Disclaimer: Los personajes de esta historia no me pertenecen, pero si el drama en el que estarán envueltos.

One Chance

Si tuvieras otra oportunidad.

Una en el que puedas cambiar tú futuro o tus errores.

¿Qué harías?

¿Lo aprovecharías?

¿Dejarías que el destino se llevase nuevamente la vida de tus seres queridos?

Cápitulo I

El grito desesperado de Sakura, provocó que Kakashi la acercara aún más hacia su cuerpo.

La chica lloraba de una manera desgarradora, mientras se movía en un vaivén que no parecía terminar dentro de los brazos de su sensei, pero el llanto y los gritos no parecía disminuir el dolor que sentía Sakura. El dolor, no era comparable con ninguna herida que hubiera tenido en batallas pasadas, de hecho, prefería revivir mil veces el dolor que había sentido cuando Sasori había traspasado completamente su cuerpo con su Katana, que seguir sintiendo la aflicción que estaba sintiendo en ese momento.

Kakashi se encontraba desolado, no sabía qué hacer, se sentía desesperado al igual que la peli-rosa, pero no podía derrumbarse frente de ella, él debía ser fuerte, después habría tiempo para lamentarse.

Debía proteger a Sakura, sabía que en esas condiciones la chica sería capaz de hacer cualquier locura, y si le pasará algo a su alumna, él no tendría ninguna fuerza de voluntad para pasar esa situación y superar el dolor que parecía infinito.

Mientras abrazaba a SaKura, Kakashi dirigió su mirada hacia el frente.

Aún se veían algunos rayos de distintos matices del color azul saliendo del suelo.

A metros más lejos de Kakashi y Sakura, se encontraba Naruto y Sasuke en extremos opuestos, tirados en el suelo, y con la vista perdida hacia el cielo.

Muertos.

Sakura sabía lo que tenía en mente Naruto cuando le llegaron con la noticia de saber la ubicación de su renegado amigo hace dos días. La idea se intensificó cuando vio la sonrisa y la decisión en los ojos del rubio cuando fue al encuentro de Sasuke, pero tenía esperanza de que Naruto hubiera encontrado otra solución. No esa.

¡Maldito egoísta! ¿Acaso nunca pensó en ella? ¿Que no eran un equipo? ¡Eran tres, maldita sea! ¿Por qué siempre la dejaban de lado? ¿Por qué siempre eran ellos dos? ¿Por qué no se mataron los tres? ¡Malditos los dos!

La habían dejado atrás como siempre. Ella observó todo y no pudo hacer nada.

"Quedate aquí, Sakura-chan" le había dicho Naruto con esa sonrisa zorruna que tanto le caracterizaba, cuando el rubio se dirigía al encuentro con su amigo. "Kakashi-sensei" no dijo nada más. Su mirada le decía todo. Le decía que cuidara de Sakura, que no dejara que interviniera y su sensei asintió.

Y ella en ese momento, le sonrió. Le sonrió porque aún tenía la esperanza de que los dos salieran vivo de esa estúpida batalla sin sentido. Le sonrió porque, como siempre, había creído en Naruto. Y como nunca, el rubio decepcionó sus esperanzas.

"¡No te atrevas a venir-tebbayo!" le había gritado entre dientes el rubio, el cual tenia el Rasengan en su mano derecha yendo directamente hacia su otro compañero. Sakura estaba decidida a intervenir a pesar de que Kakashi la tenia retenida, pero la peli-rosa sabía que no sería difícil soltarse de su maestro.

Y cuando lo iba hacer, lo escucho.

"¡No te atrevas!" le advirtió Sasuke repitiendo las palabras de Naruto. Y Sakura se quedó aturdida por unos segundos. Momento que bastó para que los dos poderes chocaran entre si y consiguiera hacer dormir para siempre a los dos ninjas.

En aquel momento lo había visto. Vio como Sasuke sonrió por primera vez antes de que el Rasengan le tocara. Y observó también, como Naruto le respondía la sonrisa antes que una luz, producto del contacto de los jutsus, cegara completamente su vista por unos minutos.

Sakura aun seguía llorando de rabia, de tristeza y de impotencia, al recordar lo inútil que fue, cuando el peli-plateado la llamó.

"Sakura" repitió Kakashi incrédulo. El tono de su voz, la alertó y miro a su sensei el cual, tenía la vista fija donde yacían sus dos compañeros, pero sus ojos, al igual que su voz tenía un matiz de incredulidad. La chica, sin pensárselo mucho, decidió seguir la mirada de Kakashi.

Lo que ocurría en frente de ellos, detuvo por completo el llanto de la chica, la cual no podía creer lo que veía.

La vista se distorsionaba entre sus dos fallecidos compañeros, tenía el mismo aspecto cuando Madara desaparecía en un remolino de distorsión en el espacio.

"¿Qué demonios es eso?" La voz de la peli-rosa sonaba muy patosa, tuvo que carraspear dos veces a lo largo de esa pequeña oración.

De la distorsión que estaba frente de ellos salían rayos, los mismos que aun flotaban en los cuerpos de Sasuke y Naruto por lo tanto, tanto maestro como alumna, no se le hizo difícil llegar a la conclusión que dicha deformación lo había ocasionado el choque de los poderes del rubio y del peli-azulado.

Sakura, con ayuda de su maestro, se levantó con clara decisión de acercarse para averiguar más de cerca que era lo que estaba en frente de ellos.

Kakashi le susurro que tuviera cuidado, el peli-plateado aun debía recuperar el chakra que había perdido en la batalla que tuvo contra los demás miembros de Hebi, así que solo presencio como su alumna, sin responder a su petición, se acercaba con pasos cortos y lentos hacia el origen del insólito suceso.

La chica no quitaba la vista de en frente para evitar mirar a los cuerpos inertes de sus compañeros. Aún le traicionaba algunas lágrimas que caían libremente por su mejillas, pero eso no la detenía de seguir. A esas alturas, no le importaba si fuera peligroso, de hecho, no le importaba nada. Y fue en ese momento en que algo que observó detuvo su lenta caminata.

"Naruto" susurró la peli-rosa sin poder creérselo. En el centro de la distorsión había visto como su amigo había pasado corriendo. Fue solo un segundo, pero lo suficiente para que la chica lo distinguiera.

"¿Qué?" preguntó confundido Kakashi, que a pesar de estar a una distancia no tan considerable, pudo oírla. El peli-plateado vio como Sakura tenía la vista fija en frente, casi podía jurar que no había pestañado en todo ese momento.

"Vi…" la voz de Sakura destilaba incredulidad y a la vez esperanza "Vi a Naruto" la chica agudizó su vista, y pudo observar claramente, como en toda esa distorsión se veía un paisaje, cuyo lugar, Sakura reconocía perfectamente.

Era el patio de la Academia de Ninjas. Su academia, donde ellos habían estudiado, donde los tres estaban juntos.

Sakura reanudo su caminata. Y en ese momento lo vio de nuevo.

Una mancha anaranjada.

Sakura comenzó a correr aumentando la velocidad a medida que se acercaba.

Kakashi se encontraba algo confuso. El uso del Magekuo Sharingan, le había nublado un poco la vista en los dos ojos, por lo que no podía enfocar muy bien lo que veía, ni tampoco observo lo que Sakura había visto.

El peliplateado, tardo en reaccionar y juntar un poco de chakra para poder levantarse y correr detrás de la peli-rosa.

"¡Espera, Sakura!" Kakashi trataba alcanzarla, pero ella llevaba una importante ventaja, y no tenia mucho chakra para aumentar su rapidez. "¡Es peligroso!" trató de hacer razonar a su alumna en vano, ya que ella no parecía escucharlo. La peli-rosa no se detenía.

"Naruto" susurró mientras sentía, que a la vez que aumentaba la velocidad, el paisaje se agrandaba, afirmando los pensamientos de la peli-rosa acerca del lugar que tantos recuerdos les traía.

"¡SAKURA!" fue lo último que escucho antes que todo se oscureciera.

Estoy completamente emocionada. Esta es mi primera historia que he decidido publicar, ya que me he obligado a mi misma a terminar. Tengo algunos capítulos ya hechos y el final lo tengo en mi mente y escrito en algún lugar de mi notebook. Así que se me será fácil continuar la historia sabiendo a donde tengo que llegar.

He estado leyendo fanfics durante años y he escrito algunos varios, pero ninguno lo he publicado así que estoy ansiosa por ver la aceptación de mi pequeño bebe :)

Trataré de actualizar todos los domingos, ya que trabajo y he decidido estudiar en mis vacaciones para que no se me haga tan difícil mi segundo año de universidad. No los sigo aburriendo mas.

Espero que me digan que tal el primer capitulo. Cuídense.

atte.

Stephanie