Hola, después de subir dos OneShoots aquí les traigo otra historia de varios capítulos. Este es un fanfic que vengo planeando desde hace algúnos meses y de verdad espero que les agrade. Como esta es una historia de horror (o intento de ello), no estoy seguro si ponerle un final feliz como hice con "El Organillero" o darle un final melancólico, a ver que se me ocurre. Por lo pronto espero que disfruten de este capítulo, muchas gracias a todos los que dejaron reviews en mis dos historias anteriores, sin ustedes no soy nada, jeje.

Ya saben que El Tigre: Las Aventuras de Manny Rivera es propiedad de Jorge R. Gutiérrez y Sandra Equihua.

Petroglifos

Capítulo 1: Libres al Fin

Estaba hecho, la tediosa y difícil semana de exámenes había llegado a su fin y con ella también terminaba un año más de escuela. Todo el trabajo y esfuerzo requeridos para obtener calificaciones aceptables finalmente daban frutos y el momento de la recompensa anunciaba su presencia. Las vacaciones habían sido el sueño de todos los estudiantes de la escuela Leone por varios meses y la idea de que por fin era el momento de disfrutarlas llenaba de regocijo los jóvenes y emprendedores corazones de los muchachos.

El bullicio y la alegría se veían reflejados en todos los chicos, pero sin duda alguna los más emocionados eran los amigos Manny Rivera y Frida Suárez. Aún no podían creer que a pesar de los esfuerzos del Sub Director Chakal por reprobarlos o expulsarlos habían terminado el año con resultados que seguramente dejarían a sus respectivos padres satisfechos. Pero eso no era lo que más los animaba, la verdadera razón de su regocijo era la promesa de los padres de Manny de llevarlos de vacaciones a la famosa playa de Lanfeld, un remoto lugar al cual solo podían ir los miembros de la clase social mas alta, debido a sus elevados precios.

La noticia de que conocerían ese paradisiaco lugar había tomado por sorpresa a todos, una sola noche en el hotel más sencillo de esa región costaba el triple de lo que costaría un paquete vacacional completo en cualquiera de las otras playas mexicanas. Resulta que así como Rodolfo había usado sus ahorros de todo el año un tiempo atrás para comprar el delicioso guacamole de los ángeles, también había destinado algo de su salario para darle ese pequeño gusto a su familia.

En el viaje irían todos los Rivera, incluyendo a María y por supuesto a Frida, la cual se encontraba más que feliz de poder alejarse unos días de sus fastidiosas hermanas, por supuesto que había sido toda una odisea convencer a Emiliano Suárez para que le permitiera a su hija menor asistir al viaje, pero gracias a la gran habilidad de Rodolfo para persuadir a la gente… y algo de chantaje por parte de Frida, la niña ahora contaba con el permiso de su padre.

-Apúrate papá, vamos a perder el avión y no queremos retrasarnos- decía un alegre Manny a su padre, quien se la pasaba dando vueltas por toda la casa buscando algo.

-Ya voy mijo, en cuanto encuentre el dinero para el taxi al aeropuerto…papi, ¿no te lo di a guardar?- preguntó Rodolfo a su padre.

-¿A mí?, jeje, no, no me diste nada- respondió Granpapi un poco nervioso a la vez que unos cuantos billetes caían de sus bolsillos. Rodolfo no pasó por alto este detalle y simplemente se quedó mirándolo con cara molesta. Granpapi se percató de esto y rápidamente unos cuantos brazos metálicos salieron de su sombrero para tomar los billetes y esconderlos. Aunque era demasiado tarde, su hijo ya se había dado cuenta de lo que había hecho.

-¡No tienes pruebas!- dijo rápidamente Granpapi antes de que Rodolfo le exigiera su dinero.

-¡Dame eso!- ordenó Rodolfo.

-No te atreverías a quitarle su dinero a un viejo indefenso- dijo Granpapi.

-Ni ese es tu dinero ni tú eres un viejo indefenso- dijo Rodolfo.

Manny y Frida solo miraban algo fastidiados la escena, en otro momento les habría parecido divertido pero en esa ocasión solo quería llegar cuanto antes a la playa de Lanfeld para comenzar la diversión. Por fortuna para todos, María llegó y convenció a Granpapi de que devolviera el dinero y finalmente todos pudieron llegar al aeropuerto justo a tiempo para abordar su avión. El viaje fue bastante largo para los niños, Rodolfo se la pasaba todo el tiempo cuidando de que su padre no intentara algo con los otros pasajeros, María extrañamente se había quedado dormida y para colmo, la película que transmitían no era más que un documental del doctor Eugene C. Butterman acerca del maravilloso mundo de los azotadores.

Luego de unas cuantas horas finalmente llegaron a su destino, los primeros en bajar del avión fueron por supuesto Manny y Frida. Después de recoger su equipaje se dirigieron a su hotel. Tal y como les habían contado, el lugar era verdaderamente genial. El hotel tenía un sofisticado estilo colonial con una enorme estatua en el lobby simulando una imponente águila parada sobre un nopal y devorando a una serpiente. La playa era tan cristalina que incluso se podían ver los coloridos arrecifes de coral desde el restaurante del hotel. Así mismo también se apreciaban animales marinos como delfines, tortugas y toda clase de peces dentro del agua.

Ya que el hotel se encontraba lejos de la civilización y en una zona donde la vegetación abundaba también se podían ver exóticas aves como Tucanes, Guacamayas y Quetzales. En la parte trasera de la recepción había un pequeño cuadro con todas las actividades recreativas como nadar, juegos playeros, buceo, etc. Todos y cada uno de ellos lucían bastante atractivos para los vacacionistas, aunque Manny y Frida no pensaban desaprovechar la primera oportunidad que se presentara de molestar a alguien.

Como requisito del hotel, todos debían firmar una lista de registro al momento de su llegada y antes de retirarse, además de usar una pulsera de color azul metálico para ser reconocidos como huéspedes. Manny tomó su pulsera y se la colocó mientras que Frida firmaba, ambos se encontraban más que contentos y totalmente vacíos de preocupaciones.

-Cielos Frida, no puedo esperar para ir a divertirnos, ¡esto será de machos!… ¿Frida?- dijo Manny dándose cuenta de que su amiga acababa de terminar de plasmar su firma en el papel, pero su mano continuaba sosteniendo la pluma, mas que sostenerla parecía que deseaba partirla en dos con la fuerza de su puño cerrándose. La emoción se había esfumado completamente del rostro de la niña y había sido remplazada por una furia intensa y Manny podría jurar que una pequeña chispa de odio aparecía en los ojos de la niña.

-¿Frida?, ¿Qué te pasa?- preguntó Manny preocupado.

Frida no respondió, solo seguía con la mirada perdida en la lista que acababa de firmar y ahora sus manos habían comenzado a templar ligeramente. Manny dirigió la mirada a la lista buscando lo que fuera que hubiera alterado a Frida y no tuvo que esperar mucho para encontrarlo. Unas líneas encima del nombre de Frida se encontraban los nombres de María, Granpapi y Rodolfo, y aún más arriba destacaba un nombre que hizo que Manny sintiera un ligero escalofrío.

-Ah, ya veo, Frida, no dejes que esto te afecte- dijo Manny.

-No es justo, Manny, no es justo que me siguiera hasta aquí- dijo Frida irritada.

-Sí, es una sorpresa pero no hay que dejar que eso arruine nuestras vacaciones- dijo Manny.

-Tal vez tengas razón, vámonos a dejar nuestras cosas al cuarto- dijo Frida un poco más tranquila y dedicándole una sonrisa a Manny. El chico le devolvió el gesto y juntos se alejaron de ese lugar, donde descansaba la pequeña lista con el nombre que le había hecho pasar ese trago amargo a Frida: Zoe Aves.

Los dos amigos se dirigieron hasta el elevador que los llevaría hasta el piso 5, donde se encontraba su habitación. Frida ya se había animado un poco para el consuelo de Manny, sin embargo ninguno de los dos sabía que esa momentánea paz estaba a punto de desaparecer. El elevador llegó por fin y las puertas metálicas se abrieron dejando ver la inconfundible imagen de Zoe Aves parada frente a los chicos. Al igual que Frida, la chica Aves no tomó muy bien la sorpresa de encontrarse con su eterna rival.

-¡¿Tu?!- gritaron al unísono las niñas mientras que Manny veía preocupado la escena.

-¿Por qué no puedo deshacerme de ti ni en mis vacaciones, Suárez?- dijo una indignada Zoe.

-¿Sabes?, yo tampoco estoy nada feliz de tener la mala suerte de estar en el mismo hotel contigo, Aves- le respondió Frida.

-Oigan, por favor, no hay necesidad de pelear- decía Manny tratando inútilmente de arreglar las cosas.

-Me niego a pasar el verano al lado de alguien que me tiró un bote de pintura encima, me colocó un letrero de "patéame" antes de entrar al salón de Karate y metió un oso hambriento en mi casillero- gruñó Frida.

-¿Ah sí?, tu quisiste hacerle creer a todos que yo era La Cuervo Negra y por tu culpa me arrojaron dentro de un volcán gigante- dijo Zoe recordando la vez que su identidad casi fue descubierta por Frida.

-Ese volcán era de papel maché y lo que tenía dentro no era lava, era bicarbonato de sodio y vinagre- dijo Frida en tono sarcástico.

-No me importa, tú eres la causante de todo lo que me pasa. Por tu culpa nadie en la escuela me toma en serio, por tu culpa mi vida es miserable… ¡Y por tu culpa Manny nunca se fija en mi!- dijo Zoe a punto de entrar en la neurosis.

-¿Qué?- preguntaron Manny y Frida al unísono.

-¿Eh?, ¡nada, no dije nada!- respondió Zoe tratando de enmendar su pequeño error.

-Como sea, ven Manny, tenemos mucho que hacer y no podemos perder el tiempo con esta niña- dijo Frida despectivamente mientras que tomaba a Manny del brazo y lo metía al elevador.

-Sí, mejor váyanse, yo tengo mis propios asuntos pendientes que hacer y tampoco puedo perder el tiempo con ustedes y sus actividades infantiles- dijo Zoe en tono burlón.

-Ja, como si tus pasatiempos fueran mejores que los nuestros- volvió a hablar Frida.

-Claro que lo son, mientras ustedes se divierten nadando y haciendo castillos de arena, yo me ocupo de cosas más emocionantes como la búsqueda de los petroglifos- dijo Zoe.

-¿Petro…qué?- preguntó Manny extrañado.

-Petroglifos, no me digan que no han escuchado la leyenda de los Petroglifos malditos de Lanfeld- dijo Zoe en tono triunfante.

Manny negó con la cabeza mostrando un gran interés en el tema. Frida simplemente se quedaba con los brazos cruzados y con una notoria expresión de fastidio. Zoe notó este detalle y con una sonrisa de satisfacción siguió con su relato.

-Hay una vieja leyenda prehispánica que habla sobre un lugar en el interior de la selva de Lanfeld donde una antigua banda de guerreros traidores a Moctezuma solía ocultarse. Todos y cada uno de ellos eran malechores y asesinos, eran buscados en todo el imperio, incluso en el sitio donde ahora está la Ciudad Milagro. Causaron terror durante muchos años hasta que su escondite fue descubierto y todos ellos fueron sacrificados. Se dice que antes de ser aniquilados juraron vengarse de aquellos que los juzgaron. Tanto era su odio que justo después de su muerte aparecieron en la selva varias piedras gigantescas con inscripciones grabadas en ellas conocidas como petroglifos, según el relato, cada uno de ellos contiene el alma de uno de esos bandidos y que al ser perturbados volverán de la tumba para destruir a todo ser viviente y que aquel que los libere tomará su lugar y será encerrado en esas rocas- terminó Zoe.

-Y luego no quieres que la gente piense que eres malvada- dijo Frida sarcástica.

-Piensa lo que quieras, pero yo voy a usar mis vacaciones para buscar esas piedras y comprobar si la leyenda es cierta. ¿Sabes Manny?, si quisieras podrías acompañarme- dijo Zoe.

-¡Eso es genial!- dijo Manny

-¿Qué?, no puedes estar hablando en serio, Manny- dijo Frida enfadada.

-Vamos Frida, siempre te han gustado las historias de fantasmas- explicó Manny.

-La invitación fue para ti, no para esa mocosa- dijo Zoe provocando aún más la ira de Frida.

-¿Qué?, lo siento Zoe, pero sin Frida no iré a ningún lado- dijo Manny decidido.

-De acuerdo, la niña puede venir- respondió Zoe resignada.

-Ni lo piensen, no iré a ningún lado-replicó Frida.

-Muy bien, piénselo, yo iré mañana a la selva para buscar los petroglifos, hasta entonces- terminó Zoe a la vez que se retiraba.

Frida se encontraba más que molesta con Manny por haber siquiera pensado en aceptar la invitación de la niña que tantos problemas le había causado. Manny solo la miraba suplicante, la idea de ir a buscar fantasmas le había parecido más que emocionante.

-No Manny, no voy a ir a buscar piedras encantadas solo para quedar bien con esa bruja- dijo Frida.

-Por favor Frida, será divertido- dijo Manny

El chico continuó insistiendo hasta el anochecer, Frida ya se encontraba harta de esa situación y solo para hacer feliz a su amigo terminó accediendo. El muchacho se fue a dormir sumamente feliz mientras que su amiga no estaba muy convencida del asunto, no solo por tener que lidiar con Zoe Aves, sino que algo le decía que esa excursión no traería nada bueno y que todo terminaría mal, en dolor y tragedia. Y la peor parte era que…ella estaba en lo cierto.

Continuará………

Bueno, tal vez un poco corto pero espero que les haya gustado, espero sus reviews y sus criticas, todas serán bienvenidas. En fin, que pasen un buen fin de semana, nos vemos/leemos, se cuidan.