Los personajes de Harry Potter no me pertenecen.

Hey hola mundo, esta historia ya estaba publicada hace tiempo pero la edite y la volveré a subir porque tenía una que otra incongruencia con la historia original, en la que obviamente me baso. Espero esta historia del agrade y disfruten de lo que escribo. Espero sus comentarios. Nos estamos leyendo.


El callejón Diagon

Neville había sabido desde siempre que no era muy bueno en… nada y que jamás había encajado completamente en ningún lugar. Ahora iría a Hogwarts lo que alegraba a toda su familia pues nadie tenía la certeza de que el pobre Neville pudiera entrar al colegio. Cuando recibió la carta su abuela había saltado de alegría pues el pobre muchacho jamás había dado muestras de ser mágico.

Su abuela caminaba a paso cauteloso por el callejón Diagon mientras veía todas las tiendas, el lugar estaba lleno de personas pero esto no le impedía a la abuela andar de un lado a otro.

—Nevi, iré a comprar tus libros, ve a probar tus túnicas, te alcanzaré ahí— antes de que el muchacho pudiera decir algo la abuela le había puesto el dinero en la mano y se había perdido entre la gente, lo mejor que podía porque su sombrero siempre se distinguía donde fuera.

Neville avanzó lentamente hasta la tienda de túnicas, el más pequeño de los Longbottom no era una persona a quien le gustara llamar la atención sin embargo siempre lo hacía, había entrado a esa tienda con la firme intención de entrar y salir sin hacer ningún ruido en absoluto pero en contraste el resultado habían sido varios gritos extraños debido a alas pinchaduras de la anciana vieja arreglando su túnica.

Con su cuerpo pinchado y su autoestima pisoteada como siempre salió de la tienda. Su abuela estaba afuera hablando con otra mujer mucho menos anciana. Miró a Neville y con un gesto de la mano le pidió que lo esperara un momento, el niño cruzó la calle y quedo frente a Ollivander's, dentro un muchacho con una camisa gigante pagaba una varita. Neville miró a la entrada, un gigante sostenía una jaula y dentro había una preciosa lechuza blanca como la nieve cuando el chico salió se sorprendio por la lechuza y luego siguió caminando con el gigante. Neville también estaba sorprendido por el tamaño de aquel hombre.

Neville dio la espalda a Ollivander´s y soltó un muy fuerte suspiro, se sentó en el vil piso y cerró los ojos.

Durante sus 11 años su abuela y sus tíos abuelos le habían brindado todo el amor que les era posible pero aun así Neville sabía que no estaban orgullosos de él sin embargo ahora tenía una oportunidad de enorgullecerlos, solo debía entrar a Gryffindor. El pensamiento lo deprimió un poco ¿Cómo iba el torpe Neville a entrar a la casa de los valientes?

—Soy la persona más cobarde del mundo— susurró

—¡AAAAA! — La niña cayó con la cara justo sobre el pavimento, Neville dio un salto inesperado y abrió los ojos de golpe, se movió lo más rápido que pudo y ayudo a la niña a levantarse.

—¿Te encuentras bien? — las palabras de Neville salieron secas y se dio cuenta que esa era la primera vez que hablaba en dos días.

—¡Claro! ¿Conoces el sabor a piso? — Neville negó con la cabeza desconcertadamente —¡Pues yo sí!—aquello tenía que ser una broma, la niña traía una extraña capa amarillo mostaza que la hacía ver en extremo pálida. Tenía ojos gigantes (o los abría mucho) y el cabello era increíblemente lardo.

—He….

—¿Iras a Hogwarts? — Neville asintió —¿Ya compraste tu varita? — preguntó sonriendo exageradamente.

—He… no, mi padre…

—¡Usaras la varita de tu padre! — gritó ella y Neville volvió a asentir. —Yo iré hasta el próximo año ¿No estás feliz? — Neville no supo que contestar, pero tampoco tuvo tiempo porque la niña se acercó tanto a él que su nariz casi rozaba sus mejillas, Neville no se movió, la niña lo miraba tan de cerca y tan detenidamente que Neville comenzaba a asustarse, luego sin decir nada más dio un salto atrás y extendió la mano —Luna Lovegood

Neville aceptó su saludo con algo de temor —Neville Longbottom

—¡Lo sabía! — grito la muchacha —Tienes cara de Neville

Neville levantó una ceja ¿Cara de Neville? ¿Cómo era la cara de un Neville? Soltó una ligera risa al ver la felicidad de la niña mientras se sacaba el polvo de la cara con su extraña capa.

—Apuesto a que caerás en Gryffindor. — El chico sonrió pero no formulo ninguna pregunta. —Tienes cara de Gryffindor

—Pero yo… yo no..

—¡Luna! — una pelirroja corría por el callejón esquivando gente—Mamá me ha dado dinero, si juntamos nos alcanzará para buenas golosinas— la pelirroja ni siquiera notó la presencia de Neville y tomó a Luna del brazo —¿Por qué estás tan sucia? — escuchó como la pelirroja decía a Luna.

La rubia solo rió y lo siguiente que pasó fue que la pelirroja la jalo hacia el gentío, Luna le regalo una última mirada fugaz antes de perderse entre la gente

Neville la contemplo unos segundos más y suspiro "extraña…"

Neville dio la vuelta y se topó con los vidrios de la tienda de Ollivander's, reflejaban su rostro, Neville lo contempló, mejillas regordetas y sonrosadas, ojos tristes y… una sonrisa. ¿Ese era el rostro de un Gryffindor? ¿La cara de un Neville? Ojalá lo fuera.

Dio la vuelta completa y siguió su camino en busca de la abuela y de su tío abuelo Algie.

En completa calma y tranquilidad concluyó el mes para que Neville comenzara la escuela de magia y hechicería.

El baúl listo, el sapo enjaulado, la ropa limpia y los libros empacados. Neville abordo el tren con cierto temor, dos veces fue empujado contra las ventanas y una vez casi fue tirado por una pero logro llegar vivo a un compartimiento donde se encontraba una castaña leyendo un libro.

—¿Puedo? — preguntó Neville. La castaña solo asintió una vez y regreso la vista al libro —Neville Longbottom— se presentó el muchacho

—Hermione Granger— contesta la castaña dándole una rápida mirada.

—¡Deja de bromear Fred! ¿Harry Potter en el tren? — preguntaba con asombro una muchacha de largas trenzas

—Si Fred y yo lo vimos ¡Harry Potter! — contestó uno de los gemelos y el grupo siguió su camino.

—¡Harry Potter! — grito la castaña y volvió su libro unas cuantas paginas para releer el capítulo de "grande acontecimientos del siglo XX"

—¡Trevor!—gritó con desesperación Neville, Hermione fue suficientemente veloz para ver al sapo salir por la puerta y perderse —Mi tío abuelo me matará— Neville casi sonó suplicante

—Calma, calma solo busquémoslo, tu ve por la derecha y yo iré por la izquierda

Así lo hicieron.

Rendido; Su tío abuelo lo mataría, sus torpes mano no habían podido retener al pobre sapo ni siquiera por un día. Bajo del tren cabizbajo

—¡Hey tú! — Neville se volteo a mirar al gigante —Esto es tuyo— Trevor volvía a estar en sus manos —Bien ¡Síganme los de primer año! No más de 4 personas por balsa.

Neville siguió a la castaña quien se subió en la balsa junto a un pelirrojo y a un muchacho de lentes.

Frente a ellos Hogwarts se alzaba majestuosamente, imponente y fuerte.

Neville miró asombrado el colegio Hogwarts bañado por la luz de la Luna… sonrió.