Hola a tods!! En fín, mi nuevo fic. NO RECOMENDADO PARA MENORES Y MENTES PERTURBABLES, la verdad en este fic lo único que me ha importado ha sido reírme mucho y bueno si consigo sacaros una sonrisa todavía mejor. Realmente estoy algo perturbada, lo sé tengo las hormonas revolucionadas, así que por eso decidí revolucionar completamente las hormonas de mi Hermione. Os pongo los tres primeros capítulos para que os vaya entrando el gusanillo y tranquilos ya está escrito hasta el séptimo así que no tardaré en subir nuevos y alocados capítulos. SI OS GUSTA, O CONSIGO ARRANCAROS UNA SONRISA mandadme un review (miiii tesoro) Besos a todos: Sel
UNA NUEVA ASIGNATURA
- ¿Una nueva asignatura? ¿A estas alturas? ¿De verdad cree que es una buena idea profesor Dumbledore? – inquirió la profesora McGonagall arrugando el ceño.
- Jamás había oído nada sobre la asignatura de convivencia mágica – objetó Snape.
- Eso es porque nunca se ha impartido en Hogwarts profesor Snape – contestó Dumbledore tranquilamente – pero a partir de ahora Happy Lovegood se encargará de impartirla.
- ¿Happy Lovegood? ¿Esa mujer tan estrambótica? – inquirió Severus.
- ¿Y en qué consiste exactamente Convivencias Mágicas? – preguntó McGonagall.
- La profesora Lovegood intentará favorecer la unión de las distintas casas según la edad. Lo que se quiere conseguir es que los estudiantes de Hogwarts se sientan unidos con todas las casas, creo firmemente que si logramos que las cuatro casas se respeten y se apoyen evitaremos en un futuro catástrofes como Voldemort.
- Pero Profesor Dumbledore, ya en los inicios de Hogwarts fue imposible la coexistencia pacífica. Recuerde a Salazar Slytherin. – argumentó McGonagall preocupada.
- Minerva, confío en mis estudiantes, sé que todos son buenos chicos. Confiemos en ellos y en la profesora Lovegood. Ahora por favor debo enviar lechuzas a los estudiantes comunicándoles la noticia.
Snape puso los ojos en blanco mientras que McGonagall seguía con el ceño fruncido. Ambos abandonaron el despacho de Dumbledore. Estaban a una semana de comenzar las clases.
El sonido del aleteo de una lechuza sacó una joven castaña de uno de sus libros favoritos. Era una de las lechuzas de Hogwarts. Hermione abrió ansiosa la carta:
Alumnos de Hogwarts, les comunicamos que este nuevo curso se impartir una nueva asignatura: Convivencia mágica. No necesitarán ningún libro para dicha asignatura. Tendrá carácter obligatorio y se impartirá en todos los cursos. Disfruten del resto de sus vacaciones. Atentamente:
Profesor Dumbledore
Hermione emitió un grito histérico. ¿¿Nueva asignatura sin libro?? Pero, pero, pero... ¿¿cómo se les ha podido ocurrir?? ¿Cómo iba a saber nada sobre convivencia mágica si no tenía un libro en el que respaldarse? ¿¿Cómo se iba a presentar el primer día sin saber absolutamente nada?? Cogió de encima de su mesa una pelota de goma y comenzó a girarla sobre sus manos intentando calmarse. No tenía ninguna gracia.
Una pequeña lechuza que reconoció al instante se posó a su lado. Era Pig. ¿Carta de Ron? Hermione le obsequió a Pig con un dulce y leyó el pergamino de su amigo:
Hola Herm:
¿Necesitas que te lleve a San Mungo? Seguro que te estas volviendo
loca porque en convivencia mágica no hay libro. ¿Que malos que son verdad? ¿cómo pueden hacerte esto? ¡Pobrecita Hermione! Nos vemos pronto. Lo dicho, si necesitas que te acerque a San Mungo mándame una lechuza, quien sabe, podrían ponerte en la misma habitación que el guapo de Lockhart
Ron. W.
A Hermione le comenzó a hervir la sangre. Ron siempre conseguía ese efecto en ella. Era uno de sus mejores amigos pero no conseguían estar mas de dos días sin discutir. Y claro un verano entero... él se lo había buscado. Hermione sacó de un cajón un pergamino y cogiendo con gran fuerza la pluma comenzó:
Ronald Wesley
Serás tú el que necesite ir a San Mungo cuando acabe contigo. No sé,
se me ocurren un par de pociones... o quizás no ayudarte en ningún
deber.. o... ¿debería contarle algo a tu madre? No, ¡ya lo tengo! Una
preciosa arañita en tu cama... ya me lo pensaré. Y NO ME GUSTA LA GENTE SOLO PORQUE SEA GUAPA.
Hermione sonrió satisfecha. Con esto aprendería a no hacerse el graciosillo. Se imaginó la cara de Ron al leer todas sus amenazas. Sobretodo la araña. Ron les tenía pánico. Le entregó a Pig la carta y la lechuza salió en dirección a la madriguera. Hermione miró el cielo estrellado. Le recordó el gran comedor de Hogwarts. Se moría de ganas por volver al castillo. Por ver de nuevo a sus dos grandes amigos. Se imaginó el momento del reencuentro. Ella iría corriendo a abrazarlos. Harry le devolvería el abrazo y Ron lo aceptaría con alguna mueca. Abrazó un cojín de la emoción. Un picotazo la devolvió a la realidad. Era Hedwig.
Hola Herm soy Harry:
Estoy con Ron en la madriguera. He intentado evitar que te enviara la
lechuza anterior pero no he podido. Ron te pide perdón (bueno de hecho está todavía con la cara blanca y tu pergamino en las manos,
pobrecito) y aunque todavía no ha dicho palabra te aseguro que est
muy arrepentido. Ambos tenemos muchas ganas de volver a verte. Ginny también te envía saludos. Y no te preocupes por lo del libro, eres la mejor alumna de Hogwarts. Cuídate Herm.
Hermione sonrió de nuevo agradecida por el cumplido de Harry. Siempre sabía intermediar entre Ron y ella. Decidió no responder a la lechuza para que Ron continuase temiendo sus amenazas y aprendiera a no meterse tanto con ella. Se tumbó en la cama mirando al techo hasta que se quedó dormida. Pronto volvería con sus amigos.
