Los personajes de Magical Girl Lyrical Nanoha no me pertenecen, así como tampoco me pertenecen las canciones que serán usadas en esta historia.
Prólogo
- Nanoha, me gustas. Por favor, acepta mis sentimientos.
- Yo… no puedo, lo siento.
- ¿Por qué? ¿Estás enamorada de otra persona? ¿No soy lo suficiente para ti?
- Lo siento… Otra persona robó mi corazón hace muchísimo tiempo.
- Es por ella, ¿cierto?
- Sí. Intento ocultar mis sentimientos para que no le afecten a ella, pero es muy difícil.
- Nanoha, por favor, dame la oportunidad para ganarme tu corazón. Dame tres meses. Si en tres meses no consigo que me ames, me rendiré.
- Está bien. Quizás sea lo mejor. Si te veo más que un amigo, mi problema desaparecerá…. Me arriesgaré, Yuuno-kun.
- Gracias, Nanoha. Ahora deberíamos volver a clases.
De camino a clases, iban cogidos de la mano hablando y riendo. Cuando llegaron al pasillo donde debían separarse, Arisa la esperaba en la puerta. Yuuno le dio un beso en la mejilla haciendo que se ruborizara y se marchó. Se acercó a Arisa mientras buscaba con la mirada a Fate, quien estaba con la mirada perdida viendo a través de la ventana del pasillo.
- Así que, lo has aceptado…
- Sí. Me ha confesado sus sentimientos y los he aceptado. Hemos quedado después para volver a casa juntos.
- Vaya, así que dejarás a Fate volviendo sola a casa… En fin, tarde o temprano tenía que pasar. –esas palabras hicieron que a Nanoha le doliera el corazón de tan solo pensar que no pasaría tiempo con su amiga.
Comenzó la siguiente clase y el tiempo pasó muy lento… hasta que por fin terminaron las clases. Nanoha recogió sus cosas y se dispuso a salir cuando vio a Fate parada junto a su mesa.
- Nanoha. ¿Lista para volver a casa?
- Fate-chan, lo siento, hoy no podré ir contigo, tengo algo que hacer. Te veo en casa. –y salió corriendo.
Arisa se acercó a Fate.
- ¿Qué le pasa a Nanoha? Estaba un poco nerviosa y en clase estuvo ausente.
- Verás Fate… Yuuno-kun le ha confesado sus sentimientos a Nanoha y ella los ha aceptado. A partir de ahora se irán juntos a casa.
- Entiendo.
A Fate se le rompió el corazón en mil pedazos pensando que el amor de su vida se le había escapado… para siempre.
"yo… no puedo ofrecerle lo que le ofrece Yuuno, él siempre será mejor que yo…" –pensaba una abatida Fate que, al llegar al apartamento que compartía con Nanoha desde que estudian en la universidad, se dejó caer en la cama y lloró desconsoladamente como nunca antes lo había hecho. De tanto llorar, se quedó dormida hasta entrada la noche. Se levantó, se duchó y se volvió a acostar. No quería ver a Nanoha, no podía mirarla a los ojos sin derrumbarse. Del cansancio, se volvió a dormir rápidamente.
Cuando Nanoha llegó, estaba todo oscuro. Supuso que Fate estaba durmiendo, por lo que se dirigió a la habitación donde dormían juntas compartiendo la cama, pero Fate no estaba allí. Nanoha buscó en el resto de habitaciones y la encontró en la antigua habitación de ésta. "Fate-chan, ¿por qué estás durmiendo aquí y no en nuestra cama? ¿Habrás estudiado hasta tarde y te quedaste dormida ahí?" –se preguntaba la cobriza. Sin decir nada, fue a su habitación y durmió pensando en Fate y en el motivo que podría hacerla dormir allí.
