se volvía más atrevido, ágil y feliz. Ofendido por el comentario de su estratega, apretó su mano y cambió rápidamente el ritmo, siendo él quien ahora la llevaba por la improvisada pista de baile.

Toda su irritación por tener una reunión de trabajo con la estratega se fue a la basura cuando Chrom le sonrió con esa gallardía propia de su persona y se concentró en el baile que sostenía con ella.

—Te enseñaré cómo baila el Gran Príncipe Chrom de Ylisse.

Se sentía un poco tonto por caer en las provocaciones de ella, pero no podía dejar que ella lo llevara en medio del baile. ¿Qué pensarían sus Sheperds de ver a su Capitán y príncipe de Ylisse siendo llevado en la danza por su estratega? Estaba demasiado concentrado en sus pensamientos mientras llevaba el paso, que lo que ocurrió a continuación lo hizo abrir los ojos y dirigir su azorada vista a Robin.

Al sentirse llevada por la música, ella comenzó a reír. Y los ojos de Chrom se abrieron grandes, llenos de sorpresa y curiosidad al notar cuán femenina y delicada parecía con esos movimientos tan gráciles con que respondía a sus pasos de baile.

—¿De qué te ríes? —Inquirió.

—Bueno, es que me estoy divirtiendo mucho. —Y volvió a reír. Y entonces Chrom cayó en la cuenta de que pocas veces la había escuchado reír de esa forma. Y reconoció, por primera vez desde que la conoció, que le gustaba la forma en que ella se reía, porque era feliz.

Y porque ella...

«... es muy linda».

—Igual yo.

Y entonces ambos, en igualdad de habilidades, comenzaron a llamar la atención de todos, mientras la música seguía sonando y Chrom y Robin continuaban ese baile encantador que a todos distrajo por completo, para el total desconocimiento del príncipe y la estratega.

El príncipe de cabellos azulados reconoció que era la primera vez que se divertía tanto en compañía de alguna de las chicas de los Sheperds. Bueno, en realidad, era la primera vez que estaba tan cerca de una chica que no fueran Lissa o Emmeryn.

Y acompañándose de Robin se sentía muy bien; alborotaba pero tranquilizaba esas emociones irregulares que atacaban a su furioso latido de corazón, la sangre en sus mejillas, el vértigo y el vacío en su estomago.

Y cuando sus ojos azules se enfocaron en los de ella, sintió que su mirada penetraba en la profundidad de esos orbes color miel, como si hubiese conocido lo más profundo de su alma. Y casi sintió que alucinaba, pues sentía que veía el futuro dentro de su mirada, haciendo que su corazón se acelerara de la mera expectativa.

Ahí fue que Chrom lo entendió.

Esa mujer era su destino. Habían nacido para estar juntos.

Y él estaba profundamente enamorado.

Si hubiese cambiado el ritmo de la música y él hubiese podido acercarse un poco más, tal vez habría tenido el valor de reducir la distancia a su bonito rostro y robado un beso ante los ojos atónitos de todos sus compañeros. Pero para todo había un tiempo y un lugar. Y no quería levantar habladurías entre sus Sheperds (ni despertar la romántica vena de su hermana), cometiendo algún impulsivo acto.

—Deberíamos hacer esto más seguido. —Sugirió el príncipe casi sin pensarlo y en un hilo de voz. Robin se río más fuerte mientras retomaba el control en su forma de bailar y los pies se movieron tres pasos hacia atrás, para obligarlo a seguir el ritmo y presionar a Chrom a prestar atención.

—Oh, sólo cállate y baila conmigo.


Fin.


PS. Bueno, aquí les traigo otro Chrobin, relativamente nuevo. Lo terminé hace un par de semanas, pero el trabajo no me había dado la oportunidad de publicar, así que aquí estoy :D esperando sus comentarios con muchas ansias, que me den sus comentarios acerca de la narración, la ortografía y los personajes :D

Antes de que se me olvide: sí, la canción que inspiró este fanfic fue Shut up and dance de Walk the moon.

Y tengan por seguro que muy pronto voy a traerles más, muuuucho más fanfics de Fire Emblem: Awakening.

Nos estamos leyendo :D

Onmi.