Broken Wings

by Loel J. Grey
edited by Kurama

Yu Yu Hakusho. NA: no me pertenecen los caracteres 8ojala) solo escribo este fic para matar el tiempo, no gano dinero escribiéndolo.

Shuichi Minamino estaba sentado en frente de su ventana.

"Porque estoy aquí?"

Su pelo rojo granate flotaba con la brisa que le entraba en la habitación. Ya casi era de noche. Se había quedado desde las 7pm ahí sentado, no tenía nada que hacer. Estaba sentado y mirando el cielo como pasaban los nubes. Ya se estaba haciendo de noche y el viento se enfrió. Su cara estaba helada, pero no notó el frío.

"Qué estoy haciendo?"

Cuando la luna empezó a salir al horizonte se podía ver reflejada las matices de la tierra en la superficie. Pero enseguida unas nubes de lluvia tapaban la bonita vista. Pronto empezaba a llover. Unas gotas entraban en la habitación, mojando el suelo, las que no entraban, bajaban por las mejillas del chico. Parecía como si estuviera llorando, o lo estaba?

- Mi madre murió ayer, justamente cuando estaba en el Makai detrás de un demonio. Íbamos todos, todo el grupo de Urameshi. Le teníamos atrapado y habíamos recuperado la perla mágica que había robado a Jorge, el sirviente de Koenma. Cuando habíamos acabado y yo volví al Ningenkai ya notaba algo extraño. Entró en casa y mi madre todavía no había vuelto, y eso que era ya muy tarde. Preparó la cena, para nosotros dos porque Shuichi, mi hermano, y su padre estaban fuera de excursión. Mi madre no podía tardar tanto en volver de su trabajo, cuando de repente me fije de que en el contestador del teléfono había un mensaje.-

-Sr. Minamino kun? Por favor llámenos al hospital Otaka, su madre ha sido ingresada por un accidente de coche.-

Me quedé paralizado. Kasan... apagué el horno y salió corriendo hacia el hospital. En la recepción me habían dicho que me espere y me avisarían enseguida. Me fue a la sala de espera, sentándome, nervioso. Todo me daba vuelta en la cabeza y mi corazón no queróía calmarse. Las memorias llenaban mi cerebro, todo que pasó desde que era pequeño y puedo recordar, todo, las cosas bonitas, las cosas pesadas, el accidente del cual me salvó mi madre, su enfermedad que gracias a la colaboración de Yusuke vaneció, todo... Después de media hora cuando ya me había calmado un poco por la larga espera, un medico se me acerca.

-Sr. Minamino kun? Disculpe la espera, ya puede visitar a su madre.-

Me dirigió a la cama, dónde estaba mi madre, tapada con una cortina higiénica, le salían tubos de la nariz, infusiones en los brazos y varios aparatos que detectaban el pulso, frecuencia del corazon y otras cosas.

"Kasan... soy Shuichi..." pero ella no se despertó. Decidí quedarme a su lado hasta que se despertara, pero nunca mas se despertó.

Después de un rato me había quedado dormido a su lado.

"Ey Kurama, despierta!"

Era Hiei que estaba en la ventana. Mis ojos enfocaban a la figura negra, y me quité el cansancio de los ojos.

"Hiei, que quieres aquí?"

"Tienes que venir a casa de Yusuke, tenemos un problema muy grave!"

"Pero..." Se había ido. Mierda, me gustaría quedarme aquí. Que pasa, normalmente Hiei nunca viene como mensajero de Yusuke, que habrá hecho Yusuke para convencerle en hacerlo. No quería irme. Aunque mi madre estaba bien en el hospital, no deberían haber problemas, están los médicos, saben lo que hacen. Salió del hospital. Con un mal presentimiento salió de la puerta principal del hospital y entró en el metro para dirigirme a casa de Yusuke. Cuando había llegado a su casa no había nadie, las luces estaban apagadas. Era una broma? De repente sonó mi móvil. Pensaba que sería Yusuke, mandándome a otro lugar, ya casí le quería gritar, pero veía en el display un número desconocido.

- Hai, mochi mochi.-

- Sr. Minamino kun?-

- Hai?-

- Sentimos decirle que su madre acaba de fallecer, puede usted dirgirse al hospital?-

- Nani?- dejó caer el móvil. Estaba paralizado, no podía ser... como era posible. Si hace 5 minutos estaba s u lado y estaba... bueno estaba mal, pero estaba viva. Que significaría eso? Volvió corriendo. Los médicos ya habían apagado los aparatos. realmente estaba muerta. Su corazón no latía. Estaba al lado de su cama, con el pulso alto, mis ojos no querían aceptar loq ue veían, mi corazón me dolía.

"Kasan..." un suspiro salió de mi boca. Los médicos intentaban calmarme, consolándome, pero me fue a casa sin decir ni una sola palabra. Era como estar en estado de shock. No miraba al camino, mis piés me conducían sólo. En el camino a casa estaba pensando: Y si no hubiera ido a casa de Yusuke? Y si estuviera ahora bien? Porque me habían echo esto? Hiei pagaría por haberme gastado una broma asi. Llegó a casa. La comida enfriada estaba en la mesa. Pasó de ella. Llegó a mi cuarto y me senté al lado de la ventana.

Aquí estoy ahora - todavía.

Han pasado ya 24 horas sin haberme tomado nada, sin dormir. Llorar? No había gastado ni una lagrima, pero porque? Soy tan frío de corazón? Me ha consumido Youko de tal manera de que ya no tengo emociones humanos? La vista se me nubló y me caí hacia atrás. Exhausto.

Cuando me desperté estaba encadenado. Mis brazos colgados encima de mi. Sentado al suelo y todo estaba oscuro. Notaba un ligero escalofrio de aire que corría através de las rajdas del pantalón que se habían producido...cuando?

"Dónde estoy?" Mi propia voz me sonaba muy rara. Tenía la garganta seca, tenía muchísimo sed. Mi cabeza me dolía y mis brazos estaban ligeramente azules, por la falta de sangre. Intentó levantarme, pero mis piernas no me respondían.

"Doko...dokoe..."

Después de un rato volvió a perder el conocimiento.

Estaba soñando con mi madre. Estábamos en la terraza del piso, tomando un café. Me había preguntado sobre mi ultimo examen de matemática. Con la cara ligeramente enrojada la contestó que no me iban bien las matemáticas, y ella sonrió. Ella siempre sonrió. Después sentí algo como un golpe en el estómago, quería decirla algo, pero no pude pronunciar ni una palabra. Me agaché, aguantándome el estómago. Ella siguió sonriendo, y parecía que no me veía. De repente había una figura negra detrás de ella, una sombra, llevaba algo brillante en la mano, un cuchillo. Mi corazón se aceleró, no querrá... La apuñaló en su espalda y mi madre empezó a sangrar, pero no perdió su sonrisa. Se cayó al suelo de la terraza y se murió. Yo no podía ni acercarme ni moverme.

Me desperté.

"Por fin te has despertado."

No veía nada. Sólo escuchaba esa voz.

"Dónde estoy?" Mi voz era fría y grotesca.

"Uy todavía conservas tu orgullo, eso ya cambiará. No importa por que a partir de ahora esto será tu hogar."

FIN cap1.