Este ff es una reflexión personal sobre la naturaleza humana. Para mi, el ser humano es el animal más dañino de todos, ya que no actúa solamente para sobrevivir sino sobre todo para saciar su ego. Todas las personas son malas por naturaleza, sólo que por suerte existen leyes y códigos morales que moderan nuestra actuación para mantenernos dentro de lo socialmente aceptado. ¿Pero qué pasaría si este equilibrio se rompiera? Entonces estaríamos ante el ser humano como depredador, un animal racional que acude a sus instintos más primitivos sin temor a ser censurado por nada o nadie.
Aquí he querido plantear esta situación, un marco hostil donde lo más importante es la supervivencia, donde o es tu vida o es la de tu vecino, donde tu eliges...
Espero que os guste el ff y que no os parezca demasiado cruel.
Por favor, si alguien es demasiado sensible y cree que pudiera quedar traumatizado, que no lea el ff, no quiero tener que afrontar la hoja de reclamaciones. Aún así no creo que llegue a ser tan fuerte como para ser clasificado R por su violencia...
Disclaimer: los personajes no me pertenecen, pertenecen a JKRowling, así como la película en que me basé para crear la idea del juego (no se a quien pertenece, supongo que a manga films o algo así) BattleRoyale (una peli japonesa muy buena que os recomiendo a todos ;-D)
JUEGO MORTAL
1 COMIENZA EL JUEGO...
Abrió los ojos. Aún podía notar el frío en su interior que le impedía respirar, ahogándole, oyendo la voz desesperada de su madre antes de morir, implorándole a Voldemort. Eso no era todo, la cicatriz de su frente le dolía hasta el punto de desear estar muerto para no tener que soportar aquel tormento. Nunca antes había tenido un sueño tan real como aquel. Ya le había ocurrido en otras ocasiones en que se había despertado ardiéndole la frente. Esta vez, Voldemort había hecho algo grave, estaba seguro, si no no estaría todavía intentando respirar con todas sus fuerzas, intentando que el frío aire del ambiente entrara en sus pulmones. De su boca sólo salía un débil silbido como si se tratara de un ataque de asma. Pero él, no tenía asma...
Tenía la visión nublada. Alargó el brazo para buscar las gafas pero lo único que alcanzó fue un soporte duro y frío, y algo más allá un brazo.
Su mente se puso en marcha. Esperaba encontrarse en su mullida cama, en Hogwarts, pero no estaba allí, estaba sobre el suelo o alguna otra superficie. Comprobó que llevaba las gafas puestas. Había poca iluminación, por lo que tuvo que esperar varios segundos a que su vista se acomodara a la penumbra. Seguía sin poder respirar bien, pero no le preocupó demasiado. De inmediato giró la vista hacia su derecha para comprobar a quién había tocado. A algo menos de medio metro de él, yacía una chica en el suelo, no podía ver quién era porque tenía la cara hacia el lado contrario. ¿Estaría muerta? Volvió la vista a su izquierda. Allí había un chico, tendido boca arriba en el suelo también. Respiraba. ¡Respiraba! Entonces quizás la chica que había a su otro lado no estuviera muerta. Sin levantarse del suelo, zarandeó al chico, que parecía estar dormido o inconsciente.
- Davies- susurró mientras el chico se movía un poco, tosiendo. Al parecer, también a él le costaba respirar.
Aquel chico era Roger Davies, del equipo de Ravenclaw y que empezaba 7º curso.
Algo le decía que no debía levantarse de allí. Alzó la cabeza para echar un vistazo a su alrededor.
No estaban en Hogwarts. Aquello parecía una vieja nave industrial abandonada o algo por el estilo. Era una gran sala, de techos altos, polvorienta y medio ruinosa. Estaba vacía a excepción de... cientos de cuerpos en el suelo. Comprobó que algunos se habían incorporado, agarrándose el pecho para intentar respirar. Reconoció a muchos de ellos: la inconfundible larga cabellera roja de Ginny Weasley a unos metros de él, Cho Chang llorando en el hombro de su amiga Marietta, ambas conscientes, cerca una pared. Seamus Finnegan se sentaba tosiendo, Crabbe hablando en voz baja con Susan Bones, Dennis Creevey buscaba entre los cuerpos a su hermano Colin... Así poco a poco fue reconociendo a la mayoría, quedándose más tranquilo al comprobar que Ron, aunque inconsciente, estaba allí y Hermione, también inconsciente, estaba cerca de otra pared junto a Padma Patil.
Roger Davies despertó e intentó levantarse, pero parecía que se ahogaba también, poniéndose la mano en la garganta.
- Ha..Harry- consiguió decir tras un gran esfuerzo.
- ¿Tienes idea de qué hacemos aquí?- preguntó Harry.
Davies miró a su alrededor y devolvió a Harry una mirada de incomprensión.
-Yo...creía que... íbamos en el tren.- respondió Davies.
-El tren...- dijo Harry como si hablara consigo mismo.
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Día 1 de Septiembre, Estación King Cross, Andén 9 y ¾.
Todos los alumnos de Hogwarts esperaban a que partiera el tren para el comienzo del nuevo curso. Harry se despedía de Lupin, que le había acompañado a la estación, además de otros miembros de la Orden como Tonks o Moody, que vigilaban camuflados entre la multitud.
Aquel había sido un verano atípico, pues Harry pasó la mayor parte de las vacaciones en Grimmauld Place, a pesar de que Dumbledore pensara que estaría más seguro con los Dursley. Primero fue el funeral de Sirius, luego un montón de papeleo relacionado con la herencia que éste le había dejado, y más tarde el deseo de ser útil para la Orden del Fénix. Ahora podía comprender la frustración de Sirius al no poder participar activamente. Después de saber lo que decía la profecía, no quería ser una carga inútil y pasar a ser un simple objeto al que proteger. Quería ayudar, y darle un sentido a la muerte de su padrino, sobre todo después de que Voldemort actuara de nuevo.
Con un gran número de sus seguidores en Azkaban, los mortífagos estaban furiosos y comenzaron a actuar además de reclutar a buena parte de las criaturas mágicas más malignas, entre ellas, los dementores. Los guardianes de Azkaban habían abandonado la prisión para unirse de nuevo a Voldemort, ahora la custodia de Azkaban estaba en manos de los aurores, que no podían hacer mucho más para ayudar al Ministerio a luchar contra los mortífagos. El bando oscuro, a pesar del varapalo sufrido en el enfrentamiento el día de la muerte de Sirius, iba ganando posiciones, estableciendo un nuevo ejército, además de atemorizar a la comunidad mágica con los primeros asesinatos en masa de esta segunda época. A ojos de los muggles, estas muertes parecían fortuitas; explosiones, incendios... pero no era así, detrás de estos asesinatos estaban los mortífagos, eligiendo cuidadosamente a familias muggles o sangres sucia.
Harry subió al tren y miraba a través de la ventana como Lupin se alejaba. Luego vio a quién menos quería ver de todos los alumnos de Hogwarts: Malfoy, a quien esta vez acompañaba su madre. El pálido rostro del chico tenía tal expresión de odio, que Harry pensó en que seguramente estaría deseando volver a encontrarse con él para saldar viejas cuentas, al fin y al cabo, Lucius Malfoy había vuelto a Azkaban por su culpa.
El ruido de la puerta del vagón al abrirse hizo que su mente volviera a pensamientos más alegres. En él entraron Ron y Ginny, que también habían pasado buena parte del verano en Grimmauld Place.
-Hola Harry.-dijo Ron, sentándose frente a él.- ¿Aún no ha llegado Hermione?
-Yo no la he visto.- contestó Harry.
-Es que tendría que haber venido con nosotros o contigo.- dijo Ginny algo preocupada- Mira que empeñarse en pasar los últimos días con sus padres... sabiendo como están las cosas. -A fin de cuentas son sus padres, demasiado permisivos son que casi ni la ven en todo el año.-dijo Harry, con algo de tristeza, ya quisiera él tener padres, al menos.
-No sé por qué me da la impresión de que este curso vamos a tener a alguien muy insoportable.- dijo Ron, mientras miraba por la ventana a Malfoy que se despedía de su madre.
-¿Más insoportable aún?- bromeó Harry.
En ese momento Hermione entró en el vagón.
-¿Ya estáis criticándome otra vez?- dijo desde la puerta con una sonrisa.
-No, Hermione, hablábamos de Malfoy.- dijo Ron.
-Ah, claro, Malfoy- contestó sentándose junto a Ginny- le he visto fuera, y no se quién me ha mirado peor, si él o su madre.
-Qué vas a esperar, de tal palo tal astilla.- dijo Harry.
Poco después el tren se puso en marcha, y los amigos siguieron hablando durante el trayecto.
-La verdad es que tengo ganas de que empiece el curso, así podré hacer algo útil.- dijo Harry.
-Yo también, nueva temporada de quidditch, nuevo profesor de DCAO, ¡clases sin Snape!...-dijo Ron haciendo un gesto de triunfo con la mano, a lo que Hermione lanzó una mirada de reprobación.
-¡Eso!¡Clases sin Snape!- Harry se sumó al gesto de Ron.
-Debería daros vergüenza.-dijo Hermione en tono McGonagall.- ¿Seguro que no lo hicisteis a propósito? Yo creo que Snape estará tan contento como vosotros de no teneros en su clase.
Hermione decía aquello porque Harry y Ron habían suspendido el TIMO de Pociones, y por lo tanto, Snape no los admitiría para sus clases de 6º curso.
-Además, ahora si que estará resentido contigo.-dijo Hermione a Harry- y creo que ya has perdido toda oportunidad de que vuelva a enseñarte Oclumancia.
-Tampoco es que yo quisiera aprender Oclumancia con él. De todas formas ya creo que perdí toda oportunidad el año pasado.-dijo Harry, que no les había contado lo que había visto en el pensadero.
-Bueno, Ron, va siendo hora de que nos pasemos por el vagón de los prefectos ¿no?- dijo Hermione.
Ron hizo un gesto de asco, a lo que añadió " ahora a aguantar a Malfoy" haciendo como si vomitara.
Ron y Hermione salieron del vagón, y se quedaron Harry y Ginny.
-Voy a presentarme este año a las pruebas para cazadora.- dijo Ginny.
-Yo creo que lo harías muy bien, si ya lo hiciste bien de buscadora, y dices que ser cazadora te gusta más...-dijo Harry.
-Espero que te elijan capitán.-dijo Ginny.
-Bueno, me gustaría, no voy a mentir.-dijo Harry- si me eligen capitán ten seguro que te elegiré como cazadora. Pero también está Katie, ella lleva más tiempo que yo en el equipo.
El expreso de Hogwarts seguía su camino. Los alumnos comentaban sus hazañas veraniegas y sus expectativas para el próximo curso.
De pronto, a mitad de trayecto, todo se quedó a oscuras. El tren se había internado en un túnel.
-¿Por qué no se encienden las luces de los vagones?-preguntó Ginny en la oscuridad de la estancia.
-No lo sé.- contestó Harry.- ¿Habrá habido alguna avería?
-No creo, esto sigue en marcha.
-Pero los túneles no son tan largos...
El aire se volvió enrarecido, y los estudiantes empezaron a perder el conocimiento.
Lo que no sabían era que muchos de ellos no volverían a ver nunca más Hogwarts, ni tendrían nunca otra clase con Snape, ni verían un partido de quidditch.
o0o0o0o0o0o0o0o0o0o Fin del flash back o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o