El Joker estaba por sumirse en el sueño cuando escucho un sollozo femenino que venia del otro lado de la cama.

Harley.

Decidió ignorarla pero al cabo de un rato los sollozos se iban haciendo cada vez mas fuertes. Dio un gruñido y se dio vuelta para ver que le sucedía pero se sorprendió mucho cuando vio que estaba dormida.

Se le quedo mirando unos largos minutos mientras observaba como seguía sollozando.Él frunció el ceño cuando ella chillo "puddin".

Decidió despertarla y tomo un mechón de cabello tirando de el tratando de ser suave, sin embargo ella no se despertó. Contrario a otras veces no quería ser brusco pero le pego una bofetada en la mejilla que despertó a la arlequín.

—Puddin...—Acerco su pálida mano a la cara de su amado y le acaricio sonriendo aliviada.Él se dejo acariciar— estas bien.

—¿Por que no iba a estarlo?—Inquirió con una sonrisa divertida. Ella se dio la vuelta completamente para poder verlo mejor tomando de su mano y entrelanzadola.

Extrañamente la dejo hacerlo. Como era usual, esa noche Joker le había dado la espalda y se había dispuesto a dormir sin quisiera desearle buenas noches. Rara vez se dejaba abrazar en las noches por ella, no le gustaban las muestras de afecto.

—Tuve una pesadilla—Explico haciendo un puchero.—Tu morías y yo no podía hacer nada para salvarte, ni siquiera pude revivirte puddin.

Al ver los ojos asustados y lagrimosos de la rubia algo en él se conmovió y aunque no quería ablandarse con ella la acerco a él y dejo que se acurrucara en su pecho. Era extraño para él, nunca solía tener esos sentimientos por nadie pero con Harley parecía que esa sensiblería venían en grandes oleadas abrumadoras que solía esconder detrás de ese aparente desprecio por ella.

Él odiaba esas cursilerias de pareja que tanto quería Harley, no podía darle eso a ella, pero ella siempre volvía a él por alguna razón.

Por razones inimaginables ella podía ver algo que nadie mas podía, quizás solo eran todos esos engaños que le había dicho cuando ella aun era la doctora Harleen Quinzel. Parecía realmente convencida de que él era un incomprendido, como si ella viera que en vez de reír, llorara.

—¿Tu nunca te iras sin mi, verdad?—Pregunto y la miro con sus grandes ojos azules, casi suplicantes.

—Siempre volveré por ti, pastelito.

N/A: Bastante corto, (creo que es un drabble). Espero que les haya gustado, es mi primer fanfic de ellos y realmente no creo que nadie me lea, solo era para desahogarme. Debía escribir esto :3