Disclaimer: No gano dinero con esto. JK y el resto se llevan la pasta.

N/A: No es mi culpa. Fue un reto de los Story-Weavers al que me apunté en un momento de debilidad mental. Odio a Luna y hace un par de horas no sabía cómo se escribía Grawp. T.T No me matéis.

-Personaje principal: Luna

-Personaje secundario: Grawp

-Dos nombres: claridad, juguete

-Adverbio: casi

-Adjetivo: rojo

-Verbo: humedeciéndose

-Refrán: Hechos dan testimonio, que las palabras corren por el viento. (De nada sirven los sermones y las prolijas parrafadas, cuando lo único que prevalece y queda es el ejemplo práctico)

TRAGICOMEDIA

Grawp agudizó el oído. Sentía cada vez más cerca el armonioso sonido de las canciones de su amada, la suave tonadilla que gorjeaba cada vez que iba a visitarle con su cesta de la merienda, su mantel rojo de cuadros y el zumo de calabaza recién hecho. Escupió en su mano un generoso esputo con el que se repeinó su lampiña mata de pelo y se sentó en la losa de granito que hacía las veces de cama.

-Las rosas son rojas, los duendecillos de Cornualles azules… -cantaba Luna armoniosamente, danzando entre los matorrales del bosque prohibido.

"Oh, bellísima ninfa, he echado en falta vuestra alegre compañía" pensó Grawp al verla asomar entre las hojas, pero de sus labios salieron muy distintas palabras:

-¡Luna vuelto! -y un gruñido escaparon de su deforme boca.

-¡Hola, Grawp! Te traigo la merienda y algo para entretenernos -dijo, sacando de la cesta de mimbre el último ejemplar de El Quisquilloso con una ilustración a todo color en la portada.

"Tu sola presencia es más de lo que merezco, mi adorable diosa helénica, no soy digno de tenerte como invitada en mi humilde morada de piedra y ramas. Soy solo un juguete del destino en tus manos, oh, amor."

-Gusta Luna - fue capaz de decir únicamente.

"¿Es este mi sino? ¿Amar sin ser capaz de expresar lo que mi corazón sufriente grita desesperado?" Un gemido de dolor y mortificación escapó de sus entrañas.

Luna se quedó helada, con la empanada de riñones en la mano.

-¿No quieres merendar hoy conmigo? -preguntó, casi asustada por la reacción del gigante.

"¿Acaso las abejas no quieren beber de las flores su dulce néctar? Yo quiero y necesito el néctar de tu boca, mi pequeña flor de lis, necesito tu compañía como el mismo aire que respiro"

-¡Queda! -y una estúpida sonrisa desdentada fueron todo su discurso.

"Torpe lengua la mía, ¡maldición de los dioses! ¿Cuál ha sido mi pecado, que merezco tan cruel castigo?"

-Venir. Leer a Grawp. -Se dio unas palmadas en las rodillas, indicándola a la chica que se sentara en su regazo, a la vez que cogía la empanada y la engullía de un bocado.

Luna obedeció diligente. Grawp no podía ni entender sus palabras, de tan absorto que estaba con lo melodioso de su voz y su belleza.

"La claridad de tu pelo deslumbra mis sentidos, Venus, Afrodita, diosa de mi devoción. Tu voz, dulce como el mejor de los manjares, me ciega y me abstrae"

-Grawp quiere Luna mucho.

Luna sonrió ante esas palabras, casi ruborizada.

-Luna también quiere a Grawp -y le acarició la pierna tiernamente.

"Cielos, mi amor es correspondido. Cuán feliz es mi alma ahora, nunca lo sabrá nadie. Tú, Julieta, me amas, cuando yo no soy ningún Romeo"

-Contento Grawp mucho.

"Pero, cómo conservar tu amor con la torpeza de mi verbo. Hechos dan testimonio, que las palabras corren por el viento. Es imperativo que mi amor quede demostrado. Séllolo aquí con este beso"

Grawp se acercó a la pequeña Luna, humedeciéndose los labios toscamente, y unió su boca con la de ella y, a decir verdad, con toda su cara, que dejó mojada y pringosa.

-La empanada de riñones fue mala idea -musitó Luna, despegándose migas de la frente.