I'm your daddy (Vali Lucifer x Issei Hyoudo)
No, no, nene. Hoy no. Está noche llámame daddy
Chapter I
Disclaimer: Highschool DxD no me pertenece así como ninguna imagen presentada aquí, contenido adulto así que los menores de edad entran bajo su responsabilidad.
¿Era demasiado pervertido decir que amaba ver cómo ese chico se movía? No claro que no, bueno quizás sí, porque únicamente lo había visto ir de un lado del club a otro, sonriéndole a todos y a la vez alejándolos tanto y de tal forma que él temía acercarse también.
Le había atraído con tan solo mirarlo ¿debería de quedarse así? Por supuesto, él era una obra digna de admirar desde lejos, no debía de poner sus manos en los —imaginaba— perfectos muslos del muchacho haciéndolo gemir hasta que olvidará su nombre.
Negó.
No podía hacer eso, era demasiado tierno para mancharlo de aquella forma, lo miró por última vez y tomó su Martini.
"Otro día será, y con alguien más" suspiró y fue directamente a la salida.
—Piensa retirarse tan pronto, senpai —se detuvo ante el llamado del chico que había estado observando.
—No parece realmente interesante estar aquí —justo en ese momento el chico se colgó en su cuello, pudo notar su aliento alcohólico, pero aun así saboreó cada instante en que podía tocarlo.
—Quizá le gustaría ir conmigo.
—No creo que sea una buena idea —y no lo era en lo absoluto, no podría evitar detener su excitación, esa que ya crecía en el sur de su anatomía. El chico lo llevo a un lugar donde era difícil verlos.
—¿Por qué senpai? —lo besó sin que él lo esperará y poco después lo llevó a sentirse en una silla—. Quizá se debe a esto —Vali soltó un gruñido cuando el chico paseó sus manos por su entrepierna—. Podría ocuparme de ello, senpai —susurró abriendo la bragueta de sus pantalones, pero Vali lo detuvo y lo atrajo hasta que sus miradas se toparon.
—Deberías decirme tu nombre antes —el chico sonrió y negó.
—Quisiera que antes supiera otras cosas sobre mí, senpai —sonrió coqueto y volvió a bajar las manos a su pantalón, de forma algo violenta tomó sus manos.
—Aquí no, ¿Te parece si nos retiramos? —el chico asintió y saltó a sus labios otra vez.
Todo daba vueltas, absolutamente todo, quizás se debía a que su cama era algo incómoda. Alto. Su cama nunca había sido incómoda.
Abrió los ojos y se encontró con las manchas que las farolas formaban al pasar el auto ¿auto? ¿Cómo diablos había terminado en un auto?
—¿Dónde estoy?
—Vamos a mi casa —volteó robóticamente hacia el lado izquierdo del vehículo.
"¡Oh dioses, oh dioses de todo el mundo!"¿debía de hiperventilar o comportarse como un fanboy total?, ¿le debía de llamar por su nombre o de usted —se negaba a denominarle de la forma en que su país natal lo hacían, aunque fuera más fácil—? Solo soltó un suspiro ahogado y su acompañante solo sonrió.
—Y… ¿Qué hago aquí?
—No lo sé. Dímelo tú.
Buscó en su memoria, y todos los meses anteriores se reprodujeron en su mente, había tenido que organizar la fiesta de graduación para los de último semestre, entre los cuales se encontraba el chico a su lado ¿hacía falta decir que tenía un crush muy grande con él? Después aquel estrambótico viaje por sus memorias llegó hasta ese mismo día cuando había perdido una apuesta con su amiga Irina y había terminado usando lencería de chica que, aunque no iba admitirlo en voz alta, amaba. "Santos cielos."
—Hasta hace media hora estabas realmente feliz por estar aquí, conmigo. También tenías mucha prisa por abrir mi pantalón.
—Eso es cosa de todos los días —cuchicheó—. Lo lamento quizá estaba un poco… alcoholizado —suspiró.
El chico miró hacia su conductor y con una seña casi imperceptible le ordenó que cerrará la pequeña ventana que los separaba. Issei tragó saliva mientras que con su mirada recorría el vehículo, tenía que ser realmente caro.
—Así que cosa todos los días ¿he?
Siente que casi se rompe el cuello al dirigir su mirada a Vali ¿ese era un buen momento para saltar del auto? Tragó saliva con fuerza y en aquel instante el de ojos azules tomó delicadamente su mejilla.
—Quizá deberíamos de pasar a algún lado a tomar algo. Me gusta mucho más cuando intentabas tener sexo conmigo.
—Si Irina no me hubiera…
—Llama a esa chica y agradécele que estés aquí —sin mucha más ceremonia lo atrajo hasta su regazo y tomó violentamente sus labios. Él no pudo más que soltar un gemido de sorpresa, quizá porque fue sorprendido cumpliendo su fantasía o quizá por qué sentía la excitación de Vali—. Ahora sí me dirás tú nombre.
—Te diré hasta las posiciones del Kama Sutra que me gustaría probar contigo si no dejas de besarme —Vali sonrió complacido y volvió a besar salvajemente al chico, desgraciadamente se detuvieron ya que aparentemente habían llegado a su destino.
"Joder Bikou, ¿Ahora?" miró a su chófer quién le regresó una sonrisa burlona. Su acompañante completamente sonrojado bajó del auto y el acomodó su traje y bajó también.
—¿Hay alguien en casa? —preguntó a su ama de llaves, ella negó y el muchacho sonrió feliz—. No quiero que nadie me moleste, ni entre a mi cuarto sin avisar —ella asintió y Vali guio a Issei hasta su habitación.
—¡Mira que tenemos por aquí! —ronroneó cuando reveló la linda lencería de encaje negro que traía puesta, relamió sus labios y se vio tentado en continuar su tarea hasta que los gemidos ahogados del chico lo distrajeron.
—Vali, ¡por favor! —gimió Issei, sin embargo, él no le hizo caso y continúo bajando los pantalones de Issei.
—Eres realmente un niño malo, y jamás lo imagine… siempre junto a los nerds, siempre junto a ese jodido rubio tonto que me pone los pelos de punta —bajó completamente su pantalón para deleitarse con la hermosa lencería, él incluso podía decir que se veía aún más hermoso que su exnovia, se dirigió al sur del cuerpo del chico. Aun no era momento de deshacerse de la pequeña tela que cubría aquel tesoro prohibido que parecía solo él había encontrado—. Debería de castigarte —y comenzó a pasear su lengua por sus muslos haciendo que Issei temblará y reprimiera varios gemidos que a Vali le sabían a gloria.
—Detente —sus labios saltaron de forma rebelde, mientras que todo su cuerpo gritaba salvajemente "Continua, hazme tuyo."
—Si… Mereces ser castigado —tomó entre sus manos la corbata que reposaba tranquilamente en su níveo cuello, que pronto llenaría de cardenales marcándolo como suyo, y la apretó fuertemente hasta que Issei soltó un gemido—. Eres realmente un niño malo que se pone caliente porque lo atan.
Issei no podía más que tratar de respirar implorando que su senpai se deslizara entre sus paredes hasta que el aliento se le acabará y los músculos se le entumieran. Miró como Vali se desvestía con tranquilidad hasta que el traje azul marino que usaba quedó completamente en el suelo, dirigió su mirada a su entrepierna.
"Joder… es más grande de lo que pensaba. ¿Hará algo o solo me dejará así? ¿Qué es lo que sigue?"
Vali notó la mirada en él y sonrió sagaz, se acercó nuevamente a su presa, al menos esa noche—. Tranquilo bebé, soy el mejor en esto —le habló tranquilamente y abrió sus piernas con cuidado, tomó un frasco de su buró, llevo una de sus manos a su trasero y con demasiada lentitud.
—Va… —él colocó su dedo índice en la boca del chico.
—No, no, nene. Hoy no. Está noche llámame daddy —despacio y casi saboreando la mirada de angustia que tenía Issei metió uno de sus dedos.
—Sen… daddy —corrigió a penas noto que Vali lo sacaba ante su mínimo error—, da-ddy —gimió—, ¡por favor!
—No te gustan los juegos previos ¿He? —Issei negó y de inmediato sacó su digito de él y esta vez sin mucha premura lo penetró arrancando un grito estrangulado de la garganta del chico, recorrió con urgencia todo su cuerpo y se encargó de dejar un rastro de húmedos besos desde sus clavículas hasta sus pezones.
—¡Daddy! —gritó acabando con la reserva de aire en sus pulmones tras encontrar el punto en su anatomía que lo llevaría al epítome de la excitación. Vali gruñó satisfecho y comenzó a embestirlo con más fuerza. Soltó ambas corbatas fue directamente a tomar sus labios.
Apretó fuertemente sus nalgas a la vez que lo levantaba con tal de estrellarlo contra alguna pared, eso de quedarse tranquilamente en cama lo dejaría para cuando no fuera aquel maravilloso joven.
—¡Daddy, daddy, daddy! —se limitaba a gemir en su oído, ¿Por qué mierda actuaba así, que no se daba cuenta de que ponía más caliente de lo que ya estaba?
—¡Cállate! —ordenó.
—¡Daddy! No me callare hasta que me des más fuerte, daddy —canturreó moviendo sus caderas con tal de que las penetraciones fueran más profundas.
—¿Eso es lo que quieres entonces? —salió completamente de él y lo hizo levantarse, de forma salvaje lo lanzó contra la pared, lo jalo fuertemente de cabello y lo volvió a penetrar.
—¡Más! ¡más! —gimió—. ¡Daddy por favor más! —agradecía a quien sea que controlará el destino por poner a ese chico en su camino, era el mejor acoston que había tenido en su vida, quizá solo quizá estaba superando a su ex.
Negó y embistió de nueva cuenta al chico, tenía que dejar de pensar en esa desgraciada. Recorrió desde el abdomen del chico hasta su cuello que ya se mostraba enrojecido y lo volvió a apretar de nueva cuenta.
—¿Da…ddy? —no es que Issei no disfrutara el sexo salvaje que Vali le brindaba, pero notó como sus caricias —antes fogosas y excitantes— se volvían frías y llenas de ira.
—Silencio.
—Algo… algo pasa ¿No… es así?
—Cállate, mierda.
Sabía que no podía esperar amor y azúcar, sabía que no tenía ninguna oportunidad con él, pero aquello le dolió, ¿lo había idealizado mucho? Quizá, y aunque no se arrepentía de aquello, su reacción no le permitía continuar allí.
—Me tengo que ir —Vali apretó fuertemente su cuello.
—Te irás cuando yo lo diga —con toda la fuerza que tenía se sacó de encima las manos de Vali.
—Me iré ahora, fue un gusto follar contigo, pero hasta que no arregles tus asuntos yo no volveré a hacerlo —se sentía como vil puta al mencionar aquello sin embargo ya no tenía otra opción más que recoger lo poco que le quedaba de dignidad y largarse.
—¿También me abandonaras? Cómo mi madre, como mi padre, como Kuroka.
—Lo lamento —respondió sinceramente y se acercó a él para depositar un beso en su mejilla—. Pero pasó de ser un juego divertido a solamente ser un desahogo —se separó de él y comenzó a recoger toda su ropa.
—El sexo vainilla también me va —habló como último recurso para evitar que saliera de aquella enorme mansión desierta, Issei lo volteó a ver antes de vestirse.
—Lástima que no soy yo con quién te gustaría practicarlo ¿No? —se vistió lo más rápido que pudo y salió corriendo del lugar. Vali, por otra parte, se quedó un como estatua en medio de la habitación.
Notas del autor: Issei se refiere el penecillo de Vali como que es más grande, porque básicamente así funciona en realidad, depende de que país seas así será el penecillo. Por ejemplo y solo dividiendo al mundo en hemisferios los occidentales lo tienen más grande que los asiáticos, en especial los de países nórdicos de dónde siempre e fantaseado proviene Vali. Me hace gracia llamar penecillo al pene, no que me de pena decirlo o algo así.
Ah~ esto ya llevaba mucho tiempo en el baúl de "Ahorita lo subo", lo importante es que ya esta aquí.
Se despide Queso. Paz. 🖖
