Español no es un idioma que estoy aconstumbrada a usar, asi que porfavor perdonel cualquier error.
Saint Seiya no me pertenese.
Su amado llevaba fuera de Santuario casi un mes. El dolor físico de su corazón no se comparaba con el dolor emocional que sentía al no tenerlo cerca.
Su diosa siempre estaba a su lado cuando caía, pero el amor de su diosa, aunque puro y grande, no se comparaba con el amor de su santo dorado de acuario. Sonreía porque era lo que la pequeña deseaba, no porque el tenia razón de sonreír.
Su calentura no era algo de preocupación. Bueno, esta vez no lo era, pero la pequeña no se quería despegar del lado del escorpión. El siempre se ponía peor cuando el acuario se iba por tiempos largos.
El muchacho comía una manzana mientras la niña le platicaba sobre sus tareas que aun no a hecho y de seguro el patriarca se molestaría.
Kardia fingía hacerle caso, pues aunque amaba a la pequeña diosa como su hermanita, el solo podía pensar en su amado Degel. Lo extrañaba demasiado. Mucho más de lo que dejaba verse.
Su charla fue interrumpida cuando alguien toco la puerta. Era Sysipho. Miro a Kardia con resentimiento pues el escorpión estaba alejando a la diosa de sus tareas.
-Buenos días señorita Athena. Kardia.- sin decir mas, el muchacho le entrego un sobre azul a Kardia y volvió a salir.
Kardia miro al sobre con lagrimas es los ojos. Su nombre, Kardia, estaba escrito en el sobre con la letra fina y sofisticada de Degel.
-Te dejo para que la leas tranquilo, Kardia.- la diosa se disculpo con su santo y salió de la habitación.
Kardia abrió el sobre y saco la carta que venía adentro.
Se dice que
es un pecado que un hombre ame a otro hombre
pero,
a mí no me parece importar.
Tu cabello azul toma vida propia con el viento
y forma el océano más bello a tu alrededor.
Manzanas,
ese fruto prohibido
que es mucho como nuestro amor,
a dejado su fragancia en tu cuerpo.
El calor del sol
irradia de tu cuerpo;
un gran contraste
al frio del mía.
En los besos que compartimos,
hay un sabor,
uno que desconozco,
uno que solamente puedo describir como…
…tuyo.
Cuando hablas con otros sobre mí,
lo haces con tanta pasión
y posesión;
Me captiva.
Me atrae.
Todo lo que yo veo es Tu,
y yo sé,
Todo lo que ves tú es Yo.
Te amo, Kardia.
Pronto volveré a tu lado.
-Degel
Kardia trajo la carta a su rostro y empezó a llorar con fuerza.
-Te amo también, Degel. Por favor, regresa ya.-
