Silence
Disclaimer: Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.
Summary: Hay diferentes tipos de silencio, de reencuentro, despedida, etc. En ambos es algo común. Porque cuando están juntos, si hay algo que sobra, son las palabras.
I. Just Silence
Como era ya habitual, el silencio imperaba entre ellos dos. No era para nada incómodo o tenso, se trataba de una especie de acuerdo mutuo para dejar de lado las palabras. Al menos por un tiempo. Porque como dicen, las palabras se las lleva el viento.
En cambio, aquellas miradas intensas, cargadas de sentimiento, quedaban grabadas a fuego en sus almas.
Por esto mismo, ¿quién necesitaba largas charlas sinsentido, si podían mejor decírselo todo con un beso?
Ella sabía que él era una persona de pocas palabras, si no eran ningunas.
Él sabía que ella apreciaba más una caricia que mil frases tontas.
El silencio acompañaba sus momentos más íntimos y a ninguno le molestaba.
Era una quietud dulce que los rodeaba. Juntos, tomados de la mano y sin poner demasiada distancia entre sus cuerpos, las palabras sobraban. Ellos no las necesitaban.
Él la miró y ella no tardó en regresarle la mirada con ternura, sabía perfectamente que era lo que quería. Se inclinó ligeramente y él unió sus labios rápidamente. Una sonrisa algo tonta se formó en sus labios sonrosados ante la repentina acción, tanto tiempo y tantas experiencias vividas y aun así no se acostumbraba completamente.
Ella podía leer la intención detrás de cada acción que él realizaba, le resultaba algo completamente natural interpretar cada mínimo movimiento que él realizaba. Al fin y al cabo, lo conocía tanto.
Uno de los motivos por los que él la quería tanto era que sabía que solo ella era capaz de entender sus silencios y sentirse cómoda con ellos, sin intentar forzar alguna conversación (que de todos modos terminaría siendo un monólogo) o protestar y enfadarse. Ella ya lo conocía, con sus manías y su carácter, y no intentaba cambiarlo, lo quería porque simplemente era él mismo.
Por eso mismos, porque se entendían y complementaban, no necesitaban hablar y el silencio tenía una capacidad de expresión tan importante en ellos.
Porque las palabras sobran y las miradas bastan.
Porque las únicas palabras que pronunciaban alguna vez eran simplemente: "te amo".
Y con eso era más que suficiente.
