Lo siento, creo que la mayoría de fanfics que incluyen a una chica nueva comienzan así, pero… es la forma más fácil de incluir personajes nuevos. Je je.

CAPÍTULO 1: LA PELIROJA DEL CAMINO

Era ya más de mediodía y el grupo de Sanzo iba en Jeep. Tras haber encontrado de nuevo a Sanzo con su "macota/hijo postizo" Goku, Hakkai y Gojyo habían sonreído. Todo sería como en los viejos tiempos, aventuras, peleas y mucha diversión mientras viajaban a detener un nuevo mal.

"Ya quisierais." Sanzo dijo ya en el jeep. "Nos mandan a buscar una reliquia."

"¡¿Que?!" Gojyo dijo sorprendido. "¡¿Y para eso me hacen dejar todo?!"

"Vamos, vamos." Hakkai dijo sonriente como siempre. "Ahora mismo te dedicabas a jugar a las cartas, beber, apostar y ligar con chicas bonitas."

"Ah… mi vida…" Gojyo dijo con tono soñador. "Las chicas bonitas son un regalo divino."

"A propósito." Dijo Goku desde el asiento de atrás. "¿Sabéis alguno quién es ese tal Kenzo?"

"¿Kenzo?" preguntó Gojyo. "No, no me suena. Bah, ya será otro estúpido monje."

"He oído algo sobre un Kenzo." Hakkai dijo poniéndose serio de pronto. "Un temible monje, en efecto. He oído que caza youkais sin piedad. Los mataba en la época que intentábamos evitar la resurrección de Gumanyao. Sobre las técnicas no se sabe mucho, solo que una vez fija el objetivo este no está seguro en ningún lugar. Elimina al objetivo, chas. En un momento está vivo y al siguiente en el suelo, muerto y remuerto."

"Uggg…" Gojyo dijo frotándose el cuello. "No me gustaría que nos encontrase."

"He oído que poseía uno de los Sutras sagrados." Sanzo dijo. "Pero el antecesor de su antecesor lo perdió. De cualquier modo, los Tres Budas nos han ordenado unirnos en el camino. Aunque sinceramente, espero no encontrarle."

"¿Y el aspecto?" Gojyo preguntó. "Porque cómo vamos a reconocerle si no."

"Ni idea." Sanzo dijo encendiendo un cigarrillo.

El olor agrio del tabaco que Sanzo solía fumar comenzó a elevarse en el aire, como si de un ruego silencioso se tratase.

Sin embargo, cuando ya Goku y Gojyo comenzaban a amodorrarse tras la centésima pelea en el coche…

"¡Cuidado!" Sanzo le dijo a Hakkai.

El coche frenó derrapando en la carretera polvorienta y arenosa que cruzaba un bosquecillo, haciendo que los dos dormidos se despertasen al verse empujados por la inercia hacia los asientos delanteros.

Al frenar, el polvo de la carretera se había levantado formando una polvareda. Según se fue aclarando, pudieron ver qué había hecho pararse al coche.

En medio de la carretera había una figura humana tirada, bocabajo como si hubiera llegado allí arrastrándose.

"¡Una persona!" gritó Goku.

Sin embargo fue Hakkai el primero en llegar hasta la figura. Esta estaba tan quieta que parecía un cadáver más que una persona.

"Sigue viva." Dijo Hakkai suavemente.

"Hay que llevarla a algún pueblo cercano." Dijo Gojyo acercándose.

De debajo del cuerpo salía un charco de sangre, que coincidía con un rastro de sangre en el camino de un lateral allí.

"No, ni en broma subimos a un extraño al coche." Dijo Sanzo. "Dejadlo ahí y veámonos."

"Sanzo…" Hakkai dijo. "Es otro Sanzo…"

"No podemos dejarle aquí." Dijo Goku. "Quién quiera le hiciese eso podría volver a rematar a este pobre hombre."

"Goku…" Hakkai dijo. "Es…"

"¡Una mujer!" Gojyo dijo sorprendido cuando Hakkai al levantarla para cargarla en el coche había dejado deslizarse la capucha de su túnica hasta revelar una larga melena de un rojo brillante que, si la chica estuviese de pie, le llegaría hasta más abajo del trasero.

"Razón de más para dejarla atrás." Dijo Sanzo. "Ahora… montad todos y continuemos."

"No voy a dejar atrás a una chica, y menos aún si está herida." Dijo Gojyo cargándola él en sus brazos.

"No podemos dejarla." Dijo Goku.

"Al menos llevémosla con nosotros hasta el pueblo más cercano." Dijo Hakkai.

Sanzo pareció pensarlo un poco mientras Gojyo la hacía botar para cogerla mejor.

"Vale." Dijo al final cediendo. "La llevaremos hasta el próximo pueblo, pero ahí la dejamos en casa del médico y que se las agencie solita para seguir adelante."

"En el fondo no eres tan inhumano, ¿sabes Sanzo?" Gojyo dijo poniendo a la chica en el asiento trasero con Goku y él.

"Si sigues con eso te mato." Dijo Sanzo apuntándole con su pistola sagrada.

"Goku, Gojyo." Les dijo Hakkai. "Id limpiándole un poco las heridas, ¿queréis?"

"Yo me ocupo." Dijo Gojyo poniendo cara de salido.

"Más quisieras." Dijo Goku. "Ya la limpio yo, no me fío de ti."

En el mismo momento que Goku le puso un trapo en la cara para limpiarle la sangre que le salía de una herida un poco fea en la frente la mano de la chica se cerró en torno a su muñeca atrapándosela.

"¡Ahhh!" gritó Goku intentando soltarse. "¡Me ha cogido, me ha cogido!"

"Tranquilo, será un reflejo." Dijo Hakkai. "Y falta menos de diez minutos para llegar a un pueblo."

"Es curioso." Dijo Gojyo intentando limpiar un poco de sangre en su cuello y escote con otro trozo de tela. "No parece consciente siquie..."

De pronto, una daga sujeta por la otra mano se apoyó contra su cuello sorprendiéndolo. Sus ojos estaban ahora un poco abiertos en poco más que rendijas, pero sostenía el arma con firmeza.

"¿Quién… es… sois?" preguntó muy suavemente y entrecortadamente.

"Amigos." Dijo Hakkai que había parado el coche al ver la última reacción. "Estás herida y te intentamos ayudar."

"Sanzo, dile algo." Pidió Goku.

"San… zo…" la chica dijo en el mismo tono.

Entonces bajo el arma y soltó la muñeca de Goku, su cara pareció relajarse un poco. De pronto, se tocó en la herida más grande. Era una profunda en un costado, talvez incluso le hubiese perforado algún órgano.

"¡Hakkai!" gritó de pronto Gojyo. "¡Jo! ¡Acelera que esta se nos va!"

"Tiene una herida muy fea en un costado." Dijo Goku preocupado y casi asustado.

Entonces ella volvió a abrir los ojos levemente y miró a los que le rodeaban. De pronto hizo una mueca de profundo dolor mientras se tocaba la herida del costado que no paraba de sangrar.

Gojyo entonces cometió el tremendo error de inclinarse sobre ella y entonces ella lo agarró del cuello y le besó profundamente.

Poco a poco la herida fue desapareciendo hasta quedar convertida en poco más que un arañazo leve. Entonces paró y le soltó volviendo a caer en el asiento como dormida.

Gojyo se sintió de pronto tremendamente débil e incluso un poco mareado, pero solo le duró unos segundos.

"¿Qué demonios ha sido eso?" preguntó Goku sorprendido.

"Ni idea." Hakkai dijo. "Pero no era normal, desde luego."

La chica permaneció dormida hasta que llegaron al pueblo, entonces la bajaron en brazos aún desmayada y la subieron a una de las dos habitaciones que iban a ocupar.

"Hoy uno de nosotros tendrá que dormir en el suelo, jeje." Dijo Hakkai frotándose la parte trasera de la nuca.

"¡Me pido cama!" gritó Goku.

"De eso nada, monicaco." Dijo Gojyo. "Las camas para los mayores."

"¿Lo echamos a suertes?" preguntó Hakkai dijo sonriendo.

"Vale, a la mayor de una sola carta." Dijo Gojyo.

"Bah, como siempre." Dijo Sanzo.