Ok, realmente lo siento muchisimo, es que la idea original la empeze antes de la salida del ultimo libro, y luego de leerlo como que la historia ya no me cuadro para nada y no sabia como repararla, asi que decidi volver a empezarla, espero esto aya quedado mejor, ya que ahora publicare mucho mas largos capitulos que antes, me tardare un poco entre capitulos por que ando consiguiendo ya mi titulo asi que tengo mucho que estudiar y poco tiempo para escribir. Lo siento de nuevo por las molestias.
Capitulo 1
El numero 12 de Grimmauld Place aun que en tiempo de guerra había tenido bastante actividad, durante los últimos cuatro años desde la muerte de Voldemort había estado bastante silenciosa, sin nadie que necesitara usarla de refugio, o su dueño en constante viaje, ahora estaba llena de ruidos, aun que estos provocados solamente por una persona, su dueño, Harry Potter.
Harry ahora con 20 años lucia bastante diferente del agotado chico de 17 años que había hablado con sus amigos en la oficina de la dirección contándoles que había descubierto. Aun que muchos incluso el mismo en algún momento había pensado en que terminaría casado con Ginny y convertido en un Auror, había terminado por darse cuenta unos meses después de captar realmente que ahora era finalmente libre, que eso no era lo que deseaba, amaba a Ginny, pero aun no había estado listo para atarse a algo de nuevo una vez conseguida su libertad. Antes de que cualquiera pudiera decir nada, había empacado he ido a viajar por su cuenta, volviendo solamente periódicamente para alguna fecha importante como los cumpleaños de sus amigos, bodas y cosas así. Sin embargo conforme pasaba el tiempo cada vez se ausentaba mas, descubriendo las maravillas del mundo y comenzado a estar hambriento de conocimientos, su colección de objetos mágicos así como de libros seguramente sería la envidia de cualquiera, cuando cumplió los 19 años regresando de nuevo de otro de sus viajes a visitar a sus amigos Ron y Hermione para su boda, se había enterado que Ginny ahora salía con alguien más, y al parecer ya planeaban boda en un futuro, curiosamente aquello no le afecto tanto como le abría afectado unos años antes, solo la había mirado a los ojos y sonreído, tomado sus manos y deseándole que fuera muy feliz.
No todos comprendieron eso, Harry volvía cada vez mas diferente, sin embargo no diferente en la forma mala, simplemente había madurado, sus ojos eran brillantes y sabios, su sonrisa tranquila y con algo que decía que era feliz de alguna forma, y era completamente libre, y su corazón estaba tranquilo. Sin embargo, a no todos les gusto esos cambios, y otros comenzaron a temerle cuando Harry alcanzo su madures mágica y resulto que era tan poderoso como Dumbledore y Voldemort alguna vez. El ministerio de magia entonces se puso nervioso.
Y eso llevo a lo que sucedía ahora en la noble y ancestral casa de los Black, durante el último año Harry había estado escuchando rumores y planes, el ministerio de magia temía otro señor oscuro, y pensaban aprensarlo, y el claro que no estaba dispuesto a dejar que eso pasara, había encontrado una solución en sus viajes aun que al principio no había querido usarla ya que estaba muy único aun con sus amigos, se había dado cuenta que era necesario, además, todos sus amigos estaban felices ahora, no le necesitaban ya, y el necesitaba un hogar, algo solo suyo.
Todos los libros de la biblioteca salieron rápidamente de sus estantes a meterse a uno de los grandes baúles colocados en el piso con un movimiento leve de la varita de Harry, sin embargo no era la varita de la pluma de fénix, era la Varita de Saúco, eso era un acto que le había costado mucho a Harry, el ir a la tumba de Dumbledore a reclamarla de nuevo. Era necesaria para que el hechizo funcionara, además, era mejor no dejarla en ese mundo una vez el partiera. Harry ahora un hombre joven de 20 años miro con atención como los objetos aun que fueran oscuros se acomodaban en otro baúl, apartando con calma el mechón largo de sus ojos, se había dejado crecer el cabello, y ahora lo recogía en una coleta a la nuca, finalmente había descubierto como mantenerlo abajo, simplemente necesitaba estar algo más largo, como por debajo de sus hombros, aun que aun se rizaba ligeramente, su rostro también se veía diferente sin rastro de sus antiguos lentes dejando a la vista sus brillantes ojos verdes visibles, sus pómulos altos y su barbilla fuerte, le hacían ver muy apuesto y casi aristocrático, en esos años se notaba mas la combinación de los rasgos de sus padres, no solo lucia como James, si no también tenía bastante de Lily en su rostro, y ahora de adulto era más claro el hijo tan apuesto que habían creado. Nunca tendría la altura que su padre tubo, por culpa de los Dursleys, pero era bastante más alto que varios otros, no tenía nada que envidiar realmente, hombros anchos y cintura estrecha, delgado pero atlético.
Harry asintió para sí mismo al ver que todo en ese cuarto estaba guardado y salió seguido de los dos baúles y siguió hechizando algunos objetos valiosos para guardarse en el baúl correspondiente, en la cocina se escucho un ruido ligero y Harry solo vio de reojo como Kretcher el elfo usaba algo de su propia magia para guardar todo lo que se podía llevar de la cocina incluyendo comida y demás en otro baúl, y siguió su viaje pasando junto al cuadro de la madre de Sirius ahora completamente estático gracias a un hechizo de este que había descubierto, lo había también desempolvado y arreglado y ahora lucia hasta elegante la pintura, pero no podía llevárselo ya que seguía atorado a la pared y así era mejor.
Harry suspiro mirando hacia las escaleras, creía que ya estaba todo empacado, incluso había ido al banco y sacado absolutamente todo el dinero de sus cuentas tanto de las de los Potter como de los Black y estaba en el otro Baúl cerca de la puerta, había dejado una cuenta con dinero suficiente para Teddy que pasaría a él cuando cumpliera los 11, y dejado algunas otras cosas que sería pasadas luego cuando se anunciara su "muerte" entre esas cosas también algunas cartas para sus amigos explicándolo todo.
-Kretcher ¿estás listo? –llamo cuando vio que el elfo salía llevando el baúl que faltaba este asintió con una mirada seria, Harry le había dado la opción de quedarse a servir a alguien más, pero este se había decidido a acompañarlo, y el mago no podía quejarse, realmente le necesitaría a donde iban, con un movimiento de Varita los cuatro baúles se encogieron y volaron al amplio bolsillo de su túnica negra y se acomodo su capa, tendió la mano a su elfo quien la tomo –bien, respira hondo –le sonrió y elevo la varita de sauco concentro su mente y un largo encantamiento en un idioma que no era latín, pero no era de este mundo al parecer creó un círculo alrededor de ellos que brillo intensamente y segundos después, la casa se encontró sola, en ese mismo segundo las barreras, todas las barreras que se habían estado manteniendo con su magia se desvanecieron y en los libros de magos apareció registrado como muerto, Harry Potter de ese lugar había desaparecido, y pasarían muchos años antes de que también se dieran cuenta que varios papeles y ciertos anillos y objetos valiosos de una ancestral familia llamada Peverell, que se habían creído perdidos también habían desaparecido, todo aquello que ayudaría a alguien a declararse el heredero de esa fortuna.
En otro sitio, en un universo paralelo….
Una gran luz ilumino un campo abierto lejano de cualquier sitio, en medio de esa luz una alta figura sujetando a otra pequeña comenzaron a distinguirse, ambos apretaban los ojos ante la gran cantidad de magia que los rodeaba, que les presionaba pero el hombre se mantuvo murmurando algo entre dientes hasta que la luz comenzó a desaparecer regresando a ellos, hasta que desapareció en el interior de su pecho.
Harry jadeo cayendo sobre sus rodillas una vez supo el hechizo había funcionado y estaban a salvo, sintió su cabello escapar de la cinta de piel y cubriendo libremente su rostro, este parpadeo pensando que su visión fallaba un poco hasta que pudo tener fuerza suficiente para elevar su mano y tomar un mechón, su cabello había cambiado de color, aun rojo sangre, no como el pelirrojo de los Weasly´s, si no más oscuro y brillante a la vez, y se le hacía familiar. Dejo el mechón escapar de entre sus dedos, mientras que con ayuda de Kretcher se ponía de pie de nuevo, su cabello era idéntico en todo al de su madre, este sonrió para sí, aquello le ayudaría a ocultarse mejor.
Miro alrededor curioso, se encontraba en un gran y amplio campo abierto, y no parecía haber nada de civilización cercana.
-Bien Kreatcher, me parece, este sitio nos servirá por ahora –le dijo al elfo quien asintió y luego de observarlo para asegurarse de que si estaba bien, desapareció para ir por algo de material para construir su refugio, Harry aspiro profundamente y comenzó a murmurar y lanzar hechizos trazando un gran perímetro, suficientemente grande para construir una casa cómoda donde poder vivir e incluso un jardín donde pudiera volar sin peligro, pero también suficientemente pequeño como para que ningún muggle lo extrañara. Tenía mucho que hacer, y por suerte parecía que tenía mucha energía aun que quemar, una vez terminara su refugio podría averiguar exactamente dónde diablos se encontraba y qué hacer.
Kreatcher volvió con varios materiales y comenzó a usar su magia para comenzar a construir una casa, era fácil para los elfos esa clase de magia y se sentía bien al serle útil a Harry Potter, a quien con los años había aprendido a querer, además era la único amo que tenia y ahora era su deber cuidar de el ahora que había vengado a su amo Regulus, aun que ya era viejo, y estaba seguro no tendría tantos años, aun tenía tiempo para tal vez buscar alguna compañera o algún otro elfo que tomara su lugar cuando falleciera, era una lástima que el amo Harry no pensaba que el cortarle la cabeza al elfo viejo fuera bueno, pero le había prometido una bonita tumba cuando sus días acabaran.
-Muy bien, supongo con eso será suficiente –murmuro Harry terminando la última barrera, que había sido algo difícil, ya que esta había sido una barrera de sangre algo como la que había hecho Dumbledore en Prived Drived, aun que con una diferencia, la casa protegería a cualquiera que llevara su sangre, y si el tenia familia cuando falleciera aun así las barreras seguirían por muchos siglos solo alimentándose de la esencia de su magia que seguiría atada a la casa, se crearía una especie de fantasma, algo así como con los cuadros mágicos, la casa tendría memoria, pero no había ninguna alma atada. Era una barrera que el mismo había diseñado a partir de varias otras que había encontrado, por alguna razón, pensó que podría llegar a necesitarla.
Se seco el sudor de la frente y volvió su vista hacia Kreatcher quien había avanzado bastante, un gran agujero en la tierra ya daba forma a los cimientos y a lo que sería un sótano, las escaleras y primer piso estaban listos, se le unió y le ayudo a transformar las ventanas y puertas así como colocar un segundo piso, y comenzó a trazar donde abrían cuartos, la cocina, un pequeño cuarto para Kreatcher, la biblioteca y otras más cosas, y usando magia para ampliarlos cuartos mágicamente para que fueran mucho mas grandes por dentro que por fuera, Kreatcher terminaba los detalles de sistema de agua y eso, con magia no necesitabas muchas cosas que los muggles normalmente, mientras Harry terminaba las ventanas, vidrios y puertas así como pintura, el elfo saco los baúles con los muebles que de inmediato comenzó a colocar en el sitio adecuado, y creando algunos otros cuando faltaban, empezando de inmediato por la cocina, baños y cuartos, los demás podrían hacerse con más calma una vez estuvieran descansados. Harry puso varios encantamientos y barreras en las paredes, ventanas y puertas por si por milagro algún enemigo lograba pasar por las barreras exteriores, uno nunca podía estar muy seguro.
Finalmente, casi al anochecer Harry callo agotado en la cama de su nueva habitación principal, faltaban muchos detalles aun, pero ahora ya era habitable la casa, y necesitaba descansar. Harry miro adormiladamente el único adorno en sus paredes blancas un gran cuadro con un hermoso paisaje de un bosque mágico, una obra de arte regalo de Luna, no se movía como los mágicos, pero eso era lo hermoso de esa pintura, simplemente parecía respirar, con un suspiro cerró los ojos cayendo dormido finalmente, totalmente agotado.
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Harry despertó al día siguiente muy temprano, y dejando a Kreatcher haciéndose cargo de terminar de acomodar los muebles y libros, salió a buscar algo de información, había tenido un sueño extraño, casi una pesadilla, y hacia años desde que no tenía ninguna pesadilla así que le había preocupado.
Acomodándose su capa y el hechizo con el que ocultaba su casi inexistente cicatriz, llego a El Caldero Chorreante, donde algunos de los presentes le miraron sospechosamente, aquello le dio un poco de pistas con respecto a lo que pasaba, busco y pago por un periódico y se sentó para leerlo le pidió a Tom un bebida al azar y empezó por mirar la fecha.
"vaya, la diferencia de tiempos con mi antiguo universo es bastante" pensó para ti sin reflejar su sorpresa en el rostro, mientras leía con más detalle todo.
Por lo que lograba entender con la poca información de este, ese mundo era muy parecido al suyo, aun que la diferencia era el tiempo, ya que ahí, su yo de ese mundo, debía tener unos 8 años de edad, y Voldemort seguramente seguía vivo en algún lado en su forma de fantasma.
Pago su bebida y se levanto dejando también el periódico, necesitaba un poco mas de información, así que salió al cuarto de atrás y golpeo con su varita los ladrillos adecuados y salió al callejón Diagon, ese día se paso escuchando rumores, historias, y finalmente llego a casa, su ceño fruncido recordando la pesadilla, mirando distraídamente su ahora hogar sus paredes antes vacías ahora llenas de su colección de pinturas y objetos, ahora parecía como si siempre hubiera vivido ahí.
-¿y ahora que Harry Potter? –se pregunto a si mismo, podría simplemente vivir como si el futuro de ese mundo no le importara, pero no era su naturaleza. Camino hacia su ahora estudio que ya estaba armado solo quedaban los papeles en su baúl, los saco y se sentó en su escritorio. Los había traído y creado para poder crearse una nueva identidad, luego de un momento de meditación, saco una pluma y comenzó a crear otro juego, era hora de mejorar el futuro a cierto chico.
En el numero 4 de Privet Drive, en la alacena debajo de las escaleras un pequeño temblaba de frio intentando calentarse con el pedazo de manta que le habían dado por cobija intentando no llorar sintiendo dolor en su estomago por hambre y sus costillas y ardor en su espalda por el castigo que le había dado su tío Vernon. No entendía que había pasado, en la escuela cuando Dudly y su pandilla le habían perseguido, de pronto se había encontrado en el techo de la escuela, de verdad que no entendía, pero su tío había estado furioso y le había castigado, ahora estaba ahí desde hacía dos días sin comida y no le habían dejado salir ni para hacer del baño, sintió sus ojos húmedos pero no se atrevió a hacer ningún ruido. Nuevamente como todas las noches y las mañanas, desearía, como desearía, que alguien viniera a salvarle.
Alguien… quien sea.
