Disclaimer: Digimon no me pertenece y bla bla bla... de ser así, todo sería más bello u.u
The First Time
Los ruidos del interior solo lograban colocar a Matt más nervioso aún. Sentía como su estómago se contraía con solo pensar en lo que tenía planeado decirle a la chica que se encontraba dentro de la casa disfrutando de la fiesta con el resto de sus amigos. Hoy era la noche, hoy era su noche y por fin diría todo lo que se ha guardado por tanto tiempo. Hoy por fin le diría a ella que la amaba o lo intentaría porque de solo pensarlo sentía que devolvería todo lo que comió en la cena.
-… Y seguiré enamorado de ti… Es la… Es la forma en que tú. Espera ¿Qué mierda?- el chico rubio se puso la mano en la frente, llevaba toda la noche con su monologo, aún no lograba completar la frase, es como si su lengua no respondiera a su cerebro- Vamos Matt…tú puedes- Saco el papel que ya se encontraba arrugado de tantas veces que había sido arrugado y releído. Leyó una vez más sus líneas y continuó- Es... esa asombrosa… esa asombrosa manera en que tú…
-¿A quién le estás hablando?
Matt se sobresaltó girando tan rápido que casi pierde el equilibrio. No esperaba que alguien se encontrara por ahí lo cual lo asusto, por otra parte saber que alguien le estaba escuchando lo hizo avergonzarse más aún.
Tras él se encontraba una castaña evidentemente confundida de jeans y blusa azul oscura. Nunca la había visto antes así que asumió que no era de su escuela, eso ayudo a que la vergüenza y el color de sus mejillas disminuyeran un poco.
-Me has asustado un poco.
-Lo siento
-No, está bien. Yo solo… creí que estaba solo.
-¿así que le hablabas a nadie? –la vio tratar de ocultar la sonrisa que se encontraba casi formada por completo en sus labios, él bajo la vista mientras jugaba con sus pies ligeramente incómodo.
-No.
Mimi se mordió el labio inferior, la situación le parecía muy divertida, casi surrealista. Un chico solitario en medio de la noche, fuera de una fiesta y parado a mitad de la calle hablando consigo mismo ¿Ahora qué? ¿Música indie rock de fondo?.
-¿Sabes de quien es esta fiesta?- No es que realmente le interesara saber, pero vio al chico tan acomplejado que lo mejor sería desviar el tema principal.
-No, ni idea ¿Y tú?-
-No, no lo sé. Llegue con mis amigas que ni sé si lo son realmente. Veras, son estas chicas algo perras, tal vez solo fáciles.
-Bueno, con los tipos que ando nos pasamos toda la noche llamando gente, tratando de localizar una fiesta- Sinceridad, no sabía ni porque, pero ahí estaba él contándole su patética vida social- Quiero decir, a quien sea…. Finalmente encontramos una y no conocemos a nadie.
-Eso es ridículo ¿Por qué lo hacen?
-¿Qué más vas a hacer, no?
Y ahí estaba el silencio otra vez. Matt estaba nervioso, sus manos se negaban a quedarse quietas y ciertamente la mirada de la muchacha castaña sobre él no ayudaba. Linda noche había elegido para hacer lo que llevaba intentando por 2 años.
-¿Y tú que haces aquí?
-Divertirme quizás- La ceja rubia del muchacho se alzó. Mimi dio un paso atrás y rio- No busco novio si es lo que piensas. Estoy con alguien, un chico. Algo así.
-¿Quién?
-¿Por qué?
-Quizás lo conozco.
-No, él es mayor.
Un grupo de chicos con vasos en sus manos salieron por la puerta de entrada, la mirada del rubio se fijó en ellos como si buscara a alguien conocido. El ceño de él se frunció ligeramente y cuando confirmó que nadie que conociera iba en el grupo, su ceño se relajó. La castaña le observo atenta, cada acción del muchacho, cada mirada y cada gesto. Al menos ya sabía que preguntar para continuar con la conversación.
-¿Y por qué no estas adentro cortejando a una chica de segundo con baja autoestima?
-Quizás porque hay una chica de la cual estoy interesado
¡Bingo! Lo hombres se sorprenderían si supieran cuan predecibles son.
-¿Cuál es su nombre?- Y aunque quizás él no lo creyera, ella realmente estaba interesada en saber. Quizás le conocía y de ser así podría estimar si era inalcanzable para el chico o no.
-Sora
-¿Sora Hinomoto?
-No, Sora Takenouchi.
Un ligero puchero y la mirada fija en el cielo le confirmaron al chico que ella no tenía ni la menor idea de quien era Sora. Una lástima, porque de conocerle quizás ella podría ayudarle, aunque de ser así ¿Por qué ella le ayudaría? Ni siquiera le conocía.
-Bueno… ¿Cuál es tu nombre?- Fue ella quien siguió con la conversación. Poca timidez y una personalidad agradable lograban que ella lograra retomar los puntos que quedaban en el aire y conectarlos nuevamente para no volver la situación en algo tan incómodo que se podría traducir a colocar una carita sonriente en Facebook cuando ya no sabes que más decir.
-Matt, osea no… es Yamato Ishida
-Bueno Matt, soy Mimi Tachikawa.
-¿Miri?
-Mimi.
-¡Mimi! ¿Vas a la escuela en Odaiba? ¿Último año?
-En el este, y salgo el año entrante
-Claro. Por supuesto que sí- Matt se colocó las manos en los bolsillos mientras la castaña se apoyaba en la pared de brazos cruzados ¿Qué era lo que él pretendía decir con eso?
-¿A qué te refieres? ¿No luzco lo suficiente mayor para ti?
-No, por supuesto que no. Quiero decir, no, por supuesto que sí. Es solo que no tienes esa mirada en los ojos ¿Sabes?
Y no, no lo sabía y a medida que pasaba el tiempo junto a él, comenzaba a creer que el chico tenía serios problemas para ordenar sus ideas y decir lo que pensaba, pero no importaba, era divertido.
-Me refiero a esa mirada desesperada. Demente. Esa mirada "wow, soy mayor y me graduaré en menos de un mes y todas mis noches de fiestas de secundaria se acabaran".
-Tú tienes esa mirada.
¿La tenía? Bien, eso no se lo esperaba.
-Entonces… esta chica Jane ¿No le gustas también?
¿Por qué tenía que decir eso? La pregunta que se llevaba haciendo hace meses, la que le mortificaba por las noches y en la mañana al despertar. Ellos eran amigos, los mejores. Él la quería, pero ¿Ella lo quería a él? De solo pensar la respuesta, le aterraba. Quería saber pero a la vez tenía un miedo tan profundo que se le helaba la sangre.
-Le gusto, platónicamente. Como amigos.
Friendzone, no había otra palabra que describiera mejor la situación del muchacho que esa. Mimi dejo que su espalda se deslizara por la pared y se sentó en el suelo, todo apuntaba a que esta iba a ser una larga noche.
-¿Y lo has intentado? Quiero decir ¿Realmente?.
-Creo que está noche estará con Davis Motomiya.
-Oh oh… una amiga una vez estuvo con Davis.
-Ahí lo tienes.
-él es guapo- Auch
-¿Por qué me haces esto?
-Sólo digo que si esta con Davis, yo no tendría muchas esperanzas.
Asquerosa sinceridad. No quería escucharlo, él ya lo sabía perfectamente pero se negaba aceptarlo. Por eso las palabras de la chica de ojos color caramelo le pegaron como un balde con hielo sobre su cabeza.
-¡Lo sé! Es por eso que estoy aquí afuera.
-¿Te estas escondiendo?
-No me estoy escondiendo
-¿Escapando?
-¡No! ¿Escapando?... Yo solo tenía que salir de ahí ¿Bien? No podía estar ahí viendo que la chica de la cual estoy enamorado coquetea con una especie de David Beckam nacional. Es una tortura.
La chica rebusco en su bolso y a él le pareció que no presto atención a nada de lo que él dijo. Considero seriamente dar media vuelta y marcharse cuando la castaña estiro su mano enseñándole algo.
-¿Quieres chicle?
-No gracias, estoy bien- Se revolvió el cabello frustrado, ella le seguía observando y él miro su mano por unos segundo era de arándano- Pensándolo bien, si quiero.
Ella sonrió y el rozo su mano ligeramente al momento de quitarle la goma de mascar. La sonrisa de ella desapareció al momento que un pequeño cosquilleo recorría de su mano hasta su columna vertebral haciendo que su estómago se apretara y quisiera reír. Se sintió rara e inmediatamente quito su mano incorporándose del suelo, lo mejor sería irse de ahí.
-Debería entrar, ya sabes… antes de que se vayan sin mí.
Mimi comenzó a caminar hacia la entrada y Matt le observo irse. Se revolvió el cabello nuevamente y dio unos pasos hacia ella hasta detenerse nuevamente y golpearse la frente.
-Hey espera ¿Puedo preguntarte algo?- Ella se volteo rápido, jugando nerviosamente con la envoltura del chicle- ¿Crees que es posible haya algo que pueda decirle para que ella se fije en mí?.
-¿Qué tienes en mente?
En mente… en mente ¿qué tenía en mente? ¡El papel!. Matt se palmeo los bolsillos rebuscando la arrugada hoja que le ayudaba a tratar de decir todo lo que sentía cuando Sora simplemente sonreía. Al ver la hoja, la muchacha simplemente pudo decir "wow".
-"Sora… Sorita. Últimamente estoy sintiendo que hay mucho ruido. Tú sabes, mucha estática-Suspiro, ¿Realmente estaba haciendo esto?- Todas esas voces compitiendo por atención. Profesores, padres, revistas. Que sirve, que no. Quien es genial y quien no lo es y es como que toda esta mierda suena tan fuerte que no puedo oír siquiera mis pensamientos. Sabes… solo quiero meterme a mi auto y manejar, pero luego te veo, te veo en el pasillo apoyada contra tu casillero, con esa chaqueta que amas tanto y la forma en la que acomodas tu cabello tras tu oreja y me ves y sonríes. Sólo sonríes y es como si apagaras el ruido ¿Sabes? Y lo único que puedo oír es el sonido de tu voz cuando dices mi nombre".
Mimi suspiro. Si el chico frente suyo hubiera dirigido sus palabras a ella, probablemente Mimi hubiera fijado su atención en él. Sus palabras sinceras reflejaban completamente su corazón, abriendo sus sentimientos, demostrando todo lo que Sora le hacía sentir. La castaña le observo en silencio, él era valiente si pensaba declarársele a su amiga con esas lindas palabras, pero si la chica que se encontraba en la fiesta coqueteándole a Motomiya escuchaba todo eso… ella no reaccionaría de la forma en que Mimi lo haría.
La mirada de la castaña sobre él le mortifico, el labio ligeramente fruncido y el suspiro solo habían sido señal de que todo lo que había dicho no eran más que tonterías ¿Tan patético era? Sora jamás se fijaría en él. Entonces ella sonrió incomoda y él quiso que algo se lo tragara.
-Oh no…Dios… estoy literalmente tan avergonzado como para incluso vivir. No puedo creer que dije eso en voz alta- Matt arrugo el papel nuevamente entre sus manos deseando con todas sus fuerzas hacerlo desaparecer y jamás haberlo escrito ¿Qué pensaría la chica de él? Que era un patético niño cursi, una fresita rosa toda niñita.
-No, no…
-No puedo creer que iba a decirle "eso" a ella… lo iba a hacer.
-Oye, no es que esté mal… es que ella…. A ella no le interesa eso, las revistas… el ruido- Matt se dejó caer al suelo y se llevó las manos al rostro tratando de que ella no viera cuando humillado se sentía- Y definitivamente no le interesa saber lo bella que se ve mientras acomoda su cabello. Quiero decir, dudo que quiera escuchar algo. Lo único que quiere es sentirse un poco menos asustada de lo que ya está. Así que quiere estar con un chico que lo esté menos que ella, y eso amigo, tú no lo eres. Y si logras serlo, entonces la tienes.
-Nunca seré ese chico.
-No con esa actitud amigo.
Mimi apoyo su mano en el hombro de él tratando de reconfortarlo. No sabía muy bien cómo hacerlo, no sabía si realmente funcionaba porque sin hermanos menores y con pocos amigos, nunca en su vida había tenido que consolar a alguien así que realmente no estaba segura de estar haciendo lo correcto, pero cuando el muchacho levanto la vista y le sonrió, se sintió más tranquila consigo misma.
Se sentaron en el suelo por un rato. Uno a cada lado, ambos con sus espaldas apoyados en el frio muro de la casa. Ella mirando el cielo, buscando constelaciones, tratando de formarlas con su imaginación. Él observándola a ella, cada rasgo. Su nariz pequeña y graciosa, su piel blanca, sus cejas ligeramente fruncidas, su mirada graciosa y frustrada que le hacía querer reír. Era bonita y no le extrañaba que tuviera novio.
-¿Quieres bailar conmigo?-La mirada de ella se fijó en su rostro. Abrió rápidamente la boca y se encogió de hombros. Su boca volvió a cerrarse sin decir nada realmente- ¿Quieres bailar conmigo?
-No.- respondió rápidamente y ahora sin mirarle. Matt se sintió idiota.
-¿Qué?
-Yo solo…. –Y volvió a callar. Aún no le miraba y el rubio muchacho comenzaba a sudar frio…. Vaya idiota era.
-Vaya manera de aumentar mi confianza… bueno, es baja… muy baja y tú lo señalaste.
-Mira, es que yo no bailo en público- La castaña hablo tan rápidamente que a Matt le costó trabajo lograr entender lo que decía y tuvo que realmente concentrarse para comprender lo que trataba de decir- Yo no demuestro mi afecto en público, mucho menos bailo. Es como ¿En serio chicos? ¿En serio se van a besar frente a todos?
Matt miro a todos lados. Nadie en la calle a esas horas, nadie que les estuviera observando, así que no pudo evitar sonreír ante los nervios infundados que gobernaban a la chica.
-Ok, primero que todo, somos los únicos en la calle. Segundo, solamente hablaba de baile, no te iba a besar ni mucho menos. Tienes novio ¿Lo recuerdas?- Matt arqueo una ceja y le miro con expresión divertida, ella se ruborizo de manera ligera y le sonrió.
Mimi se puso rápidamente de pie desconcertando completamente al rubio que la siguió con la mirada. La castaña se paró al medio de la calle y se encogió de hombros. Matt le observo sin comprender realmente que es lo que pretendía hasta que ella estiro su mano a él, y él se levantó para tomarla. Matt apoyó sus manos en la cintura de ella, y ella rodeo con sus brazos el cuello del muchacho.
-No puedo creer que esté haciendo esto. Es lo más dramático que hay, quiero decir… solo falta que llueva para completar la escena…
-¿Podrías callarte?- Parlachina, eso es lo que ella era. Aunque le parecía adorable que cada vez que estaba algo nerviosa ella hablara sin cesar.
Y ahí estaba ella mirándole con sus enormes ojos caramelo, y él sujeto con más fuerza su cintura. Mimi descansó su cabeza sobre el hombro del muchacho y Matt pudo inhalar el ligero olor a fresa que desprendían los cabellos castaños de la muchacha. Entonces alguien salió gritando y la magia del momento se rompió.
-¡POLICIA!
Matt y Mimi separaron y unas chicas sin la parte de arriba del traje de baño salieron corriendo seguidas por un chico tratando de colocarse los pantalones. Tras ellos una hora de adolescentes comenzó a correr y saltar lo que pillaba, Mimi se quedó estática observando las peculiaridades de la fiesta ¿Y sus amigas? Ninguno de los que salía por las puertas era alguna de ellas.
-¡Oigan ustedes! –Matt y Mimi giraron la cabeza, un chico de desordenado cabello castaño les observo de pie a cabeza- ¿Por qué no corren?
Los tres se miraron unos a otros mientras la gente de la fiesta corría lejos de las luces de policía se acercaban peligrosamente a la casa.
-¡Matt! ¡Idiota! ¡ Muévete!- el castaño se acercó al rubio y comenzó a empujarlo mientras esté tiraba a Mimi del brazo- Apúrate y vamos de acá, no me quiero ir preso.
-¿Donde esta Sora?- Matt se soltó del brazo del chico y busco con la mirada a alguna cabellera pelirroja que destacara.
-Se fue con Davis, tranquilo….ahora vam..
-Mimi ¿Tienes cómo irte?
La aludida levanto la cabeza y abrió la boca intimidada por la mirada inquisidora del castaño que analizaba cada movimiento suyo.
-Vivo cerca de aquí, puedo irme caminando.
-Tai, toma las llaves y vete con los chicos… llevaré a Mimi a casa- Tai tomo las llaves y le dio una rápida mirada a la castaña antes de marcharse corriendo y gritar algo que sonó como suerte.
Mimi observo al rubio unos instantes, se debatió en decirle que él podía irse con su amigo y ella podría llegar a su casa sola, pero las sirenas comenzaron a sonar más fuerza y de lo siguiente que se percato fue de tomarle la mano al muchacho y largarse a correr por las frías calles de Odaiba.
La casa de los Tachikawa no se encontraba muy lejos, unas cuantas manzanas lejos que mientras corrían fueron unos agotadores quince minutos donde sus piernas dolieron y la respiración se aceleró haciendo que sus costillas dolieran. No él no era deportista, el tocaba el bajo y era bueno en matemáticas, pero nada con deportes, pero ahí se encontraba corriendo de la mano de una muchacha que apenas acababa de conocer, escapando de la policía como si hubiera cometido un delito,
sin disfrutar la fiesta como de seguro sus amigos lo hicieron, sin poder decirle a Sora lo que llevaba planeado de días.
La castaña se detuvo súbitamente y Matt casi cae al suelo. La casa era grande, más de lo que era el departamento que compartía junto a su papá y hermano. Una casa bonita, normal y con amplio jardín, como esas que se ven en las películas, de las típicas que tienen un gran árbol fuera de la ventana del segundo piso. La muchacha se soltó de la mano del muchacho y camino hasta su puerta buscando las llaves en el bolso, cuando dio con ellas abrió la puerta.
-Bien… esta es mi casa, aquí vivo- Mimi miro dentro de su casa asegurándose de que las luces estuvieran apagadas y luego observo al muchacho frente a ella.
- Ok… yo, no lo sé ¿te gustaría pasar el rato alguna vez?
-¿Y que acabamos de hacer?
-Nosotros acabamos de correr de la policía… yo más bien me refiera a, ya sabes algo como… no es necesario si quieres, pero seria interesante que…
-¿Tratas de pedir mi número?
-Estaba tratando de llegar a eso.
-Bien, dame tu celular- La chica estiro su mano en dirección a él, y Matt se sorprendió. Esperaba cualquier cosa menos eso. ¿Realmente le daría su número de teléfono?
Matt le entrego su celular y ella rápidamente tecleo unos números antes de quedarse quieta y observarle, miro hacia dentro de su casa y luego al muchacho antes de fijar la mirada en la pantalla del teléfono.
-¿Quieres pasar adentro un rato?
¿Y que opinan? ¿merezco algún review o algo? lean, comenten y envien galletas
