Título: Mi Gran Aventura Ham Ham
Autor: Lady chibineko
(Miembro de la Orden Sirusiana)
(Miembro de la Mazmorra del Snarry)
(Alumna de la casa de Hufflepuff en Media Noche en la Torre de Astronomía)
Disclaimer: Los personajes de esta historia, pertenecientes a la serie "Saint Seiya" son propiedad de su autor Masami Kurumada, y los personajes pertenecientes a la serie "Hamtaro" son propiedad de su autor Ritsuko Kawai. Yo solo escribo por diversión.
Capítulo I
La puerta de entrada al pequeño departamento se abrió y por ella entraron Ikki y Shun Kidoh, quienes pronto dejaron a un costado maletas y armaduras y le dieron un primer vistazo al que sería su hogar por los próximos 12 meses.
¿El por qué de esta situación?
Bueno, se debe a un amplio número de razones, que se coludieron de manera magistral para que los hermanos terminasen donde estaban.
En primer lugar, en la actualidad todos los Santos de Athena por debajo de los 25 años, que no se hubiesen desarrollado profesionalmente, estaban obligados no solo a estar preparados de manera física sino también intelectual, por lo cual entre el patriarca Shion, el santo dorado Dohko de Libra y la misma Saori habían informado a sus caballeros, algunos años atrás cuando la paz se instauró de una manera mas o menos constante, que además de entrenar también debían de estudiar.
Dependiendo de sus edades, todos los santos por debajo de 25 años fueron obligados a tomar clases de nivelación para terminar la educación primaria y/o secundaria, o poder entrar al grado que les tocase según la edad, tras lo cual luego de un año, casi todos los santos estaban en la secundaria o se preparaban para ingresar a institutos técnicos e incluso a universidades. Muchos de los aprendices en cambio estaban en educación primaria o entrando a la secundaria.
Hasta la joven reencarnación de Athena se las arreglaba entre sus deberes como diosa, sus deberes en la universidad y el manejo de la fundación que le heredase el fallecido Mitsumasa Kidoh.
Shion hasta hinchaba el pecho de orgullo al ver a los muchachos, de muchos de los cuales casi se sentía un padre, realizarse como seres humanos.
Y eso nos lleva a nuestros protagonistas.
Ikki, con toda su rebeldía y su mal humor, había terminado la secundaria con muy buenas calificaciones, y para sorpresa de todos en lugar de elegir una carrera técnica rápida había decidido estudiar una carrera universitaria.
Administración de empresas.
Y sorpréndanse; fue el primero de su promoción. Al parecer su don de mando y el hecho de no dejarse pisotear por nadie eran requisitos indispensables para manejar una empresa competitiva. Claro que tuvo que darle duro a la diplomacia, pero cuando el chico quiere pues puede. En la actualidad andaba cursando su primera maestría.
Por el otro lado, Shun se había decantado por la carrera de Pedagogía, ingresando a la universidad para convertirse en docente de educación secundaria. Y estaba bastante feliz con su elección.
Pues bien, sucedió que a la vez que Shun se vio obligado a comenzar sus prácticas pre profesionales como asistente de tutor, Saori se dio con la sorpresa de que el gerente de una de las compañías de las que la Fundación Graude era accionista mayoritaria, y que estaba en una ciudad aledaña a Tokyo, estaba muy enfermo, por lo que el viecepresidente tenía que asumir el mando, pero el hombre era bastante nervioso y solicitó un asistente de gerencia enviado por la misma fundación para sentirse seguro. Saori pensó en Ikki sin siquiera poner otros posibles nombres en la lista.
El Santo del Ave Fénix fue informado de que sería enviado al lugar por espacio de un año, y que por supuesto se le daría la oportunidad de continuar sus estudios en la sucursal que la universidad tenía, por suerte, en la ciudad.
Shun preguntó si podía tener las mismas facilidades que su hermano pues asistía a la misma universidad que también tenía sucursal de su facultad allí, puesto que ni corto ni perezoso encontró un colegio donde hacer sus prácticas en aquella misma cuidad y no quería perder clases.
Saori no le vio el problema y pronto todo estaba arreglado.
Y volviendo al presente.
- "Vaya, el lugar se ve espacioso, limpio y agradable. Estoy seguro que la vamos a pasar muy bien aquí ¿No lo crees así, nii-san?"
Ikki le dio una última mirada a la sala y luego posó sus ojos en Shun, justo antes de asentir.
- "Supongo."- suspiró el de pelo azul antes de rotar los hombros y arquear la espalda- "Vamos Shun, ve a escoger una habitación para que nos acomodemos un poco, escoge la que más te guste, la que quede estará bien para mi. Luego salgamos a comprar algo para hacer la cena, no es adecuado que te quedes con el estómago vacío."- rezongó el Fénix con el ceño fruncido.
Shun lo miró y ahogó una risita.
- "Ni tu tampoco, nii-san. Tú también estudias y vas a trabajar y apenas eres mayor que yo. Estamos en el mismo barco."- expresó Andrómeda con un dedo alzado y los ojos cerrados en actitud de regaño.
Ikki gruñó, tomó sus cosas y salió renegando en dirección a las habitaciones.
- "¡Apura otouto! No tengo tiempo para esto."
Shun por fin estalló en risas y siguió de buen humor a Ikki... era tan fácil hacerlo gruñir.
~.~.~.~.~.~
Dos días después - Lunes
Colegio Shogakukan - Primera hora de clases
El maestro Takato entró al aula acompañado de un joven desconocido por el alumnado, y ambos se pararon al frente de la clase.
- "Buenos días chicos."- saludó el hombre de buen ánimo- "Hoy quiero presentarles al que será mi asistente por lo que resta del año escolar. Por favor saluden a Shun Kidoh. Hará sus prácticas este año en nuestro colegio y tenemos la fortuna de tenerlo con nosotros."
Los rostros de los alumnos demostraron tanto sorpresa como interés por partes iguales, y de manera cálida le dieron al futuro maestro la bienvenida. Pronto las manos comenzaban a alzarse y el maestro titular de la clase sonrió.
- "Me imagino que tienen preguntas, así que les sugiero que las tengan en mente hasta la hora del refrigerio, porque tenemos mucho que avanzar el día de hoy."
Risitas nerviosas se extendieron justo antes de que la clase comenzara de manera propiamente dicha.
Shun aspiró hondo. Aquello era justo lo que tanto había deseado.
Iba a ser un año maravilloso.
~.~.~.~.~.~
No era ni medio día e Ikki ya estaba con trabajo hasta el cuello ¡Su nuevo jefe era un inútil!
Bueno, tanto como inútil no era, pero le faltaba don de mando y los jefes de área habían estado haciendo y deshaciendo a voluntad, tratando de mantener sus áreas funcionales con las mejores de las intenciones, pero de manera bastante desordenada.
El cómo la compañía había sobrevivido un mes completo en ese estado sin que los empleados cayesen en un estado de histeria colectiva era un misterio para el Fénix.
Errr... bueno, está bien de nuevo, Ikki andaba exagerando. Pero era que de verdad el muchacho tenía de pronto toneladas de trabajo que fácil le tomaría toda la semana para organizar, y no pasaban 5 minutos siquiera en que estuviese a solas antes de que...
- "Esto, joven Kidoh..."- volvió a asomarse el vicepresidente con actitud nerviosa por el costado del pequeño cubículo al cual había sido asignado el joven de cabello azul, a lo cual el mencionado cerró los ojos, respiró profundo y ya sereno levantó la vista.
- "Dígame señor, en que puedo ayudarle."
Athena, un poco de paciencia.
Iba a ser un año de espanto.
~.~.~.~.~.~
Eran casi las 10 de la noche cuando un agotado Ikki abrió la puerta del departamento que compartía con su hermano.
Apenas había logrado salir a tiempo de la oficina para llegar a sus clases, y la verdad era que siendo Santo de Athena y habiendo pasado verdaderas situacines de vida o muerte, no debería de quejarse tanto... pero estaba molido. Y encima había tenido que usar el transporte público porque un compañero de clases vivía cerca y había decidido acompañarlo para que no se perdiera por ser nuevo en la cuidad... cuando un viaje a velocidad luz hubiese sido mucho más cómodo.
La vida era miserable.
Lo único que quería era darse una ducha y echarse a la cama a dormir un poco, y aunque sabía que debía de revisar los apuntes del día e ir planificando su tiempo para los trabajos del semestre, que desde ya comenzaban a amontonarse, no le alcanzaban ni el espíritu combativo, ni el profesional, ni nada.
Dejó el maletín encima de la mesa del comedor cuando por fin sus sentidos notaron ruido en la cocina y el aroma de la comida de Shun inundando el lugar.
- "Shun."- saludó desplomándose en una de las sillas del comedor.
- "¡Ikki! ¡¿Qué tal tu día?!"- preguntó el chico alegre mientras se asomaba por la puerta de la cocina con un mandil sobre la ropa y el cucharón en la mano, aunque al ver a su hermano toda la alegría se le esfumó en un tris, siendo reemplazada por un aire de preocupación- "Así de pesado ¿Eh?"
Ikki suspiró.
- "Ya me las arreglaré para hacer que todo funcione. Solo es cuestión de acomodarme un poco y luego acomodar al resto a mi ritmo."
Shun asintió y volvió a la cocina.
- "¿Qué tal el tuyo?"- continuó el mayor la conversación sin muchas ganas.
- "Un minuto Ikki."
Pasaron unos minutos antes de que Shun volviese, esta vez con dos platos de comida recién servida y los cubiertos necesarios en el bolsillo del mandil.
Andrómeda se quitó el mandil mientras volvía a la cocina y luego regresaba con dos vasos vacíos en una mano y una jarra de jugo de naranja en la otra. Una vez que todo estuvo en su sitio, tomó asiento e instó a Ikki a comenzar a comer.
- "Pues yo no me puedo quejar. Los alumnos del salón que me ha tocado son alegres, bien portados y están bastante dispuestos a aprender y a darme la oportunidad de desarrollarme como educador. Creo que he tenido bastante suerte teniendo en cuenta otros casos de los que he escuchado."- comentó Shun alegre mientras Ikki lo escuchaba entre bocado y bocado- "Además con la bicicleta todo me queda cerca."
- "Eso suena bien, por lo menos uno de los dos comenzó con buen pie."- suspiró el mayor antes de zamparse medio vaso de jugo.
- "Awww ¿En serio fue tan malo nii-san?"- preguntó el menor un tanto preocupado al ver lo bajoneado que estaba su hermano.
El Fénix volvió a suspirar.
- "El anterior presidente era el motor del lugar, y ahora que está en estado delicado es como si todo se hubiese paralizado."- gruñó el chico- "Los empleados trabajan bien por lo que veo, y los jefes de área tienen buena predisposición para hacer su trabajo, pero el vicepresidente, que justo hoy fue nombrado el nuevo presidente, es quien debe estructurar todo eso. Y el hombre está demasiado preocupado por cometer algún error, por lo cual lo hace todo con una lentitud que pasma."- otro suspiro- "Como dije, es asunto de acomodar ese lugar a mi ritmo. Solo espero que no me tome demasiado tiempo, los profesores aquí ya comenzaron a dejar trabajos para el resto del semestre y no me va a alcanzar ni aumentándole horas al día."
Shun terminó de escuchar a Ikki, pareció pensarlo un tanto y asintió.
- "Seguro y todo te sale a pedir de boca como siempre nii-san. Sé que será así."- completó el chico con un aire de certeza que solo pudo hacer a Ikki negar con la cabeza entre sonrisas.
- "Si tu lo dices otouto, si tu lo dices."
Ambos se sonrieron una vez más antes de enfocarse en terminar sus cenas, para luego darse una ducha cada uno y darse un tiempo para estudiar y completar deberes universitarios, así como preparar su ropa, maletines y comida (en el caso de Shun, quien era el que se había autoimpuesto la confección de las loncheras de ambos) para el día siguiente.
Seguro que el día siguiente sería mucho mejor para los dos, de eso Andrómeda estaba seguro.
Fin del primer capítulo
Notas de la autora:
Bueno, como andaba revisando antiguos fics no concluidos y terminando alguno por mi autocelebración de aniversario por 50 fics subidos (el de Rurouni Kenshin) y aparte subiendo a una nueva página viejos fics (AO3); pues como que me entró la nostalgia y decidí revisar mi lista de fics en proyecto (si, tengo una y es enorme y hasta me entra el pánico de escritor... pero luego se me pasa) y como que agarré varios de esos títulos pues decidí comenzar a plasmar esas viejas ideas. Esta es una.
Y de nuevo, entrando a una etapa nostálgica, otra vez me presté a los hermanitos para esta idea que me ronda desde que escribí Card Captor Shun (si, ya una década atrás) y que nació de la piscina de crossovers que imaginé entre Saint Seiya y otras tantas series.
Y si alguno se sigue preguntando después de toda esa palabrería ¿Saint Seiya y Hamtaro? ¿Qué se fumó la gata? Pues les recuerdo que si hice un fic casi decente entre los Santos y Card Captor Sakura, pues como que merezco una pizca de confianza... no haré algo demasiado crack ¡En serio!
Y si siguen leyendo estas notas de autora, pues son tan culpables como yo, ya les gustó y van a seguir leyendo (tal vez) así que no se quejen tanto.
Bueno, la buena noticia es que es un fic de 5 capítulos, de los cuales ya están dos escritos y los demás van a salir si o si debido a como estoy manejando mi nuevo trabajo y mi tiempo y falta de internet de lunes a viernes, así que mi desgracia será en su beneficio.
Y tal vez luego salgan más fics basados en animes de una década atrás. Veremos.
Así que gracias por leer, nos vemos pronto en un siguiente capítulo o fic... y sigo tratando de terminar mis otros fics inconclusos.
Muchas apapachos para todos y un beso felino.
chibineko chan
(Miembro de la Orden Sirusiana)
(Alumna de la casa de Hufflepuff en Media Noche en la Torre de Astronomía)
(Miembro de la Mazmorra del Snarry)
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Campaña de NO AL PLAGIO
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