HALLO ALLE!

¡NO ES RUSPRUS! ¡NO ES HETALIA! ¡NO ES HOMESTUCK!

ES… *Redoble de tambores, por favor* ¡MARVEL!

¡Oh, amado público que no me recuerda porque paso siglos sin aparecerme por aquí! He regresado de ultratumba como parte de un nuevo fandom, que las puristas critican por "ñañaña es solo por Avengers" ¿pero saben qué? ME VALE VEEEEERGA… ehm sí, cuando publico estas cosas suelo estar medio drogada.

Sí, esto es algo arriesgado y loco pero… whatever, hace siglos que no hago historias largas y creo que no se ha hecho antes (realmente espero que no T_T), pero este barco ya recibió la bendición de Su, Anya, Mel y Gloria, las mujeres de mi vida, así que será culpa de ellas por dejarme hacer idioteces.

Disclaimer: Obviamente ninguno de los personajes de Marvel me pertenecen, todo esto lo hago porque es mi pretexto para no hacer los ensayos de la universidad y estoy muy deprimida *ataquen, puristas*

Rating y advertecias: AU, fluff, feels, llanto, sexo, icebergs, dramas, ahogados…¿Qué esperaban del Titanic?

Parejas: Steve/Tony, Thor/Loki. Tentativamente algo de Bruce/Tony y quizá Clint/Natasha, ¿menciones de Jack y Rose?


Prólogo.

Le decían el Barco de los Sueños, decían que ni Dios podría hundir un buque tan grande y que revolucionaría los viajes transatlánticos, pero para Anthony E. Stark no era otra cosa más que un barco más grande, sin ninguna innovación particular que realmente indicara un antes y un después y en la navegación; tenía más bodegas, es todo. Por esta razón, el excéntrico y famoso inventor de la época caminaba por la pasarela del barco con gesto aburrido, criticando detalles de la distribución de las chimeneas del buque o la posible resistencia de las ventanillas de los camarotes en voz alta sin hablarle a nadie en particular; su acompañante, socio y compañero de laboratorio, el Dr. Banner, había llegado al puerto mucho antes que él porque tenía la costumbre de la puntualidad que a él le faltaba, pero hablaba como si su amigo estuviera con él. A decir verdad, tan tarde iba que solo él y otro caballero de cabello oscuro se enfilaban hacia la compuerta del navío, el resto de las personas ya estaban abordo, agitando pañuelos blancos para decir adiós a la multitud que se quedaba en el puerto, observando la partida de aquel titán de hierro y acero.

Volviendo a los dos caballeros dilatorios, ambos llegaron a la cubierta de primera clase casi al mismo tiempo pero el otro hombre se adelantó a Tony, extendiendo su boleto con un gesto elegante y parsimonioso como su voz al decir "Loki Laufeyson. Había una multitud para llegar aquí, lamento la demora" al oficial de cubierta, mirando por encima del hombro al inventor con un gesto de fastidio, aparentemente muy aliviado de poder librarse de la habladuría interminable y ser conducido hacia su camarote. Tony solo volcó sus ojos castaños y le tendió su pasaje al oficial, de paso examinando de reojo la musculatura que se hacía notoria en su porte y su cabello rubio perfectamente peinado.

–Bienvenido al RMS Titanic, señor Stark. Lo estábamos esperando.

–¿Es queja? –ironizó al recuperar su pasaje con una sonrisa desvergonzada que se desvaneció de golpe al toparse los ojos azules del oficial, serios y recriminatorios, contrastantes con una perfecta sonrisa tan blanca como su uniforme.

–No, señor –contestó el oficial rubio perforando el boleto del ingeniero antes de devolvérselo, aun si éste estaba seguro de que había un deje reproche por el incumplimiento de los horarios. Así solían ser los marinos y maquinistas, se recordó Stark al quitarse el sombrero y poner un pie en el barco, quedándose estupefacto un momento por la velocidad en la que dicho oficial cerró la compuerta tras su espalda, hizo un saludo a otros marinos presentes y se retiraron con una velocidad que gritaba "eficiencia". Tras ese breve momento de confusión, una camarista se acercó al inventor, señalándole el camino hacia su camarote donde encontró su compañero con la mitad del instrumental ya desempacado e instalado en la habitación.

–¡Bruce! –Exclamó al llegar con los brazos extendidos, sonriendo radiantemente otra vez en espera de un abrazo de su compañero. Su camarada de apariencia cansada pero enternecida, solo se acercó tendiéndole una mano, pero Tony tiró de su mano para abrazarlo fuertemente. –Hola, grandulón.

–Llegas tarde, Stark. –Recrimina Bruce Banner, un hombre de estatura media y fornido de cabello algo desordenado, científico casi tan reconocido como Anthony Stark. Éste último lo estrujaba con tanta fuerza que terminó por reír y darle unas palmadas amistosas en la espalda antes de separarse, regresando al montaje de su laboratorio pues parecía que el par de científicos no descansaban ni durante el trayecto.

Le decían el Barco de los Sueños aunque la hidrodinámica del buque no le parecía nada de ensueño Tony Stark pero, durante un trayecto bastante corto, él y todos los pasajeros entenderían que le llamaban así por los sueños con ángeles, fantasmas y sirenas.


No olviden de dejar sus comentarios si quieren que esto continúe o se vaya al trasto. Por cada favorito sin RR, mi alma muere un poco… mentira, yo no tengo alma, pero si se retrasa el siguiente capítulo.