Pues esta es una idea de tantas que se me ha ocurrido… espero les guste…
Besos
No todo es color de rosa…
Sam estaba en el sofá de Carly cambiado canales sin prestar atención a lo que estaba haciendo, la verdad es que no quería pensar en nada, para eso necesitaba su mente ocupada en algo. Ella deseaba en secreto olvidarse de todo y buscar la salida más fácil, huir y desaparecer de la faz de la tierra donde nadie pudiera encontrarla. Era tonta, muy tonta al dejar que todo eso le sucediera, su madre se había aprovechado de ella y por primera vez en su vida deseo ser como Melanie y dejar todo atrás.
Su vida estaba llena de dolor y sufrimiento, Sam era una chica llena de miedos que sabía ocultar a la perfección todo bajo una máscara de agresividad. Gracias a eso, nadie se atrevía a dañarle, en vez de ser ella la asustada todos le temían. Por otra parte, su familia estaba rota desde que su padre había desaparecido, ella no lo recuerda muy bien, solo una que otras imágenes donde él sonreía o la cargaba.
La mano de Sam subió instintivamente a su cuello donde tenía el secreto mejor guardado, una cadenita con sus iniciales, ella recuerda vagamente el día que su padre se la regalo antes de irse. Solo tenía cuatro años cuando él se fue, ya ni lo recordaba y por más que tratara de hacerlo le fue imposible. La rubia se dejo caer por completo en el sofá y cerró sus ojos, quería dormir pero sentía una opresión en su pecho que no la dejaba tranquila.
-Sam, ¿puedes dejar de no hacer nada y subir a ensayar? –dijo Carly molesta.
-Voy –susurró tratando de ocultar las lágrimas acumuladas en sus ojos.
-No sé cuando empezaras a ser más responsable, tienes 17 años… -Sam decidió no prestarle atención a tanto parloteo, no es que no le agradezca tanta preocupación, pero últimamente se sentía peor cuando comenzaba a regañarla.
Subieron al estudio, Freddie estaba sentado con la laptop en sus piernas, se le veía concentrado en lo que estaba haciendo. Él y Carly eran sus mejores amigos, en los únicos que confiaba aunque solo por él sentía algo más que amistad, pero Freddie estaba enamorado de Carly.
-Hmm, la princesa decidió dejar su trono… -susurró Freddie de forma burlona.
-Cierra la boca y comencemos… -dijo la rubia nada amenazante, algo raro en ella pero solo Freddie lo noto.
-Okey, en 5… 4… 3… 2…
-Hola, mundo. Yo no soy Sam…
-Y yo no soy Carly –dijo sin ánimos.
-Pero esto es… iCarly –gritó Carly mientras la rubia la seguía por susurrante. –A ver para, ¿Qué rayos sucede contigo?
Carly estaba cansada de la actitud de su amiga, ya casi no hablaba y ni siquiera tenía ese apetito voraz que podía dejar su nevera vacía. Pero eso se iba a acabar hoy y para lograrlo tenía que ser dura, si era necesario le dejaría de hablar para hacerle reaccionar.
-Carly yo…
-Si no vas a decir la verdad es mejor que te vayas –gritó enfadada la morena.
-Hey, no te pases… solo está actuando…
-¿Por qué la defiendes si te maltrata de cada rato? Ella está rara y no quiere admitirlo, solo es una mala amiga –sentenció Carly sin una pisca de dolor.
-¿En verdad creen eso? –preguntó Sam mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
-Yo no… -intentó decirle Freddie, pero la morena le interrumpió.
-Sí, lo creemos –espetó desafiante.
-Pues… -Sam derramo unas cuantas lágrimas antes de desaparecer dejándolos sorprendidos.
Freddie corrió tras ella, podía escuchar sus pasos mientras bajaba las escaleras. No entendía lo que le pasaba pero lo iba a averiguar, sabía que ella estaba extraña desde las vacaciones de verano. La siguió por las calles de Seattle hasta llegar a un parque donde se dejo caer bajo un árbol. Las personas la observaban y murmuraban mientras la señalaban cuando notaban los sollozos de ella, ¿Qué le estaba pasando?
-Sam, ¿Qué sucede? –preguntó Freddie preocupado.
-Déjame en paz… -gritó la rubia con odio- ¿Qué pasa con la gente? No quiero ver a nadie, no quiero que nadie esté a mi lado. Déjame sola –al decir eso se quebró, comenzó a abrazarse mientras su cuerpo temblaba fuertemente.
-Pero…
-Freddie, por una vez en tu vida haz lo que te digo. Déjame sola -dijo antes de levantarse y correr hacia el otro extraño del parque donde un grupo de chicos la esperaba.
Freddie por su parte no se movió y ni siquiera se molesto en seguirla, se giró para emprender camino hacía Brushwell plaza cuando escuchó su voz.
-Hey Benson… -se giró para observarla. –Renuncio a iCarly y a toda mi vida…
El castaño abrió los ojos como platos mientras su respiración se aceleraba. Observó como Sam se iba con sus nuevos amigos, no estaba feliz, tampoco había tristeza en su rostro; solo podía ver nada, ningún tipo de sentimientos en su rostro. Sam había cambiado en un abrir y cerrar de ojos, y Freddie se sentía culpable ya que le había fallado.
Dos semanas atrás…
Carly y Sam planificaban con ánimo el próximo segmento de iCarly, Freddie solo las observaba y aportaba ideas. De pronto comenzó a repicar el celular de Sam, ella contesto muy animada pero borró su sonrisa tan rápido como pudo. Ninguno de los dos sabía le había dicho para que reaccionara de esa manera.
-Lo sé –dejó de hablar para luego fruncir el ceño. –Ma… pero yo no… muy bien.
-¿Qué paso? –preguntó Carly con una sonrisa.
-Nada, me tengo que ir…
-Pero y el ensayo –dijo Freddie sorprendido.
-Háganlo sin mí –gritó desde el pasillo, ya se había ido.
En ese momento ninguno de los dos pudo saber que esa llamada cambiaría por completo a la rubia y la alejaría cada vez más de sus vidas.
Sam faltó al colegio en lo que quedaba de semana, no fue a realizar el show y tampoco llamaba para disculparse. Carly estaba muy molesta y se lo haría saber, estaba harta que la rubia hiciera lo que se le venga en gana sin justificarse. Una mañana apareció en el colegio con los ojos hinchados y rojos, Freddie tenía la certeza que su amiga estaba pasando por un mal momento y respetaba su silencio, pero no por eso le dejaba de preocupar, era todo lo contrario.
La morena tenía otros planes, se acercó a Sam de forma agresiva y le grito en frente a todo el estudiantado. Sin embargo, a la rubia no parecía importarle y solo se limitó a responderle un débil "Si tú supieras…" Freddie frunció el ceño e intento preguntarle, pero la chica solo lo esquivo alegando que iba a saltarse las clases de ciencias porque le aburrían. Ese fue el último día que Sam volvió a asistir a clases.
En casa de Carly (Actualmente)
-¿Y bien, la conseguiste? –preguntó la morena preocupada.
-Sí… -dijo Freddie con una sonrisa triste en los labios. –Renuncia a iCarly.
Carly se dejo caer en las escaleras, sus ojos mostraban sorpresa y tristeza al mismo tiempo.
-¿Quién renuncia? –preguntó Spencer saliendo de su habitación.
-Sam –susurró Freddie sentado en el sofá-, no quiere vernos más.
El motivo de ese comportamiento era un misterio, pero lo iba a averiguar a como dé lugar. No por nada ella era su amiga, la quería proteger y no descansaría hasta que Sam confiara nuevamente en él.
