Esta historia está basada en los personajes del Anime kamisama hajimemashita, del manga con el mismo nombre, los personajes le perteneces a Suzuki Julietta


Capítulo: 2 favores

Karin estaba acostada sobre su cama, mirando al techo. Tenía mucho tiempo que no se sentía tan cansada. No tenía ni una semana de haber vuelto a Japón y tuvo que ser atacada por un demonio y para empero las cosas su compañero de clases también lo era. En un principio sintió algo extraño en él, pero nunca pensó que fuera parte del mundo espiritual.

Hasta ahora, a excepción de su familia todas las criaturas que le buscaban eran simplemente para usar su poder. Por eso en cuanto vio que Kurama también era un demonio pensó que haría lo mismo que los demás. Sin embargo no contaba con que eso pasara.

Unas horas antes

Levanto su mano y formó una llama. – no quería creer que fueras uno de ellos – había cierta tristeza en sus ojos – nos vemos –

En un rápido movimiento desvió su mano, le sujeto ambas para no pudriera atacarlo, pero Karin en un rápido movimiento lo aventó, Kurama aprovecho y utilizo la inercia para volver a atacar. Los agiles ataques y movimientos de ambos adversarios eran sorprendentes, parecía ensayado, apenas se movía el otro comenzaba el contrataque.

Kurama a pesar de tener años de experiencia debía admitir que esa joven peleaba como toda una guerrera digna de admirarse. Era claro que recibió un arduo entrenamiento, realmente no le costaba devolverle los ataques el verdadero problema eran sus flamas. Sabía perfectamente que tan peligrosas podía llegar a hacer si estas te alcanzaban.

Por fortuna tenía una forma de solucionar ese problema. En un movimiento, saco una pequeña capsula que se colocó en la boca, observo el movimiento de Karin, ya conocía su patrón, así que rápidamente en uno movimiento donde Karin intento golpearlo, sujeto su mano y la atrajo hacia él, Kurama mordió la píldora liberando su contenido. Poso sus labios contra los de ella obligándola a abrir los ojos como platos.

La alvina abrió los ojos como platos antes el actos, el sabor amago en su boca la desconcertaba, intento alejarse, pero el pelirrojo rodio su pequeña cintura y la trajo más, profundizando más el beso.

Kurama no quería apartarse de sus labios suaves, dulces, parecía adictivos, sintió como su una gran fuerza recorriera su cuerpo. Necesitaba más de esos labios, no quería apartarse de ellos. Karin continuo peleando para separe. Debido a la falta de aire se separó por un segundo y cuando intentó besarla de nuevo.

-haaaa – grito de dolor Kurama, debido al punta pie que le dio la muchacha.

Ka – desgraciado – la ira se le escapaba incluso por los ojos – toma… - intento formar llamas pero estas nunca salieron de sus manos - ¿Qué…? – Observo sus manos un momento - ¿Qué me hiciste?- su mirada echaba fuego.

Ku – nada en especial, solo se te di una medicina desarrollada por mi – dijo con una sonrisa. Ante el comentario la chica se lanzó a pelear de nuevo. A pesar de que su poder se había debilitas, no quitaba que supusiera pelear a la perfección. Pero antes de que pudiera hacer cualquier cosa una llama azul se interpuso entre ambos. Kurama abrió los ojos como platos, ante las llamas y pensó que su fórmula no había sido de todo efectiva. Pero al ver la cara de la adversaria se dio cuenta que no era el caso.

-basta – un joven de cabello blanco apareció en medio de ambos.

-TOMOE-

-OTOSA- dijeron ambos en corro, ambos jóvenes se miraron.

Ahora

Se levantó apenas un poco y observo su habitación. Según lo que le había dicho su padre, ese cuarto pertenecía a su madre. No podía recordara pero en las pocas fotos que tenía, le había quedado claro que eran muy similares.

Observo el espejo examinando su rostro y luego vio sus labios, recordó el beso que el pelirrojo le había dado y un leve rubor apareció en sus mejillas. Se frotó los labios tratando de olvidar la sensación de sus labios contra los de ella.

Fue un sentimiento diferente a los demás, no había sido su primera experiencia besando. Sin embargo en todas, habían sido criaturas que solo deseaban más poder. De alguna forma ese beso fue tierno.

Alejo esos pensamientos de su mente y se alejó del espejo. Era claro que a pesar de que el objetivo de Kurama no era robarle su fuerza, de todas formas lo había hecho. Si no fuera amigo de su padre, el estaría comiendo polvo.

Sintió como algo pequeño saltaba en su hombro - Mamoru – dijo viendo al pequeño mono que se posó en su hombro. Este solo se acomodó en la curva de su cuello, acaricio levemente su cabeza y le dedico una pequeña sonrisa. Miro hacia la puerta "¿de qué estarán hablando?" se cuestionó.

En otro cuarto

To – no pensé verte de nuevo – dijo totalmente serio observando al pelirrojo.

Mi – ni yo tempo – dijo encimándose un muchacho que también poseía un cabello color plata. Mientras sujetaba un jarrón.

To – Misuky – una venta le saltaba en la frente – ¿no deberías estar en otra parte? –

Mi – si –

To - ¿entonces que haces aquí? –

Mi – me quede dormido

To – pues cumple tu parte del trabajo – grito histérico mientras arrojaba lejos al pobre de Misuky

Ku – no pudo decir que me da gusto verte – ambos rieron ante la ironía. – no sabía que tú y Nanami tuvieron una hija – los ojos del albino se oscurecieron – y mucho menos que fuera mitad demonio – noto como el cuerpo del alvino se tensó – pensé que te convertirías en humano –

To – quería transfórmate en humano – dijo con tristeza – pensamos que no pasaría nada y cuando nos dimos cuenta Nanami estaba embarazada –

Ku – así que se comieron el pastel antes de la boda – dijo con sarcasmo además de un poco de coraje.

To – el fina, cuando nos enteramos Nanami estaba sumamente feliz y me rogó que no me transformara en humano, ella nacería como medio demonio y si no tenía a sus padres para protegerla y comprender su situación. si me hubiera vuelto humano Nanami tendría que haber olvidado todo lo relacionado con este mundo y se negaba dejar sola a su hija –

Ku – no me sorprende – dijo imaginado el rostro de su amada

To – el fin, gracias a que ella tenía la marca de dios fue capaz de soportar el embarazo, después de todo su cuerpo no estaba preparado para un bebe tan fuerte – se notaba la tristeza – pero al final…

Años atrás

-duele- decía con dificultad la castaña. Nunca había experimentado tal grado de dolor en toda su vida.

-solo un poco mas – Mikage le estaba ayudando en el momento del parto. Preparándose para recibir al pequeño que anhelaba ver la luz del día – puja – Nanami obedeció dejando salir un aullido de dolor

-Nanami - su futuro esposo sujetaba su mano con fuerza para darle ánimos y mostrarle su apoyo. La chica respiraba con dificultada, el esfuerzo la estaba consumiendo y el sudor corría por su frente. En un momento a otro se escuchó el chillido de un bebe.

Mi – es una niña – la pareja sonrieron ante la noticia y las lágrimas no se hicieron esperar. Mikage limpio rápidamente a la pequeña para dársela a su madre.

-Karin – dijo con un hilo de voz, la abrazo fuertemente y después vio al padre de su pequeña –cuídala - una última lagrima resbalo por su mejilla. Cerró poco a poco los ojos manteniendo su sonrisa.

Tomoe no pudo detener sus lágrimas, ambos sabía que pasaría. Pero no significa que la herida no fuera tan profunda. – Te juro que la protegeré – le dio un último beso a su amada, que parecía que dormía pacíficamente.

Ahora

To – tal como se lo prometí ese día, la he cuidado y protegido –

Ku – pues parece que ella es capaz de cuidarse sola – dijo recordando la pelea.

To – ni lo dudes – dijo con una sonrisa superior – le estrado enseñando desde antes de que pudiera ponerse de pie –

Ku – pero a juzgar por su apariencia tal parece que las historias son ciertas – dijo pensativo recargó su mejilla en su mano como acostumbraba a hacerlo y ambos hombres estaban cerios – un híbrido envejece mucho más lento que un humano, pero muy rápido para los demonios –

To – esa es su maldición – recargo su barbilla en sus manos – no pueden vivir con los humanos mucho tiempo porque se darían cuenta que no es humana, en cambio con los demonios ella crece demasiado rápido – dijo con tristes – además de que hay otra cuestión – se enredoso y Kurama notaba que era importante.

Al día siguiente

Karin hablaba muy animada con sus compañeros de clases mientras el pelirrojo no dejaba de mirarla de forma pensativa. Lo que le había dicho Tomoe, hiso comprender lo que el demonio quería. Finalizada la clase, se apresuró a tomar a su compañera de las manos guiándola hacia la azotea de la escuela. Donde nadie pudiera verlos ni interrumpirlos.

Ki - ¿Qué hacemos aquí? – pregunto algo molesta dado que la había arrastrado hasta allí.

Ku – venimos a almorzar – dijo enseñando un gran paquete de almuerzo, envuelto en un pañuelo.

Ki – no quiero – dijo fríamente

Ku – vamos, tómalo como una disculpa por besarte sin tu permiso - un leve sonrojo aparición en la mejillas de la muchacha. Pero acepto comer con el cómo disculpa.

Mientras comían Nanami se quedó impresionado por lo bien que cocinaba el pelirrojo, su padre cocinaba bien pero él lo hacía excelente. Ambos comenzaron a charla un poco.

Ku – definitivamente te pareces a Nanami – dijo con una gran sonrisa

Ki -¿conociste a mi madre? – parecía sorprendida

Ku – si, fuimos grandes amigos – dijo con una gran sonrisa y miro el cielo – ella siempre estaba sonriendo y tenía una gran energía, no importaba que tan duros fueran los momentos ella nunca se rendía y superaba sus obstáculos a su manera - su voz era melancólica y una sonrisa, la cual le contagio a la menor. – bueno solo se parecen en el físico –

Ki – si bueno – molesta – perdón por no ser si vivo retrato - apretaba el puño tratando de controlar su ira.

Ku – tu padre me hablo de tu situación – Karin olvido su ira y miro en otra dirección

Ki – si bueno, nadie podía saberlo en ese momento – su tono era neutro aunque noto un toque de molestia.

Ku – eres mitad demonio y humano, lo cual ya es inusual, pero – observo su figura que todavía mantenía la mira hacia otra parte – en tu caso tu madre era una deidad así que parte del poder de los dioses reside en ti – Karin abraso sus piernas.

Ki – nadie sabía que avía heredado parte del poder de los dioses, cuando se dieron cuenta, mucha gente comenzó a buscarme. Fue entonces cuando mi padre me escondió, apenas era una niña y no sabía porque tenía que estar encerrada. En una ocasión me escape de casa y un grupo de demonios me persiguió por mi poder – dijo recordando aquel día.

Ku – puedes pasar parte de tu energía a otra persona, pero a cambio tu cuerpo termina agotado- la chica asintió – pero no solo eso, tu poder te permite curar cualquier herida, pero pasar poder y curar una herida tienen un precio diferente –

Ki – ¿también te contó eso? – de alguna forma le alegraba porque, para que Tomoe compartiera ese secreto tendría que ser a alguien que confiara cien por ciento en el.

Ku – para curar heridas se acorta tu vida, por eso no debes usarlo – la joven abrazó más fuerte sus piernas. – De cualquier forma tu padre me pidió que te cuidara mientras este en la escuela – vio cómo se levantaba y se colocaba enfrente de la reja de seguridad - No te preocupes, soy bastante fuerte – dijo con una sonrisa "ademas tus labios son demasiados dulces como para alejarme demasiado"


MUCHAS GRACIAS POR LEERME :)