Capitulo I-. Quidditch y reencuentros

Se levantó todavía un poco adormilada, muchas cosas le vinieron a la cabeza:

Tendría que terminar un trabajo para El Ministerio de Magia, realmente era diplomática.

¡AH! como olvidar el partido de Quidditch. Que se realizaría ahí en Bulgaria.

Había sido muy difícil para ella dejar de Londres y mudarse a Bulgaria.

Al fin dejo la cama, tomo un baño de agua caliente, el clima búlgaro en la opinión de ella era demasiado frío, prendió la radio de la bañera, en ese momento una voz femenina comenzó a hablar, era realmente muy aguda:

"El verano a comenzado, algo muy sorprendente a sucedido en nuestra patria, han llegado muchos turistas, nunca se ha visto algo así...

Pasando a otras noticias El clima en estos momentos es de 12'8 grados centígrados se pronostica que en un par de días ya empiece el verdadero cálido verano..."

La muchacha apagó la "infernal" radio, se vistió (decidió vestirse con unos jeans, algo deslavados y una camisa larga de color púrpura) y se peino la cabellera café.

Se puso un abrigo para salir, era realmente grueso y peludo. Cuando abrió la puerta algo le salto a la cara ¡ERA UNA LECHUZA!; de color negro, algo gigante y mansa la muchacha la comenzó acariciar, y está por su naturaleza mansita se dejó, después le desenredo cuidadosamente la pequeña carta:

Querida Hermione:

- Tan siquiera sabe escribir mi nombre- pensó la muchacha, lo cual pareció un suspiro.

Te espero esta tarde en la cafetería

Te llevaras algunas sorpresas.

Te manda abrazos y besos Viktor

Termino de leer la carta, agarró a la lechuza a la que puso en una jaula muy espaciosa y salió de la casa.

Vio la estrecha calle en la que vivía desde hace 2 años camino hacía un roble, del que se rumoreaba que tenía más de 1000 años, algo realmente ilógico para Hermione pero tampoco dudaba que tuviera muchos años.

Volteo haber si no había nadie, primero hacía la izquierda y luego hacía la derecha, para su suerte la calle estaba vacía, sacó su varita que todavía tenía una pequeña astilla, la cual se había hecho cuando ella y sus amigos habían ido a pelear la batalla final contra el que la gente seguía llamando El- Que- No- Debe- Ser- Nombrado o como muy pocos decían: Voldemort. Comenzó a rozar el roble con la varita tomando sumo cuidado de que se formara una M y no una W como al principio le había sucedido. El extraño árbol se hizo a un lado para dejar a la vista un agujero lo suficientemente grande para que Hermione cupiera se deslizo cuidadosamente como innumerables veces lo había hecho.

Era como sentir que te deslizabas en un tobogán o por lo menos así lo sentía ella, comenzó a deslizarse más rápido, más rápido cada vez más rápido hasta que ¡ZAS! Calló en un a espaciosa chimenea, solo que había un pequeño problema sus piernas se habían atorado

- Hay alguien ahí- dijo una voz suave

-¡Señora Slivnitsa!- exclamó alegre Hermione

-Querida que sucede- dijo esta vez una voz masculina, dirigiéndose a la señora Slivnitsa

- Nada Godech, es solo Hermione, tuvo un pequeño accidente con la chimenea – dijo la Señora de Godech también conocida como señora Slivnitsa

-Señores estoy aquí- dijo Hermione de una manera muy sarcástica.

-Oh, espera un momento Hermione te bajaremos enseguida- dijo el señor Godech

-Solo dobla un poco tus piernas- sugirió la señora Slivnitsa

- Es imposible- protesto Hermione.

-Intenta – dijeron la señora y el señor Godech

-Bueno lo haré- sucumbió la muchacha

Y entonces ¡ZAS! calló boca abajo frente a los señores Godech. Se comenzó a sacudir de tal manera que casi llena a la señora Slivnitsa de polvo:

-Más consideración – la reprimió

- Perdone- contesto ella algo apenada.

-Mejor date prisa la jornada en el Ministerio a comenzado- le sugirió el señor Godech

-¡No puede ser! ¡Se me hará tarde! – grito Hermione

-Mejor comienza a correr – le dijo la señora Slivnitsa

-Solo quisiera saber si por casualidad no deje mi maletín aquí – preguntó la muchacha algo dudosa

Pensé que nunca dirías eso – exclamó la señora Slivnitsa- se encuentra aquí en el mostrador

Hermione por primera vez se dedico en observar la taberna que tenía como nombre "Las runas de roble"

Era realmente grande, solamente que ella se encontraba en el almacén de la taberna que al igual que está ultima era casi igual de grande. Refiriéndonos al aspecto del almacén:

Estaba lleno de cajas a punto de estallar, al igual que el maletín de Hermione el cual la señora Slivnitsa todavía no lograba encontrar, siguió observando; en una caja de un color rojo, algo vieja y desgastada, tenía escrito en letras grandes:

WHISKY DE FUEGO

Y en letras más chicas:

Manténgase lejos del alcance de los menores de edad y del fuego.
A Ron le encantaría probar esto- pensó la chica de pelo café, entonces ella misma se sorprendió: hacía hace mucho tiempo (demasiado) que no pensaba en el pelirrojo, ni siquiera porque tenía que tratar con su hermano Percy, el cual era el ministro de magia de Inglaterra, y ni siquiera por convivir interminables horas con la sobrina de él (hija de Percy y Penélope Clearwater), se convenció que no debía pensar en el pelirrojo, y así lo hizo.
Señorita Hermione- dijo la señora Slivnitsa, por primera vez su aspecto de está ultima le pareció cómico a Hermione (ya de por sí la señora de Godech era algo, tan solo algo, más gorda que la señora Molly Weasley) en ese momento la señora Godech se encontraba usando un delantal que tenía dibujado elfos domésticos trabajando, los cuales como cualquier cosa mágica se movían, su excéntrico delantal se encontraba tan sucio que los elfos de esté ultimo trataban de quitarse el polvo por su propia cuenta. Su cabellera negra se encontraba algo esponjada y llena, al igual que su delantal, de polvo, llevaba puesta una túnica color café con el logotipo de la taberna, este logotipo estaba a punto de descoserse y lo que más risa le daba a Hermione eran sus pies en los cuales uno traía un zapato negro muy exquisito, mientras que el otro se encontraba totalmente descalzo, dejando ver la piel morena de la señora Slivnitsa.
Eh…….señora Slivnitsa- dijo o trato de decir Hermione mientras señalaba el pie descalzo de la señora de Godech.
¡Oh, No importa querida- dijo la señora Slivnitsa sin darle mucha importancia- lo importante es que tomes tu PESADO maletín- la señora le dio un gran énfasis a pesado- podrías creer que lo confundí con unas de mis cajas- agrego tendiéndole un maletín negro y tan rebosante de papeles al igual que esas cajas que contenían innumerables cantidades de bebidas -Que tenga un buen día señorita Hermione- y diciéndole esto salió de la habitación.

Señor Godech - dijo Hermione volteando a ver a tal señor que en esos momentos se encontraba subiendo y bajando pesadas cajas, el señor Godech volteo haber por que razón la jovencita se dirigía a él, en ese momento Hermione señalo el negro zapato de la señora Slivnitsa, que se encontraba en un rincón, el señor Godech tomo en sus no tan frágiles manos (manejaba realmente bien sus 95 años al contrario de otros muchos magos) el oscuro zapato de su esposa, volteo a ver a Hermione de tal manera que ella entendió que le estaba dando las gracias y en ese instante el señor Godech salió corriendo en busca de su mujer.

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Había salido inmediatamente de la taberna de los Godech, estaba decidida a tomar un carruaje tirado por los no tan lindos y agradables thestrals, y no por nada Hermione pensaba eso de ellos ver a un thestrals significaba ver visto ver morir a una persona y era deducible a quién había visto Hermione morir, era nada más ni nada menos que a Voldemort (eso claro era bueno).

En ese momento la muchacha vio a un hombre vestido con una túnica color verde pistache acariciándole el hocico a un thestrals, era obvio saber que este hombre era un cochero. Conocía a la perfección aquel perfil; tenía una cabellera de color café algo rizada, era realmente una persona menuda y con unos ojos color piedra.

Buenos días Gurth- le dijo Hermione a este raro personaje.

Buenos días señorita Hermione, a donde gustaría que la lleve- respondió cortésmente Gurth

Al Ministerio de Magia- dijo Hermione subiendo al carruaje, haciendo que el encanto de la escena desapareciera, lo cual decepcionó verdaderamente a Gurth, quien lo más pronto subió al carruaje.

¿Cómo amaneciste hoy Gurth?- preguntó Hermione mientras contemplaba la espaciosa comunidad que recibía como nombre Ehwaz, realmente era muy hermosa. Paso un largo silencio y Gurth no contestaba, Hermione se dio cuenta que se encontraba herido por algo, pero que había hecho ella mal, en un momento estaba más feliz que un pez en el agua y de repente estaba tan triste como Krum después de perder algún partido. Sé percato que Gurth no seguiría la platica así que abrió su maletín y saco una túnica color beige la cual se la puso encima de la ropa muggle que llevaba, realmente tenía mucho calor, pero ni modo que se quitara la ropa en la calle y menos frente a Gurth. Se encontraba tan aburrida que se puse a observar cuidadosamente, primero comenzó con el carruaje; era de un color morado delineado con un color dorado, las ruedas eran de esas antiguas que hacen mucho ruido por eso los magos las habían embrujado para que no omitiera ningún tipo de ruido. Adentro el carruaje tenía cómodos asientos forrados con tela azul estos, al igual que las ruedas, estaban hechizados para que fueran tan cómodos que no cansara sentarse y para que la gente no se entumiera en ellos. Estaba a punto de comenzar a observar la comunidad cuando Gurth pronunció, todavía algo triste:

Ministerio de Magia llegamos.

Hermione se bajo del carruaje, volteo a ver a Gurth que seguía ahí observando el enorme edificio, se percató que Hermione lo miraba no pudo evitar sonrojarse, Hermione sonrió se acerco a él y en forma de despedida le dio un beso en el sonrojada mejilla, aunque llevaban meses despidiéndose así (y Viktor no lo veía mal) el muchacho no pudo evitar de nuevo sonrojarse más, ahora fue el quien rompió el encanto de la escena haciendo solamente una leve inclinación por la que muy pronto sería la mujer de un amigo suyo llamado Viktor Krum, acabó de ser su pequeña inclinación y se marchó.

Hermione comenzó a caminar hacía el enorme edificio, cuando se destinaba a abrir la puerta, una voz femenina le habló:

Hermione deberías tener un club de admiradores, con la escena que acabó de ver basta para saberlo.

Hermione volteó a ver quien en ese momento le dirigía la palabra:

-¡Penélope! ¿Qué haces aquí?- dijo sorprendida

¡Qué una madre no puede venir a visitar a la madrina de su hija!- respondió ella bromeando.

Si claro... pero que te hace venir- dijo dudosa Hermione

Quería saber si no me puedes hacer el grande favor de cuidar a tu ahijada.

Si claro ¿pero por qué?- preguntó la muchacha de pelo café.

Por que Percy y yo, tenemos que hacer un viaje largo, ya sabes, fiestas importantes, juntas, discusiones, donde NO ACEPTAN NIÑOS- dijo casi gritando.

Si claro que la cuidare- dijo una Hermione realmente muy asustada.

Perfecto-dijo una Penélope mucho más calmada- ¡Tesoro!- Dijo con una voz cantarina dirigiéndose a una pequeña de pelo rojo largo y rizado, que se encontraba sentada en la banqueta de la calle intentando volver su piel color naranja, esto no era de extrañar por que la pequeña brujita era una metamorfomaga, se paró y corrió hacía su madre y hacia su madrina.

Hola madrina- dijo la pequeña refiriéndose a Hermione- Mami creó que me enchueque la nariz en mi intento de volverme color naranja-dijo está vez refiriéndose a Penélope.

No, yo la veo bien- opino Penélope

No mira bien- dijo con voz obstinada la pequeña.

Hermione sabía muy bien que se trataba de otra broma de la pequeña, la conocía bastante bien;

Su nombre era Abishag Weasley Clearwater (El nombre se lo puso su madre)

Tenía la escasa edad de 4 años.

Le gustaban (casi era un excentricismo) los objetos muggles.

Su padre sabía muy bien que la niña tenía gusto por las bromas, lo cual lo atribuía a Fred y George, quienes tenían una tienda de artículos de bromas llamada "Sortilegios Weasley"

Esto último se lo ocultaba a su pequeña hija no fuera hacer que su pequeño gusto por las bromas se volviera a un mayor.

El don de la pequeña (la metamorfomagia) le había causado muchos problemas a su padre, desde el nacimiento de está;

Había nacido con pelo pelirrojo y rizado, su padre y su madre la habían observado cuidadosamente, los dos se encontraban muy felices ya que se trataba de su primera hija, Penélope decidió ponerle a su bebé Abishag. Esa misma noche la habían dejado en la incubadora donde la pequeña al parecer dormía tranquila, a la mañana siguiente Percy le dijo a Penélope: que iría a visitar a Abishag, llegando a donde se supone que debería haber estado su hija; la busco con la mirada una y otra vez, y cuando juraba verla desaparecía de repente, en eso llego una enfermera y Percy desesperado le pidió a su hija, la enfermera la busco, primero tranquila y luego desesperada y no la encontró, la enfermera fue a buscar a los padres de Abishag y les dio la mala noticia los cuales se pusieron muy tristes, esa noche ellos durmieron en el hospital algo conmocionados por lo sucedido, a la mañana siguiente le dijeron a Percy que su hija había aparecido, en seguida pidió que se la trajeran, y así lo hicieron cuando Percy la tuvo en sus brazos la pequeña enfrente de todos cambió de forma. Unos días después le llegó una lechuza con una carta en la cual se explicaba que el bisabuelo de Penélope había sido un metamorfomago y que al parecer la pequeña había heredado es don.

Hermione casi no se aguantó la risa que le producía recordar aquella anécdota, que a todos le causaba una buena partida de risa, menos al mismo Percy.

No tienes nada Abishag- sentencio Penélope- ya te revise más de 1000 veces.

Mira bien- repitió por centésima vez la pelirroja.

¡Abishag Weasley, deja de inventar tonterías!- le llamo la atención Penélope mientras le daba una buena sacudida.

La pequeña se rindió se dio cuenta que habían descubierto su juego, cruzó los brazos y puso cara obstinada.

Si hubiera sabido que tener niños fuese tan difícil y cansado no me hubiera casado- se dijo así misma Penélope- No te lo recomiendo- dijo está vez dirigiéndose a Hermione, quién respondió con una ligera sonrisa- Será mejor dejar a Abishag contigo- y en un susurro para que su hija no la escuchara- mientras más pronto será mucho mejor.

La pequeña se fijo que hablaban de ella, y eso no lo vio con buena espina. Miró a su madrina que sudaba como nunca:

¡Madrina como sudas, pareces un dragón bajó sol- ese comentario hizo que Abishag se ganará un buen golpe de parte de su madre.

¿Tu lo crees?- dijo Hermione tratando de parecer sorprendida, lo cual no se lo creyó la niña, en ese campo ella era la experta, y no su madrina.

Madrina basta verte para saberlo- dijo tratando de igualar la voz que su madre había utilizado hace unos momentos.

Eh... ya me voy- dijo Penélope en un intento de huida.

Adiós mami- dijo la niña con voz cantarina.

Adiós tesoro- dijo Penélope mientras caminaba hacia lo que parecía ser una dulcería.

Interesante, mi madre me abandona- dijo la pequeña con voz burlona.

Hermione lanzo un prolongado suspiro.

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Las dos entraron en la espaciosa oficina de Hermione, la cual estaba pintada con pintada con pintura blanca había un bello escritorio con una igualmente bella placa que tenía inscrito "Hermione Granger", había una ventana abierta, archiveros, un ropero y unos sillones muy cómodos.

Es cierto lo que dice papá que me llevaras a los partidos de Quidditch, o simplemente es solo parte de su plan para abandonarme- dijo la Weasley.

No, es verdad- respondió Hermione.

Papá me dijo que tu esposo es jugador de Quidditch- dijo la niña

No es mi...- Hermione calló, entendió la jugarreta de Percy- Si, es verdad

Mmmmmmmmmmmmmm- se quedo pensando la niña, mientras se paseaba por la espaciosa oficina de su madrina- Me imagino que...

Se llama Viktor Krum- dijo Hermione.

Si Vicki...

Hermione se paró y caminó hacía la niña pelirroja y le grito:

Cállate Ron no se llama Viki se llama VIKTOR- cuando se dio cuenta de su equivocación ya era demasiado tarde.

La pequeña comenzó a lloriquear peor que un recién nacido.

Si que ha heredado la sensibilidad de toda la familia- pensó Hermione.

Pasaron un buen rato en silencio, hasta que la niña se repuso y preguntó:

¿Por qué me llamaste Ron, así se llama mi tío, no?

Es una muy larga historia...

Abishag- termino la niña.

Ron y yo solíamos discutir sobre Krum, el lo llamaba Viki, era su manera de molestarme, hasta séptimo año- dijo Hermione mientras se acercaba hacia Abishag y la abrazaba.

¿y el sabe qué te casaste con su némesis?

No, realmente no estoy casada con él, pero tu no le digas a tu padre que te acabó de decir esto- contestó Hermione.

Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh- dijo la pequeña mirando a su madrina de otra manera que está ultima jamás había visto en la cara de su ahijada

¡Quita esa cara!- le pidió Hermione a su ahijada, mientras se volteaba y se dirigía hacía su escritorio.

¿Por qué?- pregunto la niña, mientras caminaba hacía el escritorio lo más rápido que sus cortas piernas le permitían- Puedo cambiar cualquier cosa que me pidas, pero no me pidas que cambie mi cara, eso si duele mucho.

No, no quiero que cambies tu cara- dijo Hermione mirando severamente a Abishag- lo que quiero es que cambies ese gesto, que hiciste hace ra...

Hermione no pudo acabar su frase, por que en ese momento entro volando por la ventana abierta, que se encontraba en esa oficina, una lechuza, muy diferente a la de la mañana, era dorada, de plumas exquisitas, pico bien formado, unos ojos negros tan penetrantes como los de cualquier ser humano. Hermione extendió la mano para que la lechuza le entregará la carta, que grande fue su sorpresa, cuando vio que la lechuza se dirigía hacía Abishag, la cual tomo la carta, y como la pequeña no lograba descifrar los jeroglíficos de la escritura, aunque la escritura del remitente era fresca, la niña solicito la ayuda de su madrina, quien le leyó en voz alta:

Querida prima Abishag:

¡¿Cuántas horribles semanas eh pasado en Francia sin verte a ti, ni a mis tíos!

Mi Madre dice que pronto iremos a los partidos de Quidditch, que se realizan en una ciudad ¿cuál es su nombre?... Ah que más da, lo importante es que estarás ahí (sí mamá no me ha mentido).

Te espera con ansias Boccaccio

-¡Que encantador!- pensó Hermione- era de esperar, es hijo de Fleur Delacour, y según Harry está es medio veela- trato de recordar al pequeño niño, de seis años, hijo de Bill Weasley, siguió tratando hasta que recordó la cara del pequeño infante:

Era alto, claro sin excederse al tamaño de su edad, rubio, su madre solía peinarlo de ladito, el niño se despeinaba y solo dejaba un mechón bien peinado (aunque el niño añoraba peinarce como su padre Bill) tenía unos hermosos ojos azules y nadie podía resistirse a él, ya que Boccaccio era medio veela...

Madrina- dijo Abishag señalando un reloj, que Hermione había colocada en una pared blanca- Ya es tarde ¿no?

¡Oh no!- dijo Hermione recordando la carta de Viktor, agarro a Abishag, tomo su maletín y salió corriendo por todo el Ministerio.

¡Adiós Hermione!- le decía todos sus compañeros de trabajo, Hermione tenía que detenerse a despedirse de todos, lo cual le tomaba demasiado de su valioso y retrasado tiempo. Por un momento odio que toda la comunidad de Ehwaz la conociera. Salió corriendo y empujo de manera brusca la puerta, para su fortuna ahí se encontraba Gurth con su carruaje tirado por los thestrals.

Hola Gurth, llévame a la cafetería "La real Esfinge" y rápido- dijo Hermione brincando al carruaje, con todo y Abishag.

Gurth no entendía nada hasta que Hermione le grito, desde el carruaje:

¡DESPAPÍLATE!-

Gurth subió a su carruaje y comenzó ha conducirlo por la comunidad Ehwaz hasta llegar ah una estrecha edificación, que era realmente la cafetería "La real Esfinge" (El viaje fue corto para todos, para Hermione esto era bueno, para Gurth decepcionante y para Abishag aburrido)

Hermione entro en la pequeña cafetería, con Abishag de la mano, las dos buscaron a Viktor con la mirada, pero por más que buscaron en la pequeña cafetería, no encontraron al grueso jugador de Quidditch.

Tal vez se le olvido- dijo Abishag con voz asustada, ya que la ultima vez que había hablado de Viktor su madrina le había "regalado" un buen grito- papá dice que uno es fuerte- agregó la niña alargando su mano de tal manera que pareciese gorda- o inteligente- dijo señalando su cabeza- y al parecer mi "padrino" es del bando uno.

No es tu padrino- fue lo único que le dijo Hermione a su ahijada, por que seguía buscando, de manera obstinada, a Krum, hasta que se dio cuenta que el tal vez, como había sugerido Abishag, se le había olvidado, comenzó a caminar hacía la puerta hasta que una voz masculina la llamó desde una mesa para dos:

¡Her- mio- ne aquí!

Hermione volteó haber quien la llamaba ,era una persona, morena, de pelo negro, corpulenta, Hermione le hizo señas a la pequeña para que la siguiera, camino por la pequeña cafetería de vez en cuando tropezando con alguien, hasta que pudo llegar a la persona que tanto esperaba encontrarse ella:

Viktor, pensé que lo habías olvidado- dijo Hermione, grande fue su sorpresa al darse cuenta que Viktor no le estaba poniendo del todo la atención requerida en ese momento se estaba fijando en una niña de pelo negro, algo alborotado, y parecida en sus rasgos a Hermione, la cual está ultima se encontraba sujetándole la mano:

¿Quién es ella?- preguntó extrañado Viktor.

¡Ah! ella es mi... como decirlo- trato de responder Hermione

Hija, sobrina, nieta, ahijada...

¡sí, ahijada!- interrumpió la muchacha.

Viktor comenzó a volverse a fijar en los rasgos de la pequeña, casi se caí de la silla al ver que la niña había cambiado por completo:

Ahora estaba pelirroja y su carita blanca llena de pequeñas pecas, Viktor reconoció esos rasgos debía ser la hija de Ron Weasley:

Es su hija verdad- dijo Viktor

¿Qué?- pregunto Hermione totalmente confundida y sentándose en la silla restante (ya que solo eran dos).

De ese amigo tuyo, Ron Weasley- respondió Krum decidido, él pudo escuchar como la niña lanzaba un bufido.

No, no ella es hija de Percy Weasley, hermano mayor de Ron- trato de explicar Hermione, mientras la niña caminaba hacía Krum, se sentaba en su regazo y se ponía cómoda.

Si pides mi opinión esta niña es muy atrevida- dijo señalando su regazo- ¿qué diablos es está niña hace unos minutos cambió de forma, soy testigo?

Es una metamorfomaga, magos que pueden cambiar los rasgos de su cuerpo- explicó Hermione, de parte de Ron hubiera esperado un ¡No soy tonto Hermione, se lo que es eso! o un ¡De nuevo Hermione Granger la sabelotodo! o algo por el estilo, de parte de Krum recibió una mirada de gracias, mientras trataba de incomodar a la pequeña, pero por más que se moviese, la niña parecía estar cómoda- Se llama Abishag.

Abishag, podrías retirarte de mi regazo- trató de decir Viktor con una voz suave.

Gracias por la consideración, pero aquí estoy bien- dijo Abishag de manera sarcástica, lo cual hizo reír a Hermione- te importaría juntar lo pies, quisiera ponerme aun más cómoda- dijo Abishag dirigiéndose a Viktor. El gusto le duro poco a la niña, por que Viktor dijo que ya sería mejor irse si querían alcanzar buenos lugares.

Mientras más altos, mejores son los asientos- le sugirió Krum a Abishag, mientras le revolvía el pelo largo y rizado.

Si no puedes con el encanto de Abishag, quien sabe que te hará el otro que es medio veela- dijo burlándose Hermione mientras salían de la cafetería.

Espera hay más Weasley- dijo Viktor preocupado

¡Oh! sí somos un verdadero clan- dijo de manera burlona Abishag.

Krum solo trago saliva y siguió caminando,

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Hermione comenzó a caminar hacía el estadio de Quidditch, que se encontraba algo lejos de la comunidad Ehwaz, en compañía de Viktor y Abishag, está ultima siempre que podía incordiaba a Viktor. Abishag camino (para fortuna de la pareja) los primeros metros sin quejarse, pero la verdad un paso de Viktor correspondía a cuatro pasos de los menudos pies de la ahijada de Hermione, cuando ya llevaban alrededor de un kilómetro, Abishag comenzó a jadear, Hermione sabía que esto se trataba de otra broma de la niña:

Padrino, cárgame- pronunció Abishag, fue la primera palabra y la cara sofocada de la infante, lo que hicieron que Viktor tuviera piedad de ella.

Viktor...- trató de pronunciar, la muchacha pero realmente era tanto el calor que ella también había comenzado a jadear, estaba apunto de decir "es una trampa", cuando Viktor vio su estado y dijo preocupado

¡No me digas que también tú quieres que te cargué!

No, no es eso es que...- pronuncio ruborizada.

Mejor, luego se lo dices, madrina- dijo sonriente Abishag desde la espalda de Viktor- estamos a solo unos cuantos metros del estadio.

Entonces, bájate de la columna vertebral de Viktor, bájate y anda- dijo Hermione, mientras miraba a la niña de manera persuasiva.

¿No es, levántate y anda?- preguntó Viktor, lo cual hizo saber a la niña que había ganado la discusión

¡VIKTOR!- dijo Hermione con acento "de la echaste a perder"

Ya mejor no discutamos, acabamos de llegar al estadio- dijo Krum de manera airosa, mientras hablaba con un señor peludo, Hermione no les pudo entender nada a la plática de los dos hombres, y al parecer Abishag compartía su ignorancia.

¡Los conseguí!- dijo Viktor, después de un rato y después de haber acabado su platica con el señor, levantó con mano triunfante tres boletos que decían:

"Fila 7" VIKTOR KRUM. 5:25 Partido: Inglaterra VS España.

"Fila 7" HERMIONE GRANGER 5: 25 Partido: Inglaterra VS España

"Fila 7" ABISHAG WEASLEY 5: 26 Partido: Inglaterra VS España.

Fabulosamente espectacular- dijo Abishag

¿Qué frase es esa?- dijo burlonamente Viktor

Es mía, es original y solo mía- dijo enojada Abishag, trepándose a Krum, ya que esté ultimo la había bajado hace unos instantes, y agarrando su boleto.

Mejor entremos- sugirió Hermione, mientras tomaba del brazo a Viktor, que llevaba a Abishag en la espalda, y entraban al abarrotado estadio.

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¡NO TE SALDRAS CON LA TUYA, MUJER!- dijo una muchacha de pelo color azabache.

Perdona, pero yo ya me salí con la mía- dijo otra mujer, ya marcada por las arrugas que le había echo el tiempo, mientras sostenía un amuleto en forma de ojo.

¡Dame eso, no es tuyo!

PERDON, PERO A MI NUNCA ME ENSEÑARON A PEDIR LAS COSAS.

¡PUES ENSEÑATE!

Creo, que no deberías pedirme cosas que yo no quiero, y en especial cuando tu vida esta en juego- dijo la mujer con más edad, de manera mucho más tranquila

cálmate...

La muchacha de pelo azabache no pudo terminar su frase, ya que de repente fue atacada, y una luz verde la inundo, inundo su cuerpo y sus ojos, con muy pocas fuerzas pudo escuchar una risa tan malvada que podía igualarse a la de Voldemort

También pudo escuchar como un hombre gordo entraba a la habitación y gritaba que había llegado tarde, pero la joven se preguntaba ¿a qué llego tarde? ¿Qué es lo que tanto le preocupa? ¿A quien buscaba, pero ella no pudo responderse esas preguntas, por que la segadora luz verde la inundo por completo.

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Hermione camino cuidadosamente, era tanto el camino que había recorrido, en compañía de Viktor y Abishag, que los pies lo sentía cansados.

¡Qué hedor!- exclamó de repente Abishag.

Nog de visteg decig eso- pronunció una voz, suave y cálida, que provenía de un pequeño infante seisávense.

¡Gárgolas tragonas, como llegaste hasta aquí Boccaccio!- dijo un hombre "corpulento".

Estoy bien Hagui- pronunció el pequeño al hombre, que realmente era Hagrid.

¿¡Hagrid, que haces aquí?- preguntó Hermione, mientras Viktor se rascaba la cabeza, nunca había sido bueno para aprender nombres y menos para recordarlos.

Cuidando al niño- contestó Hagrid mientras señalaba con el dedo índice al niño, que se encontraba escoltando a Viktor a su asiento- a Dumbledore le importa- esto ultimo se lo dijo a Hermione en un susurro, mientras caminaban hacia sus respectivos asientos y Boccaccio relataba sus supuestas aburridas vacaciones en Francia, en la comunidad de Saint-Denis. (El cementerio, abajo claro hay un pueblo mago)

¡Por que a Dumbledore le importa un infante de seis años!- exclamó en un susurro Hermione a Hagrid.

No lo se, Dumbledore es extraño- y agregó- tu lo sabes a la perfección.

Mmmmmmmmmmmmmm.- se quedo pensando Hermione, hasta que Viktor que estaba a un lado suyo, le dio un codazo y le dijo, algo sorprendido:

Ese no es ¡Harry Potter!..., y aquellos dos no son... no si es, ¡Luna Lovegood!... y el otro gordito es ¡Neville Longbotton¡... y por ultimo esos son...no, no puede ser- y agrego mucho más desanimado- son un par de Weasley.- esto ultimo hizo que Abishag se sintiera ofendida, al contrario de su primo, que solo se le quedo mirando a Viktor, él tenía las esperanzas de que Viktor pidiera disculpas a los pequeños Weasley.

Hermione comenzó a bajar, quería saludar a sus viejos compañeros y amigos de escuela, ya iba bajando hasta que Boccaccio la agarró de su túnica y le dijo con voz de un verdadero infante:

Ya que vas paga abajo, podríag traegme un Hot dog, de esos que ladrag.

Si. esta bien- dijo Hermione a Boccaccio, ella quería preguntarle muchas cosas al niño, pero Hagrid los miraba detenidamente- nos vemos- dijo ella despidiéndose de todos.

¡Oh, no, yo voy contigo!- exclamó de repente Viktor, de lo que este no se dio cuenta, era que Abishag se había aferrado a su mano, y que a la vez Boccaccio había echo lo mismo, solo que con la mano de su prima

Comenzaron a bajar Hermione y Viktor (y los dos Weasley a hurtadillas) hasta que el robusto Hagrid los perdió de vista, voltio haber si Boccaccio se encontraba sentado o era necesario aplacarlo, solo que en vez de gritarle a Boccaccio comenzó a gritarse a si mismo:

Tonto se te escapó...

¿! Qué dirá Dumbledore?...

Si serás bien...- esta ultima palabra (después de bien) hizo que una mujer casi se desmayara, y Hagrid tuviera que pedir disculpas.

Hagrid corrió, a tumbos, en busca de aquel chiquillo, que por algún extraño motivo le importaba tanto a Dumbledore.

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Comenzaron a bajar, Hermione trataba de no tropezar o pisar a alguien, al contrario de Viktor que no le daba mucha importancia y caminaba a su anchas, los pequeños Weasley no se preocupaban, Abishag, ya que ella era muy menuda y era casi imposible que pisara a alguien, y Boccaccio, bueno, el tenía un poco de problemas al caminar, pero solo era eso.

Hermione caminó cuidadosamente de la mano de Viktor, esto último era prevención de Viktor, Hermione diviso a seis personas:

El primero era: un hombre, de estatura mediana, de pelo negro y rebelde y ojos verdes, vestía con una túnica roja y unas gruesas botas de color negro.

El segundo: era realmente una mujer, de pelo rubio y largo, limpió y liso, su cara era blanca, cuyos ojos saltones se encontraban atentos a una hoja color café, lo cual Hermione reconoció como "El Profeta". Llevaba puesto un traje de oficina color rosa chillón y unos tacones que la hacían ver bastante más alta que la realidad.

El tercero: también un hombre, era algo gordo y de pelo café, vestía con una túnica nueva y lustrosa de color azul fuerte.

El cuarto: al igual que la segunda, era mujer, blanca y pecosa, con una cabellera pelirroja, que le llegaba a un poco más debajo de los hombros, esta cabellera la arregló con una dona, dejando solo dos mechones sobre su cara, se había puesto también un traje de oficina, solo que color lavanda y unos zapatos sin tacones.

El quinto: un muchacho pecoso y pelirrojo, vestido con una túnica color negra, discutía animosamente con el último muchacho, que Hermione conocía, como Gurth.

Bajaron escandalosamente, ya que Hermione había jalado fuertemente a Viktor, el cual había jalado, a la pelirroja y al rubio. Llegaron en un abrir y cerrar de ojos a los vestidores, donde se encontraban las seis personas platicando animosamente del Profeta.

-¡Hermione!- pronuncio sorprendido Gurth, que inmediatamente corrió a abrazarla, lo cual hizo que los otros cinco voltearan haber que sucedía.

¿! Hermione, eres tu ¡?- preguntó Harry, aún más sorprendido que Gurth.

Si, soy yo Harry- contestó alegre Hermione mientras abrazaba a Harry, y Gurth se alejaba.

Hermione volteo a ver al resto de sus antiguos compañeros, trató de evitar la mirada de Ron, pero esté la buscaba.

¿Es tu hija?- preguntó de repente Ron, señalando a su sobrina, la cual había cambiado de aspecto, mostrándose como lo había echo con Viktor, está pregunta sorprendió a todos, ya que nadie se había percatado de la presencia de los infantes. Hermione miró a su ahijada, la cual había vuelto a su estado normal, sin que Ron se diera cuenta.

Si, fíjate, es mi adorable hija, perdón nuestra adorable hija- dijo en son de broma Hermione, mientras señalaba a Viktor. Lo cual hizo que todos se sorprendieran, menos Viktor y Gurth. Hermione se percató de la sorpresa de todos, y explicó rápidamente:

Es broma, Ron.- y agregó- es acaso que no conoces a tu sobrina.- señaló a Abishag, que se encontraba en su verdadero estado, todos se dieron cuenta que solo había sido otra broma de Abishag.

¿Y bien, que tanto platicaban animadamente?- preguntó Hermione.

¡Mira esto!- le dijo Gurth, mientras le hacía una seña a Luna para que le mostrara el periódico a Hermione. – Aquí- sugirió Gurth, mientras señalaban un artículo, a lado de otro que se trataba de una muchacha desaparecida.

¿Qué dice?- preguntó curioso Viktor, ya que él no alcanzaba a leer. Hermione comenzó a leer:

PRONOSTICOS DE PARTIDOS DE QUIDDITCH

(POR RITA SKEETER)

-¿Esa alimaña, todavía no se jubila?- preguntó un poco sorprendida y enojada Hermione.

No, a mi me toca verla casi todos los días- dijo algo triste Ginny, mientras se acercaba a Gurth y le decía algo al oído, al instante el muchacho de ojos piedra salió de los vestidores inmediatamente. Lo cual hizo que Ron mirara de manera severa a su hermana.

-¿Qué Ron?- preguntó Ginny.- Ah, piensas que ando con él- agregó la pelirroja cruzando los brazos- tu y tus celos, Ronald.

Conociéndote, no tiene nada de raro que sospeche- dijo Ron tratando de excusarse. Ginny se acercó a Hermione y a Viktor, y les dijo en un susurro:

Por alguna extraña razón, Ron a recaído todo su enojó hacía Gurth, desde que llegamos a Bulgaria.

Si me permiten quisiera proseguir la lectura- pidió cortésmente Hermione a sus amigos.

Está bien- le dijo Neville- con su premiso, yo me retiro- y diciendo eso salió de los vestidores. Hermione prosiguió la lectura:

A mi parecer (que muchos compartirán) es bastante obvio que:

ESPAÑA ganará este partido por unos veintidós tantos.

Inglaterra, ni siquiera cojera la snitch (aunque tengan a Potter)

Lo cual hará que Inglaterra pierda las mundiales automáticamente...

¡No pienso leer ni una palabra, escrita por una persona tan despreciable!- protesto energéticamente Hermione.

y que no apoya a su patria- agregó Viktor.

Veo que haz mejorado tu ingles Viktor- dijo Ginny refiriéndose al robusto muchacho. Viktor levanto y bajó la cabeza en señal de: si. Hermione se acerco a Luna y le regresó el diario, Hermione se fijo en el cabello de la rubia, ahora era limpio y lo había peinado de manera que le quedara liso, la muchacha de pelo café, recordó que en la juventud de la que podía llamar su amiga, aunque no con toda certeza, su pelo era sucio y enmarañado.

¡HARRY!- escucharon todos y todos voltearon a ver asustados que pasaba, era Boccaccio que corría a abrazar a Harry, y este último aún un poco asustado correspondía al abrazo del pequeño.

¿Qué tal tus vacaciones en Francia, Boccaccio?- pregunto Harry tratando de parecer interesado.

Abuguidas, mamá me hizo visitag a mi abuela- Ron hizo cara de eso es mentira, y Boccaccio agregó- a mi abuela veela, el proglema es que le gusto demasiado, y a mi ella- dijo entre risas- es el encanto veela, dice mi mamá.

Entonces tu eres medio veelo- dijo Ron en son de broma mientras le daba un codazo a Harry, esto no le gusto mucho al muchacho de ojos verdes, ya que le recordaba la muerte de su padrino.

Eso fue una broma de mal gusto Ronald- lo reprimió Luna.

¡Pero, por que diablos siempre que se enojan me dicen Ronald!- exclamó Ron enojado.

No lo se, Ronald- dijo Abishag en broma, lo que hizo que a todos les diera risa.

¡¿Qué paso con el relato de Boccaccio!- pregunto indignado Harry a sus amigos, mientras cargaba al infante sobre su espalda.

No impogta padrino- dijo Boccaccio, intentando apaciguar el enojo de Harry.

¿Y cómo sucedió que eres padrino de esta criatura?- preguntó curioso Krum, al joven de ojos verdes.

Mira todo sucedió cuando...- pronunció Ron hasta que Luna le dijo:

¡Ron, Harry puede contar la historia el solo!

Si tío, no te pongas celoso- dijo Abishag, mientras caminaba hacía la puerta de los vestidores.

¡NO ME ESTOY PONIENDO CELOSO!- exclamó Ron, pero esta vez nadie le hizo caso, ya que todos se encontraban atentos con lo que decía Harry:

La verdad no se la razón por la que soy padrino de Boccaccio, Fleur solo me dijo que me debía un favor...

¡ESCONDETE BOCCACCIO!- llegó gritando Abishag, casi con la misma fuerza con la que su tío había gritado hace unos momentos,- ¡AHÍ VIENE TU GUARDAESPALDA!- Hermione y Viktor intercambiaron miradas.

¿Quién es?- preguntó Luna a la pareja, cuando vio la expresión de ésta. Ninguno de los dos pudo contestar, ni siquiera los pequeños esconderse, porque en ese momento entró un colosal hombre.

¿Hagrid que haces aquí?- preguntó atónita Ginny, al colosal varón.

La pregunta Ginny, no es que hago yo aquí, si no ¿qué hace el aquí?- dijo un Hagrid furioso, mientras señalaba con un dedo a Boccaccio, aunque todos, excepto Viktor, Hermione y Abishag, pensaron que apuntaba a Harry, ya que este seguía cargando a Boccaccio.

El juega como buscador en el equipo de Quidditch de Inglaterra- dijo Ron tratando de parecer obvió.

¡No Harry, Ron, Boccaccio!- dijo Hermione, era la segunda vez que se dirigía al pelirrojo, aunque solo para incordiarlo, y esto hizo saber a Ron que su supuesta amiga seguía enojada con el por lo de hace dos años.

¡No soy tonto Hermione!- pronunció Ron, y un chico de ojos color piedra, solo que este ultimo lo dijo para molestar al pelirrojo. Ginny, para ayudar a Gurth a molestar a su hermano, corrió a abrazar a Gurth, Hermione se dio cuenta que Ginny realmente era de baja estatura, Ron al instante se puso rojo, Harry no supo si por enojo o por vergüenza de la actitud de su hermana.

Oye Gurth, necesito una entrevista, mi título es: Vida de un TRABAJADOR ordinario- está indirecta, era de Ginny para Ron, y este la entendió a la perfección.

¿Y cómo diablos, le llamas a mi trabajo, yo me arriesgo a morir en manos de magos tenebrosos, y Gurth solo se arriesga a chocar y ser arrollado por un thestrals?

Si Ron, pero en estos momentos no hay magos tenebrosos, y los thestrals abundan, olvidas la reservas de Hagrid.- contestó la pelirroja mientras señalaba Hagrid, este ultimo, como ya había dicho Ginny, tenía una reserva de criaturas mágicas, donde muchas se habían reproducido y aumentado el numero existente.

No han contestado a mi pregunta- interrumpió Hagrid

No podemos ayudarte Hagrid, nosotros tampoco sabemos como llego Boccaccio aquí.- dijo Harry

Es obvio ¿no, se vino a hurtadillas con Abishag- sugirió Gurth

Yo creó que Gurth tiene razón- dijo Hermione.

Bueno el caso es que me llevó a Boccaccio- dijo Hagrid, mientras caminaba hacia Harry y le quitaba a Boccaccio de encima.

Y de paso a Abishag- dijo Viktor entregándole a la sobrina de Ron.

De acuerdo- dijo Hagrid mientras salía de los vestidores llevándose a los dos infantes consigo. En ese momento entro un muchacho corpulento (vestido con una túnica roja igual a la de Harry) cuatro años mayor que Ron, Harry, Hermione y Gurth, cinco años mayor que Luna y Ginny y un año mayor que Viktor, que reconocieron como Oliver Wood

Harry vete preparando, pronto empezara el partido ¡ah! cuidado con Antonio García, es bueno de verdad.- dijo Oliver mientras salía, unos instantes después de haber entrado, de los vestidores.

¿Qué posición tiene Oliver?- dijo Hermione adivinando que el muchacho corpulento jugaba en el equipo de Quidditch, por como iba vestido, y agregó- ¿Quién es Antonio García?

Oliver juega como guardián y es capitán del equipo ingles- le aclaro Harry- Y Antonio García es el buscador del equipo español, con el que nos toca jugar.

¡HARRY POTTER!- esa voz provenía de Lee Jordan, quién trabajaba como comentarista.

Harry, es hora- le dijo Ron y Luna al mismo tiempo.

Ya voy- dijo Harry mientras tomaba lo más rápido su escoba y subía para tomar vuelo.

En ese momento Harry salió tan rápido como una bala, hacía el campo de Quidditch.

Será mejor que me vaya- dijo Hermione, mientras salía de los vestidores y Viktor salía detrás de ella.