Disclaimer: Harry Potter, Crepúsculo, los magos, licántropos y vampiros, no me pertenecen son propiedad de sus respectivas autoras, este fic es mero entretenimiento, para matar el ocio nomas.

Advertencia: Ésta historia contiene spoilers o adelantos de la trama y final, de los libros de Harry Potter y la saga Crepúsculo, si no quieres saber no sigas leyendo.

Nota: Para esta historia algunos personajes de Harry Potter no han muerto.

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Prólogo: Día soleado gris

Era un día normal para los Cullen o quizá era como todos, fuera de lo normal, la familia estaba dispersa pero todos permanecían en casa, solo la pequeña consentida de la familia había salido en ese día soleado, Nessie había ido con Jacob a la playa de Forks para disfrutar del sol, por razones obvias ningún otro miembro de la familia los había acompañado, aunque por culpa de Emmett y sus comentarios sobre lo mucho que esa salida se parecía a una cita, Renesme casi se queda en casa, le costo al licántropo un enfrentamiento con Edward, en el cual Jacob le juró que solo veía a Nessie como lo que era una niña, muy especial pero aun solo una pequeña niña, lograr salir a pasear, esa salida tenía descontentos a mas de dos, aparte de Edward, Bella no miraba muy bien que su pequeña saliera sin supervisión (Jacob no era precisamente una buena influencia, contando con que siempre hacia lo que Renesme quería), pero le parecía bueno que ella pudiera disfrutar de una experiencia tan normal como ir a la playa, cosa que no podría hacer con ellos al menos que fuese en una playa desierta alejada de ojos curiosos, a Rosalie no le parecía correcto dejar a Nessie con el chucho todo el día, y los demás se mantenían al margen, no querían un día sin Nessie a su lado, pero también deseaban que ella fuera feliz, por algo era la consentida.

Cada miembro de la familia Cullen mataba su tiempo de eternidad como podía, Carlisle se encontraba en su despacho revisando expedientes del hospital de Seattle, donde ahora trabaja extemporáneamente, no se alejaba mucho de casa pero seguía trabajando de vez en cuando, lo había decidido así para poder supervisar la salud de Nessie mas de cerca, todavía le preocupaba su acelerado crecimiento, Esme dibujaba en la mesa de la sala unos bosquejos de una hermosa casa, era su próximo proyecto, Rosalie y Emmett se encontraban en la cochera revisando el nuevo auto de la rubia, mejor dicho Rosalie lo revisaba mientras Emmett le servía de gato hidráulico, Bella y Jasper jugaban una partida de ajedrez en el comedor, mientras sus parejas los miraban divertidos, Alice y Edward no tenían permitido participar, al menos no hablar, pero no era la única forma de comunicarse con sus marido y esposa respectivamente. Jasper movió un alfil, haciendo a Edward levantar una ceja, Alice sonreía, Bella se mordió el labio inferior visiblemente nerviosa.

-Jasper sin trampas-dijo Edward entre dientes.

-Es ella la que esta nerviosa…-musitó Jasper, Edward lo observó un segundo detenidamente leyendo su mente, luego tomo la mano de Bella y acariciándola realizó figuras geométricos en ella sin ningún patrón aparente.

-¡Edward!-gritó Alice-Eso también es trampa.

Edward soltó la mano de su mujer y volteó molesto hacia la pequeña duende que lo había cachado dibujando la jugada con sus dedos en la piel de su esposa, Bella que hasta entonces permanecía inmutable, le dedico a su marido una mirada enfadada y luego regresó al juego. Tomó la pieza y la movió por el tablero lentamente, los ojos de Alice brillaron, Edward bufó y Jasper sonrió de medio lado. La pieza toco el tablero, Jasper se inclinó para hacer la jugada final, Alice pegaba de brinquitos en un irregular baile y Bella esperaba su derrota…

Cuando Alice detuvo de repente su baile de la victoria y se perdió mirando la nada, estaba teniendo una visión, Jasper se acercó a ella y colocó sus manos en sus hombros de forma protectora, Edward permaneció impasible viendo lo mismo que la pequeña duende, Bella la miraba preocupada, siempre que tenía una visión así de la nada algo malo ocurría, Renesme, fue su único pensamiento, ¿algo le había pasado a su pequeña?, eso era imposible Alice no podía ver a Nessie si esta estaba con los licántropos, pero entonces que era lo que pasaba.

Alice parpadeó y fijo sus ojos en Jasper, este la miró preocupado, Edward se levantó de su sitió y se dirigió a la puerta.

-Debo hablar con Carlisle- dijo calmado, pero no logró convencer a nadie con esa mascara de serenidad.

-¿Qué sucede Edward?-preguntó Bella en un susurró, no quería pensar lo peor.

Edward miró a Alice detenidamente, luego sacudió la cabeza en negativa.

-Ella debe saberlo, es seguro que pase…-musitó Alice con su voz de soprano, Edward la ignoró y se perdió en la escalera, Bella miró a Alice curiosa, ¿que estaba pasando? Que era tan grave como para que Edward quisiera ocultárselo.

-Los Vulturis-pronunció Alice, y sonó como una sentencia de muerte.

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Todos se encontraban en la sala, la tensión era tal que podía cortarse con un cuchillo, Carlisle estaba sentado en el sofá individual con Esme sentada a su lado en una de las reposaderas de los brazos, Alice y Jasper se encontraban en el suelo uno al lado del otro, Emmett estaba echado en el sofá grande con Rosalie sobre sus piernas y Edward abrazaba a Bella en el otro sofá frente a Carlisle y Esme.

-Esto es difícil…pero debemos buscar una solución- dijo Esme en un susurró, nadie musitó palabra, parecían verdaderas estatuas de mármol, todos tan bellos e inmóviles, estatuas que reflejaban en sus expresiones su infinita preocupación.

-¡Si no hay mas remedió a luchar!-gritó Emmett decidido, siete pares de ojos se posaron en él, algunos lo miraban fastidiados, otros escépticos ante su entusiasmo infantil.

-Eso sería la ultima opción Emmett no podemos iniciar una guerra y exponer a Nessie…-las palabras de Carlisle removieron las emociones de todos, Emmett se quedó callado sin replica alguna, su espíritu de lucha se extinguió ante la realidad. – ¿Alice cuanto tiempo tenemos?

La pequeña duende cerró los ojos concentrándose, tenía la total atención de todos los presentes, tras unos segundos suspiró.

-Tal vez unas semanas o un mes…-musitó quedamente- parecen estarlo decidiendo aun, todo es confuso.

Bella se aferró a Edward, eso no podía estar pasando, necesitaba saber que todo era mentira, que no había peligro alguno para su pequeña, Edward le acarició la cabeza con cariño el también estaba tenso, preocupado.

-No puedo creer que ese traidor nos haya hecho esto- escupió Rosalie con rabia, todos la miraron- Ese desgraciado de Alistair nos vendió a los Vulturis.

-Rosalie por favor-pidió Carlisle- no hables así de…

-¿De un amigo Carlisle?- pregunto sarcástica-discúlpame pero ese tipo es un traidor, una basura, escoria.

-No sabes la situa...-iba argumentar Carlisle en defensa de Alistair pero Edward lo interrumpió.

-Nunca fue muy confiable que digamos Carlisle-musitó un poco mas sereno que Rosalie, pero igual de enojado.-Te dije lo que vi en su mente, el ponía demasiada atención, analizaba…-agregó acercándose a su padre-antes no entendí su curiosidad, pero ahora lo entiendo…-

-Nos estaba estudiando- esta vez fue Jasper el que tomó la palabra- quería saber todo, ver nuestra forma de actuar, como vivíamos, nuestras relaciones con los aliados, nuestras habilidades y nuestros debilidades, las limitantes, todo…-sus palabras retumbaron en la habitación, aunque las había dicho en un volumen bajo de voz, una momentánea paz los inundó, una falsa tranquilidad que el rubio deseaba trasmitir, Bella se paró de su lugar al lado de su esposo y fue hacia la amplia ventana de cristal.

-Tardan demasiado-musitó mirando hacia afuera donde se empezaba a ocultar el sol.

Edward corrió hacia donde estaba y en un segundo la había abrazado, ella parecía desconectada de todo, ausente.

-Nada le va a pasar cariño…-musitó en el oído de su esposa-no lo permitiré.

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