Disclaimer: Que hable a quien le pertenezca Sweeney Todd *se escuchan grillos*. Eso pensaba...
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Hola a todos ^^
¡Llevo tanto tiempo queriendo escribir algo! Pero es que tengo el teclado fatal, y no me deja ¬¬ Además de la falta de tiempo y todo eso, que es un asco. Pero me moria por escribir, y aqui traigo un nuevo fic que se me ocurrió... leyendo otro fic, en parte xDDD No se como continuar este, sinceramente, tengo varias ideas en mente, pero creo que seguiré la original ^^
Espero que os guste, y perdonad la falta de tildes, es que el corrector no me las pilla :(
Manteniendo una Fantasia
Era una fria mañana de Otoño. Las calles de Londres estaban vacias, apenas habia amanecido. Las casas de aquella ciudad que nunca descansaba estaban iluminadas levemente por una luz mortecina que provenia de una luna tapada por las nubes, una que apenas comenzaba a acostarse para dejar paso al sol. Los suelos, repletos de hojas marchitas, agua sucia y nieve en las esquinas, daban una muy mala imagen del lugar.
De todas formas, siempre era asi.
Todos dormian, o todos empezaban a despertar, segun se mire.
Normalmente el no solia hacerlo, no solia dormir. No le gustaba. Odiaba entregarse a la oscuridad de aquella forma; le daba miedo. Le daba miedo cerrar los ojos y ver en las formas difusas de sus parpados la cara de su mujer, de su hija, suplicando ayuda. Le daba miedo mantenerlos abiertos y presenciar la forma fantasmagorica de sus recuerdos.
Le daba miedo.
Y odiaba tener miedo.
Asi que no dormia.
Se pasaba los dias alli, junto a su ventana, buscando cualquier fuente de luz que le sirviera de guia. Lo que fuera. Su habitacion tampoco era muy luminosa, de todos modos.
Pero algun dia debia dormir, pues sino moriria y su venganza jamas seria completada. Dios sabia que aquella detestable mujer que tenia por vecina jamas seria lo suficiente fuerte como para vengarse por el. Era demasiado debil.
Y aquel era uno de aquellos dias en los que dormia.
Normalmente, su amiga y complice, la Sra. Lovett, solia ir a despertarle (estuviera durmiendo como sino) para llevarle el desayuno y darle animos para otro aburrido y tedioso dia de trabajo. Siempre se levantaban antes que nadie para aprovechar la nocturnidad y asi ocuparse del negocio. Ella decia que: "Cuanto antes arriba, antes se empieza, antes se acaba", o; "a quien madruga, Dios le ayuda". Eso ultimo el lo dudaba, precisamente desde que se habian vuelto contra el Divino.
Pero aquella noche no habia ido a despertarle, ni habia oido ruidos en la cocina, ni subia el olor del desayuno mezclado con los cuerpos en descomposicion. No. Aquella noche no habia nada de ello, y ya amanecia.
"Maldita mujer" mascullo en su mente, vistiendose a toda prisa. "Uno se acostumbra a hacer sus tonterias y al final se depende de ella. Y falla un dia, y todo se desmorona. ¡Pesada! ¿¡Que estara haciendo!? ¡Como se haya quedado dormida la agarro del pescuezo y se lo retuerzo tres veces! ¡A ver que dice entonces!" farfullaba por lo bajo, bajando las escaleras.
—¿Sra. Lovett? —gruño en alto, pero la tienda estaba vacia—. Seguro que se ha dormido... gr...
La sala tambien estaba vacia, y los pasillos, y el baño. Entrase donde entrase se lo encontraba todo en perfecto estado, como si se tratase del escaparate de una tienda. Todo en su sitio, pero todo vacio.
Ni siquiera Tobias yacia en su sofa como de costumbre.
Algo cruzo su mente al ver aquello, pero la sacudio, echando la idea fuera. ¿Como iba a abandonarle? Aquello era imposible, ella jamas le abanadonaria. Era incapaz. Demasiado ingenua, demasiado tonta para hacerlo.
—¡Se que esta ahi! —aporreo su puerta con fuerza—. ¡Venga, salga!
Sin respuesta.
—¡Me da igual en que lio se haya metido, bruja! ¡Salga ahora mismo si no quiere que entre por la puerta! —grito a todo pulmon, pero todavia no habia contestacion alguna—. ¡Le doy diez segundos! ¡Si no sale entonces, echare la puerta abajo! ¡Y me da igual si esta desnuda como si no!
Silencio. Un silencio tedioso, como si estuviera solo en la casa. Pero si ella no se habia ido, ¿como iba a estar solo?
—¡SRA. LOVETT! —grito un minuto despues.
Nada.
—¡Esta bien! ¡Voy a entrar!
Obviamente, no hubiese entrado si hubiese sospechado que estaba desnuda. Era una idiotez, algo muy mal visto y que no le interesaba para nada presenciar. Menos el espectaculo que le montaria, sus tartamudeos, su sonrojo, como si le acabase de pedir en matrimonio.
Ufff, no, ¡quita, quita!
Pero entro, porque ya se estaba preocupando y no era normal. Y como, sin embargo, esperaba, la habitacion tambien estaba terriblemente vacia.
Un escalofrio le recorrio. La cama hecha, los armarios cerrados y llenos con su ropa, las ventanas cerradas... todo en perfecto orden salvo su mesita para arreglarse. Tenia el maquillaje ordenado, en simetria, apoyado contra la pared o a los lados, dejando espacio en el medio para escribir o lo que fuera que hiciera en aquel lugar. Todo menos un pequeño cuenco con polvorete, que estaba tirado sobre la superficie, con el polvillo esparcido sobre el marmol como si se le hubiese caido debido a un movimiento brusco.
Tal vez no se habia dado cuenta.
Lo puso en su sitio (el que supuso que seria su sitio, dado que nunca habia entrado en aquel lugar), y recogio la sustancia, devolviendola a su recipiente.
Se aseguro de que todo seguia en su sitio. El dinero, las maletas, todo bien. Todo bien, pero todo mal. Faltaban ella y sus tonterias, Toby y sus borracheras. Le faltaban ellos, lo unico que realmente le mantenia vivo se habia esfumado.
¿Pero a donde? ¿Donde estaba? ¿Donde se habian ido?
Salio del lugar cerrando la puerta de la habitacion de ella con profundo respeto, y sento frente al inexistente fuego, otra seña de que algo iba mal. Ella siempre lo tenia encendido, decia que el calor en el hogar era lo mas importante, mas que el dinero o la fama.
Pero ya no estaba.
No se derrumbo, Sweeney Todd no era de esos. Se sento alli, solo, pensando seriamente las cosas. No habia una señal de vida en toda la casa, por el aspecto de las cenizas el fuego llevaba apagado horas. Las cosas estaban en su sitio, todo menos el polvero, que lo habia encontrado tirado. Lo demas seguia igual.
Las maletas permanecian bajo la cama, los vestidos en la comoda, la cama hecha, como si nadie hubiese dormido alli en toda la noche...
Y empezo a pensar... ¿tal vez habia sido todo su imaginacion?
Puede que ella no existiera, que nunca hubiese estado alli. Tal vez jamas escucho sus tonterias, tal vez la tienda siempre habia estado cerrada, nunca abierta. Podria ser que Toby jamas hubiese dormido en aquel sofa, o que se lo hubiese inventado todo para no sentirse solo. Al menos, no sentirse tan solo como de verdad estaba.
Conociendose, sabia que era posible.
Pero la marca de un zapato en la moqueta, una marca que no era suya y que estaba repleta de barro se lo contradijo. No habian sido producto de su imaginacion, habian estado alli. Era una tonteria pensar aquello, ademas. La casa estaba en perfectas condiciones.
Pero aquella huella en la alfombra, una en la que no habia reparado, era la unica pista que tenia. ¿Un amante? No, ella se lo hubiese dicho. ¿Un amigo? Ellos no tenian amigos por precaucion. ¿Quien? ¿Un ladron? No, el dinero estaba en su sitio, nada roto, las ventanas enteras...
Por una vez, Sweeney Todd no sabia que pasaba, no controlaba la situacion, y eso le volvia loco.
Decidio esperar, seria lo mejor. Tal vez tenian que haberse ido al medico, o algo, y por eso no le habia despertado. O un familiar enfermo, o alguna urgencia.
Claro, ¡ella no seria capaz de abandonarle!
N/A: Jejejeje...
