Bueno, aquí vengo con mi tercer proyecto SwanQueen para esta pagina. Es algo que llevaba tiempo rondándome la cabeza y finalmente me decido a subirlo. Serian una serie de historias cortas (oneshots) sin relación entre si, sobre las SwanQueen (como siempre jajajaja) Tengo ya bastantes ideas en mente y trataré de actualizar con regularidad, tanto esto como mis otros dos fics. Si alguien tiene ideas puede mandármelas por mensaje y así ir añadiendo historias =)!
Aquí os dejo la primera, es muy cortita (no todas serán así). Es la mas corta que he escrito hasta ahora y para empezar esto me pareció bien xD
Los personajes de OUAT no me pertenecen. Contadme que os parece la idea y espero que os guste :)!
SQT 1: On the radio.
Emma estaba cómodamente tirada en el sofá con Regina recostada sobre su pecho. Era una perezosa tarde de domingo que habían preferido quedarse en la mansión, por más que a las dos las divirtiese pasearse por Storybrooke ante las aun sorprendidas miradas de algunos habitantes al verlas juntas. Henry había salido con alguno de los chicos de la ciudad, así que estaban completamente solas en la casa, pero se estaba demasiado cómodo tal y como estaban como para moverse. Emma acariciaba distraídamente uno de los brazos de Regina, con naturalidad. A veces aun la impresionaba haber conseguido justo eso, tener a la morena en los brazos con esa naturalidad y abandono, como si se pertenecieran.
Tenían puesta la radio de fondo mientras hablaban de cosas sin importancia, tan solo disfrutando del momento y la compañía. Emma se reía de alguna cosa que había dicho Regina cuando la voz del locutor de la radio llamo su atención.
- La siguiente canción es para nuestra pareja estrella, dedicada a la mismísima Blancanieves de su Príncipe Encantador. Desde aquí les deseamos toda la felicidad del mundo. Y ahora os dejo con "Find me" de Boyce Avenue.
Los primeros acordes de la canción empezaron a sonar y Emma sonrió un poquito, su padre le había contado lo que iba a hacer el día anterior y se imaginaba la cara de su madre en ese mismo momento. Regina por su parte se echó a reír.
- ¿David le ha dedicado una canción en la radio? No sabía que aún se hiciesen esas cosas.
Reía la reina mientras ambas escuchaban la canción.
- Si esta es la idea de romanticismo que tienen los príncipes azules hoy en día me alegro de no haber encontrado nunca el mío.
Añadió Regina sin dejar de reír.
- Bueno, es bonito si lo piensas bien…y la letra desde luego les encaja.
Defendió la rubia con una pequeña mueca y un ligero encogimiento de hombros.
- Sí, eso sí, pero estoy segura de que solo ha elegido esa canción por el título y ya está. Supongo que debemos alegrarnos de que no haya escogido ninguna de la película de Disney.
A Regina todo eso le estaba haciendo mucha gracia, levantó la vista de golpe para mirar a Emma divertida.
- ¿Te imaginas la cara de Mary Margaret? Seguro que incluso llora.
- Pero serán lágrimas de felicidad.
Argumentaba Emma cada vez con menos convicción.
- Apuesto lo que quieras a que cuando acabe la canción un avión escribe alguna cursilada en el cielo o algo así.
Rio la morena bajando otra vez la cabeza hasta el pecho de Emma y acomodándose otra vez mientras la canción llegaba a su fin.
- En realidad la hará asomarse al balcón porque fuera habrá un caballo con una pancarta en la que pone "siempre te encontrare"
Contó la rubia que conocía todo el plan de su padre, Regina soltó otra risa.
- Típico.
Volvió a escucharse la voz del locutor y la Salvadora se encogió un poco sobre sí misma, cerrando los ojos para no ver lo que venía.
- La siguiente canción es también para una pareja, que algunos todavía no conseguimos explicarnos. Es de nuestra querida sheriff para, bueno…la alcaldesa. Os dejo con "All of me" de John Legend.
Cuando terminó de hablar empezó a sonar la nueva canción, Emma esperaba escuchar otra risa de Regina o algún reproche por su mala idea, pero solo se escuchaba la canción. Abrió un ojo con cautela y miro hacia la morena, que la miraba a ella con la boca ligeramente abierta por la sorpresa.
- Cuando David me contó lo que iba a hacer no parecía tan mala idea…ahora me gustaría ir a cortar la emisión.
Confesó la rubia algo avergonzada.
- ¿Me has dedicado una canción?
Pregunto la alcaldesa en un susurro.
- En mi defensa diré que lo que te dedico es la letra porque yo no canto muy bien, así que…
Volvió a encogerse de hombros incapaz de mantenerle la mirada a Regina, pero la mujer apoyada en ella levantó una mano hasta su mejilla para obligarla a mirarla.
- Nunca nadie había hecho algo así por mí.
- Siento ser la primera.
Se disculpó Emma, haciendo reír a Regina sin ninguna sombra de burla. Se impulsó hacia arriba por el cuerpo de la Salvadora para que sus caras quedasen a la misma altura.
- Eres adorable cuando te pones cursi.
Dijo besándola casi antes de terminar de hablar.
- La letra expresa bastante bien lo que pienso, y quería que lo supieras. Aunque quizá tendría que haber buscado otra forma de…
Seguía excusándose Emma, Regina le puso un dedo en los labios para callarla y escuchar la canción con una media sonrisa boba. A la rubia le hizo gracia ver como los ojos de la alcaldesa de humedecían ligeramente.
- ¿Eso son lágrimas?
Dijo riendo aun con el dedo de la otra mujer sobre los labios.
- Pero son de felicidad.
Respondió Regina riendo también y abrazándose tanto a Emma que las dos juntas ocupaban el espacio de uno en el sofá.
- Es una idea tan de adolescente.
Dijo con una risita.
- Seguro que ahora te parezco muy estúpida.
Comentó Emma devolviéndole el abrazo a la Reina Malvada.
- La que se siente ahora mismo un poco estúpida soy yo.
- ¿Mis padres ya no te parecen tan cursis?
- Oh no, tus padres son unos cursis que van por la vida escupiendo arco iris desde su unicornio de algodón de azúcar, pero cuando me toca a mí…es bonito.
Rio Regina con una gran sonrisa en la cara que hizo sonreír a Emma también mientras se acababa la canción.
- Si te sirve de consuelo no hay ningún caballo ni pancarta en tu jardín, eso ya me parecía excesivo. Pero si había pensado que podíamos ir a los establos y dar un paseo a caballo, seguro que eso te gustaría.
La morena volvió a levantar la cabeza para mirar a Emma.
- ¿Tú sabes montar?
- Claro. Bueno, quiero decir…no puedo saberlo hasta que no lo intente ¿no?
Las dos mujeres rieron con ganas.
- Podemos intentarlo siempre y cuando vayas con cuidado y me dejes enseñarte.
Condicionó Regina, Emma levanto una ceja con una media sonrisa pícara.
- Sabes que te dejo enseñarme lo que quieras.
Riendo, la morena mordió suavemente la clavícula de la Salvadora, haciéndola reír también.
- Tú y tu pequeña mente sucia.
Dijo Regina. Emma se movió rápidamente hacia delante, cambiando posiciones y dejando a la morena apoyada en el lado opuesto del sofá, siendo ella ahora la que quedaba encima.
- Pensaba que era lo que te gustaba de mí.
Murmuro contra los labios de la otra mujer, que sonrió con lujuria.
- Entre otras cosas.
Estaba siendo una maravillosa tarde de domingo.
