Estoy loco, y lo se. Nadie podría soportar esta presión sobre su cabeza, pero la paz es tan difícil de conseguir. No quiero que tus dulces ojos vean una guerra, como la viví yo.
Me niego a que tu inocencia se vea estropeada por esto. pero no tardarás en madurar, no queda tanto para que me vea obligado a ser un despreciable asesino al que tu, si todo sale como está planeado matarás. Yo felizmente pereceré en tus brazos. Pues no veo una manera mejor de morir.
Espero que jamás llegues a saber la verdad sobre mí, tu hermano. Que jamás descubras que lo di todo por ti. Lo daré todo por que amo a tus ojos de niño inocente mas allá de de un amor de hermano, y tan lejos llego que me siento sucio al pensar en ti.
Y más de la manera en que te imagino, retorciéndote de placer bajo mis caricias. Soy un enfermo al pensar de ti así, porque solo eres un niño. Un niño inocente que me tiene hipnotizado.
Es divertida la manera en que todo me evoca a ti, todo me hace pensar en que voy a ser un monstruo despreciable al que odiaras hasta el fin de mis días.
¿Y si no lo hiciera?…. ¿Y si renunciara a la paz en vez de hacerte tanto daño y provocar que me odies? Pero en que estoy pensando, debo mantener la paz no quiero mas guerras, pero no quiero que me odies. ¿Porque dudo?, ya lo he decidido, yo seré quien cierre la historia de los uchiha, aunque solo tenga 14 años, mi sino es ser un traidor. Seria egoísta
por mi parte dejar vivo a todo este clan estúpido por que tú no me odies.
¡Itachi, Sasuke, bajad ha cenar! – acaba de gritar mi madre desde la cocina
Ni siquiera me había dado cuenta de que la noche estaba presente en mi ventana. Desde mi asiento en el alfeizar escuché a los trotes alegres de mi hermano, después una caída y otra vez trotes. Que poco iba a durar esta tranquilidad. Dentro de poco ya no podría volver a oír a mis padres ni a mi hermano pues estaría muy lejos, esperando el día de mi muerte en manos de mi amado hermano, Sasuke…
Una risa amarga escapó de mis torturados labios, era un necio al pensar que en un casual correspondería a este estúpido amor incestuoso. Solo una mente enfermiza como la mía es capaz de tener este tipo de sentimientos. Tampoco sería correcto que me quisieras, pues en unos días me convertiría en el objeto de su venganza.
Estoy comenzando a perder la cabeza, es la segunda vez que me río de mi mismo en voz alta
¡hermano, baja a cenar o se te enfriará! – tu voz es como un beso que me despierta de un largo sueño
Salgo de mi habitación tranquilamente de la misma manera en que desciendo las escaleras y entro a la cocina. Ilusos no esperan lo que les va a suceder. Me sonríen, no lo harían si supieran lo que estoy obligado a hacer.
otousan, has visto mis notas de la aca…
Itachi debes dejar de comportarte de esta manera tan extraña, todo el clan desconfía de ti – dijo cortando a Sasuke para volver a reprochar mi comportamiento.
El que sabrá lo que es ser espía para konoha y para los uchiha, solo sabe darme órdenes y hacerme volver más loco de lo normal.
Dirigí la mirada a ti hermano pequeño, que mirabas el suelo con cara de tristeza, decidí darle una ayuda para que mi padre se fijara en tu comportamiento
Padre , mi comportamiento es algo meramente de la edad, lo que no son normales son las notas de Sasuke , son brillantes para su edad
Las tuyas a su edad eran mejores. No me hace falta , su obligación es eso
No aguanté mas dejé la mesa y sus ocupantes para irme fuera a dar un pequeño paseo, nunca he soportado esa actitud de mi padre, yo jamás fui un genio.
Tras de mi fuiste tu mi pequeño hermano, girándote para ver si mi padre te miraba con desaprobación, pero nada, solo comía en silencio lo que con tanto cariño había preparado mi madre. Sin embargo al ver esa reacción tan despectiva por parte de Fugaku agachaste la cabeza y te volviste hacia mí para ver si era correcto seguirme.
Cuanto me hubiera gustado que me alcanzaras, sin embargo fuiste hacia la mesa a acabar de cenar, junto con nuestros progenitores.
Mientras cenabais yo di una vuelta por las calles, que poco iban a durar tranquilas pues no faltaba mucho para que todo aquel gentío desapareciera.
Sin percatarme de ello comenzó a llover, una lluvia que a mi manera de ver era una tortura pues parecía que la lluvia derramara las lagrimas que yo no quería derramar.
Cerré los ojos y alcé mi rostro hacia el cielo, todas las personas que pasaban miraban extrañados como un niño parecía llorar. Soltaban comentarios sin embargo mi mente atormentada estaba en otra lugar.
¿Itachi estas bien? –
Aquella voz sonaba tan lejana y hermosa que me pareció que solo era un invento de mi locura y no algo real. Sin embargo abrí los ojos para comprobar si mi imaginación podía llegar a ser tan perfecta. Pero no, Sasuke estabas a mi lado con cara de preocupación y con un paraguas.
Sasuke ¿que haces aquí? –
Vine a por ti – sus mejillas se entornaron en rojo – pensé que te podrías estar mojando
Le dediqué una media sonrisa y lo atraje hasta donde estaba yo para abrazarlo. Las lágrimas amenazaron con salir pero resistí el impulso. No quería que Sasuke viera lo débil que podía llegar a ser. A lo lejos se oyó un relámpago y tú, hermano asustado te abrazaste más fuerte a mí. Lo separé y vi que en tus ojos había unas pequeñas lágrimas de turbación.
será mejor que volvamos a casa – dije secamente
ni-san ¿puedo dormir contigo esta noche?- dijo cogiéndose del camal de mi pantalón aún asustado. Como podía negarme a esos ojos de niño inocente, a mi ángel de luz en mi oscura vida-
de acuerdo-
Se agarró a mi pierna para no perderse mientras yo le guiaba a casa, la que hasta dentro de un par de días seria mi casa.
