Canción para naufragios
Suspiros de un naufrago.
Estoy soñando… ¿Qué sucede?, todo aquí es negro. Estoy parado en un cuarto oscuro, no puedo escuchar ni ver a nadie. ¿Eh?.. Estoy desnudo. ¿Por qué estoy soñando? Estoy dormido pero… Estoy consciente de lo que está pasando. No entiendo.
Estoy parado en la nada, ¿es eso posible?... Mis manos están sangrando. El pecho. El pecho, me duele mucho. ¿S-Son lágrimas las que rodean mis mejillas? ¿Por qué estoy llorando? La piel de mis mejillas está fría al tacto de mis dedos. ¿Dónde estoy?... Y… ¿Por qué estoy aquí?
¿Eh?... Veo algo. ¿Qué será?, bueno no lograré nada quedándome aquí, así que iré hasta allá. Mis piernas se sienten muy pesadas. Pero más pesada siento el alma. ¿Cuándo fue la última vez que me sentí así?. Debrah…
Está ahí parada, mirándome. Puedo ver como hace figuras con sus manos, con su sonrisa tan cautivadora.
Gatito, ven aquí –
¿Gatito?... Pero… ¿eh? ¿E-Estos son hilos? Está arrastrándome hacia ella con estos hilos, mi cuerpo está tieso, no puedo moverme. No lo hagas Debrah, por favor. Sus ojos no son los mismos.
Vamos, gatito –
Estoy llorando otra vez, ¿por qué aún me duele?, ¿por qué me está mirando así?...
¿No has tenido suficiente ya, Debrah?
Nunca a nadie pude mostrarle esta faceta mía, estoy confundido. ¿Cómo fuiste capaz? Te ame tanto, pero tanto. Me entregué por completo a tu merced, te abrí mis sentimientos. Y sólo me utilizaste, me pisoteaste como a un escalón para conseguir tu propia gloria, a costilla de mi dolor. ¿Cómo pudiste hacerlo?... No te alcanzó con derrumbar mi mundo, mi confianza hacia los demás y hacia mi mismo. Qué atrevida eres, a pesar de eso, eres capaz de aparecerte en mis sueños.
Me dejaste solo… -
Y no sólo en ese momento… Acabas de irte, desapareciste como lo hiciste aquella vez… ¿Cuántas veces más piensas destrozar mi corazón? Cabrona... ¿Cuántas veces más vas a largarme al abandono? ¿Cuántas veces más piensas dejarme solo?
Estoy cansado de esto… Mis lágrimas, no piden permiso para salir. Son grandes gotas agua salada, que se desintegran en el suelo… ¿Eh?, alguien viene ¿Quién eres? ¿Qué quieres?... ¿También quieres dejarme solo?... Mis párpados están pesados.
Nunca has estado solo, Castiel. Yo siempre estuve ahí. Para ti –
Esa sonrisa, la he visto en algún lado. ¿Dónde la he visto?... Me está estirando su mano. ¿Debería tomarla?... Yo sólo… quiero irme de aquí. Me quiero despertar, ¿dónde estoy?...
¿Quién…eres? –
Pero qué…¿Acaso me está besando?... Me resulta familiar, ya he sentido antes esta calidez… Todo está empezando a difuminarse, este mundo está desapareciendo. Ya lo viví. Ya sé quién eres. Puedo verlo, está al final de este camino. Es tenue, pero latente. Sigue ahí, y me está esperando a mí…
…L..u..z…
Pipipí pipipí pipipí pipipí.
El corazón, se me va a salir del cuerpo… ¡Condenada alarma!
Han pasado casi dos semanas desde que Debrah se fue del instituto, todo el mundo estaba en shock, pues ellos al igual que yo, confiaban ciegamente en las palabras de Debrah. No es la primera vez que sueño con ella… Pero este sueño fue diferente… ¿Por qué Luz estaba en él? Y ¿qué fue todas esas cosas que dijo? ¿Que siempre estuvo conmigo?
Con toda la pereza del universo me levanté, ha pasado mucho tiempo, debo ir al instituto. Si no van a expulsarme. Tengo los ojos rojizos e hinchados, me la he pasado llorando como una niña todos estos días. Pero ya es suficiente.
Demonio debe estar hambriento, le daré su alimento y agua antes de irme. ¿Qué día es hoy? Miércoles… Quiere decir que hoy ensayo con Lysandro, por lo tanto debo llevar la guitarra. Estoy muy confundido, no entiendo nada.
Parece que anoche llovió bastante, las calles están llenas de charcos aún.
¡CASTIEL! - ¿Eh?, me volteé a ver y ahí venía ella, tan rebosante de energía y luz como siempre. Seguramente venía como con quichicientas preguntas para hacerme. Casi puedo oírla.
…Luz… - ¿Por qué me tiembla la voz?
¡Has vuelto pistanthrophobico! – Se abalanzó hacia mí, y me abrazo. MUY FUERTE. Obviamente le correspondí un poco el abrazo.
Pistanthroqué? –
Nada, nada. ¡Me alegra ver que has vuelto! ¿Te sientes mejor? ¿Te duele algo? ¡Estás rojo! ¿Tienes fiebre? – Como dije, nunca se le acaban las preguntas. Inesperadamente me tocó con su mano…¿suave?. No, yo podía sentir su mano suave, porque realmente lo necesitaba, de mi frente deslizó su mano por mi mejilla hasta mi barbilla. Luego, con su dedo índice me tocó la nariz juguetonamente. Necesitaba una caricia, y un consuelo y a veces siento que sólo ella puede dármelo.
Tengo… Una especie de confusión, el corazón me late velozmente al verla. ¿Qué esto que siento? Es algo parecido a cuando conocí a… Debrah… Pero no sé…
Se ha preocupado al ver que me he parado de repente. Ha volteado a verme con una cara muy confusa. ¿Debería decírselo no?.. Pues, hace rato que quiero hacerlo.
¿Castiel? – Me ha mirado extrañada, con una delgada ceja arqueada y sus bellos ojos azules.
GRACIAS, Luz – Pude notar como se sonrojó… Sólo agachó la cabeza y se dio media vuelta, dándome, así, la espalda.
De nada… - No lo dijo en voz alta, pero pude oírla… ¿Sabrá a qué me refiero?
Este día va a ser un poco raro y sobretodo largo…
Continuará.
