"No hay nada que temer… porque yo... siempre estaré su lado" –Dices intentando contener tu rubor, sosteniendo aquella espada con fuerza entre ambas manos.
Mientes.
Sabes perfectamente que aquello no es verdad, pero aun así mientes y le dices eso al hombre que tanto amas en el fondo de tu corazón. Esperas que te crea, pero ni tu misma te crees tus palabras. Tal vez aquello que Elliot decía de tu familia era cierto.
Es una mentira, porque aun sin estar a tu lado el no tiene porque temer. El tiene a alguien que ama por sobre todas las cosas, y lo comprendes: tú igual amas a tu hermano. Fue por el amor a tu hermano que intentaste sacarle del Abyss y terminaste envuelta en un mundo de ocultismo y terror, un mundo que aun así te fascina.
El no tiene espacio en su corazón para ti, pero te mientes a ti misma pensando que en algún momento el te amará de la misma forma en que tú le amas: aquel amor que te hace sostener una espada que incluso la gravedad intenta alejar de ti para protegerle.
Porque al final y al cabo en el fondo quien esta asustada eres tú. Estas asustada, pero no solo de aquellas personas que mueren a tu alrededor, no de la masacre que estas presenciando y no del hecho de aquel hombre te golpeará contra la pared gritándote. No, estas asustada porque estas sola.
Mientes intentando protegerte a ti misma de aquella soledad, intentando hacerle pensar que eres capaz de protegerle. Pero no puedes protegerte ni a ti misma, y eso lo compruebas al girarte y ver como la joven sirviente a quien tu amado llamó aparece salvándote la vida ¡Oh! Pero antes de reaccionar siquiera, caes al suelo inconsciente, sin entender por completo la situación.
Visto de esta manera ¿no eres patética, Ada Bezarius? No. Para él no: para él, la persona en verdad patética es él mismo. Pero tal vez nunca lo sepas, y tal vez ignores para siempre el hecho de que la persona a quien tanto amas te ama de la misma manera, aunque insista en negarlo. Y tal vez jamás te des cuenta de que ambos están juntos, en una oscura vida donde fueron arrojados por el amor a sus hermanos.
Pero no todo es tan malo, porque fue precisamente esa oscura vida lo que les llevo a ese oscuro amor.
