DULCES SUEÑOS
CAPITULO 1: Falsa Inocencia
Sasuke no cree en la inocencia. Por lo menos no cree que ésta existiera, no ha visto aquella característica en nadie más que en sus compañeros de escuela, cuando eran unos niños, pero ahí no contaba, por falta de experiencia todos eran inocentes. Ahora a sus veinte y tantos no había visto nadie que por lo menos lo aparentara en su físico, nadie y eso lo entristecía aunque jamás lo compartiera, no es que él fuera un santo pero uno de sus deseos era ese… poder ver la inocencia reflejada.
Camino como todas las noches por el parque iluminado a esas horas con los niños corriendo de un lado a otro, pidiéndoles a sus padres que les compraran un algodón de dulce o que los subiera a algún juego. A Sasuke no le gustaban las personas, sin embargo en aquel parque era donde más se reflejaba la inocencia, le gustaba caminar hacia su casa y oír los gritos de los niños, sus risas, y no es que deseara ser padre ¡oh no! Pero era un pequeño secreto que le gustaba tener, la inocencia era sinónimo de paz.
Eran cerca de las ocho de la noche y ya había salido del trabajo, se dio cuenta que estaba a punto de salir del parque y dirigió su mirada hacia la derecha, a unas cuantas calles había un bar, no estaría mal tomar algo, pensó. Y para cuando se dio cuenta sus pasos lo llevaron hacia el pequeño bar muy concurrido a esas horas, entro con paso lento sin fijarse en las personas, se sentó en la barra y empezó a beber un poco de lo primero que sabía que le servirían en seguida.
Pasaron los minutos y ya tranquilo se levantó, por hoy esta dosis de alcohol estaba bien, se levanto con cuidado de no tropezar con nadie, pero que él tuviera cuidado no quería decir que el resto lo tuviera, un cuerpo se chocó con fuerza al suyo logrando que volviera a sentarse -¡lo siento!- un rubio algo agitado le sonrió y por un momento Sasuke sintió que su búsqueda había finalizado –es que mis amigos son unos idiotas- rió un poco cerrando sus ojos y rascando su nuca. Aquel gesto tan solo le confirmo a Sasuke que, si, su búsqueda había finalizado.
-no hay problema- pero él no era un idiota enamoradizo ni esas tonterías, no hizo ninguna expresión en su rostro, pero ahora sabía que vendría más seguido a ese bar
-oye pero permíteme disculparme, te invito una copa- con total naturalidad el rubio se sentó a su lado en el siguiente banco y le pidió al bar tender otra copa, le volvió a sonreír a pesar de que Sasuke nunca imitó el gesto –soy Naruto ¿vienes muy seguido?-
-no, hoy solo fue casualidad-
Estrecharon sus manos y antes de que Sasuke se diera cuenta el rubio ya hablaba con él como si se conocieran de años, sus expresiones, sus risas, sus gestos, eran completamente libres, no pretendían nada, por lo menos no a sus ojos ¿Acaso ese rubio no sabía que no era bueno charlar de ese modo con un completo desconocido?
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'Este robo es el número veinte y dos en este mes, un tema que nos preocupa mucho y por el que se está intentando encontrar a los culpables, se considera que es una banda compuesta por a lo mucho cinco jóvenes debido a que los afectados siempre nos han mencionado a estos muchachos con las características similares, hasta ahora la policía no tiene idea de quienes puedan ser pero…'
Deidara apagó el televisor y bufó con molestia. Odiaba las noticias y aún más cuando le echaban en cara a la policía el no encontrar a los criminales ¿podrían ellos encontrarlos? No es nada fácil ir tras una sombra sin nombre ni cara, si aún teniendo nombres es difícil atraparlos, peor ahora que él ni siquiera tenía un nombre, lo único que tenía era una descripción de los afectados.
-Deidara…- un pelirrojo serio se situó frente al escritorio del rubio y este levantó la mirada
-¿tienes los retratos hablados? –
-si- levantó unas pequeñas carpetas que tenía en las manos –y también su forma de actuar cuando atrapan a sus victimas-
-haber veamos, Sasori ¿has hablado con Itachi?-
-si, pero dice que ahora esta en otro caso, no puede ayudarnos-
Deidara chasqueó la lengua molesto, necesitaba toda la ayuda posible en este caso, e Itachi era el mejor –comienza- Sasori le pasó la primera carpeta la cuál abrió de inmediato Deidara
-él según los asaltados se muestra como un muchacho alegre, juguetón y muy risueño- el dibujo a carboncillo que tenía en sus manos Deidara era la de un joven de gran sonrisa y cabello alborotado –castaño, ojos café y complexión delgada, se han reportado tres robos a su cargo-
-ella se comporta de manera sensual y atrayente, para ser más exactos de manera provocativa- ahora se mostraba la imagen de una mujer delgada con una coleta muy larga –rubia, delgada, ojos azules, ella tiene 3 robos también-
-cualquiera diría que es tu versión femenina Deidara-sempai- el rubio le envió una fría mirada a Tobi mientras lo observaba sentarse junto a Sasori, el pelinegro decidió callarse, últimamente Deidara andaba de un humor insoportable.
-ella a diferencia de la anterior es más coqueta pero no de forma sensual, más bien es de esas chicas que parecen gustarles solamente la diversión y que envuelve con su belleza- la imagen de una muchacha sonriente con su cabello por los hombros fue la imagen que se mostró –pelirosa, ojos verdes, delgada y tiene cuatro robos reportados-
-él a diferencia de los otros es un completo misterio, dicen que no habla mucho pero es muy curioso, incluso ese aire de misterio supongo a de ser lo que lo vuelve tan atrayente- ahora tenia la imagen de un muchacho de cabello corto, sin mucho expresión en su rostro pero con una mirada profunda, de seguro descrita así por sus victimas –pelinegro, ojos negros, alto, complexión delgada y cinco robos-
-y por último el más interesante de todos- está vez fue la voz de Tobi quien llamó la atención de Deidara –el rubio de ojos azules- Deidara observó la imagen de un muchacho sonriente pareciera que estuviera posando para una foto según la imagen –es muy apuesto y el dibujo por así lo demuestra, según los testimonios destila una inocencia impresionante, serías incapaz de sospechar de alguien así. Siete robos-
Deidara miró fijamente la imagen del último muchacho, era muy apuesto, si solamente la descripción lo ponía de esa manera, entendía perfectamente el por que envolvía a los demás con tanta facilidad –las victimas le han puesto Kyuubi, cuando las cosas cambian el rubio se vuelve la sensualidad en persona- el de coleta enarcó una ceja
-así que Kyuubi…-
-lo más seguro es que él sea el que está a la cabeza de todo-
-¿edad?- Deidara dejó las carpetas sobre el escritorio y miró a sus compañeros esperando una respuesta
-sus edad suponemos varían entre 18 y 24 no más-
-¿no hay alguna pista de sus identidades?-
-pues sus nombres, son los mismos que le han dicho a todas sus victimas pero lo más seguro es que sean falsos o que los hayan tomados de personas con características similares a las suyas-
-¿apellidos?-
-no-
Deidara pasó sus manos por el rostro buscando sacarse el estrés un poco aunque sabía que eso sería imposible -bueno ¿y cuales son sus nombres entonces?-
-veamos, en el orden que te di las carpetas…- Sasori buscó una pequeña hoja que tenía y comenzó a leer con tranquilidad –Kiba, Ino, Sakura, Sai y… Naruto-
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-…y estoy a punto de terminar el tercer ciclo en la U, estudio artes- Sasuke asintió ante las palabras de Naruto, Dios… estaba seguro de que ya se sabía toda la vida del rubio, pero aún así no estaba aburrido, y eso ya era muy extraño -¿y tú?-
-a mi me faltan dos ciclos para graduarme pero igualmente ya trabajo-
-¿en serio? Yo también trabajo pero no es algo que me consuma mucho tiempo- Sasuke no se había dado cuenta pero ya tenían una cercanía extraña, Naruto reía a momentos y el sonreía.
-¿entonces no es un trabajo estable?-
-lo es- aseguró Naruto con una sonrisa que Sasuke no había visto antes en él a pesar del poco tiempo que llevaban hablando, el rubio bebió un poco de su cóctel y Sasuke pensó que aquella sonrisa acompañada por ese gesto fue demasiado sensual –y trae muchas ganancias-
-¿y de que es?
-de recolección de piezas valiosas-
-¿antigüedades?-
-no precisamente, pero algo parecido, aunque a veces también nos hemos encontrado con valiosísimas antigüedades ¿y tú en que trabajas?- antes de que Sasuke se diera cuenta el también había terminado preguntando un par de cosas movido por la curiosidad que aquel rubio le producía e incluso respondiendo algunas preguntas esperando para plantear las suyas, no sabía ni era conciente del tipo de preguntas que Naruto le hacía.
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-me dijeron que me estabas buscando- Uchiha Itachi se asomó por la oficina de su rubio amigo y este sonrió débilmente al verlo entrar
-necesito que te unas conmigo para ubicar a esta dichosa banda-
-te advertí que tomar ese caso te iba a traer muchos problemas- el pelinegro se sentó con tranquilidad frente al rubio y este solamente rodó los ojos –pero ya estoy en un caso de narcotraficantes y es más pesado de lo que te imaginas, en unos días incluso tendré que salir de viaje-
-es que son demasiado escurridizos, escogen tan bien a sus victimas-
-¿ni siquiera una pista?-
-solo sus rostros y tampoco es que voy a mandar a los policías a arrestar a todos los que se parezcan a los del dibujo-
-sería una opción-
-Itachi…-
-de acuerdo, de acuerdo… pero no han buscado en los archivos penales-
-hay unos cuantos con sus características pero por edad han sido descartados, irónicamente estos asaltantes no tienen antecedentes penales-
-¿edad?-
-son muy jóvenes no pasan de los 24 ¿puedes creer? Incluso hasta podría asegurarte que en realidad no pasan de los 22 pero sería demasiado exacto, creo que lo único que tenemos es el nombre de su banda-
-dulces sueños- completó Itachi con una sonrisa sarcástica que molesto al rubio.
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Abrió la puerta del departamento torpemente y retrocedió a pasos sintiendo la boca del rubio sobre la suya, cerró la puerta del mismo modo y empezó a deslizar sus manos por la espalda de Naruto quien gimió lentamente al sentir la caricia. Sasuke sabía muy bien que por los besos que le daba la inocencia de Naruto no era más que en apariencia, pero aún así había algo en ese cuerpo que lo excitaba, que hacía que su pecho se contrajera con fuerza al imaginar que su boca rozaría en totalidad aquella piel.
-ah… espera Sasuke… yo…- la voz de Naruto acompañada por los leves temblores que tenía su cuerpo lo hacían perder la razón a cada momento, deslizó su boca al cuello del rubio quien se irguió logrando que sus pelvis se rozaran por lo que Sasuke separo su boca del cuello del ojiazul
-ah… Naruto no hagas eso- aquella fricción había despertado aún mas sus sentidos y empezó a caminar entre besos apasionados hacia su habitación.
Lo recostó en su cama y se colocó sobre su cuerpo con una pequeña sonrisa en el rostro le encantaba la mirada que le enviaba Naruto en esos momentos, desabrochó con cuidado la camisa del rubio y empezó a besar lentamente el estómago bronceado antes sus ojos ¿Qué se suponía que estaba haciendo? Lo había conocido apenas hace unas horas, y ahora estaba ahí disfrutando de ese cuerpo como si nada. Aunque nada no era la palabra precisamente.
Llegó una vez más al cuello del menor y este se estremeció una vez más, Sasuke lo había descubierto el punto débil de Naruto era su cuello –espera…- Naruto lo tomó por los hombros e hizo que ambos cambiaran de posición, quedando Sasuke recostado y Naruto sobre sus caderas –Sasuke… eres muy apuesto…- la mano de Naruto rozó su torso sobre la camisa –pero te has equivocado al elegirme- el Uchiha arrugó el entrecejo confundido y sin notar a donde se dirigía la otra mano del rubio.
-¿Naruto? – se acomodó como pudo hasta quedar sentado aún con Naruto sobre sus caderas, una mano de Naruto se levantó cerca de su cara y Sasuke pudo observar un poco de polvo blanco en la palma del mismo
-Dulces Sueños… Sasuke- el rubio sopló débilmente pero aún así Sasuke pudo darse cuenta de que todos esos movimientos fueron demasiados rápidos, sintió sobre su rostro y en el aire que respiraba el polvo que Naruto acababa de lanzarle
-dulces… ¿que?-
Los ojos de Sasuke comenzaron a cerrarse involuntariamente y por unos segundos se sintió mareado ¿Qué demonios le había lanzado? Lo último que vió fue la sonrisa de Naruto, la misma sonrisa que había visto en el bar y que en ese momento le había parecido sensual.
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-¡Naruto!- sintió a Ino subirse en su espalda con una sonrisa inmensa y él lo único que hizo fue corresponderle a la sonrisa –vaya que tienes suerte esta vez si que te has encontrado con un millonario-
-si, eso parece- la muchacha se bajó y le ofreció un poco de jugo de naranja que tenía en una pequeña botella que el rubio bebió de inmediato -¿ya terminaron?-
-casi-
-Naruto… Naruto…- una sonriente pelirosa se acercó a ellos contoneando sus caderas demostrando que en realidad la sensual del grupo no era Ino como de seguro suponía la policía, lejos de fingir y en la vida real la sensual era Sakura –ese muchacho si que era apuesto-
-¿lo viste Sakura?-
-pero por supuesto, muy apuesto en realidad, pero nunca nadie como tú- Sakura acarició la mejilla de Naruto olvidando la presencia de Ino y aplicando ese jueguito que siempre había tenido con el rubio.
-lo se- contestó tranquilo y con aquella sonrisa que mataba de amor a muchas de las chicas que habían a su alrededor, menos a sus amigas, claro, o por lo menos eso era lo que él suponía
-y le sigues ganando a Sai- esta vez observaron como Kiba y Sai se les acercaban por lo que la sonrisa de Naruto cambió a una de post victoria
-pero no será por mucho tiempo- Sai miró fijamente al rubio y este solamente amplio su sonrisa.
-niños, ya terminamos- observaron a lo lejos a Anko haciéndoles señas y a Kakashi subiendo al camión en el sitio del conductor, los cinco tan solo asintieron y a diferencia de los dos mayores que se fueron en el camión, ellos subieron al descapotable amarillo que era conducido por Naruto.
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Estaba mareado, con ganas de vomitar, con la cabeza dándole vueltas, con fuertes punzadas y con su cuerpo más pesado que nunca. Que asquerosa sensación, abrió los ojos pero los volvió a cerrar al sentir la luz del sol en ellos, maldita jaqueca, la imagen de un sonriente Naruto vino a su mente de inmediato y una vez más abrió sus ojos pero esta vez haciendo acopio de sus fuerzas para poder mantenerlos abiertos, se levantó con pereza y se apoyó en la pared aún confundido.
-¿que demonios me pasa?- caminó hacia el baño sin abrir bien los ojos y lavó su cara de inmediato, lo cual aparentemente le bajó la presión por lo que sus nauseas se intensificaron, apoyó sus manos en el lavabo y una vez recupero el dominio sobre su cuerpo camino de regreso a su habitación esta vez con sus sentidos más despiertos, sus ojos se abrieron desmesuradamente al notar su habitación completamente vacía únicamente con su cama.
Apresuró el paso hacía la sala, la cocina, el estudio y la habitación de huéspedes, todo completamente vacío, todo a excepción de las cosas extremadamente grandes como para llevárselas e intentar pasar desapercibidos, ladeo un poco su cabeza y sintió el enojo llenar sus venas #Sasuke… eres muy apuesto, pero te has equivocado al elegirme…# Maldito. Maldito rubio, se acerco a la pared de su sala y observó el escrito que había en la pared endureciendo sus gestos y apretando sus puños.
'Dulces Sueños Sasuke'
FIN CAPITULO UNO
Y bueno… yo se que todos ustedes me han de odiar por estar publicando un fic nuevo y no actualizar los que tengo pendientes, pero es que yo quería publicar este por que es una idea que se me cruzo por la cabeza. Asi que espero que lo disfruten y les guste.
Les cuento que esto iba a ser en un principio un one shot pero me salió extremadamente extenso incluso más que 'el chico que me gusta' que es el one shot mas largo que tengo por lo que decidi separarlo en capitulos, y a la final quedaron solo seis capitulos, asi que no se preocupen por que este ya esta terminado, asi es que si alguien le gusto la trama intentare actualizar lo mas pronto que pueda.
Me despido, y hasta el proximo capi!
