Descargo de responsabilidad: Sherlock pertenece a Steven Moffat, Mark Gatniss y BBC. Los personajes originales le pertenecen al grandioso Sir Arthur Conan Doyle.


Las deducciones de John


John observó la foto detenidamente, una sonrisa pequeña formándose en sus labios. Era una selfie tomada esa misma tarde, protagonizada por él, Sherlock y Molly. El grupo lucía contento, incluso Sherlock había aceptado dejarse fotografiar con su icónico gorro.

John sonrió un poco más, dejando salir un breve resoplido de humor. Era hilarante e increíble a partes iguales. Sherlock Holmes celebrando su cumpleaños, comiendo algo, y usando el gorro, todo en un mismo día.

Si los cerdos pudieran volar, ese sería el día.

—Entonces, hoy es su cumpleaños —John le dijo a una dormida Rosie, agitando su teléfono—. No imaginé que realmente —la comprensión lo golpeó en ese momento— lo… fuera.

Había dicho aquello tratando de probar que La Mujer seguía en contacto con él, y que justamente ese mismo día le había enviado un mensaje. Cuando Sherlock agradeció su felicitación, John se regodeó de haber tenido razón, pensando que Irene Adler le había escrito para desearle un feliz cumpleaños.

Pero se había equivocado.

John comenzó a deducir, decenas de ideas pasando por su cabeza.

Sherlock no había revisado su teléfono en todo el día.

El teléfono de Sherlock no había sonado en todo el día.

Hasta ese momento.

Sherlock se había puesto nervioso después de eso, evadiendo sus preguntas.

Minutos después, revisó su teléfono.

Segundos más tarde, le informó que Molly los estaba esperando en una pastelería.

Sherlock no suele ir a las pastelerías, (ni siquiera come) y Molly tampoco.

Pero ahora resulta que ella los estaba esperando en una, justo el mismo día que Sherlock cumplía años.

Molly sabía que era su cumpleaños.

Otro golpe de comprensión le pegó a John en la cabeza.

Sherlock le había dicho sobre la invitación después de revisar su teléfono.

Fue Molly quien le escribió un mensaje.

El turno de John había terminado ya. Seguía Molly.

John iba a regresar a casa inmediatamente, tenía que volver con Rosie.

Molly iba a ver a Sherlock después de que él se fuera. Solos. Los dos.

Molly y Sherlock iban a tener una cita.

—Maldito idiota —repitió John, meneando la cabeza y esta vez riendo con diversión—. Por supuesto que no era La Mujer, era Molly.

Se dejó caer en su cama, volviendo a mirar la foto, enfocándose en Molly. Vestía un sweater tejido de varios colores, y un pantalón kaki. Se había peinado dejando la raya de medio lado, dejando caer su cabello sobre su hombro derecho en una coleta. Lucía bien, bonita de hecho. A su lado había una pequeña cajita forrada en papel brillante de color azul rey, el regalo de Sherlock.

—Lo siento, Molly —sonrió John a modo de disculpa—. Creo que arruiné tu cita…

La pantalla se oscureció, y luego se iluminó con el protector de pantalla, anunciando las ocho de la noche.

—O tal vez no…

El turno de Molly termina en diez horas, la Mary de su mente le recordó.


—Fanfiction, 18 de enero de 2017.