Si ya sé debería subir capitulo en mi otra historia, pero no me pude resistir.
Y ya saben Frozen no me pertenece y bla bla bla.
Moví entre mis dedos la pluma jugando con ella, sin saber que escribir, esto estaba mal, si no me concentraba no terminaría el manuscrito que debía de entregar para dentro de tres días. Suspire por enésima vez visiblemente frustrado.
No había tenido ningún sueño que lograra inspirarme lo suficiente para comenzar con mi trabajo. Ya había contado todas las historias importantes para mí, menos una.
Nunca me atreví si quiera a mencionar lo que había pasado hace aproximadamente diez años, quizás si no especifico que es basada en hechos reales nadie se dará cuenta.
Tomé decidido la pluma dispuesto a escribir mi mas vivida experiencia...
Encerrado desde hace casi un año. Muchos dirían que no hablar con nadie seria insoportable. En realidad no lo es del todo, me acostumbré a ello; a ser ignorado.
Solo recibía visitas casuales de mi padre a mi antigua celda, la mayoría eran para regañarme o decirme que pidiera una disculpa a la persona que sin saberlo se había convertido en la dueña de mis pensamientos: La reina Elsa.
Realmente no sabia cuando ni porque, pero de manera inconsciente llegaba hasta soñar con ella . Primero pensé que este sentimiento era culpabilidad por mis acciones en el pasado aunque sabia que eso era imposible, un "lo siento" jamas escapara de mis labios estando cuerdo. Así que opté por llamarlo pena, pena por esa chiquilla que no hizo más que darme problemas desde el primer instante en el que la conocí o tal vez pena por mi mismo por no haber conseguido mis objetivos por ser tan imprudente con la ilusa princesa.
A veces me preguntaba por que lo había hecho. Por que no había seguido con la farsa hasta el final, si tan solo la hubiera besado no habría acabado con su confianza en mí.
Siempre pensé que era porque no lo sentía, porque en realidad no la quería. Nunca la quise de verdad y no me arrepiento por ello.
Anna no fue mi primer objetivo si no Elsa y quizás por eso pensaba en ella.
No sé porque mi padre me liberó al cumplir el año dándome la excusa de que era por buen comportamiento y que además era su hijo.
— Su hijo — dije al ya estar en mi habitación, completamente solo ( como siempre). Solté una sonora carcajada al recordar sus palabras. Hasta este momento era su hijo, ahora era que me notaba, justo después de hacer algo indebido. No que uno tiene que hacer para llamar la atención.
Mis pesadillas fueron empeorando. Ahora las tenia todos los días y no lograba pensar en otra cosa que no fuera ella.¿ A esto es a lo que se le llama obsesión ?
Pero aunque fuera así esto era una hermosa obsesión de la cual no quería liberarme porque cuando ella no estaba en mi mente me sentía vacío.
Los días fueron pasando y lo único que quería era verla.
Casi a diario mi padre me preguntaba si me sentía culpable y quería disculparme. Ahí entendí que no era su intención liberarme y que esto era solo una forma de manipularme. No quería ceder ante él, pero necesitaba observarla, ver sus hermosos ojos del color del zafiro. Así que terminé aceptando para tratar de soltarme de estos pensamientos. Tal vez si la veo todo se aclarara en mi cabeza.
Tranquila. Pronto te verde mi reina de las nieves.
Que dicen? Se ve bien?
Ah y dejenme decirles que esto no es un amor enfermizo, aunque le quede muy bien a Hans esa faceta de niño malo malo.
Bueno aquí me despido bye
