Descarga de responsabilidad: nada de esto me pertenece, pertenece al tan querido profesor tolkien y a su increíble imaginación. A excepción de Elien, Eleonor, Gildor, Aldorn y Atarséro que son míos, creados por mí, mis preciosos.
Advertencia: violación de nuestro personaje favorito si no te gusta será mejor que no continúes.
Capítulo 1
Caminaba por el estrecho pasillo alumbrado por las luces de las velas, las grandes puertas se alzaban a los lados del corredor desierto.
El príncipe sintió que lo vigilaban, el pensamiento se desvaneció cuando unos brazos lo tomaron fuertemente, mientras un brazo lo rodeaba el otro le tapó la boca. Trato de zafarse pero el elfo lo tenía sostenido con mucha fuerza. Empezó a sentir como lo jalaban hacia el interior de una de las recamaras.
La habitación estaba a oscuras. Entre tanto forcejear logro soltarse, trato de correr hacia la salido, cuando hubo dado un paso sintió un dolor en el cachete que hizo que perdiera el equilibrio por un instante y cayó al suelo. La puerta se cerró produciendo u sonido seco y la oscuridad reino en el interior. Sus ojos azules recorrían de lado a lado del cuarto buscando entre las sombras a su atacante.
Logro distinguir a un elfo frente a él, se reía con una ruidosa carcajada que le helo la sangre. El elfo rubio se estremeció sintiendo el miedo que crecía rápidamente en su interior, tenía que encontrar alguna manera de salir de aquel lugar lo más rápido posible.
Se le hizo un nudo en el estómago cuando el hombre se acercaba; aun en el suelo empezó hacerse para atrás, pronto fue jalado bruscamente de los pies, trato de soltarse y patear a su atacante, se enderezo para golpearlo con las manos en la cara. Pronto sus manos fueron sujetadas por las muñecas con la misma fuerza. Al verse libre de mover sus pies lo pateo con toda la fuerza que poseía.
El elfo rodo hacia un lado soltándolo. Legolas se levantó rápidamente y corrió en dirección a l puerta. Toco la perilla de la puerta y cuando comenzó a girarla fue jalado por la cintura alejándolo de ella, fue empujado a una de las paredes. Sus brazos quedaron inmovilizados entre su pecho y la pared, siendo presionado por el hombre, que al mismo tiempo se desabrochaba el pantalón.
Un momento después siguió con el de Legolas. El elfo rubio forcejeaba para impedir que el atacante lograra su objetivo. Envuelto en la desesperación empezó a gritar ''no''. Fue sujeto pronto por la boca apagando todo sonido que saliera de él. Después de varios minutos logro desabrocharle los pantalones para después bajárselos.
El estómago se le revolvió cuando sintió como el miembro del hombre era introducido en el tan violentamente. Al verse sin escape cerro sus ojos fuertemente tratando de contener las lágrimas más aun así algunas lograron escapar y corrían por sus mejillas, esperando a que acabara aquella pesadilla.
Después de una eternidad el hombre se apartó causando que el elfo rubio cayera al suelo, algunas de sus lágrimas a un caían por su rostro, podía sentir como era arrebatada una parte de él, no podía soportar la idea y el dolor que esto le causaba. Abrazo sus piernas pegándose lo más que podía hacia la fría pared; el elfo de cabello oscuro se quedó junto a él acomodándose el pantalón finalizando con un nudo para sostenerlo en su lugar.
El elfo se agacho y tomo a Legolas por el cabello sin la menor delicadeza, saco un cuchillo pequeño y corto un mechón de la cabellera rubia y lo guardo en su mano cerrada fuertemente. Soltó al príncipe con la misma brusquedad con la que lo tomo por el cabello empujándolo contra la pared. El hombre se levantó y salió por la puerta cerrándola tras de sí.
Legolas volvió a rodear sus piernas con sus brazos escondió su cabeza en ellos. Estaba solo en la oscura habitación, nadie podría verlo así que dejo que las lágrimas corrieran libremente fuera de sus ojos, su corazón se encogía con el miedo y la tristeza que crecían en su alma. El tiempo pasaba lentamente que no pudo saber cuánto tiempo había permanecido sentado, podían ser horas o tal vez minutos.
Decidido, se levantó lentamente apoyando su mano en la pared; se subió el pantalón verde que traía y se lo sujeto con un nudo sencillo, se secó la cara lo mejor que pudo y se acomodó un poco el cabello.
Salió de la habitación cerrando la puerta tras de él. El pasillo seguía estando desierto, camino atreves de los muros. De vez en cuando se volvía para ver si alguien lo seguía, tenía la impresión de estar desprotegido.
Continuara….
