Todo pertenece a JK, así que si fueran míos Hermione no hubiera quedado con Ron xd ah los que leyeron Gone estoy trabajando en la secuela tengo mucho tiempo libre últimamente.

Las partes en negrita son en Frances, la verdad no quería darle tantas vueltas al tema.

Capítulo I

- ¡MADRE! No puedo aceptar eso, es imposible mi hermana ... Mi hermana ... -

- Lo que mi niña, tu abuela está aquí.- La alcaldía de las rubias se dirige a la entrada donde se maneja una señora más de treinta años su gran belleza y elegancia era todo gracias a su herencia Veela, esta es una expresión estoica en su rostro pero solo era una máscara para ocultar su gran preocupación hacia su nieta, a pesar de ser una cuarta parte Veela no escapaba de la maldición, al llegar al jardín de su inmensa y espaciosa estancia notaron como la mencionada estaba sentada en una de las sillas de este, Fleur Delacour sin lugar a dudas fue hermosa, su exquisita calidez, así como su cuerpo de infarto provocó más de un suspiro a la población masculina, así como gran envidia y enojo a la femenina, su aura de poder se había activado de gran manera, sus ojos azules alguna vez tan llenos de la vida era un abismo,Su cuerpo mostraba los signos de la desnutrición a través de la fina bata de seda que esta vestía y sus cabellos.

- Mi niña. - La mayoría del clan, el abrazo y el suave abrazo, y el resto de las mujeres rubias, sabría el inminente final estaba cerca Una vida no puede vivir sin su alma gemela.

- Granmére viniste. -

- Claro que vendría, todo saldrá bien. -

- No mientas, sé que estoy muriendo sin ella ... Yo. - Mas lagrimas abandonaron sus hermosos ojos su corazón se apretaba mientras que su veela interior pedía a gritos por su compañera.

- ¡No hermana! No aceptare esto, no me importa lo que tenga que hacer pero; ¡Traeremos a Hermione Granger aquí! - De acuerdo con la decisión más joven del clan Delacour, las lágrimas se escriben libremente por sus mejillas y sus puños apretados adquiriendo un color blanco ante este esfuerzo.

- Gaby… -

¡Gaby nada! ¡NO LO ACEPTO!— Un sollozo escapo de sus labios tapando estos con sus manos, el pensamiento de todos era el mismo, no podían aceptar tan cruel destino. Arman Delacour hizo acto de presencia era un hombre alto de hombros cuadrados y cabello un poco encanecido, sus ojos azules mostraron el mismo tormento de todas las presente mientras tomaba entre sus brazos a su hija menor, su última esperanza esfumada, no pudo encontrar a Hermione Granger, la chica de oro del trio más famoso de Londres se esfumo de la tierra hace cinco años luego de la caída de Voldemort, ni siquiera sus amigos más cercanos sabían de ella.

¿Papi?— Su hija mayor giro un brillo de esperanza en sus ojos, lo que hizo que el corazón del hombre fornido se rompiera, este negó levemente y la ojiazul bajo su cabeza sollozando aceptando su cruel destino

¿Entonces? Solo esperamos su inminente muerte ¿No? ¡TENEMOS QUE SEGUIR BUSCANDO! O acaso piensan que ella aparecerá de rodillas delante de Fleur.— La menor de las hijas Delacour exclamo con enojo mientras la mayor estaba a punto de responderle cuando un grito más el ruido de madera destruida hizo que toda la familia Delacour volteara y al hacerlo todos y cada uno se quedó boquiabiertos al ver tal espectáculo.

Minutos antes.

¡Papá! No puedo creer que me hagas esto. — Gruño con enojo una castaña de hermosos ojos marrones, esta había crecido en más de unos cuantos aspectos puesto que su cabello logro finalmente ser domado, su contextura se había fortalecido dándole un aspecto más maduro, la guerra la había cambiado en más de una forma.

Oh no cariño, tu perdiste ese juego de póker a ti te toca bañar al cachorro. — Henry Granger, exclamo con gran diversión para gran consternación de su hija, este era un hombre guapo de altura promedio y su cabello se mantenía castaño como el de su hija solo con alguna que otra cana en el, vio como la castaña se cruzaba de brazos negando una y otra vez.

¿CACHORRO? Esa cosa es más grande que nosotros dos juntos. —

No le digas así que le hiere sus sentimientos. —

¿Tiene sentimientos?— Exclamo la castaña mientras el llamada 'Cachorro' La miraba indignado por sus palabras, el llamado pequeño era un gran danés este era completamente negro excepto sus orejas que eran blancas, era lo más llamativo.

Hermione. —

Bien, lo haré pero sé que hiciste trampa en nuestra noche de juegos.— De mala gana tomo el recipiente de agua junto jabón, cepillo y otras cosas para perros, la casa donde se encontraban alojados era de gente rica, estaba solo dividida por una cerca de madera puesto que aún se conectaba a la gran mansión luego de la muerte de su madre, padre e hija decidieron tener un nuevo comienzo la ojipardo perdió mucho en aquella guerra contra el ser oscuro no podía quedarse en Londres, así que decidieron vivir en Francia, el país del amor gran ironía puesta que la chica dorada era un completo desastre cuando de amor se trataba, cinco años… Cinco años totalmente desconectada de todos, odiaba la fama que ahora obtenía puesto que tuvieron que usar un nombre falso para poder arrendar aquel lugar, nunca en todo este tiempo vio a los dueños de la mansión solo sabía que eran muy ricos y gente muy reservada.

Muy bien bestia es hora de tu baño.— Le gruño al gran danés mientras desenrollaba la correa del animal dispuesta a llevarlo a la pequeña piscina inflame que su padre armo para el perro, este último al notar como su cadena era soltada del árbol donde estaba amarrado comenzó a dar vuelta alrededor de la castaña está en un descuido soltó la cadena al hacerlo el animal se colocó en dos patas haciéndola caer sobre su espalda lamió su rostro con entusiasmo mientras la bruja se removía empujándolo, el animal noto a una ardilla que había bajado del árbol le gruño y ladro viéndola y sin previo aviso corrió hacia ella sin contar que en proceso se llevaría a la castaña puesto que la correo se había enredado en su tobillo, el muro de madera cayo y el perro arrastro a una pobre bruja con el mientras perseguía a lo que él pesaba que era su enemigo jurado.

¡BUBBA! ¡PERRO ESTÚPIDO!.— Este ignoro el grito de su ama y la siguió arrastrando por todo el enorme jardín en busca de su presa.

Presente

Los presentes no sabían que hacer en ese instante si reír o llorar, Apolline Delacour, quería matar a aquella bestia que aplastaba sus preciadas flores haciendo que su jardín quedara hecho trizas, Gabrielle miraba con su boca abierta al igual que su padre, mientras la reacción de Fleur era de puro asombro y entonces empezó a reír algo que no había hecho en años notando en esos instantes como un brillo de puro jubilo invadió sus ojos. La matriarca Delacour, solo observo a su nieta y su corazón se derritió al igual que el de todos los presentes al ver a esta reír, brillar, luego de todos esos años de agonía.

A la que no le parecía nada divertida esa situación era a Hermione Granger, la bruja más brillante de su edad estaba furica.

— ¡PAPÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁ!— Ante los gritos de su hija Henry Granger salió corriendo al lugar de los hechos, al ver a su hija siendo arrastrada por su perro no pudo evitar reírse con ganas, solo ella podía meterse en esos aprietos.

— ¡¿Todo friamente calculado cariño?!—

— ¡SI, SUMAMENTE CALCULADO!— Grito con ironía la leona, con tranquilidad el patriarca Granger, tomo una silla y continuo tomando su café como si aquel acontecimiento fuera de lo mas normal.

—¡TE ODIO!— Al notar como su padre no iba hacer de gran ayuda palpo su bolsillo buscando su varita pero en ese instante la ardilla pensó que sería una buena idea dirigirse a la piscina, esta se detuvo y giro en el último instante, pero eso no le dio tiempo al animal de detenerse por consecuencia cayo en la gran alberca junto a su dueña que al salir y escupir el agua busco desatar el nudo que se había generado por la correa sobre su tobillo pero para gran mala suerte de la valiente Gryffindor, el animal volvió al ataque y sin ningún esfuerza logro salir de la piscina arrastrando a su dueña nuevamente esta finalmente logro tomar su varita y apunto al perro.

— ¡Petrificus Totalus!— Al instante el gran danés cayó como un pedazo de roca al suelo la castaña logro desatar el nudo de su tobillo intentado recuperar su aliento logro colocarse de rodillas pero esta sin notarlo estaba frente de la hermosa rubia que aun reía pero al verla dejo de hacerlo para observarla con una sonrisa ladeada mientras sus ojos brillaban con diversión.

Pues supongo que deberían agradecerme. — Dijo con sorna Gaby, mientras veía toda la escena. En ese instante el padre de la castaña hizo acto de presencia aun riendo del espectáculo que su hija había montado pero dejo de hacerlo al notar a los dueños del lugar donde estaban hospedados.

—Arman, disculpa todo esto mi hija es algo torpe. — Se disculpó el hombre mayor, ante la mención de aquello la castaña aun sin notar quienes eran hablo.

— ¿Perdón? ¿Me llamas torpe a mí? Yo no tengo a Godzilla como mascota. —

—Deja de insultar a mi bebé. —

—Será bebé ballena. —

— ¡Hermione! Me estas avergonzando. —

— ¡No lo puedo creer! Casi soy asesinada y tú te ríes. —

—Eres digna hija de tu madre cariño.— Estaba a punto de objetar aquel comentario cuando una suave risa llego a los oídos de la bruja al girar sus ojos se encontraron con unos azules llenos de diversión, al instante las palabras quedaron atascadas en su garganta y una sonrisa salto de sus labios.

—Fleur Delacour, la campeona de Beauxbatons. —

—Hermione Granger, la bruja más torpe de su edad. —

—¡Hey!— La castaña dejo que un pequeño puchero se formara en sus labios mientras esta última volvía a reír, pero al hacerlo lagrimas comenzaron a escapar de sus ojos, estas seguían bajando y la castaña quedo confundida ante ello, quiso hablar pero sin previo aviso la ojiazul salto a sus brazos enrollando los suyos sobre su cuello, en la base de este las lágrimas encontraron refugio, la valiente Gryffindor no sabía cómo reaccionar ante aquel gesto puesto que cayó sobre su trasero con la hermosa veela sobre su regazo.

—Si soy torpe, pero por favor no llores. — Exclamo Hermione posando sus manos sobre la espalda de la rubia intentando calmarla.

—Supongo que nuestras hijas se conocen. — Rasco su barbilla recién rasurada un Henry bastante confundido.

—Así parece, nunca pensé que fueras el padre de una heroína de guerra. — Un Arman Delacour, empezó a reírse mientras su esposa golpeaba su brazo entre lágrimas la esperanza volvía a los ojos de toda la familia ante este evento tan inesperado.

—Y lo siento mucho por su jardín yo prometo arreglarlo. — Con un leve rubor en sus mejillas Hermione Granger quería meter su cabeza en un agujero.

—No te preocupes por ello ma petit lionne, todo está bien. — Fleur se acomodó mejor en sus brazos y finalmente el cansancio domino su cuerpo, pero había algo distinto en ello su rostro una tranquilidad que hace años había perdido y la castaña sin darse cuenta fue la responsable de aquel suceso.

Así que tú eres la famosa Hermione Granger.

Hmm si, soy Hermione, ¿Un gusto conocerla señora…?— Dejo la pregunta en el aire respondiendo en perfecto francés a la más anciana del clan esta dejo escapar una risa sincera ante la ingenuidad que mostraba la castaña.

Athena.

!OH! Usted es una veela de linaje completo eso es increíble si no es mucho pedirle quisiera que respondiera algunas preguntas sobre ellas.— Sus ojos brillaron ante la posibilidad de más conocimiento, la anciana acepto ante el entusiasmo de la joven, Hermione no evito el chillido emocionado que escapo de sus labios levantándose y cargando a Fleur como si no pesara más de una libra, la acomodo en su pecho para que esta tuviera mayor comodidad, la anciana observo atentamente, solo las veelas eran capaces de ver aquella aura, un aura de color azul alrededor de la pareja y como en sus dedos anulares eran conectados por esta misma. Solo sería el comienzo para ellas dos, les faltaba mucho por aprender.

Ten cuidado con mi nieta niña león no quieres hacerle daño.

No claro que no, es decir, yo como pude levantarla. — La valiente bruja no encontraba lógica ante esto, puesto que tenía la fuerza de un ratón.

—Estoy de acuerdo, ya vieron como la uso nuestro perro de corta césped. —

— ¡Hey! Ya ves que no soy tan débil, aunque Fleur está más delgada de lo que recordaba, esto no quiere decir que no esté hermosa, es decir, no piensen que soy rara porque claro que tengo ojos porque ¡Por las barbas de Merlín! Esta chica es perfecta, siempre que la veía estaba impecable a veces pensaba que no era humana, bueno es entendible después de todo solo mírenla. —

—Ok voy a detener tu verborrea niña, tu misma has creado un agujero negro en tus pies y de aquí veo cómo te hundes. — Su padre coloco su mano en su hombro apretándola con torpeza, el castaño podía notar como se le salía aquel pequeño enamoramiento por la chica rubia, ahora entendía bien por qué las cosas no habían funcionado con el chico Weasley.

—Si lo siento, yo supongo que debo irme estoy toda mojada, mi perro petrificado y creo que he arruinado el atuendo de Fleur, se enojara conmigo. — La cabeza de Hermione bajo con arrepentimiento aun goteaba y había rastros de tierra en todo su cabello, rostro y ropa.

—Créeme Hermione a mi hermana su atuendo es lo último que le importa en estos momentos. —

— ¡Gabrielle!—

—Oh por dios madre sabes que tengo razón. — Apolline decidió ignorar las palabras de su hija, mientras la castaña miraba incomoda sin saber que hacer al notar el temblor de la rubia por el frío esta de forma automática tomo su varita y seco sus ropas haciendo aparecer la chaqueta que esta traía encima del torso de su hija.

—Así que mmm, yo tengo que irme prometo arreglar su jardín. —

—Oh sí que lo harás, pero no con magia si no de la manera tradicional. —

— ¡Papá! Estaré semanas si no meses arreglando todo lo que inteligente mascota hizo. —

—Nada de excusas jovencita, vendrás todas las tardes a la casa de los Delacour y arreglaras su jardín, así fortaleces esos músculos de ratón que tienes. —

—Mi intelecto me alimenta más que mis músculos, así que perdona por no salir Neandertal. — Ante su últimas palabras esta se giró para irse, su padre golpeo su frente ante lo despistada que era su hija mientras todo el clan Delacour, observaba curiosos como la castaña caminaba a su casa con la ojiazul aun en sus brazos, su padre aclaro la garganta.

—Creo que olvidas algo niña. —

— ¿Qué?— Ladeo la cabeza a un lado curiosa al girar para mirar a su padre, este señalo a sus brazos a una veela muy dormida y cómoda en ellos, esta perdió todo el color de su rostro para luego subirse toda la sangre a este en un segundo, se acercó torpemente a Arman, colocando a su hija entre sus brazos, para luego des-petrificar a su mascota y correr con este atrás de ella.

— Mañana comienza lo prometo. — Se despidió el patriarca Granger para acto seguido seguir a su hija.

- Ella es ... Especial -

—Dirás torpe madre. - Dejo escapar una carcajada la más joven del clan cuando su madre era un punto de reprimirla noto las lágrimas cayendo libremente por sus mejillas se acercó a su padre abrazándolo y su hermana en el medio de ambos.

- Se salvara. - Sollozo mientras su madre se coloca detrás de ella imitando el gesto de su hija y su padre.

- Lo haré, sí que lo haré. -