A Black And A White Knight
Disclaimer: La historia y personajes de El Origen de los Guardianes le pertenecen a DreamWorks Animations, no ha mi.
A/N:
Aclaración... Todos los personajes de El Origen de los Guardianes permanecerán con sus nombres originales en Ingles.
Ingles - Español
Jack Frost - Jack Frost
Sandman/Sandy - Meme
Toothiana/Tooth - Hada
Bunnymund - Conejo
El nuevo y más reciente Guardián, Jack Frost; entro por una de las ventanas de los tantos hogares en el pueblo de Burgess. Jack sonrió al ver a su primer creyente, Jaime Bennett, acostado panza abajo en su cama con los pies hacia arriba y moviendolos con entusiasmo ante la lectura en la que estaba concentrado. Sinceramente Jack no podía evitar sonreír cada vez que lo veía, recordando que hace unos meses, Jaime, tras pronunciar por tercera vez su nombre, verlo asombrado y con una pequeña sonrisa formándose en su rostro en el momento, de haber sido visto por alguien después de 300 años de invisibilidad...le había cambiado su eterna e inmortal vida.
-Jack!- La voz de Jaime lo saco de sus recuerdos, lo observo saltar de su cama y correr hacia él para abrazarlo. -Hey Jaime! Como has estado?- Pregunto Jack tras el abrazo dado, Jaime le sonrió. El joven guardián observo que el diente que el niño había perdido había sido remplazado por uno nuevo, "Incisivo central izquierdo" recordó Jack la voz de Tooth, el Hada de los Dientes. -Muy bien Jack! Te extrañe mucho!- Respondió Jaime que comenzó a reír en cuanto Jack alboroto su cabello con una mano. -También te he extrañado Jaime, es algo aburrido sin ti y los demás. Pero recuerda que es verano y no puedo hacer muchas travesuras por aquí.- Sonrió Jack, el niño suspiro algo frustrado. -Lo sé.- La actitud de Jaime llamo la atención de Jack que lo observo, al ser verano Jaime llevaba puesta una camisa de mangas cortas de cuadros de diferentes tonalidades de café, unos pantalones cortos de mezclilla, calcetas blancas hasta los tobillos y un par de zapatos cafés claro. -Ya quiero que sea invierno.- Jack comenzó a reír por la confesión de Jaime. Tan impaciente era? se pregunto así mismo Jack aun riendo. -Calma niño, ya vendrá.- le dijo Jack con una sonrisa.
Jack P.O.V.
Al escuchar a Jaime decir eso no pude evitar reír! Es decir, no muchos niños dirían eso! Y menos hacia el verano! Si que puede ser un poco impaciente pero yo tampoco puedo esperar a que sea la hora de traer el invierno aquí a Burgess. Al verlo emocionarse por algo y saltar a su cama, mi atención completa volvió a él.
-Jack, adivina! Adivina!- Sonreí a su entusiasmo. -Que cosa? Acaso sucedió algo emocionante mientras no estuve?- Jaime afirmo aun emocionado. -Si! Esta mañana Sophie acaba de perder su primer diente! No es genial?!- Me acerque a su cama. -Pero por supuesto!- La pequeña traviesa que adoraba a Bunnymund, el Conejo de Pascua. -Eso quiere decir que el Hada de los Dientes vendrá a recogerlo! No es genial?!- Me pregunto Jaime con emoción pero en ese momento no le respondí, mis pensamientos se enfocaron en quien vendría por el diente. Hace mucho que no veía a Tooth, después de todo ella tiene un trabajo muy saturado, las 24 horas del día de los 367 días del año…uff, como es que puede hacerlo? -Jack?- Jaime volvió a sacarme de mis pensamientos. -Claro que si, pero no creo que puedas quedarte despierto.- Le sonreí desafiante a lo que él me devolvió la sonrisa. -Ah sí?- Me respondió aceptando mi reto. -Ya veremos!- Me dijo con una sonrisa decisiva pero sabía que era cuestión de tiempo.
El Palacio de los Dientes escondido en una hueca montaña en los cielos de Asia, tras haber sido acatado y los dientes tomados, ahora todo estaba a la normalidad y todos los dientes habían sido colocados y ordenados en sus respectivos lugares de vuelta en el palacio. En el centro de este, el Hada de los Dientes, Toothiana o como los guardianes le decían, Tooth, daba instrucciones a las pequeñas haditas que partían con monedas y volvían con dientes de todas partes del mundo para almacenarlos en las cajas de los niños correspondientes. -Paris, sector 3, 5 colmillos, 3 molares.- Las haditas volaban veloz de un lado a otro. -Tokio, sector 8, 8 incisivos, 10 premolares. Oh, oh probabilidades de lluvia.- Advirtió a sus haditas antes de que partieran, con una sonrisa siguió dando instrucciones y entonces un diente a recoger la hizo sonreír con ternura. -Sophie.- Tras esto dio unas últimas instrucciones antes de salir del palacio. -Baby Tooth, quedas a cargo.- La pequeña hadita, segunda en comando afirmo con un chillido de alegría y entendimiento, con una sonrisa Tooth salió del palacio hacia Burgess.
Una pequeña nube de brillante arena dorada flotaba por los cielos de las oscuras noches, donde encima de esta, Sandman o llamado por los guardianes como Sandy, sonreía ante su trabajo. Listones de arena dorada flotaron hacia las ventanas de las habitaciones de los niños, atravesándolas y llegando sobre las cabezas de los niños brindando dulces y asombrosos sueños. Tras terminar de dar los sueños a los niños de ese lugar, transformo la nube de arena dorada en un pequeño avión dorado para dirigirse a su nuevo destino: Burgess.
Nicholas St. North o simplemente North tras salir de su taller, observo a los Yetis trabajando en los juguetes, los duendes tratando de crear un juguete fallando en el intento pero los duendes felices vieron a su jefe sonreírles y decirles que hicieron un buen trabajo. Después de lo ocurrido con Pitch, el líder de los guardianes había entregado a cada guardián una esfera de nieve para comunicarse en cualquier emergencia que hasta el momento ni uno había usado, y eso era algo en verdad bueno. Camino y paso por una habitación, se detuvo en la puerta y sonrió al verla, de color azul y detalles de escarcha blanca decoraban las esquinas de la misma, el picaporte hecha de hielo con una imagen en blanco de un copo de nieve dentro de este. Sonrió colocando sus manos en su panza, tras haber llegado al Palacio de Hielo tras haber derrotado a Pitch, North le había ofrecido a Jack vivir en el palacio con él. Para su gran sorpresa y alegría, el joven guardián acepto con una gran sonrisa, claro que no siempre estaría dentro del palacio siendo un espíritu libre y tras 300 años de soledad se habían hecho alguien muy dependiente.
Uno de los Yetis en el palacio observo el Globo de la paz mientras llevaba en sus brazos piezas de juguetes, pero se detuvo al creer haber visto una de las luces parpadear, observando mejor se sorprendió ver aquella luz en el continente africano apagarse. Dejo la caja con piezas a un lado observando que dos luces más se apagaban pero en diferentes continentes. Enseguida salió corriendo en busca de su jefe, Phil era el segundo al comando de North, por ello sabia que eso era algo malo…en verdad malo.
-[Fin del capitulo]-
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