Día 1. ¡Me encontré una libreta!

Me acabo de encontrar esta libreta vacía en la biblioteca del castillo, junto a la oficina de mi padre. Estoy ahora escribiendo en mi habitación. Estoy solo.

Por aquí no hay mucho por observar, excepto ver a mi padre señalar con su grueso dedo índice a todo su ejército de goombas, ordenándoles qué hacer. Hace rato se hallaba sobre un podio mientras golpeaba el micrófono y les gritaba a todos que mañana habrá una ceremonia por el torneo de béisbol, el cual se llevará acabo en unos días.

Mi padre está obsesionado con ese juego, pues si gana, será recompensado con una cita con mamá Peach. La cita/cena se llevará a cabo en el Reino Champiñón y todo el Reino Koopa será invitado; otro plan para, quizá sí o quizá no, traer a casa a mamá.

Hay un problema: si perdemos, mi padre dará fin a sus planes, porque Mario, su más grande archirrival, se quedará con mi mamá y, probablemente, hasta una boda se llevará a cabo, y por obvias razones, el Reino Koopa no será invitado al festejo.

Es la primera vez que escribo aquí, en ti, Diario, y quizá por eso escribí hoy muy poco; no sé qué más contar... ¡Ya veremos mañana! Mañana será otro día.

Buenas noches, Diario.

Atte. Bowser Jr.